
LICEO DE APLICACIÓN. INVENTAR NUEVAS CATEGORÍAS PARA REPRIMIR.
Un sorpresivo allanamiento se llevó a cabo ayer, 7 de noviembre, en el Liceo de Aplicación por parte de las fuerzas especiales / antimotines de la policía militarizada de carabineros a solicitud del departamento de educación de la municipalidad de Santiago cuya alcaldesa es militante del Partido Comunista. La exigencia de allanamiento fue realizada por el encargado municipal de educación, Rodrigo Rocco, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Unversidad de Chile, Fech, durante la década de los 90s y también militante del Partido Comunista.
La imagen de las fuerzas especiales uniformados, de civil y encapuchados en los patios del Liceo de Aplicación trajo a la memoria lo que sucedía durante la dictadura de Pinochet cada vez que los estudiantes de esos años se tomaban el establecimiento con las mismas demandas que hoy levantan los aplicacionistas rebeldes. Nada ha cambiado. Si ayer la represión contra la juventud rebelde se llevaba a cabo bajo la dictadura fascista hoy es bajo una dictadura “progresista”.
Lo más escandaloso de todo ello, más allá del allanamiento, es la capacidad de mentir y tergiversar lo sucedido por parte de la prensa reaccionaria como por parte de las autoridades política-educacionales. Para ocultar la evidente violación a los derechos humanos básicos, estos reaccionarios han presentado la detención ilegal de más de 100 estudiantes secundarios bajo el rótulo de haber sido RETENIDOS. Ellos saben que dicho concepto, “retención”, no existe en ninguna de las leyes represivas, ni menos en el Código Penal. Saben que es una categoría inventada para ocultar el hecho que los estudiantes fueron DETENIDOS en un lugar que la misma legislación no faculta para esos fines, cual es, un establecimiento educacional. Así, las detenciones fueron hechas son del todo ilegales y con una violencia evidente contra una población adolescente completamente desarmada. Es la aplicación de la violencia terrorista contra adolescentes en un contexto de establecimiento educacional y en el ejercicio legítimo de la protesta social.
Las autoridades para justificar su violencia terrorista han introducido también la calidad de “infiltrados” entre los detenidos al señalar que entre ellos habrían estudiantes universitarios y alumnos secundarios de otros establecimientos educacionales secundarios.
La verdad sea dicha. En todas las tomas y protestas en establecimientos secundarios llevadas a cabo bajo la dictadura de Pinochet al interior de los establecimientos mismos era costumbre que estudiantes rebeldes de varios otros establecimientos concurrieran a otro colegio en el cual se llevaría a cabo la toma o protesta. Es una práctica habitual pero esencialmente histórica. Una práctica común. Sin embargo, la dictadura militar también señalaba que aquellos estudiantes de otros colegios que participaban en tomas y protestas en otros colegios, que no fuera el propio, eran “infiltrados” al igual que lo hace hoy el actual gobierno progresista.
La calidad de “infiltrado” encierra una descalificación desproporcionada contra quienes luchan por sus justas demandas y tienen como finalidad dividir el movimiento estudiantil, desprestigiarlo ante la opinión publica pero esencialmente fundamentar la construcción del enemigo interno ante la opinión pública para justificar futuras represiones. Cabe señalar que esta no es primera vez que se ha allanado un establecimiento educacional secundario. Se ha transformado en algo habitual por parte del progresismo ahora en su práctica fascistoide.
Pero, los sucesos del Liceo de Aplicación y la falsa “retención” del centenar de alumnos es sólo un botón de muestra de la profunda crisis de la educación chilena como consecuencia de las política capitalistas-neoliberales, de la prolongada privatización de la misma y del asesinato que se ha cometida durante estos 30 años. El paro prolongado e indefinido de los trabajadores de la educación de Atacama por el estado caótico en el cual se encuentran los establecimientos que fueron traspasados a la SLEP y la crisis en la cual también se encuentran las otras SLEP ya instalada ha puesto en debate, y exigencia, el frenar y dar marcha atrás de este falso proceso de desmunicipalización la cual es una verdadera privatización de la educación municipalizada.
Pero a esa crisis estructural se suma la crisis evidente de las organizaciones gremiales del profesorado, Colegio de Profesores, que se ha mostrado ciego, sordo y mudo, sumiso, ante las reiteradas políticas represivas y de inteligencia desarrolladas desde el 2011 contra el movimiento estudiantil secundario. Esta organización gremial, nacida bajo la dictadura e impulsada por Pinochet, hoy mantiene una actitud complaciente y colaboradora con las políticas contrainsurgentes contras sus mismos alumnos. En cada uno de las represiones, el Colegio de Profesores ha mirado para el techo. ¡Es una vergüenza!
Por último, el allanamiento militar del Liceo de Aplicación es el allanamiento del establecimiento educacional donde pasaron los héroes y combatientes estudiantiles como Rafael Vergara Toledo, Mauricio Maigret, Mauricio Gomez Lira, Claudio Paredes entre otros. Es ese el Liceo de Aplicación de tradición histórica combativa, popular y revolucionaria al cual se allana y reprime. Pero es esa misma historia heroica y ejemplar la que se niega a morir y que por más represión y allanamientos se realicen, al final vencerá ya que ha vencido los años de la transición traidora y que hoy enfrenta a un nuevo gobierno represivo-fascistoide esta vez de la mano de los progresistas. El progresismo chileno avanza pacientemente en su propia versión de La Noche de los lápices.
Sobre la represión
La noche de los lapices