CHILE. PRISIÓN POLÍTICA, PENSIONES DE GRACIA Y VIOLACIONES A LOS DD.HH
Cada vez más Boric avanza en ceder ante la derecha fascista, en asumir como propio su discurso reaccionario. Esta actividad, que va más allá del simple trasvestismo político, sólo fortalece a la derecha fascista y le abre el camino para que este avance electoralmente en las próximas elecciones municipales y de gobernadores como recupere el poder político en las próximas presidenciales al igual que ha ocurrido con todos los gobiernos progresistas. Claro está que cuando esos eventos electorales se produzcan, estos caraduras levantar ese discurso de falso antifascismo para que todos voten por ellos ante la amenaza cierta del triunfo fascista sin decir que ellos son los principales responsables que eso suceda como consecuencia de sus oportunismos, vacilaciones y traiciones.
La derecha fascista se encuentra en plena ofensiva política ante la debilidad y pérdida absoluta de la iniciativa política del gobierno y ante sus recurrentes errores, fallos políticos y pérdida de rumbo. Este gobierno se ha vuelto en algo totalmente irrelevante para los intereses populares y fundamental para los intereses reaccionarios.
Si durante la campaña juró ante el altisimo llevar a tribunales a Piñera por las violaciones a los derechos humanos durante el estallido social, luego lo declaró hijo ilustre de la democracia. Si prometió la refundación de la policía militarizada de carabineros luego saltó a defenderlo y fortalecerlo cual reaccionario. Si clamó por el fin de las AFPs ahora se contenta con defender el proyecto presentado por Piñera y mantener este sistema maldito de pensiones. Si los frenteamplistas hablaban del Wallmapu, de la justeza de sus luchas no dudaron en mantener el estado de excepción por más de un año consecutivo y de aumentar los presos políticos mapuche. La lista de traiciones y de virajes hacia la derecha son demasiadas largas que no caben en esta página y nuestras indignaciones y sueños no caben tampoco en sus urnas.
Durante meses los presos políticos mapuche de la Coordinadora Arauco-Malleco, CAM, han estado en huelga de hambre. Si esta huelga de hambre se hubiese realizado bajo un gobierno de la derecha fascista esta hubiese motivado la inmediata “indignación” por parte del Frente Amplio, el Partido “Comunista” y un ataque frontal a las fuerzas reaccionarias, pero como esta se lleva a cabo bajo el gobierno progresistas sus fuerzas han guardado un vergonzoso silencio como nunca esto a pesar de que debido a la extensión de la huelga las vidas de los revolucionarios mapuche corren riesgo. Las fuerzas progresistas han sido cómplices del brutal cerco mediático, censura que ha pesado sobre la huelga de hambre desde sus inicios. Se han aliado con las forestales para silenciar y reprimir la justa lucha de este pueblo heroico.
Pero el gobierno de Boric y sus fuerzas no sólo se presentan como traidores sino también como irrespetuosos de los tratados internacionales de los derechos humanos. SI después de pedir disculpas y decir que la puesta en libertad de una ínfima cantidad de presos políticos de la revuelta, ahora Boric recurre a la revocación de las pensiones de gracia a quienes sufrieron violaciones a los derechos humanos durante el estallido social del 2019 por tener estos antecedentes penales previos. ¿Qué es lo grave de la situación?
Lo grave de esta situación es que más allá de los antecedentes penales previos de estas personas, hechos por los cuales ya han sido condenadas o están siendo procesadas, quienes han sido víctimas del Estado y sus agentes, quienes han sido violados en sus derechos fundamentales tienen el pleno derecho a recurrir a la justicia, lograr que se repare el daño causado y que el Estado se vea obligado a otorgar una reparación económica como lo establecen los tratados internacionales. No existe tratado o ley nacional alguna que diga, que permita que la reparación económica sea eliminada por antecedentes penales anteriores por cuanto son cuestiones totalmente diferentes, independientes entre sí, que no se tocan y que en el primer caso caen dentro de los delitos comunes y el segundo son acciones cometidos por el Estado y sus agentes que al tener estos el monopolio de la fuerza cobra una gravedad mayor y que a la vez resultan ser imprescriptibles. Pero Boric borra todo lo dicho por el derecho internacional y asume el discurso reaccionario, fascista que precisamente busca desconocer esos tratados internacionales y equiparar las acciones individuales a las acciones del Estado, imponer la idea que las violaciones a los derechos humanos también las cometen personas individuales, particulares, e imponer también la idea que no existen presos políticos sino terroristas y que estos son tan delincuentes como los delincuentes comunes. Una aberración política más del progresismo.
Esa pulcritud que quiere proyectar el gobierno de Boric ante la “opinión pública”, de ser respetuosos del derecho, de las leyes, de lo justo contrasta enormemente, y lo vuelve mentiroso, con los acuerdos comerciales con Julio Ponce Lerou en relación al litio (Codelco-SQM) por cuanto este, Ponce Lerou, no sólo fue parte importante de la dictadura de Pinochet como cómplice de una dictadura que violó sistemáticamente los derechos humanos, que cometió crímenes contra la humanidad y terrorismo de estado y es con ese sujeto horripilante con el cual Boric no duda en hacer negocios.
Asi, Boric y los progresistas no dudaron en defender la constitución del 80, la de Pinochet, en el último plebiscito. Avanzaron a tal grado su traición y trasvestismo político que la presentaron como “NUESTRA CONSTITUCIÓN” sin decir que “su constitución” nació sobre la sangre, la tortura, la desaparición forzada de personas y sobre el fraude. Pero ahí no hay Estado de Derecho y de derecho humanos que valga.
Sin duda, el progresismo, el gobierno de Boric, tienen la capacidad de superarse a sí mismo y de seguro veremos muchos más virajes y traiciones de ellos en estos dos años que quedan de pésimo gobierno.
Boric está pasando a la historia en la misma calidad que Sebastián Piñera. Si Piñera fue nefasto para la derecha, si sus permanentes chascarros y pésimo gobierno llevó al total descrédito de la derecha fascista, si sepultó ese mito urbano que la derecha tenía gente “muy bien preparada” para administrar el Estado, etc., Boric pasará a la historia como un gobernante irrelevante para los intereses populares, donde sus chascarros serán recordados, donde será el sepulturero del pro
gresismo mismo imponiéndole un total descrédito y donde la juventud y la frescura de esta nueva generación quedará en el tacho de la basura como virtud política falsa. Ambos son los sepultureros de sus respectivos sectores políticos. Ambos dejaron a sus sectores sin rumbo, sin la posibilidad de establecer liderazgos de recambio y por tanto acéfalos.
Ante la muerte de este bipartidismo sólo cabe transformar la justa indignación popular en expresión política organizada que avance en la construcción de una oposición anticapitalista, en la construcción de una alternativa revolucionaria que sepulte a estos traidores y verdugos, y que logre la conquista plena de todos nuestros derechos fundamentales.
