CHILE CORRUPTO: EMPATE MORAL Y ELECCIONES
Nuevamente, la corrupción sacude los pasillos y la esencia del poder en Chile. El escándalo del Caso Audio o Caso Hermosilla, con todos sus derivados y aristas, pone en el centro algo que la inmensa mayoría sabe y comenta, cual es que el poder en Chile y los poderosos son fundamentalmente corruptos existiendo dos derechos penales uno condenatorio, para el pueblo, y otro de impunidad para los poderosos.
Lo novedoso quizás es que esta vez, a diferencia del caso Penta / SQM que sólo afectó a los partidos políticos como “financiamiento ilegal de la política”, ahora Hermosilla muestra sus nexos con todos los poderes del Estado (gobierno, parlamento, tribunales, poder económicos, etc) y también los partidos políticos. Es ahora el conjunto del poder que se devela gangrenoso.
Ante esta situación, hasta ahora, el gobierno de Boric puede respirar más aliviadamente ya que el caso Hermosilla afecta principalmente a los partidos de la derecha fascista y al gobierno de Piñera. Este alivio momentáneo se debe a que ha sido el mismo gobierno traidor de Boric el que se ha visto sacudido también por graves casos de corrupción como es el caso conocido como Fundaciones o Caso Convenios donde el frenteamplismo, y específicamente el ex partido Revolución Democrática se llevó para la casa una millonaria suma con proyectos que nunca se realizaron en su mayoría. También el otro partido Comunes que ahora es parte del fundido partido Frente Amplio también se vio envuelto en un caso bullado de corrupción donde tiene a varios de sus fundadores (Karen Oliva y Jorge Ramirez) como investigados y procesados. Ahora, Boric y el progresismo pueden realizar sus políticas desde el “empate moral” y el debate político girará en quién es más corrupto “ellos o nosotros” y los problemas fundamentales de la clase trabajadora quedarán nuevamente fuera de los titulares mientras ambos, fascistas y progresistas, se ponen de acuerdo en un “nuevo” marco para las AFPs y demás leyes que afectan y precarizan aun más a la clase trabajadora. Asistiremos a un espectáculo de proporciones, nuevamente.
Pero lo más significativo del caso Hermosilla es que es el primer caso de proporciones posterior al estallido social del 2019 donde el hartazgo generalizado del pueblo se expresó en cinco meses de furia y de movilizaciones donde la consigna de “que se vayan todos” era una de las centrales. Fue la mayor protesta contra los abusos reiterados del poder y de la vida indigna de la mayoría. Este hecho es de importante porque fue precisamente el progresismo, en su conjunto, que se cristalizó en el actual gobierno de Boric quien prometió un nuevo Chile y una nueva realidad donde los abusos de poder quedarían desterrados aun tanto el caso Fundaciones y Hermosilla echan por tierra todo ese discursillo vacío y populista.
Resulta lamentable, y preocupante, que, ante estos nuevos casos de corrupción, el alza de las cuentas de la luz, el apagón de las eléctricas derivado del temporal, etc. No se haya expresado el pueblo en las calles. La única respuesta a esta nueva pasividad generalizada, a esta no respuesta popular por parte del pueblo ante los nuevos abusos es que esta pasividad es el resultado de la brutal represión ejercida por Piñera, la impunidad en que quedaron los crímenes contra la humanidad durante el estallido y a la vez el gobierno traidor de Boric que sólo utilizó las demandas populares como un elemento de campaña para luego cogobernar con la derecha. Todo esto ha hecho que nuevamente asistamos, hasta ahora, ante un pueblo adormecido en su mayoría. Las barricadas como respuesta del apagón prolongado derivado del temporal sólo se realizaron en los sectores afectados y donde se prolongó el apagón sin que sumara al resto de la población, de los trabajadores a la justa rebelión. En todo este cuadro de descomposición las centrales y el movimiento sindicales burocratizados han guardado un silencio propio de un cementerio. Han sido incapaces de alzar la voz ante este cuadro de abusos.
Queda poco tiempo para que el circo electoral comience y para que nuevamente el poder corrupto obligue a los trabajadores ir a votar a riesgo de multas. Los mismos corruptos obligarán a la población a votar por ellos. El debate político será mediocre como siempre o peor que eso. Cada una de las alianzas se dedicará de tirar excremento con ventilador al contrincante. Las cachetadas de payasos estarán a la orden del día. Cada una de las alianzas se alzará como ganador y cada una de ellas utilizarán los votos obtenidos para comenzar a negociar la futura elección presidencial y parlamentaria del próximo año. Nuevamente, no diran que por cada voto obtenido se le devolverán cuantiosos y millonarios recursos provenientes del estado. Otro caso de corrupción.
El caso Fundaciones, el caso Hermosilla, no son nuevos casos de corrupción, sino que constituyen las prácticas políticas históricas de la clase dominante de siempre. No son las primeras y tampoco serán las últimas. En los próximos casos de corrupción habrán otros caraduras que pontificarán sobre la moral, y dirán por enésima vez que se “debe investigar caiga quien caiga” como lo hace la ministra del interior actual, Carolina Tohá, que también fue parte de casos de corrupción de financiamiento ilegal de la política cuando fue presidenta del PPD.
¿Qué pasará con los juicios?
Más allá de los millones obtenidos por el abogado Luis Hermosilla hay un aspecto que poco o nada se ha tratado.
Una de las artistas del caso son todas las acciones extrajudiciales corruptas ejercidas por Hermosilla en todos los casos de importancia que estuvo él a cargo en su calidad de abogado. Esas acciones extrajudiciales giraron desde el cohecho, presiones indebidas, tráfico de influencia etc todo con la finalidad de conseguir fallos favorables a sus objetivos judiciales, es decir, transgrediendo todos los principios básicos que establecen las leyes y los procedimientos judiciales. Los triunfos judiciales de Hermosillo se deben esencialmente a la pericia de su parte de ejercer, mover los hilos del poder, de tener acceso a los pasillos del poder y no precisamente a su pericia jurídica. Es una forma corrupta y antijurídica de ejercer la abogacía y de utilizar los tribunales. Como los triunfos jurídicos de Hermosillo se consiguieron al margen del derecho, por fuera de los tribunales esos fallos que favorecieron a Hermosillo, esos procesos y sentencias judiciales deberían quedar nulas y los detenidos de esos procesos libres por cuanto no se respetaron los principios básicos del debido proceso.
Uno de los casos en los cuales Hermosillo ejerció como querellante es el Caso Guzmán, ajusticiamiento del fundador de la UDI y senador Jaime Guzmán. Es este caso el que tiene preso al ex comandante Ramiro, Mauricio Hernández Norambuena del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y al ex comandante Emilio, Raúl Escobar Poblete por el mismo caso. Fue también Hermosillo que por el mismo Caso Guzmán quien pidiera la extradición del ex comandante Salvador, Sergio Galvarino Apablaza, refugiado en Argentina y fue el mismo Hermosillo quien persiguió al también ex combatiente del FPMR Ricardo Palma Salamanca por el mismo caso, ahora asilado en Francia.
Sergio Galvarino Apablaza en su momento y ante la solicitud de extradición señaló que el no se presentaría ante la justicia debido a que no existían las condiciones básicas para un debido proceso y más que un juicio jurídico era un juicio político. Lo que se ha sabido hasta ahora del caso Hermosillo le da la razón al ex comandante Salvador y nos muestra que el tan mentado «Estado de Derecho» no es más que una mentira. Debido a lo anterior, todo lo obrado por Hermosillo en el caso Guzmán, todas las sentencias y evidencia presentada por los querellantes, todos los procedimientos deben quedar nulos y tanto Ramiro como Emilio deberían quedar en libertad inmediata porque dichos procedimientos y sentencias se dieron en la inexistencia de un debido proceso irrespetando los derechos básicos.