CHILE: A 2 AÑOS DEL ESTALLIDO SOCIAL: ¿UN EJÉRCITO AUSENTE?
“Yo, NN, juro por Dios, ante la bandera de mi Patria y por honor de soldado, cumplir fielmente mis deberes militares conforme a las leyes y reglamentos vigentes; respetar la Constitución y las leyes de la República; no inmiscuirme en asuntos de carácter político, ni en nada que sea extraño a mis funciones profesionales; prepararme para ser un soldado valiente y amante de mi Patria y rendir la vida, si fuese necesario, en defensa de ella y de sus instituciones”
Juramento de Soldado del Ejército de Chile
Decreto Supremo Nº 896, 30 de junio, 1933
A partir de octubre del 2019, estallido social, Chile cambió no en su estructura socioeconómica o político-institucional, sino cultural-popular y como esta se relaciona con la clase dominante. Cambió desde la paz burguesa hacia la insurrección de las masas, y desde la mordaza del pueblo hacia su deliberación, más allá que esta haya sido secuestrada y que la institucionalidad se haya impuesto desde el viejo y decadente marco jurídico-político como su columna vertebral.
Lo concreto es que se produjo un desborde de la “institucionalidad” donde el “orden público” y su mantención pasó de un momento a otro a ser letra muerta junto con el “respeto a la autoridad”, la “ley y el orden”. El quebrantamiento de “la ley y el orden”, de los infractores, dio paso a la aparición masiva del “enemigo interno”, y a una respuesta contrainsurgente al amplio pueblo movilizado.
Pero más allá de ello, y en medio de la polvoreda, y como decía el primer escudo nacional de Chile, de José Miguel Carrera (1812), “después de las tinieblas, la luz. O por consejo o por espada”, aparece algo de luz o por lo menos se ve con algo más de claridad como consecuencia de la distancia de los hechos y de la tensa calma en la cual nos encontramos.
Durante las tinieblas
Declarada la rebelión, y en pleno ejercicio la violencia popular, la labor de Carabineros de Chile quedó obsoleta. Los esfuerzos por restaurar el orden público quedan fuera de orden y la labor esencial desde la perspectiva del Estado Oligárquico Mercenario era, como dijo Piñera al declarar la guerra, “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite”. La guerra contra quien la declaraba Piñera era nada menos contra el “enemigo interno”, a saber, el pueblo. Era un enemigo concreto, visible aunque masivo, movilizado y con altos grados de violencia. Pero estaba ahí al frente.
Lo curioso del caso es que siendo el ejército el cuerpo militar encargado de armarse y entrenarse en la defensa del enemigo externo, también hace lo mismo para combatir al enemigo interno, en esta oportunidad la defensa de la “Constitución y las leyes de la República” como de sus instituciones no la ejerció el ejército en plenitud sino que fue carabineros. A este cuerpo policial le cupo la función de ser la guardia pretoriana de ese Estado Mercenario que clamaba por sangre y muertos en defensa de la “república” que no es más que la oligarquía. Fue así, que la gran mayoría de los crímenes contra la humanidad y violaciones a los derechos humanos, aun cuando no existen estadísticas oficiales al parecer, corren por parte de carabineros y no del ejército que también los cometió. Fue curioso como el general Iturriaga declaraba el 24 de octubre del 2019, que «Soy un hombre feliz, no estoy en guerra con nadie», contradiciendo lo declarado por Piñera horas antes. Fueron muchas también las escenas de saqueos donde las patrullas militares se encargaron extrañamente que esos saqueos se llevaran a cabo en «orden» y donde dialogaron con la población que se aprestaba a cometerlos como también muchos registros donde las fuerzas militares dan con todo al pueblo movilizado. Esa dualidad en la respuesta no dejó de ser extraña en una institución jerarquizada, vertical, obediente, armada y de mando único.
Alguien podría señalar que la actitud del general Iturriaga va en la línea que las fuerzas armadas no son deliberantes y como señala el juramento, en el caso del ejército, no se inmiscuyen en política aunque hay también otros que señalan que esta vez el ejército decidió renunciar a sus “deberes militares” ya que no habría estado dispuesto a que el Alto Mando Civil los utilizara para realizar el trabajo sucio para luego abandonarlos a su suerte como ocurrió con el golpe de estado, la dictadura donde una vez iniciada la transición a la democracia, los militares fueron juzgados y encarcelados y los Generales Civiles del golpe no.
También existe la opinión que, ante los numerosos y profundos casos de corrupción al interior del ejército, este no estaba, y no está, en condiciones para resolver mediante las armas un problema político-estructural como en épocas pasadas. Por lo demás, el nivel de desastre y descrédito del conjunto del sistema, régimen y modelo es de tal profundidad que sumado al desgobierno de Piñera, el descrédito de la clase política, y de las instituciones del Estado, y el derrumbe de la constitución del 80 y del neoliberalismo como consecuencia del estallido social, que no había mucho que defender.
La luz.
Retornada la tensa calma se impuso el acuerdo nacional de noviembre del 2019 y con ello el proceso de la Convención Constitucional pero nuevamente el ejército y las fuerzas armadas ha y han estado mudas. Cabe señalar que el resto de las ramas de la defensa nacional como las policías también están sumidas en graves casos de corrupción y abusos de poder.
Pero este nuevo silencio del ejército sigue siendo extraño que a lo largo de la historia de Chile el ejército lo menos que ha sido es “no deliberante” por cuanto ha estado presente en todos los momentos políticos cruciales ya sea para lograr la independencia de Chile, para imponer posteriormente la dictadura de O´Higgins y la constitución democrático-liberal de la mano del general Ramón Freire. Derrocar a los liberales e imponer la dictadura de Diego Portales o incluso hasta conformar una Asamblea Militar que durante el gobierno de Arturo Alessandri (1924) se hermanó con el movimiento popular y tuvo cierto tufo a revolucionario. También el ejército ha estado presente en la anexión del territorio mapuche, en la guerra contra el Pueblo -Nación Mapuche como en todas las masacres y matanzas contra el pueblo anteriores al estallido social como en todos los procesos constituyentes anteriores, pero en el presente no. Cosa rara. Y lo más raro es que a nadie le llama, aparentemente, la atención. Tampoco a los candidatos presidenciales.
Un cuerpo jerarquizado ¿monolítico / homogéneo?
Por más que haya obediencia ciega al mando, verticalidad y mesianismo, el ejército no es o no puede ser una organización monolítica donde no existan las contradicciones, las corrientes de opinión, diferentes visiones sobre la historia pasada, presente y futura, o cómo esta institución se debe relacionar con el pueblo, su concepción de democracia o qué rol va a tener dentro de la nueva constitución o antes de aquello la incidencia que tendrá sobre los contenidos en ese texto constitucional.
Algo debe suceder en los sub-oficiales jóvenes, en los soldados, en las familias de estos al enterarse de tanto casos de corrupción y de desfalcos millonarios que crecen, sus montos, todos los días como también los casos. Esto mismo debe ocurrir en las otras ramas. Sin duda debe haber algún grado de deliberación o algún sentimiento que en algunos pueda aparecer un pequeño sentimiento de desarrollar su propio proceso constituyente para desbancar al generalato corrupto y reaccionario y conectarse con los orígenes independentistas de dicha institución.
Pero esto último es una mera especulación, no existe evidencia a ese respecto y la mención de esa especulación es sólo con la intención de no invisibilizar a este sector sin el cual no estaría completo el puzzle para entender de mejor forma lo que está ocurriendo en estos precisos momentos. Tratemos de responder la interrogante, ¿qué está ocurriendo en el ejército y demás institutos armados en este momento “constituyente” y ante los múltiples casos de corrupción?
Algo para recordar.
1998, Duras represalias contra esposas de carabineros que protestaron por aumento salarial (1)
https://ipsnoticias.net/1998/04/chile-duras-represalias-por-protesta-de-esposas-de-policias/
1998, Duras represalias contra esposas de carabineros que protestaron por aumento salarial (2)
1999, Punto Final, El narcotráfico y la derecha chilena
http://puntofinal.cl/991223/nac.html
2006, ex jefe de la DINA acusa a Pinochet de haberse enriquecido con el narcotráfico
https://elpais.com/internacional/2006/07/19/actualidad/1153260004_850215.html
2012, ex carabinero Carlos Ripetti
2017, En el nombre del general
https://www.youtube.com/watch?v=eQ7UErq3jDY
2018, Ex oficiales denuncian casos de corrupción a través de su ONG
2019, general Iturriaga
2021, La guerra del capitán Harvey
2021α, Denuncian a 15 oficiales de carabineros