PARTIDO COMUNISTA DE CHILE. ¿COMUNISTAS REBELDES O UN SIMPLE JUEGO DE PIERNAS?

PARTIDO COMUNISTA DE CHILE. ¿COMUNISTAS REBELDES O UN SIMPLE JUEGO DE PIERNAS?

El Partido Comunista de Chile tiene fama de ser el partido más disciplinado del escenario chileno. En muchos aspectos actúa como si fuera una gran familia donde familias enteras por décadas son militantes del PC y donde, debido a lo anterior, los altos dirigentes son conocidos por muchos militantes de base o intermedios como «tíos», «tías» por los lazos afectivos que esa realidad va generando. A esta tradición familiar se suma la evidente falta de democracia interna donde la disidencia es sancionada antes que el debate se produzca. 

Pero en algunos períodos de la historia el PC ha sido objeto de cismas que al igual que en el caso de la Iglesia Católica o la historia del Vaticano han sido dolorosas para la tradición cuasi monolítica. Quizás las más traumáticas han sido la separación liderada por el Secretario Nacional de Organización Luis Reinoso en la década del 40/50 y la separación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez a fines de los 80s y comenzando la transición a la «democracia» liderado por el comandante del FPMR, Raúl Pellegrín Friedman. 

Desde 1990, el PC ha desarrollado su histórica política reformista parlamentarista y conciliadora de clase pero a la vez ha desarrollado una práctica oportunista propio de lo anterior manteniendo un pie en la calle, en las movilizaciones y vínculos con la izquierda extraparlamentaria en el mismo momento en que mantiene vínculos con la izquierda socialdemócrata, con el progresismo conocido como Concertación o Nueva Mayoría. Esta actitud oportunista quedó claramente reflejada durante la dictadura militar que en el mismo momento en que fomentaba las acciones armadas del FPMR negociaba con la Democracia Cristiana y con los partidos burgueses una salida pactada a la dictadura. El PC nunca creyó en la vía armada contra la dictadura y nunca ha creído en la lucha frontal revolucionaria para la toma del poder. 

Una vez iniciada la transición el PC conformó numerosas alianzas políticas con los grupos de izquierda parlamentaria como el Movimiento de Izquierda Democrática Allendista, MIDA, o Juntos Podemos las cuales llevaron candidatos presidenciales, al parlamento y al municipio sin tener una votación de importancia. Pero en ese mismo momento el PC, impulsando esas alianzas y movilizaciones de sus frentes de masas, negociaba con la Concertación, es decir con el progresismo neoliberal, los pactos de omisión donde el PC terminaba apoyando a esos candidatos lo cual traía siempre el quiebre y disolución de las alianza de «izquierda» como el MIDA o Podemos esto hasta lograr ser incluido en el primer gobierno de Bachelet y en su segundo gobierno a través de la Nueva Mayoría y ahora en el gobierno del traidor Gabriel Boric. Un pie en la calle, un pie en la izquierda, el otro abrazado con los neoliberales y en el gobierno de Boric, es decir, oportunismo puro y duro. 

En este año  de gobierno de Boric, y su constante viraje hacia la derecha y hacia el fortalecimiento del neoliberalismo, sin duda ha traído contradicciones menores al interior del PC sumado a su compromiso del PC en ambos momentos de salida burguesa ante la crisis del capitalismo representado en el primer intento de redactar y aprobar una nueva constitución la cual fue derrotada mayoritariamente en el plebiscito y en el segundo intento de redacción que ya se inició con la firma de los 12 Bordes Constitucionales, con la instalación del Consejo de Expertos Constitucionales que está redactando entre cuatro paredes la nueva constitución burguesa y que este 7 de mayo se elegirán los consejeros constitucionales los que terminarán por montar la farsa o circo constituyente. El PC ha concurrido con su firma y apoyo en todo este proceso de reordenamiento capitalista posterior al estallido social del 2019 y ha sido pieza fundamental en desactivar este estallido y bronca popular.

Pero el fracaso del gobierno de Boric en cuanto a realizar los cambios estructurales, de refundar Chile y su reemplazo por un programa neoliberal llevó tempranamente a que el alcalde comunista Daniel Jadue se mostrara crítico a Boric, como una especie de oposición de izquierda dentro de la alianza de gobierno y dentro del mismo PC. El desprestigio y amplio rechazo del pueblo a este nuevo pacto constitucional ha pensionado al PC desde sus bases y ha hecho que algunos jerarcas del PC «levanten» la voz contra este proceso y «contra» el compromiso político asumido por la dirección del PC ante esta salida burguesa. Pero eso nuevamente es vender humo. 

Por más que esos «sectores» del PC se muestren «rebeldes» ante las políticas de la dirección actual del PC y ante el temor de perder sus bases de apoyo entre el pueblo no militante, estos sectores rebeldes no ponen en duda ni critican la política reformista histórica del PC donde este ha reemplazado la conciliación de clases y echado por tierra la lucha de clases, donde ha hecho del electoralismo su principal y única forma de lucha política y de acumulación de fuerzas y donde ha desechado la construcción de poder popular, de una revolución desde abajo y desde fuera del Estado y contra este y donde su estrategia va en al dirección de las eternas reformas al interior del Estado burgués hacia una «socialismo de estado» que nunca llegará y en que en el caso de la Unidad Popular terminó con el bombardeo de La Moneda y con un brutal genocidio como con la imposición del neoliberalismo. Es decir, estos sectores rebeldes del PC no asumen una política revolucionaria, frontal contra el capitalismo y tampoco se disponen a reconstituir al PC como un verdadero partido marxista-leninista desarrollando para ello una profunda lucha ideológica contra los sectores socialdemócratas y revisionistas. No lo hacen por estos rebeldes también lo son y sus discrepancias con la actual dirección son meramente tácticas, coyunturales y no estratégicas ni menos ideológicas. El PC y estos rebeldes quieren salvar los que se pueda de una alianza progresista y de un gobierno cuya casa está en llamas. Quieren salvar los muebles de la casa antes de perder la casa entera. De eso se trata el oportunismo. De aparentar ser algo sin serlo, de hacer ese juego de piernas con el cual Mujamed Alí se hizo famoso en el ring y con el cual confundía a su oponente. El juego de piernas del PC es ampliamente conocido y sólo busca un recomido de su política oportunista y mejores o mayores cuotas de poder. Creer en el PC y en sus rebeldes es creer en el viejito pascuero y quienes creen en el viejito pascuero sólo deben recordar que fue creado por la Coca Cola aunque se confunden porque su traje es rojo. ¿Pensarán que es bolchevique?

PD.: una discrepancia coyuntural-táctica no echará por tierra decenios de políticas reformistas, conciliadoras, entreguistas. Una discrepancia coyuntural-táctica no convertirá un partido reformista en partido revolucionario. Lo que está en disputa no es el reformismo, el revisionismo al interior del PC sino una lucha por el poder interno y mayores cuotas al interior del Estado. 

Para seguir leyendo. 

Comunistas socialdemocratizados llaman a votar nulo ante circo constituyente. Entre ellos Hugo Gutierrez quien fuera miembro de la Convención Constituyente. 

https://nortesur.media/2023/05/05/3-destacados-comunistas-denuncian-nuevo-fraude-constituyente-y-llaman-a-votar-nulo/?fbclid=IwAR2NscTi3jpdXuuxFwLlEEa1duLYo70VMYNEtjSPYyxxkVs2qTgMpAfZ1DQ

Pregunta a tener en cuenta

El problema de los pueblos, de los trabajadores ¿es un problema constitucional, tener una nueva constitución capitalista-burguesa o es un problema de toma del poder por la vía revolucionaria?

¿Se puede superar el capitalismo dentro del capitalismo mismo o es necesario una revolución desde fuera y contra el capitalismo?

¿Se requiere un partido de masas y conciliador o un partido revolucionario, de cuadros?

¿Se puede humanizar el capitalismo o sólo la revolución socialista puede liberar a los pueblos y proletariado?

¿A las urnas o a las armas?

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