CHE GUEVARA: EL ANTIIMPERIALISMO Y LA LUCHA SIN CUARTEL
El imperialismo como el problema fundamental para los pueblos pobres del mundo, para los explotados se encarga, el mismo, de ratificar esa condiciones cada vez más. Por más brutal que sean la guerras, la amenazas de una guerra terminal entre los centros imperialistas, por más que unos y otros amenacen con una guerra nuclear, lo real y concreto es que la contradicción principal es entre los pueblos pobres del mundo y el imperialismo. Entre el Sur saqueado, explotado y vilipendiado y el Norte opulento y genocida.
En esa lucha antiimperialista los destacamentos revolucionarios marchan frontalmente es una lucha a muerte, sin cuartel y sin tregua. Así lo han entendido los pueblos victoriosos.
Hoy, el desarrollo de la guerra imperialista está en toda la orbe específicamente en los pueblos de la TRIcontinental, en Asia, África y América Latina en grados e intensidades diferentes, en desarrollos desiguales pero todas esas ofensivas criminales formando parte de la misma estrategia de dominación mundial.
La guerra de exterminio contra los pueblos heroicos de Palestina y Kurdo. La resistencia del Pueblo de Corea del Norte contra la siempre presente amenaza imperialista de una guerra e invasión. La resistencia antifascista de los revolucionarios turcos. Las nuevas luchas de los pueblos africanos contra el colonialismo y el neocolonialismo. Las luchas de los pueblos latinoamericanos por su autodeterminación y liberación. La también guerras populares en Filipinas, India y Nepal como respuesta frontal, radical al imperialismo. La emergencia de un recrudecimiento de la guerra en Medio Oriente nos indica a todos que la lucha contra el imperialismo se debe impulsar hoy más que nunca.
Es en este contexto que la convocatoria para este 4 de julio de un encuentro continental antiimperialista tiene, cobra una importancia esencial no sólo en el plano político e ideológico coyuntural sino a la vez estratégica. Pensar un proyecto revolucionario sin plantearse la lucha antiimperialista, sin tener al imperialismo como el principal enemigo, y con ello al neocolonialismo, es no asumir en cabalidad un proyecto revolucionario genuino, real.
En ese caminar, en esa sin cuartel la exigencia y lucha por la vida y la libertad de todos nuestros políticos todas y todos ellos luchadores revolucionarios antiimperalistas cobra también un importancia cardinal. Quienes olvidan a sus presos abandonan la lucha y se pasan al bando del enemigo, del amo, dueño y patrón. Lucha por sus libertades y vidas, es luchar contra el Derecho Penal del Enemigo, por los Derechos Fundamentales, contra los montajes político-judiciales, contra los gobiernos represores, contra la fascistización de nuestras sociedades de mano de la antigua derecha decadente y asesina y de la mano de los nuevos amos vestidos de progresistas. Así como la dominación y políticas genocidas imperialistas no tienen fronteras tampoco nuestras luchas, nuestros pueblos deben tener fronteras porque nuestras luchas son también de carácter internacionalista.
