CHILE. YA NO SON 30 AÑOS SINO AHORA SON 50. OTRO ENGAÑO MÁS.

CHILE. YA NO SON 30 AÑOS SINO AHORA SON 50. OTRO ENGAÑO MÁS.

¿Cuál es la obsesión por los decenios, por el cúmulo de años? ¿Cuál es la obsesión con reducir la lucha de clases al conteo de años? ¿Para qué o por qué reemplazar la lucha anticapitalista por conmemorar cúmulos de años?

Cada cierto tiempo nos imponen la conmemoración de alguna efeméride que cumple algún año redondo (10. 20. 30. 40. 50 etc) como si eso fuera lo esencial, lo fundamental. En esas fechas conmemorativas saltan los discursos más diversos e incluso los progresistas tienen la oportunidad de presentarse furibundos con la injusticia que genera el capitalismo, contra las miserias que genera para después pasada la fecha volver a administrar el capitalismo, sistema que la semana pasada aborrecían, supuestamente.

Esto ocurrió con la consigna que el progresismo impuso durante el estallido social del 2019 “No son $30. Son 30 años” en referencia a la consolidación del neoliberalismo durante toda la transición. Quisieron imponer la idea entre la furia y violencia popular que el problema central y único para los trabajadores y pueblos chilenos era solamente el neoliberalismo y no el capitalismo, y como si el neoliberalismo se hubiese impuesto sin el golpe de estado de 1973. Tratan de imponer la idea que es posible ser antineoliberal sin ser anticapitalista o que se puede ser anticapitalista sin ser revolucionario desde otro sector progresista.

Ahora, viene la conmemoración de los 50 años del golpe.  

Las referencias a Salvador Allende reduciéndolo al combate armado que diera el día del golpe en La Moneda sin tomar en cuenta el proyecto reformista que encarnó, del socialismo desde dentro del Estado burgués, dentro de la legalidad burguesa y en defensa del orden constitucional que le otorgaba la ilegítima constitución de 1925 que para rematar señalando que las fuerzas armadas y especialmente el Ejército eran una fuerza constitucionalista, respetuosas de la constitución olvidando todas las masacres cometidos durante la historia y olvidando que fue Diego Portales el que masacró el ejército patriota que lucho en la independencia imponiendo un ejército mercenario que perdura hasta hoy. La valentía de Allende sepulta todo análisis concreto de lo nefasto que ha resultado para los trabajadores, no sólo de Chile, la Vía Pacífica al Socialismo para la construcción de un verdadero proyecto revolucionario. Por qué no decirlo fuerte y claro: la Vía Pacífica al Socialismo es otra expresión del proyecto socialdemócrata, del eurocomunismo, del reformismo, de la conciliación de clases.

La lucha de clases tiene una más larga data en Chile que los 30 o 50 años como también el capitalismo.

La clase trabajadora y los pueblos no pueden seguir siendo chantajeados por discursos emocionales centrados en la tragedia del genocidio cometido durante 17 años. Los mismos que en estos meses proclamarán los discursos más emocionales son los mismos que pactaron con la dictadura genocida una transición que prolongara la “obra” de ese período dotándola de un manto democrático. Son los mismos que durante esta transición no dudaron en desarrollar todas las políticas contrainsurgentes que le ha permitido la lucha de clases y su intensidad o baja intensidad. Los mismos reformistas de ayer que se presentan hoy emocionados por los 50 años del golpe.

Es en estos 50 años, en medio de esos discursillos, que pretenden legitimar una nueva constitución burguesa carente de todo ejercicio soberanista y participación popular real donde no se pondrá fin al neoliberalismo también cubriéndolo ya no como economía social de mercado como ocurrió durante la transición sino como estado social de derechos. Será es comisión de “expertos” la que llamará a aprobar el nuevo texto constitucional capitalista siendo asumido como propio desde el Partido Comunista de Mercado hasta el Partido Republicano, es decir desde la perspectiva de los 50 años, víctimas y victimarios llamarán a aprobar el mismo texto y visión de Estado capitalista. ¡Que inmundicia! ¡Que traición!

Es tiempo que los trabajadores y pueblos se concentren en lo fundamental alejado de los años conmemorativos y fechas. Lo central es dotarnos de una fuerza revolucionaria que sea capaz de enfrentar al Estado capitalista, a la clase dominante y hacer la revolución desde el pueblo siendo “el pez en el agua”.

CATEGORIES
Share This

COMMENTS

Wordpress (0)
Disqus (0 )