MR-13: SALUDO DE HONOR A LA LUCHA ANTIFASCISTA EN GUATEMAL

Voz Oficial del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo

Para la crítica científica.

Es cierto que los días que habremos de vivir
nunca serán suficientes,
sobre todo,
si nuestros actos son mayores que las palabras
que digamos.
Mario Payeras, Poemas de la zona reina (1972-1974), Edición Artemis, p.19.

A sesenta y un años de iniciada la guerra popular y revolucionaria en Guatemala con la sublevación de algunos oficiales dignos en la llamada «Conspiración del niño Jesús», en la cual se alzaron estos en algunos cuarteles de Zacapa, Puerto Barrios y ciudad de Guatemala, siendo un primer intento de transformar al país por medio de la lucha armada y la posterior fundación del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13), La Chispa saluda a los compañeros que sobreviven en la actualidad y que fueron militantes o continúan siéndolo de aquel movimiento revolucionario.

Celebramos este acontecimiento también los comunistas en Guatemala, porque simpatizamos y somos militantes de las ideas que enarbolaban en su lucha camaradas nuestros, como el coronel Paz Tejada, y que en el ocaso de su vida, nuestro eterno comandante Turcios Lima, entendió de manera total, ya que poco antes de su trágico fallecimiento solicitó adherirse como militante a nuestro heroico partido, el PGT, el partido de los comunistas en Guatemala.

En aquel entonces, muchos oficiales estaban descontentos con las condiciones de desigualdad que regían y se mantienen a la fecha dentro de la institución castrense, pero solo unos pocos tuvieron la suficiente valentía y heroísmo para rebelarse contra la injusticia. He ahí una de las causas primordiales que llevaron a muchos de estos dignos guerreros populares a tomar conciencia real y verdadera de las necesidades de las amplias mayorías del país.

La lucha por sus necesidades inmediatas lleva a muchos de los sobrevivientes del primer momento de rebeldía armada a sumergirse en el mar de demandas populares por acceder a una vida digna, pocos entendieron que la revolución no puede hacerse a espaldas de los explotados.

En aquel entonces, en la década de los sesentas, se radicalizaban las contradicciones de clase y parte de esto lo determinaba también la corrupta administración característica y continua de la derecha liberal y fascista de Guatemala. Además, también existía una oficialidad consciente de su historia inmediata y de la dignidad de la que había gozado en algún momento la institución armada, sobre todo como fruto de la Revolución guatemalteca del 20 de octubre de 1944, por lo que se forjaron verdaderos hombres, valientes guerreros que también accionaron en contra de los lacayos serviles de las cúpulas militares que le dieron y continúan vendiendo a precios módicos la retaguardia a los intereses yanquis, vendiendo la soberanía del país en detrimento de los militares honestos que, aunque no parezca, sin duda han de existir en nuestro país, pero que están aplastados por la bota de payasos arrastrados y cobardes comandantes en jefe, como Jimmy Morales, o el homosexual solapado mas no reprimido y presidente actual de este remedo de nación, Alejandro Giammattei Falla, y demás funcionarios públicos y mandos militares, quienes en su afán nacionalista no son, ni por asomo, patriotas, pero sí se llevan por delante a toda la institución militar haciendo hasta del más degradado rango, siervos inconscientes o simples peones de los grandes narcos gringos (el verdadero narco).

La irrupción del MR-13 en la acción contestataria contra este gobierno derechista recalcitrante que administra los intereses de los capitalistas en nuestro país desde finales del 54, lleva a algunos compañeros alzados en armas también a comprender que la revolución en Guatemala debe ser antifeudal, antiimperialista y antifascista, por lo que, en alianza con el PGT, se decide llevar adelante la vía armada para lograr la toma del poder luego de que nuestro partido aprobara «toda forma de lucha» como válida y de que se hubiera aceptado, en algún momento, que los comunistas llevaran la dirección política de la guerra.

Debido a disputas de carácter conceptual sobre el sujeto revolucionario en la realidad nuestra y también a la indisciplina o la iconoclastia de algunos personajes, además de la infiltración de los espías yanquis de la CIA, de los troskistas, o de las posturas anarcoides y pequeñoburguesas antipartido, pero sobre todo antiunitarias, de algunos de los exiliados y ex militantes comunistas de la JPT (Juventud Comunista en Guatemala) que se convirtieron en altos mandos de la guerrilla guatemalteca y renegaron del partido, es que se pierde la unidad táctica en la dirección de la lucha armada, consecuencia de muchos de los errores tácticos, que son de sobra conocidos y están recogidos en la historiografía de la guerra, y que se da la derrota del movimiento revolucionario que culmina con la firma de los «Acuerdos de Paz».

Saludamos con honor la vida de la organización hermana, de sus cuadros sobrevivientes, de los muertos que aportaron su sangre a la lucha por la transformación de la Guatemala de ahora, de los que fueron olvidados hasta por la historia, pero que nunca morirán, porque continuamos caminando hacia la concreción de la idea que les llevó a ese trágico destino.

Saludamos el heroísmo de los primeros alzados, el antifascismo que movió a todos los sectores revolucionarios que lucharon en la guerra de 36 años junto con los explotados, apreciamos también la actitud crítica y autocrítica de quienes leen el día de hoy y están dispuestos a continuar esta lucha que sigue abierta.

Convocamos a los militares que deseen luchar contra el fascismo y por la soberanía del país, ayudando a equilibrar esta guerra injusta y desigual del ejército de los ricos y poderosos contra los pobres y explotados, y a enterarse de que solo pueden alcanzar la estatura heroica de un verdadero militar imitando el ejemplo del coronel Paz Tejada, o el ejemplo del comandante eterno Augusto Turcios Lima, quien entendió al final de su vida y de su lucha que era la vida misma, que solo puede existir un ejército que defienda a un pueblo soberano si este se forja al calor de la lucha.

Por Guatemala, la revolución y el socialismo.

Por: Miguel Tintero

Artículo aparecido el 28/11/21 en: 

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