CHILE. 1983-2022: 39 AÑOS DE RODRIGUISMO

CHILE. 1983-2022: 39 AÑOS DE RODRIGUISMO

La dictadura militar-burguesa, Pinochet, sin duda marcará un antes y un después entre todas las masacres y matanzas perpetradas a lo largo y ancho de nuestra historia. 

Primero, por haber derrocado a un gobierno constitucional haciendo añicos la misma constitución burguesa ilegítima impuesta por la clase dominante. 

Segundo, porque es la primera vez que se bombardeó La Moneda y primera vez que desde ella se producía resistencia armada por los escoltas presidenciales y por el presidente mismo. 

Tercero, por lo prolongado de la dictadura, por la brutalidad y ejercicio criminal del poder donde Chile se convirtió en un cementerio clandestino y un sitio de tortura como de desaparición forzada de personas. 

Cuarto, porque la dictadura representante de los intereses oligárquicos fue capaz de fundar un nuevo Estado burgués dentro de una nueva forma de capitalismo que perdura hasta hoy y que fue asumido como propio por el progresismo. Esto último constituye el mayor de sus triunfos. 

Quinto, porque fue en estos largos 17 años de dictadura donde el pueblo ejercicio las acciones armadas, la lucha armada urbana con mayor agudeza y donde se fundan nuevas organizaciones armadas al servicio del pueblo. Primero fue el nacimiento del Movimiento Juvenil Lautaro (1982) y el año siguiente el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) con un apagón nacional. También fue testigo de la recomposición del MIR, de la generación de los comités de autodefensa de masas, de las unidades de combate y de las milicias populares que en el caso del FPMR fueron las Milicias Rodriguistas (MR).

Destacamentos de combatientes internacionalistas junto a los cuadros formados en el interior de Chile dieron forma al FPMR. Si bien el proyecto inicial, originario, era que el conjunto del Partido Comunista se transformara en un partido para la guerra revolucionaria, para la revolución que no sólo buscara el derrocamiento de la dictadura sino que tuviera como objetivo la toma del poder, al final el FPMR quedaría como un aparato armado al servicio no del pueblo y de su liberación sino al servicio del reformismo y revisionismo enquistado en la dirección del PC hace mucho tiempo y que había asumido la conciliación de clases a lo que denominó la Vía Pacífica al Socialismo. 

Con todo, la combatividad y audacia de los Rodriguistas supo hacerse pueblo y mito, leyenda urbana, pobladora, indígena, y miliciana. Son muchos los relatos y testimonios que dan muestra de la valentía, entrega y heroísmo de los rodriguistas desde sus comandantes caídos hasta el más abajo de sus estructuras. Desde las proclamas y manifiestos hasta los panfletos confeccionados artesanalmente. De eso está también escrita la historia reciente de Chile. Algún día se tendrá que escribir la historia militar del pueblo, de la clase obrera. 

Pero, si bien el Rodriguismo fue ejemplar en dar combates ejemplares en el campo militar, paramilitar y de masas, no supo dar el combate esencial sin el cual no pudo constituirse en una nueva experiencia de partido revolucionario. 

Su origen orgánico y político desde el Partido Comunista también supuso asumir la herencia ideológica del comunismo chileno. El reformismo y revisionismo, esa interpretación sesgada del marxismo-leninismo convertido en electoralismo como principal forma de acumulación de fuerzas, el permanente deseo de perfeccionar y humanizar el capitalismo y la democracia burguesa por parte de la izquierda clásica desde mediados de la década del 30, también fue traspasado al Rodriguismo.

Esto explica la incapacidad del Rodriguismo de construir una dirección revolucionaria y dar con una estrategia político-militar también revolucionaria ya que tiempo después lo diseñado por Raúl Pellegrín (Guerra Patriótica Nacional, GPN) sería desechada y enterrada por los nuevos cuadros dirigentes y reemplazada por quién sabe qué cosa. Cosa que hasta ahora nadie conoce y que ha llevado al eterno fraccionamiento, desviación hasta que muchos de ellos se han disuelto al interior del nuevo progresismo llamado Frente Amplio. Algunos intentaron inscribir el Rodriguismo como partido legal-electoral por lo tanto la desviación del proyecto da para todo incluso para aquellos que en los últimos eventos electorales abrazaron y llamaron a votar por el Apruebo incorporándose con entusiasmo a la salida burguesa de la crisis capitalista. Estos 39 años no han sido 39 años de heroísmo sino también de desviaciones en el camino que han ido a contrapelo del camino mismo trazado por los pueblos y por la clase. 

En concreto, hoy se cumplen 39 años de Rodriguismo por cuanto este, el Rodriguismo, se ha convertido en parte de la memoria del pueblo, de su historia pero no en los 39 años del FPMR ya que este prácticamente no existe, entendiendo por existencia de una organización revolucionaria que se encuentre inserta en el pueblo y en la clase, que cuente con una estrategia, táctica, programa y plataforma de lucha asumida por los sectores organizados y en lucha del pueblo, con una construcción científica-revolucionaria del partido, por una lucha constante contra el reformismo, el revisionismo, el aparatismo y el militarismo, es decir, mediante la construcción de una dirección revolucionaria. Todo eso no existe y es esa inexistencia la que hace que el FPMR se encuentre ausente de las luchas actuales y pasadas y que el Rodriguismo ande y anide por ahí de la misma forma que lo hace el Guerrillero Popular Manuel Rodriguez que llega desde siglos pasados hasta nuestros días. 

La historia nos debe enseñar que no es suficiente empuñar el fusil, asumir la lucha armada para ser revolucionarios. El fusil debe ser expresión de la ideología revolucionaria, de la estrategia revolucionaria hacia la toma del poder y hacia la construcción del socialismo. Un fusil lo puede cargar un reformista, un fascista o un revolucionario. Hacia dónde dispara cada uno, contra quién se empuña y para qué se usa lo determinará su ideología, su visión de mundo, su visión de sociedad. Los fusiles en definitiva no se cargan con balas sino con ideología y si esa ideología es revolucionaria entonces debe realizar los combates hacia el interior de la organización en el entendido que dentro de ella también está presente la lucha de clases, la lucha ideológica. 

La agudización de la lucha de clases dirá si el Rodriguismo alguna vez se construye en una dirección revolucionaria, en un partido revolucionario en lo que podría ser un Rodriguismo de Nuevo Tipo. La historia dirá si lo aportado por el Rodriguismo es asumido por las nuevas generaciones. O también será la historia la que mantenga al Rodriguismo en la actualidad como lo que está: ausente e inexistente. 

Los cuadros dirigentes deben responder ante esta ausencia, ante esta inexistencia. Deben rendir cuenta ante el pueblo rodriguista, ante el pueblo en general. 

Panfleto antiguo del FPMR

El Rediseño, documento elaborado por el comandante Raúl Pellegrín posterior a la separación del FPMR del Partido Comunista. 

http://www.archivochile.com/Izquierda_chilena/fpmr/de/ICHfpmrde0009.pdf

https://www.nodo50.org/pretextos/pellegrin.html

NOTA. Este artículo apareció en América Rebelde de RPI, medio asociado con América Rebelde, el 14 de diciembre, 2022.

 

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