WALLMAPU. A DESCOLONIZAR LA EDUCACIÓN. A TOMARSE LOS COLEGIOS.
Nadie puede negar el derecho de los pueblos a la autodeterminación, a su liberación y emancipación. Tanto así que ese derecho se encuentra consagrado en el derecho internacional de derechos humanos. La autodeterminación significa tomar control de su territorio, fronteras, recursos naturales y económicos, ejercer plenamente la soberanía y su independencia. Desarrollar su propia concepción de democracia, de justicia, de nación y de derecho. Pero eso no es suficiente.
Para lograr todo lo anterior se requiere desarrollar una lucha por el poder, desalojar a las fuerzas invasoras, a aquellas que lo oprimen y someten, derrotar definitivamente a ese Estado impuesto y avanzar en la fundación de una nación soberana. Pero para ello se debe también derrotar y desterrar todo vestigio de colonialismo, de neocolonialismo y por ende requiere derrotar al imperialismo entendiendo que la opresión también es una opresión también de clase y que esa lucha debe tener también un sentido anticapitalista y debe tener también como objetivo la emancipación del proletariado.
Esto cobra mucho más importancia en el contexto actual de la lucha del Pueblo-Nación Mapuche por su liberación donde el movimiento revolucionario mapuche, la vanguardia mapuche, ha tenido un rol fundamental.
En tal sentido, la declaraciones del quien fuera fundador de la Coordinadora Arauco-Malleco, CAM, movimiento revolucionario mapuche, en cuanto a llamar a la resistencia armada, al igual que lo hiciera el vocero de CAM Héctor Llaitul, José Huenchunao en cuanto a que en algún momento el movimiento revolucionario tendrá que tomarse los colegios ubicados dentro del territorio mapuche, ha causado «escandolo» dentro del mundo político y dentro del gobierno.
José Huenchunao tiene toda la razón.
El sistema educacional constituye uno de los pilares de la colonización del largo, eterno, perpetuo e histórico proceso de sometimiento de los pueblos originarios, y también una forma efectiva de opresión de la clase proletaria. Si partimos de la evidencia que la ideología dominante en una sociedad es la ideología de la clase dominante, por lo tanto, del invasor y colonizador, entonces, debemos reconocer que esa ideología se perpetúa precisamente desde la educación presente en su planes y programas, en el rol de los profesores como perpetuadores de la ideología dominante colonizadora y como fundamento y base del Estado Opresor.
Son muchos los pedagogos descolonizadores reconocidos mundialmente e incluso por quienes hoy detentan el poder en Chile que impulsan mediante sus conferencias y escritos un proceso de liberación y de descolonización. Paulo Freire, Iván Ilich son sólo algunos. Existe a la vez un amplio movimiento de descolonización de los pueblos que partíó a mediados del 40 del siglo XX y que hoy ha adquirido varias y múltiples expresiones como el feminismo decolonial. Y nadie en su sano juicio podría acusar a este amplio movimiento y expresión decolonial como terrorista y nadie se podría escandalizar por esos planteamientos. Sin embargo causa terror en la clase dominante y en el gobierno por cuanto ellos defienden el poder y los intereses de la clase dominante.
Lo planteado por José Huenchunao es de toda justicia y esperamos con ansias que ese proceso de tomas de los establecimientos educacionales comience lo antes posible para que sea el pueblo-nación mapuche tome en sus manos el sistema educacional y le de forma como más le convenga a sus intereses emancipadores. Muy bien por el movimiento de liberación nacional mapuche.