CHILE. YO ANULO, TÚ ANULAS, LOS ANULOS Y REBELDES TARDÍOS

CHILE. YO ANULO, TÚ ANULAS, LOS ANULOS Y REBELDES TARDÍOS

El 7 de mayo el pueblo chileno estará obligado, a riesgo de multa en medio de la crisis económica, a ir a votar por una farsa de elecciones donde no se decide ni la maldita cosa. Sumado a esto, y ante el altísimo nivel de rechazo contra la clase política, 96%, se hace fácil para que todos los colectivos políticos y partidos llamen a anular, por lo menos los que dicen ser portavoces del pueblo. Pero ante esto último ocurre algo muy similar con lo que ocurrió en el estallido social del 2019.

Si bien el estallido social marcó un hito importante en la historia reciente y en toda la historia de Chile por la masividad y expresión, también es cierto que en ese estallido concurrieron sectores muy diferentes.

Si durante la Unidad Popular, la oposición y posterior golpe de estado, fue posible debido a que sectores de las capas medias, los Colegios Profesionales, se atrincheraron en la defensa de sus intereses de clase, la dictadura militar de Pinochet pudo «gobernar» con gran tranquilidad hasta que los efectos del nuevo modelo económico comenzó a afectar a las mismas capas medias que apoyaron el golpe y que ahora saltaron a la oposición y que junto a la clase trabajadora, y sectores burgueses, lucharon por el fin de la dictadura y toda su obra sangrienta. La salida pactada hacia la consolidación del neoliberalismo contó con el respaldo de las capas medias, con la burguesía y el imperialismo donde los trabajadores o los más pobres no contando con un referente que los guiara terminaron siendo vagón de cola. La clase dominante impuso su salida. 

30 años duró la larga transición y consolidación del neoliberalismo. La orgía neoliberal contó con la participación entusiasta de un sector importante de la capa media que dividió su voto entre las dos alianzas neoliberales ya sea aquella heredera de la dictadura fascista o aquella denominada Concertación o Nueva Mayoría. Para darle legitimidad a esta última esta gozó de los pactos por omisión con el Partido Comunista para luego incorporarlo en el gobierno como uno más aun asumiendo este el programa burgués como propio. Pero fue esta misma consolidación del neoliberalismo lo que hizo a la «nueva» capa media (ahora aspiraciones) iniciar su nuevo proceso de pauperización o proletarización. Grandes sectores de profesionales comenzaron a vivir un empleo precario y comenzaron a aparecer aquello que algunos llaman los cesantes ilustrados. A la vez estos sectores medios comenzaron a estar acogotados por el alto nivel de endeudamiento. La cosa fue insoportable para ellos y se terminaron plegando a los sectores de pobladores y trabajadores que por años se oponían al modelo neoliberal aunque en forma minoritaria. El estallido se produjo. 

En todas esas marchas masivas concurrieron aquellos que siempre se opusieron al neoliberalismo, los que hicieron el trabajo de hormiga y pacientes con aquellos que habían sido parte de la orgía neoliberal. Estos últimos no han realizado una autocrítica profunda de su complicidad con el modelo que su fiesta ayudó a consolidar y que ellos deslegitimaron una vez que sus intereses fueron afectados fieramente. A lo más se vistieron de Progresistas apoyando las candidaturas de Marcos Enriquez-Ominami, sucesivamente. O las candidaturas emanadas de los referentes de «izquierda» que levantó el Partido Comunista desde 1990 en adelante junto a otros movimiento de izquierda extraparlamentarias y que ahora se cobijan bajo el paraguas de la nueva socialdemocracia conocida como Frente Amplio y cuyo guaripola es Boric. Esa clase media, al de antaño, y la de ahora llegan a este período político de una nueva constitución burguesa. 

Así llegamos a la elección del 7 de mayo donde en redes sociales aparecen los llamados a anular o abstenerse al igual que lo hace esta página, América Rebelde, pero para no confundirse y creer que todos los llamados a anular van en la misma dirección y tienen el mismo objetivo es preciso distinguirlos. 

  1. Los llamados de los sectores medios a anular vienen para defender sus intereses de clase, intereses mezquinos que de ser satisfechos continuarían con su orgía Frente Amplista. 
  2. Los llamados a anular de aquellos sectores de la izquierda revolucionaria que nunca han creído en la democracia burguesa y cuya finalidad es la revolución socialista, genuina, pura y dura en la cual se inscribe América Rebelde. 
  3. Pero hay otros que quieren pasar gato por liebre y son aquellos colectivos, movimientos, partidos de izquierda que levantando un discurso «rupturista» y «rebelde» han participado en cuanta elección realizada desde 1990 y validado con ello la democracia burguesa, el parlamentarismo y el sistema en su conjunto hasta la saciedad. Tal es el caso de aquellos que se visten de Unión Patriótica, los que levantaron la Izquierda Popular en algún momento. Aquellos que dicen estar lejos del reformista Partido Comunista pero que desarrollan las mismas tácticas conciliadoras y vacilantes del PC y aquellos que se cobijan dentro del movimiento sindical y social desarrollando una política también oportunista y vacilante con un discurso y estética rebelde. Estos son los rebeldes tardíos. 

Todos ellos llaman a anular. Por lo tanto si se quiere dotar a la anulación de la democracia burguesa es preciso también poder distinguir a estos sectores y así saber cómo desarrollar una efectiva política de alianzas en pro de los intereses populares y de la clase trabajadora teniendo siempre presente la revolución socialista. 

Pregunta para el debate. 

¿Qué rol cumplen las capas medias en la construcción de una fuerza y proyecto revolucionario en el Chile de hoy?

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