CHILE. EL GOLPE DE ESTADO, ENTRE EL FASCISMO DE MATTHEI Y EL OPORTUNISMO DEL PROGRESISMO. AMBOS HIPOCRITAS.

CHILE. EL GOLPE DE ESTADO, ENTRE EL FASCISMO DE MATTHEI Y EL OPORTUNISMO DEL PROGRESISMO. AMBOS HIPOCRITAS.

La carrera presidencial, aquella primera etapa que consiste en la realización de primarias para designar los candidatos presidenciales definitivos de ambos bloques burgueses-capitalistas, tiene a todos ellos en un punto de nerviosismo extremo por cuanto ninguna de las precandidaturas presidenciales se muestra hegemónica, atrayente ni menos convocante ante la «ciudadanía». Por lo demás en cada uno de los bloques, fascista y progresista, cada día se conocen más zancadillas entre ellos, a lo que llaman «fuego amigo» otra forma de hablar de apuñaladas por la espalda. 

Cuando esto sucede aparece como argumento predilecto aquel de la dictadura militar, del golpe de estado y los crímenes contra la humanidad como un intento desesperado por diferenciarse entre ambos bloques como es su interior. 

La candidata de la derecha fascista, Evelyn Matthei hija del ex general de la Fuerza Aérea Fernando Matthei y miembro de la Junta Militar, hizo noticias esta semana al señalar que: “Mi posición es que no había otra. Que nos íbamos derechito a Cuba. Yo lo que quiero señalar es que probablemente al principio, en 1973 y 1974, era bien inevitable que hubiesen muertos, pero ya en el 78, el 82, cuando siguen ocurriendo, ahí ya no, porque había control del territorio”, dijo Matthei.

Las declaraciones fueron hechas en una entrevista de Matthei en Radio Agricultura, una emisora que siempre se ha destacado por su fascismo y una de las vociferantes del golpe de estado, defensora de la dictadura y vocera de la Sociedad Nacional de Agricultura. Matthei estaba como chancha en el barro. Estaba en su casa. 

Ante esta opinión reaccionaria, no tardó en que las fuerzas progresistas saltaran como era esperaba. Como era sabido, toda la crítica moral contra los crímenes fue el denominador común. Pero lo que más resaltó fue la respuesta de Carolina Tohá ex ministra del Interior de Boric e hija de José Tohá ex ministro de Allende asesinado por la dictadura. 

Tohá señaló: «Por ello, requerida sobre las declaraciones de Matthei, Carolina Tohá aseguró que las considera “de una violencia y de una brutalidad que jamás me espere, a estas alturas, tener que escuchar”.

“Nunca son inevitables, menos aún necesarias, el asesinato, la prisión política, los campos de concentración y los secuestros”, enfatizó.

«Tohá reconoció estar especialmente afectada por las fechas determinadas que ella estableció que eran inevitables. La muerte de mi padre entró dentro de esas fechas que ella considera inevitable”, dijo. (Fuente. Diario Universidad de Chile, página web). Hasta ahí la polémica. 

Los silencios del progresismo y mirar para otros lado.

El envalentonamiento de la derecha fascista se debe nada más y nada menos a la colusión que ha existido desde que el progresismo pactara con la dictadura la tan conocida «transición a la democracia» y el posterior perfeccionamiento y prolongación de lo obrado durante la dictadura. La «normalización democrática» supuso también el considerar a quienes apoyaron el golpe de estado y la dictadura como fuerzas democrática por el sólo hecho de participar en las elecciones y estar presentes en el parlamento desde 1990. Fue el progresismo que desde la democracia de los acuerdos ayudó a lavar la imagen de los partidos fascistas ante la «ciudadanía» y mostrarlos como una alternativa democrática viable. Todo eso queda ahora más claro cuando recientemente se ha conocido que el gobierno de Frei asesoró a Pinochet para engañar y mentir ante la justicia británica que lo tenía detenido en Londres para que el genocida burlara la justicia internacional y la cárcel. En otras palabras ni Tohá ni el progresismo se pueden espantar ni escandalizar por las atrocidades reivindicadas por Matthei. Ellos son también responsables de darle larga vida a la derecha fascista. Sobre esa colusión nada dijo Tohá. 

Pero lo más paradójico del caso es cuando Tohá señala:

“Nunca son inevitables, menos aún necesarias, el asesinato, la prisión política, los campos de concentración y los secuestros”. 

En esta parte de la declaración de Tohá da ganas de llorar o de reír a carcajada por lo caradura de la declaración. Veamos. 

«Nunca son inevitables, menos necesarios los asesinatos». La verdad sea dicha. Desde 1990, los gobiernos de la Concertación se dedicaron a desarrollar la guerra sucia contra los movimiento armados que resistieron la dictadura militar. Esta guerra sucia tenía como finalidad la de defender la democracia, el Estado, la constitución y las leyes todas ellas heredadas de la dictadura y de Pinochet de los cuales los gobiernos de la Concertación se declaraban sus opositores. Durante esa guerra sucia hubo muerto de militantes revolucionarios en falsos enfrentamientos como muertos en manifestaciones por los derechos fundamentales y más básicos que el neoliberalismo niega constantemente. La Concertación tiene sus manos manchadas con sangre. 

«Nunca son inevitables, menos necesarios la prisión política». Fue durante el gobierno de Patricio Aylwin que se creó la Ofician de Seguridad Pública y donde se construyó la Cárcel de Alta Seguridad especialmente para los militantes revolucionarios, nuevos presos políticos. Fue durante este períodos que las cárceles de Chile mantuvo a más de 500 presos políticos militantes del FPMR, Mapu Lautaro y del MIR. Todos ellos fueron torturados física y psicológicamente. Más avanzada en la «transición», los gobiernos progresistas más los dos de Sebastián Piñera se han dedicado a llenar las cárceles con dirigentes revolucionarios del Movimiento de Liberación Nacional Mapuche, de jóvenes anarquistas, con presos de la revuelta del 2019 y de mantener a otros presos provenientes de los tiempos de la dictadura. PAra lograr tan macobro fin se ha recurrido a montajes judiciales, a testigos sin rostros, al fomento de la delación, y a la aplicación del Derecho Penal del Enemigo. Nuevamente, Toha no tiene moral para hablar de prisión política. 

«Nunca son inevitables, menos necesarios los campos de concentración y el secuestro». Ha sido el gobierno de Boric, en el cual Tohá fue ministra del Interior estrella, el que ha mantenido el Wallmapu en estado de excepción permanente. ¿Acaso eso no es convertir el Wallmapu en un campo de concentración? Pero fueron las alzas de las movilizaciones estudiantiles del 2006  y 2011 donde las fuerzas terroristas de la policía militarizada de carabineros autorizados por el gobierno de turno, arremetió con toda la represión posible tanto es así que el mismísimo Instituto Nacional de Derechos Humanos emitió varios informes sobre la violación de derechos humanos contra los estudiantes movilizados donde se relata no sólo violencia policial, tortura sino que secuestro de dirigentes estudiantiles secundarios. 

Vayamos a los dichos de Matthei. 

Sin duda los fascistas nada pueden decir ni justificar los horrores que cometió la dictadura militar-burguesa desde el día uno. Sin embargo, aquello de lo «inevitable» merece darle una vuelta. 

El progresismo nuevamente guarda silencio ante el desenlace del gobierno de la Unidad Popular y de Salvador Allende. Le quita el poto a la jeringa y centra su discurso en una crítica moral y ética, en el drama provocado, que nada tienen que ver con el fondo. 

Lo central es que la izquierda reformista convenció a los trabajadores, a los explotados y pobres de la ciudad y del campo que la construcción del socialismo, que la revolución sí era posible sin la toma del poder, sin la destrucción del estado burgués ni de su brazo armado y siempre desde dentro de los márgenes de la democracia burguesa, y de la institucionalidad reaccionaria de clases. El reformismo decidió, tempranamente, reemplazar la lucha de clases por el colaboracionismo de clases y a eso llamaron Vía Pacífica al Socialismo. ¿Acaso no fueron ellos quienes hablaban que las fuerzas armadas eran democráticas y respetuosas de la constitución y de las leyes haciendo caso omiso de todas las matanzas perpetradas por estas a lo largo de la historia? ¿Acaso no fueron los generales Pinochet y Leigh nombrados por Allende siendo posteriormente ambos gestores el golpe de estado y miembros de la Junta Militar? Esto último sólo es una muestra de los equivocado del conocimiento de las fuerzas armadas que tenía la Unidad Popular y de lo iluso que resultaba su proyecto reformista y caricatura de revolución. 

A más de 50 años del Golpe de Estado

Más de medio siglo ha transcurrido desde que se sepultara el sueño reformista de «Revolución con Empana y Vino Tinto», de considerar la «experiencia y proceso chileno como algo excepcional» que pudiera escapar a las leyes de la lucha de clases, y a las máximas planteadas por los fundadores del materialismo histórico y dialéctico como de los posteriores dirigentes revolucionarios del movimiento comunista internacional. La literatura y los hechos históricos señalaban que hacer una revolución socialista dentro de los marcos de la democracia burguesa-capitalista, sin considerar tampoco al imperialismo iba derecho al fracaso y obedecía a su concepción socialdemócrata no confesa y al concebir la revolución como un juego y no como algo serio. 

A pesar de ello, y lejos de enmendar rumbos, la izquierda reformista, ahora progresista, no renunció a cambiar al monstruo por dentro, a humanizar al capitalismo, y a imponer aquello del imperialismo bueno versus el imperialismo malo. El «socialismo burgués» de Lagos y Bachelet, y ahora el de Boric, Jara, Tohá,  Artés, Jadue y demases, es decir, del Frente Amplio y del Partido Comunista, es eso, reincidir en lo que más de 50 años fracaso desde el bombardeo de La Moneda. Siguen con el engaño al pueblo imponiendo la reforma eterna, de la conciliación de clases que va de la mano de más represión, cárcel, tortura, asesinatos, y políticas contrainsurgentes contra el pueblo y defensa de los intereses capitalistas e imperialistas. Como bien dice el dicho popular: No es culpa de chancho sino de quien le da el afrecho. 

Para seguir leyendo. Una lectura revolucionaria sobre el golpe de estado. 

Enver Hoxha, Los trágicos acontecimientos de Chile. Enseñanza para los revolucionarios de todo el mundo (1973)

https://diario-octubre.com/2017/09/15/los-tragicos-acontecimientos-de-chile-ensenanza-para-los-revolucionarios-de-todo-el-mundo-enver-hoxha-1973/

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