BORIC EL TRAIDOR. PIÑERA EL DEMÓCRATA

BORIC EL TRAIDOR. PIÑERA EL DEMÓCRATA

«Estoy convencido y no tengo ninguna duda que el Presidente Piñera es un demócrata, que en su gestión, en sus dos gobiernos, buscó genuinamente lo que él pensaba era lo mejor para el país»

Gabriel Boric, 2023

Relativismo Moral y Negacionismo Histórico

Los dichos recientes de Gabriel Boric en relación a su antecesor, Sebastián Piñera, son de una gravedad inmensa especialmente cuando estas se realizan en el contexto del 50º aniversario de la Insurrección Armada Burguesa-Fascista contra el gobierno de la Unidad Popular y Salvador Allende. 

Son del todo grave porque en ella encontramos un relativista moral esencial. Imponer la ideología que Piñera «en ambos gobiernos» «buscó GENUÍNAMENTE lo que él pensaba era lo MEJOR para el país» es lo mismo que plantean los defensores del nazismo, del franquismo y del pinochetismo en relación a Hitler, Franco y a Pinochet. Desde esta misma perspectiva impuesta por Boric ninguno de esos movimientos nazifascistas que defienden a esas dictaduras podría ser condenado ni repudiado por ellos también «genuínamente» piensan en lo que dicen y ellos tampoco tienen «ninguna duda» y lo señalan desde sus convicciones. 

Pero a ese relativismo moral de Boric se agrega el negacionsimo histórico que él mismo, y el conjunto de la coalición de gobierno vienen imponiendo. Al señalar que Piñera es un demócrata en «ambos gobiernos» es negar lo que sucedió en ambos períodos. 

Primer Gobierno de Piñera. 

El 2011 se producen la mayores marchas masiva estudiantiles contra el fin del lucro y por una mejor educación. Las marchas alcanzaron tal nivel de convocatoria, algunas de ellas sobrepasando al millón de personas, que prontamente otras demandas históricas se fueron sumando como fue la Nacionalización del Cobre y de los recursos naturales, la Nacionalización del Agua, Fin del Código Laboral, Fin al Neoliberalismo, No Más AFP. Todas ellas planteaban cambios estructurales al actual sistema de dominación. El movimientos sindical se unió a las protestas llegando a un momento de convocar a un paro nacional a las puertas de una huelga productiva. En medio se esa alza de las movilizaciones (donde Gabriel Boric, Giorgio Jackson y Camila Vallejos eran los dirigentes estrellas del movimiento estudiantil universitario) es intervenido y bajado por el reformismo donde el Partido Comunista tuvo gran incidencia es «institucionalizar» la protesta y evitar una huelga productiva. 

La huelga fue intervenida, el paro se bajó y los dirigentes estudiantiles llevar la «lucha» al interior del parlamento, altamente desprestigiado y repudiado por la mayoría de la población, lo cual llevó a la muerte de la movilización nacional. El reformismo prefirió negociar con la «clase política» que con el pueblo, los trabajadores y sus organizaciones. 

Esa furia movilizada no fue solamente consecuencia del sistema de dominación imperante sino también debido a la represión ejercida por Piñera contra las manifestaciones. El terrorismo policial recrudeció como nunca antes. Los informes de graves violaciones a los derechos humanos emitidos por el Instituto Nacional de Derechos Humanos, INDH, así nos lo muestran. Torturas en comisarías y al interior de los carros policiales, abusos sexuales contra las detenidas y represión bestial contra los manifestantes. Ese fue el primer gobierno de Piñera que Boric señala que él, es decir Piñera, «buscó lo mejor para el país» en su calidad de «demócrata». 

Segundo Gobierno de Piñera

Si las movilizaciones del 2011 fue una de las movilizaciones nacional y popular que antecedieron lo que sucedería el 2019, el 2019 el estallido social superó todos los análisis relativos al descontento de la clase trabajadora. 

También comenzada desde la rebeldía del movimiento estudiantil secundario contra el alza del pasaje del transporte público en $30, pronto esa rebeldía se transformó en un estallido que duró cinco meses a nivel nacional. La masividad nuevamente se tomó los noticieros nacionales e internacionales. Las imágenes de las tomas de las principales avenidas en Chile y el ejercicio masivo de la violencia popular contra el terrorismo policial fue lo más notorio. Los crímenes contra la humanidad comenzaron a cubrir las pantallas de sangre: cientos de personas heridas, golpeadas. Cientos de personas con trauma ocular (600), dos personas que pedieron sus globos oculares derivado de disparos policiales. Una decena de personas asesinadas (45). Mujeres que denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de las fuerzas terroristas policiales (600), miles de torturados, poblaciones allanadas y las avenidas militarizadas en medio de toques de queda. 

En todo eso fue precisamente Boric en su calidad de diputado el que interviene el estallido social y negocia con la derecha fascista y la derecha progresista el acuerdo constitucional poniendo en el centro la consigna traidora de una nueva constitución y no el fin del neoliberalismo. En ese acuerdo concurre Piñera y toda la casta política incluido el Frente Amplio (firmante y gestor) y el Partido Comunista (no firmante pero impulsor y participante de los acuerdos derivados). 

Las violaciones a los derechos humanos, el terrorismo de estado ejercido durante el estallido social no fue parte del acuerdo político-constitucional….me equivoco si fue parte en su versión de impunidad y reservado como elemento de campaña para la futura contienda electoral presidencial. 

Este este segundo gobierno de Piñera al cual Boric elogia y al cual Boric llama como el ejercicio democrática por el bien del país. 

Cobardes con fusiles

Tanto Piñera como Boric son cobardes con fusiles. Se permiten lanzar la mayor de las amenazas contra el pueblo movilizado y enfurecido pero contra los organismos mercenarios y asesinos del estado no escatiman todos los elogios y apoyos posibles cuando esos fusiles y tanques son dirigidos contra el pueblo mismo. 

Las traiciones están a la orden de la carta y para ser rigurosos no son traidores porque siempre han sido claros en sus intenciones de defender el capitalismo lo que ocurre es que lo han dicho de una forma que el común no los entiende hasta que comienzan a poner en práctica esa defensa capitalista y es ahí que las masas se sienten engañadas y traicionadas. No son traidores, en estricto rigor, sino cobardes y asesinos. 

Pero que mejor que ver los registros mismos de la prensa reaccionaria: 

Cuando Piñera le declara la guerra al pueblo movilizado durante el estallido social del 2019

Durante la campaña presidencial, en un foro de los candidatos presidenciales, Boric avisa a Piñera de ser perseguido por las violaciones a los derechos humanos. La historia posterior es muy diferente. 

Boric, Sobre Piñera «No creo que haya ordenado violaciones a los derechos humanos»

Boric califica a Piñera de Demócrata

Boric. La falsedad de la defensa a los derechos humanos sea donde sea que sean violados

Boric asiste al cambio de mando en Paraguay. Boric no tiene reparos en concurrir a Paraguay no sólo con el asesino de Piñera sino también a un país que viola los derechos humanos y asesina a menores. 

Boric no dijo ni media palabra sobre el caso de la desaparición de Lichita a manos de las FTC (Fuerza de Tarea Conjunta) del Ejército asesino de Paraguay, sobre el asesinato de las niñas Lilian y María Carmen acusadas falsamente de ser parte del Ejército del Pueblo Paraguayo, EPP. 

El discurso de propaganda sobre los derechos humanos por parte de Boric queda archivado y olvidado cuando llega a Paraguay un país que fue dominada por la brutal dictadura de Alfredo Stroessner y que los crímenes cometidos durante ese período no han visto justicia alguna y el fascismo impuesto en esa época sigue plenamente intacto y sus fuerzas armadas continúan con las mismas lógicas y doctrinas. Para Boric estos no son motivos suficientes para no asistir al cambio de mando en una caricatura de democracia o en una dictadura encubierta por los medios reaccionarios. 

Si Boric es capaz de asistir a Paraguay bajo un manto de «normalidad democrática» sin siquiera mencionar ni menos presionar por los casos de las menores asesinadas, que califique a Piñera de «demócrata» es parte de su ideología y traición, o más de su cobardía. 

Relato. Asesinato de Lilian y María Carmen, niñas de 11 años. 

¿Dónde está Lichita?

Pero en todo este manoseo impúdico, asqueroso propio de las prácticas de la clase dominante, de su concepción de la política, está también inmerso el pragmatismo y reformismo del Partido Comunista que ha avalado sin reparos las acciones de Piñera y que ha sido un partido fundamental en la continuidad y estabilidad del mismo. 

Guillermo Teillier ha heredado a la historia del falso PC el período más reaccionario de su historia donde no sólo fue dócil al perfeccionamiento del neoliberalismo llevado a cabo por la Concertación sino que fue parte también de su administración al ser parte de la Nueva Mayoría y ahora en el gobierno de Boric. Pero no sólo eso. El falso PC ha avalado toda la política represiva del Boric, su injerencismo en los asuntos internos de otros países soberanos y ha guardado silencio ante la firma, por ejemplo, del TPP 11 por parte de Chile. 

El pensamiento honesto y revolucionario de las bases comunistas tarde o temprano se tendrá que hacer expresar ya sea mediante la reconstrucción y recuperación del PC para un proyecto genuinamente revolucionario y socialista o mediante su abandono para abrazar definitivamente el comunismo revolucionarios. 

 

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