
ENTREVISTA. UNIÓN OBRERA COMUNISTA (MLM) -COLOMBIA
Comentario Previo
Colombia por décadas, más desde los 40s, concentró la mirada por el largo desarrollo de la lucha armada en América Latina siendo el conflicto armada, el desarrollo de la guerra popular más larga y continua del que tenga registro la historia de nuestro continente. Más de 60 años. Es también quizás el país que concentra la mayor cantidad de bases militares norteamericana y donde también el imperialismo ha realizado la mayor inversión económica y militar como el mayor esfuerzo de desarrollar las políticas contrainsurgentes y genocidas del que se tenga registro. Concentra también uno de los mayores desarrollo del paramilitarismo en alianza con el narcotráfico como fuerzas contrarrevolucionaria en alianza con el Estado burgués y con sus fuerzas armadas que llega a tener a uno de sus representantes en la presidencia de la república como fue Álvaro Uribe uno de los zares del paramilitarismo y del narcotráfico. Es también el país donde la clase dominante ha asesinado a la mayor cantidad de lideres sociales todo lo cual han quedado en la más profunda impunidad. Con todo, al igual que ocurriera en Centro América, las guerrillas han sucumbido en lo acuerdo de paz desde los 80s hasta hoy entregando las armas y entrando también en el desarme ideológico. Emblemático de esto último la «reconciliación» por parte de las FARC de la Rosa (Partido Comunes) en su pedida de perdón por haberse alzado en armas y su reconciliación con el paramilitarismo. En este sentido la entrevista a los compañeros de la UOC-MLM sirve para comprender los caminos de la revolución en Colombia, del desarrollo de la guerra popular y de la necesaria construcción de la fuerza revolucionaria necesaria desde una mirada crítica de todo lo obrado.
NOTA. La secciones deseadas en las respuesta es parte de la edición de América Rebelde.
Sobre la UNIÓN OBRERO COMUNISTA MLM
1. ¿Cómo y cuándo nace la Unión Obrera Comunista – MLM? ¿Cuál fue el contexto político para ello?
El Partido (ml) en Colombia desapareció en 1976, luego de eso comienza un periodo de crisis y solo hasta la década del 90 la corriente marxista leninista maoísta repunta con la creación de la revista La Clave publicada en 1984, que abanderó la lucha contra la línea pacifista de los acuerdos de paz, y años después, la Revista Contradicción fundada en 1989 de cuya labor teórica durante 10 años, editando veinte números, se centró en el aspecto ideológico de la crisis que caracterizó como: confusión e indefinición ideológicas, ignorancia teórica, impotencia política y dispersión organizativa, por lo que se propuso rescatar el marxismo leninismo maoísmo. El producto selecto de la lucha teórica de la Revista Contradicción fue la formulación de la propuesta de Programa para la Revolución en Colombia, acogida como base de unidad programática por la Unión Obrera Comunista (mlm) fundada en 1998. Producto de la unión de los Grupos de Obreros Comunistas (Gocs) de las principales ciudades del país influenciados por la línea ideológica y política de la Revista Contradicción. Para complementar pueden consultar:
2. En Colombia existen varias organizaciones que se definen como comunistas y revolucionarias. Algunas de ellas asumieron la lucha armada como las FARC-EP (Partido Comunista Clandestino de Colombia) o el Partido Comunista de Colombia Marxista-Leninista (Ejército Popular de Liberación, EPL). ¿Qué es lo que diferencia a la UOC MLM de esas organizaciones? ¿Qué evaluación hacen de ella?
Los primero que hay que decir es que Colombia tiene una rica experiencia en lucha armada desde los tiempos de la conquista, un recorrido por ella se puede apreciar en la revista teórica de la UOC (mlm) Negación de la Negación No. 1 sobre La Línea Militar.
En cuanto al balance sobre las guerrillas también está bien expuesta en la revista, pero para resumir, podemos decir que las masas en Colombia se han visto obligadas a defenderse de los feroces ataques de la burguesía y los terratenientes que se han caracterizado por su terror, aplicado de forma legal o ilegal bajo la envoltura de la “democracia”, pero aplicando la más cruenta dictadura, que ni siquiera en las dictadura militares presentadas en el resto de países de América Latina, se han visto la cantidad de crímenes perpetrados por las clases dominantes en Colombia.
Las masas, sobre todo del campo, se han visto en la necesidad de organizarse y armarse para defenderse y enfrentar a estas fuerzas reaccionarias; fue así como surgieron las guerrillas liberales a finales de la década del 40, producto de la disputa de las clases dominantes por la renta extraordinaria que produjo el café cuyo precio se disparó después de la II Guerra Mundial; a este período se le llamó La Violencia. Después de un armisticio por parte del Estado las guerrillas liberales se entregaron, pero la guerra no paró, por lo que, a finales de la década del 50, con la influencia de las ideas comunistas surgen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC como respuesta a los bombardeos con Napalm del ejército a la población campesina organizada y luchadora y los asesinatos sistemáticos a los que entregaron las armas.
Con el auge del movimiento revolucionario de la década del 60 y los movimientos de liberación nacional, particularmente con el triunfo de la revolución en Cuba, surgieron otras guerrillas como ELN, el MOEC y otras de vida efímera. De las guerrillas hay que decir que el Ejército Popular de Liberación – EPL surgido en 1966 fue el intento del PC de C (ML) por dirigir una guerra popular prolongada en el país que apuntaba a remover los remanentes feudales y avanzar a la construcción de socialismo. Posteriormente en la década del 70 surgieron otros grupos guerrilleros en el campo y la ciudad, entre ellos el M19. Si bien estas guerrillas no se regían por la ideología proletaria, por el marxismo revolucionario, sino por ideas nacionalistas y reformistas, conservaron hasta la década del 80 una actuación revolucionaria. A mediados de esta década con la incursión del nuevo y jugoso negocio de los psicotrópicos que producía y produce una extraordinaria renta, comienza una nueva ola de violencia y para desgracia de las masas trabajadoras, las FARC, el EPL y el ELN (las otras guerrillas habían desaparecido o se habían entregado y vinculado a la “vida civil”) incursionaron en el negocio, particularmente de la cocaína (pero además en la disputa por la renta también extraordinaria de las explotaciones mineras, petroleras y grandes plantaciones de palma africana), y junto con los paramilitares, dirigidos por las clases dominantes, efectuaron una de las peores guerras contra el pueblo (por cierto, en estos días se dio a conocer una parte de esta tragedia por medio del informe de la llamada Comisión de la Verdad). Una guerra reaccionaria contra las masas del pueblo que no tenía nada de insurgente, excepto el discurso que algunos de sus jefes agitaban o aún agitan. Una guerra que culminará como ya hicieron los jefes de las FARC en un acuerdo con las clases dominantes para terminar de legalizar el despojo de los pobres del campo (más de 10 millones de has) y darle un nuevo impulso al capitalismo en el campo.
3. De lo anterior, ¿cómo perciben la construcción de un Partido Comunista Revolucionario? ¿Qué elementos configuran un Partido Comunista Revolucionario? ¿Existe un comunismo que no sea revolucionario?
La clase obrera no puede conquistar el poder político si no cuenta con su propio partido. Esta es una de las ideas fundamentales del marxismo que viene desde la época de Marx y Engels y que ha sido comprobada por la historia del movimiento comunista internacional. El Partido Comunista es ese instrumento que requiere la clase obrera y las masas oprimidas para librar la lucha por el poder, es su forma organizativa superior, su «Estado Mayor», su vanguardia organizada. Actualmente, en Colombia, la clase obrera no cuenta con un partido verdaderamente comunista que represente sus intereses inmediatos y futuros, que luche por el socialismo y el comunismo.
En vista de la ausencia de ese partido y de la importancia del partido para la lucha revolucionaria, la construcción de un nuevo partido comunista es la tarea principal de este periodo. Para la construcción de este instrumento es necesario fusionar las ideas del socialismo científico con el movimiento obrero, pero no basta con llevar estas ideas a la clase obrera, se requiere contar con un programa político, el cual esté basado en un análisis científico de la sociedad concreta en la que se desarrolla el movimiento, partiendo de ese análisis se debe establecer una estrategia y una táctica, especificar cuáles son las fuerzas principal y dirigente de la revolución, las fuerzas a neutralizar y las fuerzas enemigas que hay que abatir; asimismo, es necesario elaborar una correcta línea de masas y línea militar, y nuestra actividad debe ser orientada mediante planes acorde a diferentes fases y tiempos del movimiento y la lucha de clases. Si no se elabora esos documentos programáticos, estratégicos y tácticos, es imposible avanzar en la construcción del Partido y se es presa fácil del espontaneismo.
Nuestra organización ha avanzado en la elaboración de esos documentos políticos lo que nos permite contar con una propuesta política firme para proponer a la clase obrera y las masas populares de Colombia, se puede decir que contamos con una base política e ideológica para la construcción de un nuevo Partido Comunista. Tenemos como consigna en este momento: «Construir Partido actuando como Partido», esto es, que el Partido Comunista no se construye estando ajeno de las luchas de nuestra clase, encerrado en un gabinete, sino que es necesario desde antes de que se organice el Congreso fundador del Partido comenzar a actuar como tal, elaborar nuestra propia política y participar activamente en el movimiento obrero y de masas aspirando a dirigir el movimiento.
Ese nuevo partido comunista que nos proponemos debe estar configurado en los principios organizativos y métodos de trabajo comunistas legados por la experiencia revolucionaria pasada, y teniendo presente la consigna anterior, hemos procurado que nuestra organización, a pesar de todavía ser una organización Pro-partido de la clase obrera, se asemeje en lo posible a la forma Partido de organización. Este partido debe estar basado en el centralismo democrático, con cuadros profesionales, que practique la crítica y la autocrítica, que lleve en su seno la lucha ideológica para el avance de las posiciones comunistas, que luche revolucionariamente en cualquier situación y mediante diferentes formas de lucha y organización, ligado estrechamente a la clase obrera y las masas populares, que cuente con una disciplina consciente, con un sistema de informes y de finanzas, que represente los intereses del proletariado, que esté basado ideológicamente en el marxismo leninismo maoísmo y que sea consecuentemente internacionalista.
Sobre el comunismo que no es revolucionario: en nuestra organización se ha normalizado que el nombre de ese nuevo partido que construyamos va tener por nombre el de «Partido Comunista Revolucionario» (aunque no hay problema si llega a tener otro). Eso no quiere decir que consideremos que exista un comunismo que no sea revolucionario, el comunismo en sí mismo es revolucionario. Pero claro, lo que sucede es que existen organizaciones y partidos que se llaman a sí mismos comunistas, pero están lejos de serlo, más bien son revisionistas, socialdemócratas, reformistas. En Colombia, existe el llamado «Partido Comunista Colombiano», que es reflejo de lo anterior. Una organización que desde el siglo pasada sucumbió al revisionismo moderno y que desde entonces ha degenerado hasta convertirse en una organización reformista, pacifista, conciliadora, electorera, y que hoy es parte integral del gobierno de conciliación de clases encabezado por Gustavo Petro.
Por consiguiente, el nuevo Partido que los comunistas en Colombia logremos construir no puede llamarse «Partido Comunista» a secas, sino que se le debe añadir alguna otra palabra más o contar con otro nombre (que en nuestro caso ha sido el de la palabra «comunista revolucionario») para que el pueblo trabajador no confunda este nuevo partido comunista con el revisionista Partido Comunista Colombiano. Pero si ese partido revisionista decide cambiarse el nombre por uno más acorde a su política, no habría problema para nosotros que nuestro partido se llame simplemente «Partido Comunista de Colombia».
4. ¿Cómo influyó el conflicto armado y/o el posterior acuerdo de paz, desarme de las guerrillas la construcción de ese Partido Comunista Revolucionario?
El pueblo colombiano ha tenido una larga tradición de lucha armada. Incluso, algunos camaradas cuentan un chiste que dice que en Colombia ha sido más fácil organizar una guerrilla que un sindicato. Esto evidencia la disposición del pueblo colombiano de luchar por métodos revolucionarios, de estar dispuesto a ofrecer su vida por una causa común, lo cual es un elemento positivo en la lucha por el socialismo y el comunismo.
Nosotros no somos los primeros en bregar por construir un Partido Comunista que dirija la lucha de los trabajadores y el pueblo oprimido. Consideramos que somos parte de un largo proceso de construcción de partido que ha atravesado diversas etapas. En esa historia de lucha por un partido obrero, nuestra clase ha tenido que librar la lucha armada. Por ejemplo, las autodefensas y guerrillas campesinas dirigidas por el viejo Partido Comunista de Colombia en los años 40 que se enfrentaron a los gobiernos reaccionarios, o el Ejército Popular de Liberación (EPL), brazo armado del Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista), que tenía por objetivo desarrollar la guerra popular en nuestro país.
Como vemos, es una rica experiencia de lucha armada que cuenta el pueblo trabajador colombiano, pero, también tiene su aspecto negativo. Ha habido dos desviaciones respecto a la lucha armada: la primera, de derecha, ha considerado la lucha armada como mera autodefensa y en el peor de los casos la ha rechazado oponiéndole los métodos legales y pacíficos de lucha; la otra desviación, de “izquierda”, ha dado primacía el aspecto militar por sobre el político y la lucha armada se ha reducido a la lucha de unos cuantos guerrilleros aislados de las masas. Esas desviaciones han afectado las experiencias de construcción de Partido.
Actualmente, con los procesos de paz se ha impuesto principalmente la primera desviación. El desarme de las guerrillas ha venido acompañado de un discurso de que la lucha armada es un fracaso, de que no sirve en Colombia, de que todos los colombianos somos hermanos y debemos estar en «paz», de que hay que fortalecer las instituciones democráticas («burguesas», añadimos nosotros), de que la revolución será pacífica y por medios legales, es más, ya ni se habla de revolución o de socialismo. Las mismas FARC, hoy convertidas en el partido Comunes, han abandonado cualquier rezago de radicalidad que tenían en años anteriores cuando eran una guerrilla.
Entonces, ese acuerdo de paz ha venido con una campaña ideológica contra la revolución, contra el comunismo. Y ha sido aceptada por esas mismas guerrillas como las FARC. Por lo que la vigencia y necesidad de la violencia revolucionaria para derrocar a las clases dominantes y conquistar el poder ha sido uno de los puntos principales a tener presente en la lucha ideológica contra la burguesía y sus agentes en el movimiento obrero y popular. Afortunadamente contamos con un balance de la lucha guerrillera en Colombia que está incluida en nuestra línea de masas, lo que nos sirve para diferenciar la luchar armada revolucionaria de lo que ha sido guerrillerismo aventurero y reformismo armado.
5. El movimiento comunista internacional se encuentra disperso o dividido entre varias organizaciones internacionales. Uno de los elementos que impulsó esa división fue el XX Congreso del PCUS, el Socialimperialismo y el juicio contra JIan Quin y la restauración capitalista en China, entre otros. En resumen, la ofensiva revisionista. ¿Qué opinión tienen sobre ello? ¿Por qué triunfa o gana terreno el revisionismo al interior del movimiento comunista internacional?
La derrota del proletariado tanto en Rusia como en China, y el triunfo de la nueva burguesía en el campo socialista, produjo una profunda crisis en el Movimiento Comunista Internacional de la cual no se ha recuperado.
Las causas de la derrota en parte fueron explicadas por los comunistas chinos dejando para constancia histórica la crítica a los errores cometidos por los comunistas en la construcción del socialismo en la república de los soviets, en particular en los trabajos de Mao. A propósito de los problemas económicos del socialismo en la URRS de Stalin (1958), Apuntes a los problemas económicos del socialismo en la URSS (1959), Notas de lectura del Manual de economía política de la Unión Soviética (1960), entre otros.
Pero además la lucha contra el revisionismo jruschevista responsable de la restauración del capitalismo en la URSS y su orientación de la transición pacífica al socialismo, la coexistencia pacífica entre explotados y oprimidos y explotadores y opresores, y la emulación pacífica entre socialismo y comunismo; así como con su conclusiones acerca del Estado de todo el pueblo y partido de todo el pueblo, las llamadas “tres pacíficas y dos todos” que en esencia significaban la renuncia a la revolución y a la dictadura del proletariado.
Producto de la asimilación de las enseñanzas tanto positivas como negativas de la construcción del socialismo en la Unión Soviética, y de las enseñanzas de la misma revolución en China, Mao Tse-tung llegó a la conclusión de la necesidad de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado, la cual se concretó en la Gran Revolución Cultural Proletaria que impidió la restauración del capitalismo en China y que constituye la más grande contribución de Mao al desarrollo del marxismo.
Aun así, la nueva burguesía en China logró derrotar al proletariado, asesinó o encarceló a los principales dirigentes revolucionarios una vez muerto Mao. Una gran derrota que lejos de empañar la trascendental importancia de tal experiencia histórica, enseña al proletariado la forma de consolidar su dictadura de clase. Sin embargo, el Movimiento Comunista Internacional no asimilado la causa principal de la derrota, que es una cuestión ineludible para superar la crisis y forjar la unidad de los marxistas leninistas maoístas en una nueva Internacional.
Existen otros asuntos de importancia no solo respecto al balance de otros episodios de la historia del Movimiento Comunista Internacional sobre los cuales existen divergencias, como la valoración del papel de la Internacional Comunista y su disolución, que son atranques para la unidad de los comunistas. Igualmente existen problemas en cuanto a la interpretación de los cambios de la realidad explicables por la ausencia de la investigación económico social, sobre la evolución del imperialismo, lo cual expresa cierto anquilosamiento en el pensamiento. Todos estos asuntos han permitido que el revisionismo se haya mantenido y remozado, a la vez que hayan surgido “novísimas” teorías que a nombre del desarrollo del Marxismo Leninismo Maoísmo se postulen como “caminos” y “nuevas síntesis” que han propinado duros golpes al Movimiento Comunista Internacional, como es el caso del “camino Prachanda” y su traición en Nepal o la “nueva síntesis de Avakian y su abandono del marxismo, que condujeron a la bancarrota al Movimiento Revolucionario Internacionalista, el más importante intento de superar la crisis. También, y como respuesta al oportunismo de derecha era inevitable que tomara fuerza el “izquierdismo” y particularmente el que a nombre del “pensamiento Gonzalo” pretende imponer sus dogmas sectarios al Movimiento Comunista Internacional.
Respecto a todos estos problemas la Unión Obrera Comunista (mlm) hizo el esfuerzo por hacer el balance y lo presentó públicamente en el 2016 en el número 5 de la revista Negación de la Negación como Propuesta de Formulación de una Línea General Para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional.
6. Hace algún tiempo se formó la Liga Comunista Internacional, LCI, que agrupa a los partidos maoístas, a una parte de ello. ¿Es un hecho positivo? ¿Creen que podría ser el inicio para la unificación del movimiento comunista internacional, de parte de él o del maoísmo? ¿A qué organización internacional pertenecen?
En efecto, la Liga Comunista Internacional se formó en diciembre del 2022 y agrupa a 15 organizaciones y partidos de 14 países, entre ellos dos organizaciones de Colombia. Nuestra organización fue invitada a ese evento, pero no asistió por cuanto las bases de unidad presentadas para ser aprobadas en tal evento corresponden justamente a esa línea “izquierdista” que pretende imponer sus dogmas como base ideológica, programática y táctica de la nueva Internacional. Tesis que fueron justamente criticadas no solo por la Unión Obrera Comunista (mlm) sino por varios partidos de otros países. Las críticas fueron rechazadas sin mayores argumentos o simplemente ignoradas, con el agravante del trato nada fraternal a quienes no comparten sus posiciones sectarias.
Igualmente, el llamado posterior a la fundación de esa organización a sumarse a ella, considerada por estos compañeros como una gran avance en la centralización del Movimiento Comunista Internacional, fue respondido por distintos partidos y organizaciones haciendo ver sus desviaciones, sobre las cuales no han dado respuesta pública, exceptuando sendas diatribas contra la Unión Obrera Comunista (mlm) por parte del grupo Poder Proletario – Organización Partidaria M-L-M de Colombia y del Partido Comunista de Brasil.
Se entiende entonces que la fundación de la LCI no significa un avance en la unificación del MCI, sino la formalización de la escisión por parte de un matiz “izquierdista”. Lo que significa en realidad un paso atrás por cuanto desconoce que existen ahora divergencias legítimas en el seno del MCI y por tanto hay que aceptar esa realidad tal y como es, disponiéndose a tratarlas con el método correcto de partir de la unidad para luchar por alcanzar un nivel superior de superior de unidad, para deslindar definitivamente con las posiciones y tesis inadmisibles. Al pretender ahorrarse ese paso necesario buscan impedir la discusión pública de tales divergencias como es evidente que ya ocurrió frente a las posiciones criticadas antes de la fundación de la Liga por parte de los camaradas de Turquía, que no fueron refutadas ni aceptadas, pero es de público conocimiento que existen. Es el mismo método adoptado por el MRI y una de las causas de su debacle.
Por supuesto que no se trata de defender el pluralismo ideológico como malintencionadamente han calificado nuestra posición algunos amigos de la Liga. Por el contrario, admitiendo que existe una base general de unidad entre los Marxistas-Leninistas-Maoístas la Unión Obrera Comunista propuso en marzo del 2018 una Propuesta de Plataforma de Unidad que sirviera de base al propósito de la Conferencia Internacional Unificada de los marxistas leninistas maoístas.
Sobre la Propuesta de Plataforma de Unidad y la necesidad de una Conferencia Internacional de los MLM, tenemos que explicar algunos asuntos:
En primer lugar, preparar una nueva Conferencia Internacional fue planteado por la Unión Obrera Comunista (mlm) desde el 2009, después de la traición en Nepal y la bancarrota del MRI, y la imposibilidad de realizarla de ese tiempo hasta el día de hoy tiene que ver con que las divergencias enunciadas arriba, respecto al balance de la experiencia histórica del MCI y la construcción del socialismo, y del estudio de la realidad mundial;
En segundo lugar, a pesar de que hicimos una propuesta de formulación de una línea general, ella necesita de la sustentación económico social respecto a la contradicción principal mundial en la actualidad, respecto al carácter de las revolución en los países donde se han impuesto las relaciones capitalistas de producción… y por ello en general recibió el silencio del MCI;
En tercer lugar, la propuesta de plataforma de unidad, responde a la necesidad urgente de avanzar en la unidad posible ahora para responder, por parte de los comunistas, a la agudización extrema de las contradicciones del imperialismo, a los preparativos de guerra imperialista, a la crisis medioambiental y al ascenso general del movimiento revolucionario de las masas en el mundo.
Finalmente, como ha sido el comportamiento histórico de nuestra organización desde su surgimiento, su posición de principios claramente internacionalista le obligó a solicitar ingreso en 1998 al MRI, el cual jamás tuvo respuesta, pero que no significó un obstáculo para difundir sus declaraciones y su revista Un Mundo que Ganar con mayor tesón que sus miembros en Colombia.
Desde su primer número Revolución Obrera, el órgano central de nuestra organización, ha tenido una posición internacionalista y sus eventos parten del análisis de la lucha de clases en el mundo para tomar las decisiones de conjunto. Esta posición internacionalista le permitió, alertar sobre el peligro de las tesis revisionistas del “camino Prachanda” antes de presentarse la traición, y denunciarla el mismo día de la firma de los acuerdos de paz, a la par que anunciar como consecuencia de ello la bancarrota del MRI. Una vez presentada la traición dedicó sus principales esfuerzos a impedir que las tesis revisionistas se impusieran en el MCI trabajando mancomunadamente con camaradas de Ecuador, Perú, España, Francia… a la par que con el combate a las tesis de la nueva “síntesis de Avakian”.
Derrotadas las cabezas del revisionismo surgido en el seno del MRI concentró esfuerzos en la formulación de la propuesta de línea general sin aislarse de camaradas de otros países, manteniendo la correspondencia y participando en algunos eventos.
La agudización de las contradicciones del capitalismo imperialista moribundo, han obligado a todos los destacamentos MLM a realizar mayores esfuerzos por la coordinación de tareas y acelerar el paso para la realización de la Conferencia Internacional Unificada de los MLM y desde el 2020 nuestra organización participa en acuerdo con camaradas de Italia y España en ese propósito, al cual también se han acercado los camaradas de la India, Afganistán, Turquía, Irán, Túnez, Bangladesh, Nepal… Producto de ese acuerdo surgió en 2023 la revista internacional Lucha de Dos Líneas de la cual han salido tres números, así como declaraciones conjuntas sobre los más importantes acontecimientos de la lucha de clases en el mundo.
Consideramos que ese es un paso importante para avanzar a la Conferencia Internacional Unificada de los MLM en medio de la lucha de líneas, de las tareas comunes en apoyo a la lucha revolucionaria de los pueblos, a la defensa de los prisioneros políticos y en la lucha por construir o fortalecer el Partido de la clase obrera en cada país, al fragor de la lucha de clases y en estrecho vínculo con las masas, que nos permitan construir además del Partido, el Frente y el Ejército Popular para derrotar a los enemigos.
Confiamos plenamente que nuestra Plataforma de Unidad será tenida en cuenta y ello permitirá avanzar realmente en la unidad del MCI y dar un paso firme en superación de la crisis del Movimiento Comunista Internacional; el cual está obligado a ponerse a la altura del momento histórico de un mundo súper maduro para la revolución proletaria y una sociedad mundial amenazada por el peligro de la guerra imperialista, la destrucción de la naturaleza y de la vida en el planeta.
SOBRE LA REALIDAD COLOMBIANA
7. El conflicto armado en Colombia comenzó a mediados de la década del 40. Ha sido uno de los conflictos armados de mayor duración en América Latina y quizás en el mundo. En 1930 se funda el Partido Comunista de Colombia quince o diez años antes del inicio del conflicto armado. ¿Cómo ha sido el desarrollo del movimiento comunista en Colombia? ¿Por qué la lucha de clases en Colombia se ha expresado, entre otras formas, mediante la lucha armada en un período tan largo que llega hasta hoy?
En primera instancia, es necesario reconocer que, los comunistas revolucionarios estamos en deuda con el Movimiento Comunista Internacional con esta trascendental misión de dejar por escrito las vicisitudes que ha tenido esta tarea que hemos asumido como central en la UOC (mlm). Sin embargo, podemos hacer algunos apuntes al respecto que aborde el problema a grandes rasgos.
En 1926 nace el Partido Socialista Revolucionario (PSR) en el III Congreso Obrero de la Confederación Obrera Nacional, con influencia de la pequeña burguesía y con dirigentes obreros de la talla de María Cano (“La flor del trabajo”), Tomás Uribe Márquez, Ignacio Torres Giraldo, entre otros. Posteriormente, en 1930, ve la luz el Partido Comunista de Colombia que pasaría a llamarse en 1991, Partido Comunista Colombiano (PCC).
El Partido Comunista de Colombia integraría la Internacional Comunista, sin embargo, sus ideas políticas estarían ligadas fuertemente al Partido Liberal burgués, que, junto con el Partido Conservador, eran los dos partidos tradicionales y reaccionarios de la burguesía y los terratenientes.
En resumen, el PCC, más conocido como el Partido “mamerto”, se desnaturalizó gracias al revisionismo que se impuso prácticamente desde su creación al no tener independencia política e ideológica, tanto así que era considerado un “Partido Liberal chiquito”.
Gracias a la lucha de líneas al interior del PC “mamerto”, en 1965, surge el Partido Comunista (marxista leninista), en medio de la disputa internacional sino-soviética, pero teniendo como centro las críticas político-ideológicas que varios sectores tanto dentro del Partido Comunista como por fuera de este le hacían a la política reformista, pacifista y conciliadora que promovía esta organización (y que sigue promoviendo en la actualidad).
Los “eme-eles” como se conocían a sus integrantes popularmente, se reunieron junto a elementos provenientes de otras organizaciones como el Movimiento Obrero Estudiantil Campesino (MOEC), el Partido de la Revolución Socialista (PRS), la Brigada Pro-Liberación “José Antonio Galán” (el principal núcleo de lo que sería el Ejército de Liberación Nacional- ELN), y el ala izquierda de las Juventudes del Movimiento Revolucionario Liberal (JMRL), para conformar el Comité de Integración de Movimientos Revolucionarios Colombianos (CIMREC).
Entre 1964 a 1965 este Comité organizó dos conferencias nacionales y varias regionales en donde se discutieron los rasgos centrales del programa y la táctica del futuro partido. Establecieron la necesidad de construir las “tres varitas mágicas”: un Partido Comunista que agrupase a todos los marxistas leninistas; un Frente Popular para la unidad entre todos los revolucionarios y aliados; y un Ejército para organizar a todos los combatientes del pueblo; se estableció el campo como escenario principal y la lucha armada como la vía de la revolución.
Al constituirse, el Partido Comunista (m-l) emprende un fuerte trabajo de masas, principalmente entre el campesinado, edita su periódico Revolución y otros materiales como la revista Orientación, y acorde a sus objetivos, impulsa -bajo concepciones foquistas- zonas guerrilleras en tres regiones: el Magdalena Medio, Valle del Cauca y en el Alto Sinú y San Jorge en Córdoba. Esta última zona, conocida como “el Noro” fue la única que tuvo éxito. Es en el “Noro” donde se realiza el reclutamiento de los primeros combatientes del brazo armado del partido que llevaría por nombre Ejército Popular de Liberación (EPL); allí también se impulsan las primeras formas de nuevo poder llamadas “Juntas Patrióticas Populares” que se establecieron en varias veredas, principalmente en los Llanos del Tigre, y que tenían como medio de expresión el periódico Avancemos.
Las fuertes luchas ideológicas en el seno del Partido (m-l) y las expulsiones se presentaron a lo largo de su vida. El fraccionamiento principal se dio a mediados de la década del setenta en medio de la campaña de bolchevización que la Dirección Nacional había emprendido para superar los problemas internos. Esta propuesta fue iniciada por Libardo Mora Toro -abogado laboralista y atleta profesional, que era uno de los dirigentes del Partido Comunista (m-l)-, el cual venía librando una lucha de dos líneas contra Pedro León Arboleda y las posiciones “izquierdistas”; pero Libardo cae asesinado en diciembre de 1971 mientras se dirigía al IV Pleno del Comité Central del partido. La Dirección Nacional decide tomar su propuesta, aunque incluyendo varias de sus posiciones “izquierdistas” que no logran superar sus problemas si no agudizarlos, lo que conduce al fraccionamiento en tres en 1974: el Comité Central que mantiene el nombre de Partido Comunista (m-l), la Tendencia Marxista Leninista Maoísta y la Línea Proletaria. Estos grupos conformarían junto a otros lo que se conoció en esa época como el “Campo Marxista Leninista”.
Luego de esta gran escisión, la fracción “izquierdista” hereda el nombre PCC (ML) ya como partido desnaturalizado, que fue virando cada vez más hacia posiciones reformistas de derecha. En su XI Congreso realizado en 1980 rompen con el maoísmo y adoptan las tesis oportunistas de Enver Hoxha y el Partido del Trabajo de Albania, que ya habían renegado de Mao Tse-tung luego de la muerte de este en 1976 y fraccionado el movimiento marxista leninista a nivel mundial.
A principios de la década del noventa firman el acuerdo de paz y desarman el EPL. El partido reformista que hoy mantiene el nombre de Partido Comunista de Colombia (m-l) y el nido de paramilitares y narcotraficantes que hoy llevan las siglas del EPL distan mucho de ser lo que alguna vez fue aquel gran partido revolucionario y su glorioso Ejército Popular, una vanguardia organizada y combatiente del proletariado y del pueblo colombiano.
En marzo de 1990, se edita el primer número de la Revista Contradicción, un gran esfuerzo de un puñado de comunistas que, en Colombia, levantaron la herencia del viejo Partido Comunista (m-l) y las banderas del marxismo, en un momento histórico marcado por la crisis del Movimiento Comunista Internacional, del triunfo del revisionismo en la RPCh y la URSS y en los demás países que hacían parte del bloque socialista, en resumen, en medio de la derrota del campo socialista a nivel mundial. Esa Revista, tenía como objetivo rescatar la teoría marxista, agrupar a los comunistas que se encontraban dispersos en diferentes partes del país y sentar las bases programáticas en el Proyecto de Programa que este destacamento del proletariado revolucionario propone a los marxistas leninistas maoístas, para conquistar el grado superior de unidad en el Partido Comunista Revolucionario de Colombia.
La UOC (mlm) nació en agosto de 1998, su base programática son ese Proyecto de Programa y sus líneas políticas condensadas en las revistas Negación de la Negación, como su línea militar y su línea de masas. Se reconoce heredera del viejo Partido Comunista (m-l), aprendiendo de sus grandes aciertos y de sus errores, y llama a todos los demás comunistas y revolucionarios del país a unirse para concretar este fin partidario. La Unión Obrera Comunista (mlm) viene luchando por construir un nuevo Partido Comunista en Colombia como parte de ese proceso de lucha que han librado los revolucionarios en este país para que el proletariado colombiano cuente con su partido independiente como parte de una nueva Internacional. Es imperioso lograr en este momento la Unidad de los comunistas en un sólo partido verdaderamente proletario y revolucionario.
Sobre por qué la lucha de clases en Colombia se ha expresado, entre otras formas, mediante la lucha armada en un período tan largo que llega hasta hoy, es necesario decir que es natural que la lucha de clases en Colombia se exprese por medio de la lucha armada durante todos estos años porque es la forma superior en que se expresa la política de confrontación entre clases sociales con intereses antagónicos, como sucede con los obreros y campesinos de un lado; y la burguesía, los terratenientes e imperialistas, del otro. Incluso, es la forma en que se expresa la lucha de un sector de la pequeña burguesía arruinada y sometida por el capital y que se lanza a la lucha armada por reformar el sistema capitalista dentro de sus propios límites. El pueblo colombiano es un pueblo luchador, guerrero contra las injusticias y los opresores que someten a las masas trabajadoras. Es así, como desde los pueblos negros e indígenas, pasando por los comuneros que se levantaron contra el yugo de la colonia española. Tampoco olvidamos los grandes levantamientos armados de los campesinos en lucharon por resistir al despojo que cometieron los grandes terratenientes en diferentes partes del país.
Con el nacimiento de la clase obrera, vinieron dos grandes hitos de la lucha armada en el país. El primero fue la Masacre de las Bananeras del 5 y 6 de diciembre de 1929, que sucedió como producto de la respuesta violenta del Estado de los capitalistas a una huelga de los obreros bananeros de Santa Marta, Ciénaga, Aracataca y Río Frío en el que resultaron asesinados bajo las balas del ejército burgués más de 1000 obreros huelguistas y sus familias, además de miles más de heridos y aproximadamente 600 detenidos. Una derrota en la que se enfrentaron los obreros contra el poder militar y asesino del Estado de los explotadores y que marcó el bautizo de sangre de la clase obrera. Y el segundo fue la insurrección en el Líbano (Tolima) o el “Movimiento de los Bolcheviques del Líbano” ocurrida el 28 de julio de 1929, que fue la primera insurrección armada en América Latina protagonizada por un ejército de campesinos y semiproletarios dirigido y en alianza con otros trabajadores urbanos (obreros y artesanos principalmente) cuyo programa político era el cambio radical de la sociedad: expropiación y redistribución de la tierra y de toda la propiedad privada, que fue aplastado en cuestión de pocos días por tropas de la reacción. Esta acción armada se destaca porque fue planeada minuciosamente y tuvo la orientación ideológica de las ideas socialistas que llegaban desde Europa directamente a dicha población; sin embargo, algunos errores de coordinación de las fuerzas insurrectas, hizo que se perdiera el factor sorpresa y que las tropas del enemigo se reagruparan y actuaran en mayor cantidad contra la sublevación.
Durante el periodo conocido como “La Violencia”, transcurrido entre 1946 y 1958, hubo una ofensiva militar contra el pueblo que generó una gran indignación canalizada por el caudillo del Partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán. La respuesta del caudillo fue “La Marcha del Silencio” una acción defensiva con la que le suplicaba a la burguesía que no siguiera asesinando al pueblo; mientras tanto, muchos líderes barriales querían responder a la violencia reaccionaria con violencia revolucionaria. Gaitán es asesinado el 9 de abril de 1948 lo que provoca una insurrección armada en diferentes partes del país por parte del pueblo enardecido, que finalmente es derrotado gracias a que no hubo una dirección política revolucionaria por parte del Partido Comunista Colombiano, cuya cúpula se encontraba almorzando mientras la insurrección ya había cogido cuerpo y que dio la orientación de ir a los barrios a hacer agitación para movilizar las bases cuando ya las masas se encontraban en las calles desde hacía rato quemando todo y combatiendo cuerpo a cuerpo con la reacción. Todo esto fue aprovechado por la dirección del Partido Liberal burgués que concilió con la dirección del Partido Conservador y ejecutaron la más brutal represión militar, hasta con tanques de guerra contra la masa que principalmente fue a la ofensiva con machetes, gasolina y algunos revólveres y escopetas.
Estos son apenas algunos antecedentes de la lucha armada en Colombia que es muy rica, demostrando en los hechos que en Colombia existe una enorme tradición de lucha armada y de guerra, pero que sin embargo, no se ha logrado desarrollar como una firme Guerra Popular o guerra de masas contra las clases dominantes, siendo el Partido Comunista (ml) la organización que ha realizado el intento más serio y comprometido de iniciar una verdadera Guerra Popular, derrotado por la influencia de la pequeña burguesía aventurera. La tarea es grande, pues la Guerra Popular en Colombia tomará la forma de una insurrección armada de masas en las principales ciudades del país, pues la realidad cambió, la sociedad se proletarizó, el campo se despobló, los principales levantamientos populares de los últimos 5 años que han sido los más agudos, tomaron como epicentro las ciudades que hoy concentran el poder político, económico y militar de la burguesía, que concentran por millones al proletariado en activo y que tiene en su capital, Bogotá, el epicentro de una futura Revolución Socialista en Colombia.
8. Según Oxfam, de la riqueza que se crea en el país, 45% queda en las manos del 1% más rico y 42,6% va para el otro 9% de ese primer decil. También se señala que: en Colombia, cerca del 40% de la población vive con menos de 80 euros al mes. Según la OCDE, en el país caribeño se necesitan 11 generaciones para que las personas en situación de pobreza mejoren su condición económica. Ante esta realidad, ¿cuál es la propuesta de la UOC MLM en cuanto a la estrategia revolucionaria? ¿Cuáles son los aspectos principales programáticos?
En Colombia, en la década de los 90, la Revista Contradicción llevó a cabo la investigación socioeconómica que permitió especificar, a este, como un país capitalista oprimido por el imperialismo principalmente norteamericano y, por tanto, su revolución, desde el punto de vista estratégico, de carácter socialista a desarrollarse dirigida por el proletariado a través del Partido Comunista Revolucionario de Colombia (mlm) en construcción. (ver Informe en la Revista Contradicción Nos. 11, 12 y 14 en el portal de Revolución Obrera https://revolucionobrera.com/revistacontradiccion/ )
Y sobre los principales aspectos programáticos, basándose en la investigación, se encontró que Colombia, lejos de ser un país independiente, es una colonia del imperialismo principalmente norteamericano, el cual oprime a nuestro país mediante tratados internacionales con organismos como el FMI, el BM, el BIRF, el BID, los cuales le impiden que su industria y su economía avancen, por cuanto en contubernio con la burguesía y los terratenientes, son quienes deciden cuánto se invierte en el país y para qué, además que se apropian de los recursos naturales, la minería, las tierras y la fuerza de trabajo impidiéndole así al país desarrollar su propia industria pesada, por cuanto son ellos quienes deciden hasta qué punto nos dan acceso a la técnica, mientras ellos sí viven de la superexplotación de nuestro pueblo; mientras maniatan su lucha mediante las bases militares que tienen aquí con la disculpa del apoyo al país y de la lucha contra los psicotrópicos. Es decir, las clases enemigas a combatir y derrotar, son, la burguesía, los terratenientes y los imperialistas. (ver Programa para la Revolución en Colombia, en el portal de Revolución Obrera)
9. De lo anterior, ¿en qué pie se encuentra el movimiento popular y la clase dominante? ¿Cómo definirían a la clase dominante, el bloque dominante? Al parecer esta está muy ligada o dominada por un discurso guerrerista (Uribe) fuertemente unido al paramilitarismo, al narcotráfico y al imperialismo.
Como se sabe en Colombia se presentó un levantamiento popular en el 2021, que tuvo como antecedente el paro del 2019, el cual fue contenido en la pandemia, pero que finalmente se desfogó el 28 de abril del 2021, obedeciendo a las agudización de las condiciones materiales del pueblo trabajador que se agravaron con la pandemia, pero también fue el cúmulo de la guerra de la coca que inició en la década de los 80 de siglo pasado que ocasionó más de 7 millones de desplazados internos y 10 millones de hectáreas expropiadas a los campesinos. Dicho levantamiento desafortunadamente fue canalizado por el reformismo, debido a la debilidad de los revolucionarios, así que Gustavo Petro y el proyecto del Pacto Histórico logró frenar la lucha de las masas trabajadoras y dirigirla a las urnas. Pero el hecho concreto es que, a dos años de gobierno, ha quedado en evidencia, que las reivindicaciones que Petro recogió en la campaña presidencial, planteadas por el pueblo en el levantamiento popular, no se han cumplido. Lo que ha obligado al pueblo a seguir en la lucha, aunque dispersa y aun una parte confiando en que a Petro le permitan desde el Congreso aprobar las reformas sociales, existe otra parte que se encuentra decepcionada, especialmente la juventud, pero dispuesta a retomar la lucha directa en las calles.
En cuanto a las clases dominantes, en el Programa para la Revolución en Colombia, se han caracterizado como la burguesía, los terratenientes y la dominación de los imperialistas, principalmente los Estados Unidos. Dentro de las clases dominantes hay distintas facciones, una de ellas es la facción mafiosa, que desde hace ya varias décadas mantiene la dirección del Estado y que, aunque perdió en el 2022 el poder ejecutivo, sigue estando presente y con poder en el Estado y las fuerzas militares. Con el gobierno de Petro, los explotadores siguen manteniendo su poder de dominación y eso ha quedado demostrado con la no aprobación de las reformas sociales en el Congreso, en la que los dueños de las EPS, AFP, de las tierras, no han permitido que se les quite siquiera unas migajas de sus ganancias. Igualmente se evidencia con los acuerdos económicos que Petro viene haciendo con empresarios como Gilinski, así su revista Semana se haya convertido en la mayor oposición al gobierno. Y en cuanto a la relación con los imperialistas, pues Petro no ha roto de ninguna forma las relaciones económicas, políticas y militares con Estados Unidos, por el contrario se mantiene juicioso cumpliendo la regla fiscal, hace acuerdos para establecer una base militar en la isla Gorgona, se mantienen las bases militares que desde hace años se encuentran en el país y avala la ayuda militar que “muy amablemente” ofrece por medio de Laura J. Richardson comandante del Comando Sur para “proteger el amazonas”.
10. ¿En qué pie está la izquierda revolucionaria en Colombia? Más allá de la UOC MLM.
Consideramos que la «izquierda» es un término que no refleja muy bien la posición de las organizaciones respecto a la lucha de clases y a la Revolución Proletaria, lo que se evidencia mucho más en la realidad colombiana. Por un lado, tenemos en Colombia una variedad de grupos políticos que se autodenominan de izquierda por ser opositores a los regímenes que han gobernado el país, sobre todo en los últimos 30 años; por otro, las mismas clases dominantes y los medios oficiales de comunicación han establecido que la en la izquierda colombiana se alinean todos aquellos que plantean programas progresistas y socialdemócratas, proponiéndose ganar elecciones y hacerse a la administración del Estado, para desde allí “mejorarlo”, reformistas, al final.
Esa «izquierda» ha tenido transformaciones y se ha presentado también de distintas formas. En el reformismo oportunista de participación parlamentaria encontramos al Polo Democrático, MOIR (ahora llamado Dignidad), el Partido Comunista Colombiano, y la recientemente creada coalición (que valga decir, no solo se compone de elementos de izquierda) Colombia Humana, que consigue la presidencia con su candidato Gustavo Petro en 2022. Dentro del reformismo armado están las FARC, que pasaron a ser el Partido Comunes después de la firma de los acuerdos de La Habana en 2016 (con algunos de sus elementos persistiendo en la lucha armada, otros deformando en organizaciones criminales). Por otro lado, se encuentran otras organizaciones que mantienen la lucha armada como ELN y EPL de las que se hablan más arriba.
La UOC-MLM es una organización, como ya se mencionó: pro-Partido, y su programa político se plantea desde el marxismo leninismo maoísmo, somos una organización revolucionaria, no una que se considera simplemente de izquierda. Así pues, podemos hablar de revolucionarios y es allí donde encontramos que son muy pocos esos verdaderos revolucionarios, que se plantean objetivos transformadores y no solo salidas institucionales fortaleciendo al Estado Capitalista. Nuestros más cercanos camaradas que abonan el camino de la revolución, se encuentran agrupados en organizaciones comunistas bajo una línea marxista leninista maoísta (principalmente maoísta), últimamente unidos en el Partido Comunista de Colombia (Fracción Roja) alineados en la Liga Comunista Internacional.
Para ir un poco más a fondo de la discusión programática y la lucha de líneas entre los comunistas en Colombia pueden consultar los números 5 y 6 de la Revista teórica Negación de la Negación y la Revista Internacional Lucha de dos Líneas:
https://revolucionobrera.com/wp-content/uploads/2021/05/nn5-esp.pdf
https://revolucionobrera.com/wp-content/uploads/2022/12/NEGACION-DE-LA-NEGACION-
VOLUMEN-6.pdf
https://revolucionobrera.com/internacional/mci/lucha-de-dos-lineas-5/
https://revolucionobrera.com/internacional/mci/dos-lineas/
Algo más sobre la «izquierda» lo menciona el camarada León en este video:
https://www.instagram.com/reel/Cy84h6xrHUq/
11. Más allá de la definición de la clase dominante, en Colombia hay ocho bases militares de Estados Unidos y existe también una cooperación militar de los yankis con los gobiernos de turno. A la vez, en América Latina hay alrededor de 80 bases militares sumado el Comando Sur de los Estados Unidos. ¿Cómo incorporan esto a su estrategia revolucionaria, a su táctica, a su programa y a las formas de lucha que impulsa la UOC MLM?
Lo primero que hay que resaltar es el hecho de que en Latinoamérica y en particular, en Colombia se mantiene una dominación colonial por parte de las potencias imperialistas y principalmente de Estados Unidos. Esta dominación se manifiesta en el capital financiero por un lado y por la intervención militar con la incursión de su ejercito de forma directa e indirecta. La permanencia y hasta la el crecimiento de las bases militares en la región solamente recalcan la posición de los países de América Latina y sus Estados como lacayos de ese imperialismo. Y por otro lado se pone de manifiesto que tal relación de dependencia no se rompe con el cambio en los gobiernos eligiendo algunos progresistas o socialdemócratas, tal es el caso de Colombia que, con la Presidencia de Gustavo Petro no se atreve a romper las relaciones militares y políticas con los yankis, y se ve «obligado» a mantenerse de rodillas porque como bien lo sabe él y los reformistas en general una cosa es el gobierno y otra cosa es el poder del Estado y mientras sobrevivan las relaciones capitalistas y la estructura Estatal burguesa, se mantiene también el lazo con el que los imperialistas amarran a los países oprimidos.
Muestra de lo que mencionamos, es que se mantengan las bases militares gringas en Colombia, el ingreso de Colombia como miembro 41 de las Fuerzas Marítimas Combinadas (la coalición naval internacional más grande, dedicada a la seguridad y estabilidad marítima en Oriente Medio) que se permitan ejercicios militares y la presencia de buques de guerra en sus costas, que se este negociando la instalación de otra base militar en Gorgona bajo la excusa de un «servicio de protección e investigación apoyada por EEUU», que se saluden y se hagan homenajes a los militares norteamericanos, como a Laura Richardson (jefe del Comando Sur de EEUU).
Dicho esto, la UOC-MLM reconociendo en su programa a Colombia como un país capitalista oprimido por el imperialismo (principalmente norteamericano), en su estrategia plantea la Revolución Socialist que romperá con toda dominación de las potencias imperialistas. Por otra parte, durante los 26 años de su existencia, la organización viene planteando en la táctica el completo rechazo y denuncia permanente a la intervención militar imperialista en cualquier parte del mundo, incluyendo Colombia, el llamado y la necesidad de expulsar a las fuerzas militares del país, la organización y movilización de las masas para estas tareas, y en los últimos años el contundente rechazo y crítica al gobierno colombiano por mantener los compromisos con la OTAN.
Materiales y referencias:
https://revolucionobrera.com/actualidad/fuerzas-maritimas-combinadas/
https://revolucionobrera.com/wp-content/uploads/2021/05/programa.pdf
https://revolucionobrera.com/internacional/mci/declaracion-conjunta-2/
https://revolucionobrera.com/construyendo/situacion-actual-2/
EL NUEVO ORDEN IMPERIALISTA
12. ¿Cómo ven la actual guerra en desarrollo entre las diferentes fuerzas imperialista por la hegemonía mundial? Algunos desde una visión particular creen que existe un imperialismo “bueno” y otro “malo” donde podríamos encontrar a Rusia y China en el primero y Estado Unidos en el segundo ypor tanto la izquierda deberían alinearse con el primero. ¿Qué opinan sobre ello?
El imperialismo es GUERRA, es la primera consideración de la que hay que partir para analizar cualquier momento específico de la realidad internacional; unas veces más aguda, brutal y sanguinaria, otras menos agresiva y abierta, pero el hecho real es que mientras exista el capitalismo y mucho más en su etapa agónica llamada imperialismo, el mundo no podrá gozar de una verdadera y completa paz. Cualquiera de aquellas guerras calificadas como regionales, nacionales, etc. tienen tras de sí los intereses de uno u otro bando imperialista, pues precisamente una de las características esenciales del imperialismo es que ha encadenado a toda la economía y la política del planeta, como si fuéramos una inmensa fábrica de moler fuerza de trabajo y naturaleza.
Ahora bien, la situación actual de agudización de las guerras en el mundo, está estrechamente relacionada con la reconocida crisis económica del capitalismo, una crisis del sistema que viene desde el 2008 que hasta los “expertos” economistas de la burguesía han reconocido, y que tienen dentro de uno de sus caminos para buscar solucionarla, la guerra de rapiña imperialista, una confrontación directa entre las fuerzas reaccionarias más poderosas del planeta en busca de un nuevo reparto del mundo; de ahí que por ejemplo la industria militar haya sido uno de los renglones de la economía con mayor crecimiento. Los reaccionarios están empujando a la humanidad hacia una posible Tercera Guerra Mundial, con las desastrosas consecuencias de las que mucho se ha escrito.
Analizada esta realidad desde el punto de vista del proletariado, no existe en esta contienda una sola fuerza imperialista que pueda considerarse, ni revolucionaria, ni aliada estratégica de los objetivos de la clase obrera, objetivos que son ni más ni menos que contrarrestar la guerra reaccionaria con la revolución proletaria mundial. Ni el social imperialismo ruso, ni el imperialismo chino, ni el europeo, ni ningún otro, los mueve en esta contienda mundial otro interés que no sea el de conquistar nuevas zonas de influencia para debilitar a sus adversarios, de ser posible derrotarlos y si las condiciones se los permiten, doblegarlos y someterlos a su poder y dominio total. Mal juego le hacen aquellos, que con un discurso de izquierda pretenden vender la idea de que hay imperialistas buenos y malos, como que cerraran los ojos ante la manera cómo actúan todos, absolutamente todos los imperialistas en sus zonas poder, sea de Asia, África o América.
El tema de las alianzas es mucho más complejo, y a ese respecto no puede darse un veredicto per sé, ya que los acuerdos solo pueden decidirse en el devenir de la lucha y se resuelven con análisis concreto de la situación concreta. Siempre guiándose con el mandato de que por ningún motivo se debe renunciar ni traficar con los Principios, uno de los cuales es, para este caso, que todos los imperialistas son enemigos a muerte de la causa del proletariado, y si hubiera que hacer un acuerdo solo sería temporal y parcial. Caso, por ejemplo, tenemos una alianza tácita con todos aquellos que condenan y se oponen a la sanguinaria carnicería que está llevando a cabo el Estado sionista de Israel sobre el pueblo palestino, si fuera el caso de que un país imperialista, sea por el interés que sea, adopta una postura verdadera y consecuente de lucha contra el Estado sionista, de suyo se desprende que habría en sí mismo una alianza temporal y relativa. Y así, podríamos ver muchos otros casos; pero eso sí, siempre sobre el principio de que todos los imperialistas y toda la burguesía, son enemigos irreconciliables del proletariado.
Dos textos quiero recomendar sobre este tema, uno reciente del Portal de Revolución Obrera y otro titulado Estrategia y Táctica de la obra de José Stalin, sobre la Línea fundamental que arma a los obreros y todo revolucionario para entender y analizar.
https://revolucionobrera.com/editorial/imperialismo-2/
https://www.marxists.org/espanol/stalin/1920s/fundam/fundam7.htm
13. Las contradicciones interimperialistas también se expresa y se juega en otros conflictos armados como por ejemplo en el genocidio de los sionistas contra Palestina, en el Kurdistán. Por otro lado, en Pilipinas, en la India, en Nepal se desarrolla la guerra popular. ¿Qué rol van teniendo estos conflictos en este contexto internacional? ¿Qué rol cumplió, en este sentido, los acuerdos de paz en Colombia?
A nivel internacional son muchos y de distintas formas los conflictos que se presentan en los que los diferentes bloques imperialistas se ven involucrados. Esto tiene que ver con los preparativos de una nueva guerra mundial en los que están envueltos los imperialistas para tratar de sobreaguar los efectos de la crisis económica, social, ambiental y sanitaria en la que se encuentran enredados. Ejercicios y apoyos militares a uno u otro bando, incursiones directas sobre otros países, asesinatos y desplazamientos en masa, son parte de los crímenes que los imperialistas directamente o por medio de la acción de gobiernos socios y lacayos de países oprimidos cometen alrededor del mundo. El proletariado no puede filar del lado de ningún bando imperialista, por el contrario, debe luchar por conservar su independencia ideológica, política y organizativa como clase revolucionaria, organizando sendos partidos revolucionarios en cada país como parte de una nueva Internacional Comunista basada en el mlm. Los comunistas no le tememos a la violencia, ni somos pacifistas burgueses.
Luchamos a ultranza por construir una sociedad en paz, pero sabemos que a esto sólo será posible llegar por medio de la vía armada de la Guerra Popular o de la guerra de las masas armadas luchando militarmente contra sus centenarios enemigos de clase, que en Colombia son la burguesía, los terratenientes e imperialistas, por eso desde la UOC (mlm) apoyamos y defendemos las Guerras Populares de Filipinas, Turquía y de la India, siendo esta última la avanzada de la Revolución Proletaria Mundial. Colombia ocupa un lugar geoestratégico muy importante en el desarrollo de una muy probable Tercera Guerra Mundial Interimperialista y se encuentra bajo el yugo del imperialismo estadounidense, principalmente, aún durante el gobierno reformista de Gustavo Petro que no se opone a los planes de ese bando imperialista y que por el contrario les permite desarrollar sus planes económicos y militares en el país.
El llamado Acuerdo de Paz entre el gobierno de Santos y la guerrilla de las Farc, o lo que ahora este gobierno de Petro llama la “Paz Total”, no son más que acuerdos de la burguesía por medio de los gobiernos de turno con los jefes de esos grupos armados para desarmarlos y vincularlos a la institucionalidad del Estado burgués, por medio de puestos burocráticos, indultos y legalización de los bienes obtenidos durante la guerra. Mientras tanto, las bases de los grupos con que se negoció el desarme, son asesinadas, les incumplen los acuerdos, nunca les llega ni la salud, ni la educación, ni el trabajo, ni la financiación a los proyectos productivos. El pueblo en general continúa sufriendo el terrorismo de Estado por medio del asesinato de los líderes populares, de la represión de la policía y el ejército cuando se levanta en lucha directa, del encarcelamiento de los luchadores de las masas -que principalmente son jóvenes sin oportunidades de ningún tipo- y del incumplimiento de los acuerdos que supuestamente debe ejecutar el Estado y el gobierno de turno. De otro lado, la burguesía, los terratenientes y los imperialistas, se lucran con la superexplotación de mano de obra barata y la imposición de gigantescos negocios en las otrora zonas de influencia de los grupos ya desarmados, como los que tienen que ver con el cultivo, producción y distribución de agrocombustibles, minería – oro, esmeraldas, coltán, etc.- y sicotrópicos como la coca, por ejemplo. Como se puede ver, el desarme de unos grupos no significa que se acabe la guerra contra el pueblo. Nuevos grupos armados que van por su tajada del negocio nacen o se reencauchan con nuevos nombres y al final, la disputa económica interburguesa por la renta extraordinaria de la tierra, continúa por medio de la guerra contra el pueblo
14. Ante esta situación se hace necesario impulsar el antiimperialismo. ¿Cómo definen ustedes ese antiimperialismo? Este se puede expresar desde una marcha en contra de alguna fuerza imperialista, contra el imperialismo en general hasta la guerra popular. Hay algunos que se definen como antimperialistas desde una posición socialdemócrata.
Una idea que debería ser del ABC del conocimiento de todo obrero y revolucionario: vivimos en la época de agonía del capitalismo, en la época del imperialismo. Es precisamente uno de los subtítulos de un valioso y muy sesudo documento titulado El Programa para la Revolución en Colombia y que espero sea consultado por todos quienes acceden a esta entrevista, el enlace es el siguiente:
https://revolucionobrera.com/wp-content/uploads/2021/05/programa.pdf
La idea que destacamos al comienzo de esta respuesta, encierra una consideración fundamental de lo que es ser un auténtico y consecuente antiimperialista, ella es que no se puede ser antiimperialista verdadero si no se anticapitalista; pues bien, eso se explica porque el imperialismo no es solo opresión y sometimiento, sino que el imperialismo en lo fundamental expansión del capitalismo, en palabras de Lenin: “El imperialismo es un estado del capitalismo en el que éste, después de haber realizado todo lo que podía realizar, da un viraje hacia la decadencia”. De ahí se desprende que aquella adobada idea de que se puede ser antiimperialista sin ser anticapitalista es un contrasentido absoluto y en política lleva a embellecer la raíz del imperialismo y – independientemente de la buena voluntad- convertir ese “antiimperialismo” en pura demagogia. No es casual que todos los que esgrimen ese tipo de antiimperialismo terminen embelleciendo y sometidos bajo el mando y control de otros imperialistas a los que consideran “buenos”.
Pero volviendo al tema de las alianzas y la táctica y la estrategia; mal harían los comunistas, si de manera dogmática rechazaran el sentimiento de odio que espontáneamente se despierte entre gran parte de las masas y entre los revolucionarios y los llamados “demócratas” hacia el imperialismo, incluso hacia un país imperialista en específico, como es hoy el odio que despiertan los Estados Unidos.
Claro que hay que respaldar toda chispa que contribuya a encender la hoguera de la revolución, lo que no se debe hacer es ponerse a la zaga de esos movimientos, es decir ir como una fuerza más de esas movilizaciones, aceptando dócilmente ese antiimperialismo mutilado. La actitud correcta es luchar a brazo partido por conquistar la dirección de esa gran fuerza social que se levanta contra las tropelías de los imperialistas y llevar la claridad de lo que es ser un verdadero y consecuente internacionalista y antiimperialista.
Visto desde otra arista del problema, el del análisis de clase; el antiimperialismo lo dirige la política de la burguesía o la del proletariado, si lo hace la primera, se vuelve al final de cuentas inofensivo, y al servicio de una u otra facción de la burguesía y de uno u otro imperialismo; si lo dirige el proletariado, ese sí será un verdadero ataque al capitalismo y llevará agua al molino de la revolución proletaria. De ahí que una de las más importantes y urgentes tareas sea la de construir una dirección comunista internacional y la formación de fuertes y auténticos partidos comunistas revolucionarios en cada país, sólo así seremos una fuerza capaz de construir un verdadero movimiento antiimperialista.
15. Ante esta situación para algunos es necesario que los revolucionarios deberían aliarse con las burguesías nacionales, patrióticas, levantar candidatos y asumir el electoralismo en una alianza amplia. ¿Existe la burguesía patriótica, nacional en Colombia y/o en América Latina después de tanto saqueo, firma de TLC, contrainsurgencia e injerencia imperialista?
De acuerdo al análisis de la sociedad colombiana, hecho por la UOC (mlm), Colombia es un país capitalista dominado por el imperialismo. Imperialismo que «como modo de producción internacionalizado, ha encadenado a todos los países con sus modos específicos de producción en una sola economía mundial. El capital exportado actúa sobre los gérmenes o desarrollos capitalistas de los países oprimidos, y como tendencia general, acelera su desarrollo, barre los vestigios de modos de producción precapitalistas, acelera la descomposición del campesinado, todo esto, sin menoscabo de que en algunos países la tendencia predominante haya sido, sobre todo en el comienzo de la fase, a reforzar los modos precapitalistas. La debilidad de esta última tendencia aumenta en proporción directa a la expansión universal del capitalismo imperialista y a la profundización del mismo, siendo inevitable el sometimiento de los modos precapitalistas a las necesidades de la producción mundial; dicho de otra forma, priman las necesidades de la realización de la plusvalía y la acumulación mundiales, sobre las ventajas locales brindadas al imperialismo por los modos precapitalistas de producción en un país o grupo de países. De ahí, que el capitalismo desarrollado en los países oprimidos esté estrechamente vinculado al capital financiero, y su burguesía a la burguesía imperialista». (tomado del Programa para la revolución en Colombia) Por tanto, nuestro análisis es que no hay una burguesía nacional patriótica, pues ella —gracias a la superexplotación de la clase obrera no solo de Colombia, sino que mucha de esa burguesía explota a trabajadores de otros países latinoamericanos—, logra obtener una cuota de ganancia que no le hace sentir alguna necesidad de defender la producción nacional oponiéndose a la injerencia imperialista.
No hay siquiera por parte del gobierno Petro un interés nacionalista, que lo podríamos decir por haber sido de “izquierda” por el contrario Petro ha mostrado su fiel alianza con los imperialistas, los negocios siguen fluyendo y la dominación mejor que antes.
16. Por último, ¿qué llamado hace la UOC MLM al movimiento revolucionario latinoamericano e internacional?
Desde hace muchos años hemos insistido en la importancia de que el Movimiento Comunista Internacional se concrete en un centro internacional, en la Internacional Comunista, la ausencia de este centro ha sido perjudicial para la situación del proletariado mundial y demás masas trabajadoras. Es parte de la crisis del MCI, dicha dispersión organizativa e impotencia política para responder a todos los ataque que el imperialismo ha dado, y es la mayor dificultad, si los imperialistas lanzan la III Guerra Mundial, para responder a ella. En ese sentido, ha sido nuestra preocupación por contribuir a fundamentar algunas cuestiones de carácter histórico y de la ciencia del mlm que hay en discusión en el seno del MCI, presentando una Propuesta de Formulación de una Línea General para la unidad del MCI en el 2016. Igualmente, preocupados por la necesidad de avanzar en la unidad organizativa de los comunistas marxistas leninistas maoístas en el 2022 presentamos una Propuesta de Plataforma de Unidad (pueden encontrarla en el siguiente enlace
https://revolucionobrera.com/internacional/mci/unidad-3/),
partiendo de que aunque existen diferencias ideológicas, programáticas entre otras cuestiones, consideramos que existe una base de unidad que nos permite avanzar en la materialización de una conferencia unificada de los mlm.
Todo este preámbulo es para llamar a los revolucionarios del mundo a discutir alrededor de esta base de unidad y de si con ella es posible que nos unamos pronto y podamos conformar un centro internacional que nos permita organizar las fuerzas del proletariado mundial y demás trabajadores para impedir la guerra imperialista o transformar dicha carnicería en la revolución proletaria mundial que entierre el capitalismo imperialista.