
BASTA DE PERSEGUIR A LA FAMILIA VILLALBA. NO A LA EXTRADICIÓN
BASTA DE PERSEGUIR A LA FAMILIA VILLALBA, DE EJERCER VIOLENCIA SOBRE SUS HIJAS E HIJOS.
QUE SE RESPETE EL ESTATUS DEL REFUGIO POLÍTICO.
NO A LA EXTRADICIÓN.
Los organismos de defensa de los derechos humanos, de los derechos de las niñeces, y de los derechos de las mujeres, expresamos nuestro profundo repudio por los allanamientos violentos e irregulares de tres domicilios habitados por integrantes de la familia Villalba.
Estos allanamientos requeridos por Paraguay y ordenados por el juez Ercolini, fueron realizados en la madrugada del 12 de abril. En ellos fueron detenidas -con fines de extradición Myriam, Rosa y Tania Villalba, quienes se encuentran en Argentina en carácter de refugiadas políticas, lo que hace a la acción fuera de las normas del derecho internacional.
En la orden de allanamiento y prisión estaba también la prisión de Mariana Ayala, de 82 años, abuela de las niñas asesinadas en Paraguay, a quien no encontraron en el domicilio.
Desde el gobierno de Paraguay quieren presentar tanto a la abuela, como a las niñas, y a las hermanas de Carmen Villalba -presa en Paraguay por participar del EPP, Ejército del Pueblo Paraguayo-, como terroristas, intentando escarmentar a toda la familia.
Fuertemente armados, un gran número de agentes de seguridad entraron a la casa donde se encontraba Myriam Villalba, 8 niñes de la familia de 6 a 13 años, y 2 adolescentes. A todos ellos y ellas encañonaron con armas largas, interrogaron a les niñes, rompieron lo que estaba a su paso, con fuerte violencia que se prolongó hasta el momento en que se apersonaron el abogado y personas cercanas a la familia. Del mismo modo, en los otros domicilios cometieron abusos, por ejemplo, esposaron a una niña de 13 años.
Esta gran violencia ejercida por las fuerzas de seguridad imprimió y reafirmó la cruel y siniestra realidad de prácticas dictatoriales, genocidas, del país del que se fueron. Una de las niñas, Elizabeth, hija de Myriam, cumplía 10 años ese 12 de abril. Fue un día atravesado por la angustia y el dolor, reviviendo lo sucedido con sus primas y hermana en 2020.
Las organizaciones que trabajamos en la defensa, promoción y protección de derechos de niñeces y adolescencias, los organismos de derechos humanos, las colectivas feministas, los movimientos sociales, sindicales, políticos, y todas las instituciones enmarcadas en los derechos consagrados en las Convenciones de Derechos Humanos y los Derechos Internacionales de los Niños, denunciamos lo acontecido, dando a conocer la ilegalidad y vulneración de derechos realizados por fuerzas represivas del Estado Argentino.
En estos años y en forma reiterada nos hemos solidarizado con la familia Villalba. En primer lugar, por el criminal asesinato de las niñas argentinas de 11 años, hijas de Myriam y de Laura Villalba por el ejército paraguayo, y por la desaparición de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, Lichita, hija de Carmen Villalba, hechos por los cuales se ha expedido críticamente el Alto Comisionado de Naciones Unidas, señalando su preocupación por la falta de justicia en Paraguay. También se expresaron en ese sentido, distintos otros organismos regionales de derechos humanos.
Hemos reclamado también por el arresto y detención arbitraria de Laura Villalba, quien está próxima de ser nuevamente enjuiciada, en mayo de este año, bajo la acusación armada de “terrorismo”.
Denunciamos al mismo tiempo que a Carmen Villalba, luego de cumplir su condena de 18 años, le crearon otra causa para prolongar su prisión.
Toda la familia Villalba residente en Argentina desde 2009 adquirió estatus de refugiados políticos y recibió muestras de solidaridad de numerosos organismos públicos y de la sociedad civil durante los tres últimos años.
Los allanamientos realizados a partir de un operativo ordenado por la justicia paraguaya, avalado por las autoridades argentinas, violenta normas del derecho internacional, hecho que no podemos dejar de comparar con la invasión de la embajada de la República de México realizada por el Gobierno de Ecuador hace pocos días.
Myriam Villalba es mamá de Lilian Mariana y tía de María Carmen, las dos niñas asesinadas, y es tía de Lichita, la niña desaparecida. Otra de las detenidas, Tania, de 23 años, estudiante de Medicina, es sobreviviente y con Anita Oviedo Villalba –hermana melliza de Lichita- y Laura Villalba son testigos principales del operativo en el que asesinaron a las niñas y posteriormente desaparecieron a su hermana. Anita también tuvo que revivir en este violento operativo, los momentos tremendos vividos en Paraguay en esas jornadas. Si agregamos a esto la prisión de Laura Villalba, desde diciembre de 2020, está claro que lo que el gobierno paraguayo busca es callar a quienes podrían dar testimonio de sus crímenes.
Condenarlas por terrorismo y encarcelarlas de por vida en las nuevas cárceles de alta seguridad que están construyendo, es parte de los objetivos. También buscan estigmatizarlas frente a la opinión pública, con artículos y notas como las publicadas en estos días por ABC, y otros medios de comunicación de Paraguay.
Luego de que fueran excarceladas en función del reconocimiento del refugio político, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich realizó declaraciones de que iban a extraditarlas, ya que ése era su compromiso con el gobierno del Paraguay. Es un hecho inaceptable que viola una vez más las normas del derecho internacional.
Expresamos nuestra solidaridad con la familia Villalba y reclamamos al Juez Ercolini, así como al gobierno argentino, que cese la criminalización y persecución de la familia Villalba, el respeto a su carácter de refugiadas por parte del Gobierno Argentino y que desista del pedido de extradición.
Justicia para Lilian Mariana y María Carmen.
Aparición con vida de Lichita.
Libertad a Laura Villalba.
Libertad a Carmen Villalba.
Cese de la criminalización, estigmatización mediática,
persecución y violencia de los estados a la familia Villalba.