CHILE: AVANZA LA CONTRAINSURGENCIA, LA CONSTRUCCIÓN DEL ENEMIGO INTERNO
¿Por qué pensaron alguno que esta vez el progresismo vendría a ser diferente?
La única razón para aquello son las condiciones desesperantes de la vida diaria de miles de trabajadores sumidos en la dictadura del capital. La angustia, sin ideología, es presa facil para el chantaje y el engaño de los candidatos que utilizan las legítimas demandas y sueños de los explotados para saltar a la cúspide del poder.
Si los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet, como el de Piñera, se construyeron sobre y desde las políticas y estrategias contrainsurgente como requisito previo para fortalecer y perfeccionar el neoliberalismo impuesto en dictadura a sangre y fuego, esas políticas no podrían haber sido eliminadas por el gobierno de Boric. Boric como borrego neoliberal en su dos meses ya ha dado muestras de ser un fiel continuador de los progresistas anteriores y lamebotas de la oligarquía.
Si los gobiernos anteriores avanzaron en la criminalización de los movimientos sociales, en la militarización de la Araucanía, en la prolongación de la prisión política, de la tortura y el genocidio, ahora Boric hace su propia contribución con la elaboración de los «Estados Intermedio de Emergencia» que nuevamente le entrega a las fuerzas armadas, empapadas en sangre, la facultad de «orden» pública lo cual es simplemente la militarización de las avenidas, o como a ellos les gusta decir, de los «espacios públicos». Con fusil al hombro veremos en el futuro, quizás inmediato, el patrullaje militar por parte del brazo armado de la burguesía.
Quizás lo que está haciendo Boric es anticiparse legalmente al nuevo estallido social que se está encubando y que el sabe que se apresta a estallar de un momento a otro. Boric, como administrador de los intereses de la clase dominante, requiere perfeccionar el marco político-jurídico para las nuevas jornadas de represión. Ya lo está haciendo desde la convención constitucional y con la redacción de una nueva constitución capitalista, ya lo hizo de cambiar el discurso de «refundar a carabineros», para pasar a «reformar carabineros» para ahora simplemente señalar que se debe trabajar en conjunto con carabineros y que los defenderán. Ahora es el turno de los estados intermedios.
Pero nada dice Boric en cuanto a que en Chile el ejercicio a la protesta social, su ejercicio, es simplemente un riesgo. Se ha naturalizado que en cada jornada de protesta son múltiples los heridos o torturados, los detenidos y los criminalizados por las fuerzas represivas, por la prensa y por el poder político. Nada dice este nuevo represor por las condiciones cada vez más peligrosas para que los medios informativos alternativos puedan ejercer su más legitimo derecho a la información y a la opinión. El estado de riesgo vital de Francisca Sandoval es sólo un hecho de muchos. Pero no importa, dice Boric, ahora vienen los estados intermedios.
Los estados intermedios de excepción no es más que el perfeccionamiento de las políticas represivas y del avance en la construcción del enemigo interno que pretende amedrentar a los descontentos, a los indignados, a los emputecidos, a los explotados, a los que se deciden insurreccionarse, sublevarse y rebelarse contra un modelo económicos de mierda y una clase política del todo corrupta.
No nos podemos quedar en silencio ante este nuevo atentado a nuestros derechos básicos que se verán vulnerados. Nuestro repudio total, frontal y firma ante este nuevo estado intermedio represivo debe ser claro y fuerte el cual debe ser denunciado internacionalmente.
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