
LO ELECTORAL: REFLEXIÓN ACERCA DEL FRENTE ABSTENCIONISTA
Voz Oficial del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo
Para la crítica científica
Hegel dice, en alguna parte, que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal se repiten, para decirlo de alguna manera, dos veces. Pero se le olvidó agregar: la primera, como tragedia, y la segunda como farsa. (…) La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando estos se preparan justamente a revolucionarse y a revolucionar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria, es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los fantasmas del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal.
Karl Marx, El 18 brumario de Luis Bonaparte, 2010, pp. 17-18.
El presente momento político que atraviesa Guatemala puede parecernos redundante, una especie de bucle en el tiempo que no permite hacernos una representación concreta de las cosas, sino, más bien, esperar a pasar nuevamente por la etapa en la que continuaremos rizando el rizo con la vana ilusión de que en algún momento se tendrá la ocasión de romper con el ciclo de miseria y podredumbre que adquiere matices circenses cada cuatro años.
Juzgando con lente crítico la situación política de nuestro país, es posible inferir que en este nuevo período electoral se continuará con el proyecto de perpetuación de la élite dominante y del capital monopolista e imperialista en menoscabo de las clases explotadas. Debido a que en ningún momento se ha planteado, por ninguno de los partidos políticos que entran al circo de lo electoral, un programa político claro, contundente y con una comprensión clara de las condiciones (siquiera las objetivas) de nuestra realidad.
Dicho sea de paso, todo el abanico de opciones que se tienen o se tuvieron y fueron desechadas del sistema electoral por alguna desfachatez del Tribunal (la «S» referente a la supremacía de esta entidad queda suprimida a propósito) Electoral, son expresiones más o menos radicales de la derecha. Ningún partido, ningún candidato, así estos hayan sido clausurados por el T. (*). E., representaba una alternativa real para la clase trabajadora y campesina del país.
Otro tema, que siempre está presente, es que la mass media (medios de comunicación de masas) nos presenta cada cuatro años un simulacro bien montado para embaucar –cabe aclarar, para los incautos, que es una inmensa mayoría en este país– sobre una pugna por el poder político entre la ultraderecha y la «extrema izquierda» representada por versiones más blandas e incluyentes de la misma vertiente derechista. Todo esto es justamente un ejemplo del espectáculo con el que nos adormecen y por medio del cual nos obligan a creer las evidentes mentiras de esta trama de telenovela barata.
Mientras se consolida el proyecto fascista, nos dan el circo, porque pan, ya no dan. Aparecen en escena personajes que, tal como describe el epígrafe de Marx, prestan nombres de otros personajes, ya sean trágicos para la historia del país, como Zury Ríos, hija del genocida Ríos Montt, quien se arropa con el manto del discurso contrainsurgente, pero más parece, a decir de nuestras abuelas chapinas, que nos quieren «asustar con el petate del muerto», porque si bien es cierto que apuntan a tener en el Ejecutivo a una bestia de ese calibre, aún no tienen la solvencia para presentarse con esa cara ante la comunidad internacional, misma que está, por medio de las instituciones que velan por los derechos humanos (Amnistía Internacional, en este caso), sumamente angustiada porque inscriban a los fascistas (Arzú) y a la derecha racista pluricultural a elecciones, y no los dejen fuera.
Lo cierto es que, por el momento, es imposible pensar una lucha a nivel electoral por conseguir una pequeña (muy insignificante) cuota de poder (el poder político), porque no existe un pueblo formado política e ideológicamente en una praxis autoemancipadora. Pero, lo que sí podemos, basándonos en la evidencia (también oscura) de los datos, es considerar la opción por un Frente Abstencionista Popular, para lograr demostrar el descontento y el desinterés de los guatemaltecos en este espectáculo.
Para formar una conciencia crítica con todos aquellos desencantados de esa ilusión que llaman democracia, que parece se circunscribiera ese gran concepto a la categoría de lo electoral, a mero sufragismo. Es necesario crear una alianza con las clases que forman ese gran caudal abstencionista para, primero, darle la espalda a esta farsa, porque ya sabemos que quede quien quede, el proyecto es el mismo: palo y circo, represión y elecciones para continuar reproduciendo el modelo de dominación impuesto por las élites explotadoras, corruptas, criminales y atrasadas de este país en favor del imperialismo.
Esta muestra de desobediencia civil puede proporcionar elementos a la creación de un movimiento basado en una multitud con claridad crítica, que dé el salto cualitativo hacia la lucha antisistémica que permita desembocar en la verdadera unidad del proletariado rural y urbano con todas las demás expresiones políticas de la verdadera izquierda, de la que se asume como tal sin ambages.
Esto, siempre con la certeza de que los comunistas estaremos dispuestos a ejercer, con espíritu de sacrificio, las tareas de dirección vanguardista que la historia demande en la construcción de una justicia social que tenga por consigna la transformación patriótica