EDUCACIÓN…¿PARA QUÉ?

EDUCACIÓN…¿PARA QUÉ?

Voz Oficial del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo

 

Para la crítica científica.

El proyecto de dominación pedagógica aniquila la cultura de las naciones y clases oprimidas… Debe ser el trabajador revolucionario de la cultura, hombre de pueblo sin dejar el pueblo pero con conciencia crítica, el que conduzca al mismo pueblo a su afirmación cultural.
(pp. 152-153)

La verdad antiideológica es la actitud fundamental pedagógica: descubrimiento de los engaños del sistema, negación o destrucción de lo que el dicho sistema ha introyectado en el pueblo, construcción afirmativa de la exterioridad cultural. Esta tarea es hoy, en la periferia, riesgo de muerte, porque es el hombre crítico, en cuanto que anuncia un futuro más justo el primero en ser eliminado, asesinado, encarcelado: es el testimonio de lo que adviene. Lo hemos sufrido en carne propia y lo han sufrido muchos colegas y compañeros.
(p. 154)

Enrique DusselFilosofía de la iberación, FCE, 2018.

En la actualidad, asumirse o ser militante de una organización revolucionaria (que existen muy pocas que en verdad lo son), significa la condena al estigma y a la aversión de diversos sectores y grupúsculos cuya ambigüedad ideológica camuflan bajo las reivindicaciones particulares de los subalternos, dejando relegada la discusión sobre la lucha de clases y, más que eso, satanizando a quienes criticamos desde la totalidad al capitalismo con descalificaciones como continuar diciendo que abogamos por el totalitarismo y un largo etcétera.

El posmodernismo ha montado un escenario en el que los liberales creen ser rebeldes por adoptar un discurso perverso, anticomunista, que hace ver a los demás liberales etiquetados en sus feudos de lucha parcelaria como rebeldes que están por encima de los antagonismos de clase, pero que en verdad son la pequeña burguesía traidora a la clase revolucionaria que hace suyos los intereses de la clase dominante para evitar extinguir las jugosas migajas del financiamiento del Banco Mundial.

La brutal arremetida del fascismo ha descentrado su poder y continúa excitando a las masas con discursos que debaten sobre una realidad de la cual no se tiene una noción completa, mucho menos total, por lo tanto se siguen convocando a masas cerradas tanto a los templos de las sectas protestantes, como a los partidos políticos de derechas y de un progresismo derivado a la derecha, también sucede lo mismo en las oficinas de las oenegés que discuten sobre los temas en boga dentro de la agenda programada desde el sector financiero del imperialismo.

A pesar de todo el esfuerzo hecho desde organizaciones dedicadas a la educación con un enfoque basado pedagogía crítica, algunas bienintencionadas y otras leales a los intereses del capital, la cultura de las clases explotadas y de los oprimidos sigue en detrimento constante. La educación oficial se degenera mucho más en cada ciclo escolar, el paradigma positivista aplicado a la realidad latinoamericana y la especialización extrema tiene sus consecuencias en la realidad guatemalteca. Por ejemplo, la aplicación de la fallida Reforma Educativa que sepultó a las escuelas normales y le entregó a la única universidad estatal la carga económica de formar especialistas en la educación bilingüe intercultural, se evidencia en este año que empieza el rotundo error en el que se cayó, pues la universidad (que también padece del lastre de la corrupción) ya no ve rentable, ni es capaz de sostener dicha carrera, cosa que atenta seriamente contra la inteligencia de nuestra clase en este país.

Los sindicatos blancos ganaron esta batalla, demostrando su indiferencia y desprecio a la inteligencia humana, o su fascismo, que es lo mismo. Los esfuerzos por crear sindicatos leales a las clases explotadas, como SAMGUA, por ejemplo, han perdido en este campo contra el oficialismo por la pésima dirigencia de algunos caudillos que se vieron envueltos en disputas de poder, moralistas y pugnas internas que evidencian su carácter pequeñoburgués e individualista, por lo tanto, estos solo pueden revivir con una profunda crítica y autocrítica, y con la oxigenación democrática de los espacios de dirigencia sindical.

Educación… ¿para qué? Es la interrogante que nos hacemos, no por desencanto, ni pesimismo. La educación que hacemos se genera desde la periferia, porque las universidades, sobre todo la única estatal, no está interesada en la discusión profunda de la filosofía, del conocimiento de la totalidad, del desengaño y de la visión cruda de nuestra realidad. Haciendo eco de la segunda cita del filósofo Enrique Dussel que encabeza este editorial pensamos en homenajear a los grandes maestros que ha dado Latinoamérica y que han contribuido a la educación desde, por y para los explotados y oprimidos, uno de ellos, el más clasista pedagogo crítico, nuestro camarada Aníbal Ponce, el maestro comunista guatemalteco Víctor Manuel Gutiérrez, quien murió torturado y desaparecido en el mar, y a nuestro camarada, que aún continúa pagando una prisión injusta, Bernardo Caal Xol, a quien no abandonaremos jamás hasta que se haga justicia y por el que continuaremos exigiendo ¡libertad!

Por estas razones, frente esa aberración, frente a ese abismo absurdo, a esa verdad relativa, nuestra educación se mueve de forma dialéctica, contraponiendo al positivismo la negatividad. Así, la respuesta a la pregunta es la siguiente: educación para transformar la realidad de miseria y enajenación física y espiritual de las clases explotadas a través de la revolución; negamos las verdades parciales contraponiendo la verdad total y esta solo la podemos conocer con el estudio del marxismo, porque no hay más alternativa que la revolución, y para hacer la revolución en cualquier parte del mundo, necesitamos una clase en sí y para sí, es decir, ubicada y consciente, valiente e inteligente. Nuestra herramienta en la Guatemala de ahora se llama Escuela Marxista Juan Pablo Wainwright, a la cual el Comité Consultivo alienta a continuar en la lucha por mejorar y superar cada vez más nuestras deficiencias, armando una estructura académica cada vez más seria, porque solo podemos transformar la educación si este trabajo lo hacemos:

Por Guatemala, la revolución y el socialismo

Por: Miguel Tintero

CATEGORIES
Share This

COMMENTS

Wordpress (0)
Disqus (0 )