ECUADOR: IMPERIALISMO, FASCISMO, TERRORISMO DE ESTADO Y CRÍMEN ORGANIZADO CAPITALISTA

ECUADOR: IMPERIALISMO, FASCISMO, TERRORISMO DE ESTADO Y CRÍMEN ORGANIZADO CAPITALISTA

Comentario Previo

El imperialismo no da tregua como tampoco su Doctrina de Seguridad Nacional con todas sus implicancias. Si el discurso oficial reaccionario, posterior a la caída de los socialismos de primera generación, señalaba que ahora, en el mundo, imperaría la democracia y la libertad, lo cierto es que desde entonces el mundo no ha dejado de estar en guerras, estas han proliferado, el hambre y las enfermedades cobran millones de muertos, los supermega millonarios son cada vez más ricos y poderosos y la humanidad se encuentra al borde del abismo. 

En América Latina-Abya Yala las guerras internas, la construcción del enemigo interno, las guerras psicológicas, el saqueo por parte de FMI-BM de la mano de los TLC, pago de la deuda externa y nuevos ajustes junto con mas de 70 bases militares yankis en nuestro continente y la permanente presencia del Comando Sur nos indica que la Doctrina Monroe sigue su curso y que esa democracia y libertad jamas ha llegado por estos lados.

En todo ese camino esclavista e injerencista, el progresismo en todas sus expresiones ha tenido un rol fundamental tanto para confundir a los pueblos y trabajadores, para coayudar el fortalecimiento imperialista, abrirle los espacios para el fascismo como para el crimen organizado como expresión de la contrarrevolución y del paramilitarismo una vez que el movimiento revolucionario adquiere fuerza.

Aun así los pueblos latinoamericanos han tenido la fuerza, la convicción y la porfía suficientes como para continuar la lucha por su autodeterminación, independencia y soberanía. Han sido capaces de construir y reconstruir organizaciones y dar los gritos de lucha y de guerra a costa de nuevos enormes sacrificios, del exterminio y de la prisión política.

Los gobiernos capitalistas e turno han jugado a la alternancia en el poder entre el progresismo y el fascismo  dos caras de las oligarquías y del imperialismo. Ambos han fomentado el desarrollo de su nuevo aliado, a saber, el crimen organizado y el narcotráfico como verdaderas transnacionales y cuyo poder económico es importante cada vez más el los respectivos productos internos brutos de estas naciones subdesarrolladas y neocolonizadas. El capitalismo es una verdadera transnacional del crimen organizado, del terrorismo.

Como ocurrió en Alemania en el siglo pasado, el nazifascismo también ha accedido al poder burgués central por la vía electoral demoburguesa. Eso fue Bolsonaro, lo es Milei como también Bukele. Los progresistas, desde su falso antifascista, son los responsables de ese avance fascista pero también de asumir ese discurso y políticas como propios. Obrero, empresarios, nuevas generaciones, pseudosintelectuales, pseudosrebeldes, etc han accedido desde esa «izquierda caviar», desde esa derecha roja con políticas imperialistas, con mayores grados de represión contra los pueblos en lucha y con el terrorismo de estado como solución.

Los sucesos de Ecuador encaja en lo señalado aquí. Es un Estado que hace tiempo no respeta siquiera su propio derecho burgués nacional o internacional humanitario como tampoco la letra muerta de la Carta Democrática del ministerio de colonias como es la OEA.

No sólo se ha cometido terrorismo de estado, crímenes contra la humanidad contra la población civil, en forma sistemática y genocida, sino que en esa militarización de las cárceles que tiene como finalidad favorecer a uno de los grupos criminales en desmedro de otros, ha tenido también el mira a los presos políticos del Movimiento Guevarista Tierra y Libertad, MGTL, y específicamente contra su máximo dirigente Omar Campoverde que ha sido brutalmente torturado.Se busca su aniquilamiento.

Para conocer algo de lo que ocurre en Ecuador dejamos un documento de opinión el cual se mantiene su anonimato porque tampoco la libertad de opinión, de pensamiento y de expresión se están aseguradas donde los gobiernos de la región guardan silencio cómplice como el de Chile donde Boric, el fachoprogre, ha hecho gárgaras sobre los derechos humanos en cuanto foro internacional.

A continuación el documento íntegro.

LA CRISIS DE SEGURIDAD, LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO Y LA CRISIS DE LA DOLARIZACIÓN EN ECUADOR

La dolarización convirtió al Ecuador en un paraíso para el lavado de dólares. Desde su aplicación, capitales provenientes del narcotráfico han llenado las arcas de los grandes grupos económicos del país, y los operadores de ese delito fueron pequeños grupos criminales que con el paso del tiempo se convirtieron en carteles al servicio del crimen organizado transnacional. El lavado de dólares ha sido denunciado permanentemente por parte de organismos de justicia nacionales e internacionales, los bancos han sido incapaces de justificar sus millonarias ganancias, y sin embargo, los gobiernos de turno jamás han investigado en los más mínimo dichas irregularidades, estos hechos, documentados extensamente incluso por el mismo Estado ecuatoriano, dejan claro que la economía nacional vive hace décadas de los negocios del narcotráfico y el crimen organizado.

El negocio de la cocaína tiene su asiento en los EEUU, la inmensa mayoría de la sustancia se comercializa en ese país, y mientras más difícil sea su traslado, mayor precio alcanza el producto. Es por esto que los EEUU han desatado una serie de guerra del narcotráfico en países estratégicos, en Colombia en los años 90, en México en la primera década del 2000, y ahora en Ecuador, desde dónde parten toneladas del producto que al bañarse de sangre incrementan su precio generando ganancias millonarias.

La desestructuración del Estado, producto de la aplicación del modelo neoliberal dio pie a un crecimiento de los carteles hasta permear toda la estructura del Estado, el Ejército, la Policía, las cortes de justicia, la Fiscalía, las empresas públicas se han visto involucrados en negocios con los llamados GDOs. Al día de hoy no solo que la gran burguesía obtiene su capital originario del lavado de dólares, sino que todo el Estado y la política burguesa responden a ese mismo capital. La disputa entre GDOs por el control del negocio y del Estado se ha recrudecido en los últimos años y por eso hemos visto una guerra del crimen organizado en las calles y cárceles del país, y juntos a ella el Estado y los gobiernos tomando parte.

Como consecuencia del consumo de drogas químicas, principalmente el fentanilo, el precio de la cocaína cayó el año pasado, y la respuesta fue incrementar la violencia para lograr una mayor escasez del producto que le permita mantener alto el precio, ¿Dónde? En los EEUU. Esta violencia se ha trasladado al Ecuador y estalló a partir de que se reveló la fuga en contubernio con funcionarios del gobierno de Noboa del líder de uno de los más importantes GDOs de la cárcel de máxima seguridad de Guayaquil, a partir de ese momento los demás GDOs estallaron en tomas de cárceles y atentados. El monopolista Noboa aprovechó dicha coyuntura para lanzar una supuesta «guerra» contra el crimen organizado, que en la práctica es una narcoguerra, que hasta el momento solo ha significado permitir a los militares violar derechos humanos, generar falsos positivos, obviamente protegiendo a los jefes de los carteles, a los narcogenerales, a la burguesía lavadora de dinero y a los operadores en las instituciones del Estado.

Pero Noboa aprovechó para lanzar su política neoliberal en contubernio con el progresismo, en estos días de narcoguerra, aprobaron la Ley Energética que implica privatizar las empresas eléctricas públicas, se pretende firmar un TLC con China, un intento de aumentar impuestos para cargarle al pueblo el costo de esta narcoguerra interburguesa y se aprobó la llegada de agentes imperialistas yankees (que son los más interesados en mantener el precio de la cocaína alto), que en la práctica tiene como objetivo golpear la lucha social y estas medidas de seguridad por la forma en la que están plateadas servirán de encubrimiento para la persecución a líderes sociales y políticos.

El TLC aprobado el día anterior a la escritura de estas líneas, implica entre otras cosas la llegada de una gran cantidad de mercancías chinas de bajo costo que amenazan con destruir la poca producción nacional que ha logrado sobrevivir, el desarrollo de proyectos extractivistas a gran escala que están prohibidos por la constitución del Ecuador, y el hecho de que China va a convertir el Ecuador en un basurero de sus desechos tóxicos y químicos, aspecto que también está prohibido por la constitución del país.

En las últimas semanas ha salido a la luz que entre los acuerdos que el gobierno de Noboa estableció con los EEUU para su “narcoguerra”, estaba la entrega de armamento ruso donado a Ecuador en convenios anteriores, los mismos que planteaban claramente que ese armamento no puede ser entregado a otro país, Noboa fiel a su torpeza, catalogó a dicho armamento como “chatarra” y lo entregó a los funcionarios norteamericanos. Esta torpeza diplomática implicó una respuesta directa de parte de Moscú, en la misma se canceló la importación de banano y claveles ecuatorianos, lo que implica una pérdida de aproximadamente 1000 millones de dólares para el país y que va a implicar, según refieren los mismos empresarios bananeros, la quiebra de sus empresas y negocios asociados, dejando sin empleo a más o menos 200 mil ecuatorianos.

Noboa, basado en el pacto que ha establecido en la Asamblea con Revolución Ciudadana, el Partido Socialcristiano y el partido fascista Construye, ha logrado y está logrando fuertes reformas impositivas en las cuales se exonera de impuestos a los grandes grupos burgueses y monopolios transnacionales, mientras se pretende subir los impuestos a los trabajadores, el impuesto al valor agregado, IVA, será subido al 15%, se pretende establecer contribuciones de los trabajadores asalariados y la eliminación de los subsidios a la gasolina  y al gas de uso doméstico. De la mano con esto se habla de la eliminación de 19 instituciones públicas y de una reforma privatizadora de la Seguridad Social, es decir, las recetas neoliberales que quebraron a los países de América Latina en los años 90.

La narcoguerra de Noboa va quedando retratada como un pretexto para introducir el recetario neoliberal, y al mismo tiempo van saliendo a la luz día con día las graves violaciones a los derechos humanos que han realizado las FFAA. Se han publicado, por parte de los mismos militares, de vídeos donde ellos mismos golpean con palos a personas detenidas arbitrariamente, utilizan objetos cortos punzantes para borrar tatuajes de detenidos,  obligan a estas personas detenidas a maquillarse, desnudarse, besarse entre ellos o cantar canciones infamantes. Así mismo asociaciones de familiares de personas privadas de libertad han denunciado la muerte de sus familiares en manos de los uniformados, torturas, tratos crueles y degradantes, ppls que no se presentan a audiencias de Habeas Corpus, todo esto ante la complicidad de poco éticos profesionales de la salud, peritos y jueces. El caso más emblemático es el del preso político Omar Campoverde, quien en su audiencia de Habeas Corpus relató de manera detallada las torturas, los tratos crueles, la privación de salud y alimentación a la que ha sido sometido por parte del ejército ecuatoriano. Finalmente en los últimos días se han reportado por lo menos 3 casos de ejecuciones extrajudiciales cometidas por los militares contra personas de barrios urbano marginales, que no tienen antecedentes penales, que estaban desarmados, que estaban yendo o viniendo de sus lugares de trabajo o centros de estudios. Al mismo tiempo, la farsa de la “narcoguerra” queda demostrada cuando al momento de escribir estas líneas se ha sabido del asesinato bajo modalidad sicariato de la concejal del cantón Naranjal, Diana Carnero, a vista y paciencia de los militares, que parece que están dedicados a la tortura de jóvenes de sectores populares afrodescendientes y portadores de tatuajes antes que del combate contra los GDOs.

Frente a esto queda claro que el pueblo ecuatoriano que trabaja para sobrevivir, no tiene nada que ver con estos negocios sucios de la burguesía y el Estado, pero sin embargo ha quedado en medio del fuego cruzado, siendo víctima del delito, de la extorsión de la guerra y ahora del terrorismo de los GDOs, pero también de la violencia y violación de los DDHH por parte del Ejército y la policía, también fuerzas al servicio de los carteles, y además sufriendo las políticas neoliberales de Noboa con complicidad de los Asambleístas del progresismo.

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