
A 25 AÑOS: PINOCHET EN LONDRES. Edo. FREI – J.M INSULZA – A. VAN KLAVEREN DEBEN SER JUZGADOS Y CONDENADOS
«Para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado». Así nos indica uno de los tantos dichos populares de nuestra cultura. La verdad es que tiene razón y nuevamente la cultura popular es sabia.
25 años han transcurrido desde que el genocida y terrorista gral Augusto Pinochet Ugarte fuera detenido en Londres a solicitud del juez español Baltazar Garzón que tenía algunos procesos por ciudadanos españoles asesinados en Chile durante la dictadura de Pinochet.
Este hecho no sólo marcó al movimiento de derechos humanos, contra la impunidad en Chile y en muchos otros países porque era LA OPORTUNIDAD para poner a ese asesino serial tras las rejas. El jubilo no tardó en estallar y las esperanzas se renovaron después que bajo el gobierno de Aylwin y de Frei se intentará imponer una ley de punto final, limitar la justicia «en la medida de lo posible» y reducir los juicios por crímenes contra la humanidad a «casos emblemáticos».
Siempre se supo que uno de los aspectos esenciales de la «transición hacia la democracia» era precisamente dejar en la total impunidad a los altos mandos de las fuerzas armadas y de carabineros como de la policía civil. Eso ocurrió. De hecho muchos generales de la dictadura fueron posteriormente senadores designados, parlamentarios electos, fundaron universidades y se convirtieron en «hombres» de negocios o militantes de algún partido fascista con representación parlamentaria.
Pero si la detención de Pinochet en Londres llenó de jubilo a miles también tuvo un significado esencial para toda la concepción de los derechos humanos en cuanto a su universalidad, su imprescriptibilidad y extraterritorialidad. Recordemos que eran los tiempos, cuando este estaba detenido, que se discutía aquello de la Corte Penal Internacional y el caso Pinochet, su detención, era el primer caso que marcaría esa nueva impronta de los derechos humanos. Este caso no era cualquiera era de suma importancia para, como dirían algunos, «el futuro de la humanidad» y el imperio universal de los derechos humanos.
Eduardo Frei en ese entonces presidente de Chile se opuso inmediatamente a la detención del dictador a pesar que su juzgamiento era parte del clamor popular por justicia. Frei se opuso tanto a la detención en Londres como a que fuese sometido a juicio en España. El argumento era que Chile contaba con un poder judicial lo suficientemente independiente como para juzgar a Pinochet de acuerdo a la constitución, las leyes y los tratados internacional. Todo lo argumentado por Frei y sus ministros era del todo falso.
El Poder Judicial fue cómplice de los crímenes contra la humanidad y del terrorismo de estado durante los 17 años de dictadura al incumplir su función y negar sistemáticamente el acceso a la justicia y a negar los derechos humanos elementales, fundamentales a aquellos que se encontraban en centros de detención y tortura clandestinos como negar todos los recursos de amparo. La complicidad con la dictadura era evidente como era evidente la impunidad para Pinochet en caso de ser juzgado en Chile. Pero Frei y su gobierno era el encargado de mentir y de rescatar al asesino.
En esa campaña de rescate internacional hubo dos figuras claves. José Miguel Insulza, militante de Partido Socialista y en ese entonces Ministro de Relaciones Exteriores y Alberto van Klaveren abogado y diplomático encargado de representar a Chile ante los tribunales británicos y del equipo que defendía a Pinochet para traerlo de vuelta a Chile. El rescate de Pinochet era prioridad número 1 para Frei y su gobierno.
Ahora sabemos que Frei como Insulza y van Klaveren ayudaron, desde sus cargos y funciones, a mentir a Pinochet y lo asesoraron para que fingiera demencia, problemas mentales para quedar libre de los tribunales británicos. En buenas palabras, para ser más claros, Frei, Insulza y van Klaveren se coordinaron, se asociaron para obstruir a la justicia, obstruir a las víctimas del terrorismo de estado a su legítimo derecho a la justicia plena y para ello, esa coordinación, rompió, vulneró todos los preceptos, artículos e ideología que sustentan los tratados internacionales de los cuales Chile ya era parte firmante, es decir, el gobierno de Frei se puso al margen del derecho internacional. Esta actuación de estos tres personajes «progresistas» es, y debe ser considerado así, la ejecución de un delito evidente, público y notorio. Al ser un delito cometido dentro del ámbito de los derechos humanos y al ser Frei, Insulza y van Klaveren «agentes del estado» este delito es un crimen contra la humanidad y a la vez es imprescritible. Deben ser llevados ante la justicia y ser condenados.
Pero, ¿por qué el gobierno de Frei hizo todo lo posible por rescatar a Pinochet? ¿Qué hacia Pinochet en Londres?
La versión oficial del gobierno de Frei fue que el esbirro se encontraba en Londres por problemas de salud sin embargo esa no es la verdad. Se pudo atender en el Hospital Militar que siempre se ha publicitado de tener tecnología médica de punta.
La verdad, nuevamente no dicha por Frei y los otros, es que Pinochet se encontraba en comisión de servicio, en visita oficial como representante del gobierno y del estado de Chile ante empresas armamentistas británicas para negociar la compra-venta de armas. El viaje de Pinochet era financiado por el Estado, la todo pagado y el dictador recibiría también una comisión por el monto final de al negociación. Era tan importante ese viaje a Londres que incluso la fascista Margaret Thatcher visitó a Pinochet en todo esta puesta en escena. La amistad entre Thatcher y Pinochet viene de la guerra por las Malvinas donde Pinochet, Chile, apoya a Inglaterra contra Argentina y más aun si ambos compartían los fundamentos del neoliberalismo y su anticomunismo. Esta no era la única vez que Pinochet prestaba sus «servicios» como representante del gobierno de Chile en el ámbito de la compra y tráfico de armas.
Han pasado 25 años y los tres personales han tenido un pasar tenebroso.
De Eduardo Frei podemos decir que fue embajador los cuatro años de Sebastián Piñera con estallido social incluido. Representó al gobierno de Piñera alrededor del mundo. Las coincidencias con quien falleció en el helicóptero es el pasado demócrata cristiano de ambos y también que ambos en su condición de empresarios hicieron sus fortunas durante la dictadura y gracias al modelito de la dictadura que tanto han defendido desde 1990 hasta hoy desde diferentes posiciones de poder.
De José Miguel Insulza fue secretario general de la OEA con el el beneplácito de los yankis donde no paró en atacar a Venezuela y Cuba. Insulza senador es hoy también parte de la bancada del Partido Socialista que a la vez forma parte de quienes apoyan al gobierno de Boric. Es decir, Boric tiene entre sus filas a uno de los artífices del rescate de Pinochet y de la obstrucción de la justicia.
De Alberto vn Kalveren podemos decir que a pesar que el defendió a Pinochet en Londres y asesoró también a Pinochet para engañar a la justicia internacional es ahora Ministro de Relaciones Exteriores de Boris. Otro culpable de la impunidad en el gobierno de «izquierda» d Boricito.
Sorprende que el antiguo movimiento de los derechos humanos no haya salido aun a la palestra para levantar con fuerza la exigencia de justicia, que se de todo a conocer pero por sobre todo para que estos tres sujetos sean llevados ante la justicia y sean condenados por los delitos que correspondan. El silencio es brutal y se entiende porque esas organizaciones carecen de la independencia política en relación a los partidos de la izquierda reformistas todos los cuales son a la vez parte de esas agrupaciones por lo tanto sus controladores. Claro en ese entonces el Partido Comunista también estaba negociando con la Concertación pactos electorales, pactos por omisión, entonces, claro también le ha salpicado con todo esto por lo menos un balde de mierda. Todo ese progresismo, toda esa izquierda partidaria ha guadado silencio durante estos 25 años y hoy nada dicen sobre este mega fraude del cual han sido objeto el conjunto de los familiares de víctimas de la represión.
Pero no se preocupe señor / señora lectora. El próximo 11 de septiembre veremos a esos sujetos conmemorando a los caídos del golpe de estado, siendo parte de homenajes a Allende en Morandé 80, participando en la marcha exclusiva del 11 de septiembre o en la misa de La Moneda ese día. Todos llorarán y tendrás la cara dura para hablar de la justicia, de la memoria, del nunca más. Pero si antes Uds no lo creían ahora debería quedar mas o menos claro que son unos hipócritas, mentirosos, cómplices de los más horrendos crímenes y que han usado la demanda de justicia, de los derechos humanos como un elemento de campaña electoral y como una moneda para negociar cuotas de poder con la derecha fascista. ¡Que se vayan todos!
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