CHILE. ZONAS DE SACRIFICIO Y CAPITALISMO.

(PUEBLO CONTRA PUEBLO ¡NO! CLASE CONTRA CLASE ¡SÍ!

Cada vez que Boric toma una medida muestra su esencia pro empresarial. Como masoquista se dispara a los pies. 

Después de su gira a Canadá y EEUU, su participación en la reunión de las colonias, Cumbre de las Américas, donde se reunió con el empresariales yankis donde llamó a invertir en Chile donde sus inversiones estarían seguras y donde alabó las políticas de los gobiernos anteriores en especial las sucesivas firmas de los tratados de libre comercio, Boric volvió a Chile triunfalmente mientras los poderes económicos muestras sus colmillos como el lobo ante la Caperucita. 

En ese arranque de valentía empresarial, y ya acostumbrado a que la crisis la paguen los trabajadores, Boric decidió el cierre de la Fundición de Ventana (Codelco) por cuanto esta sería la responsable de la grave contaminación que ha afectado por años a las poblaciones aledañas. El anuncio, donde se percibe una medida sin retroceso, trajo en forma inmediata la protesta radical de los sindicatos de la fundición donde cortaron los caminos con barricadas y donde llamaron a un paro nacional. 

La medida de Boric y el llamado a paro nacional, totalmente justificado, se da en medio de la recesión que vive Chile, la sostenida alza de todos los productos de la canasta familiar, y de una inflación que no para y que de seguro llegará a fin de año a un 17% sino más. En este contexto el paro nacional anunciado por lo trabajadores no sólo aumentará la incertidumbre que según los economistas capitalista afecta la economía por cuanto aleja la inversión (extranjera en especial) sino que afectará el clima todo a la vez a meses de la realización del plebiscito de salida de la nueva constitución burguesa donde muchos no dan por descartado que la opción Rechazo, mayoritariamente de derecha, pueda ganar. 

Pero ¿en qué consiste el conflicto de Quinteros / Ventana?

Una de las características del neoliberalismo implantado en Chile desde la dictadura de Pinochet hasta hoy, es que ese «milagro» chileno se ha sustentado, entre otras cosas, en la generación de zonas de sacrificios, de la destrucción del medio ambiente y de la grave afectación de las vidas de las poblaciones aledañas a esas industrias extractivistas y contaminantes. Las ganancias capitalistas en las zonas de sacrificios han sido enormes como enormes el deterioro de las vidas de los habitantes. Ventana y es una de las tantas zonas de sacrificios.

El movimiento ambientalista ha dado una lucha de años por el cierre de la fundición Ventana y con toda justeza. Sin embargo, el mismo cierre afecta gravemente a los trabajadores donde ellos corren el riesgo de perder sus empleos y afectar gravemente a sus familias, sus vidas. La lucha por mantener sus empleos es también de toda justeza como lo es la lucha por vivir dignamente. 

Lo que debe llamar la atención es que el capital, el capitalismo en ambos casos, ya sea contaminando todo lo que encuentra a su paso o ya sea el cierre de la fundición, hace que la crisis la paguen los trabajadores ya sea estos en su calidad de habitantes / ciudadanos y bajo la forma de movimiento ambientalista o ya sea en su calidad de trabajadores de la fundición bajo la forma de sindicatos. La crisis la pagan los trabajadores y los pueblos y las ganancias en ambos casos se las llevan los empresarios.

¿Es creíble que la única forma para «alcanzar el desarrollo» haya sido mediante la creación de las zonas de sacrificios? ¿Es creíble que la única forma de terminar con la contaminación es el cierre de la fundición, afectando, gravemente, a los trabajadores y que no hay otra forma, que no sea el cierre, para terminar con la contaminación y poder conquistar una vida digna? ¡No! No es creíble pensar que no había otras soluciones ante el mismo problema. Ante un problema existen siempre más de una solución sino miles. 

La prensa oficial intentará instalar la vieja táctica de «pueblo contra pueblo» queriendo mostrar como antagónicas, hacer pelear, a los sindicatos de los trabajadores que luchan por la defensa de sus fuentes laborales contra el movimiento ambientalista que lucha por una vida digna sin contaminación. La verdad es que el problema no es «pueblo contra pueblo» sino que desde los trabajadores y pueblos contra el capital. El discurso progresista de Boric intentará demonizar la lucha de los sindicatos y despojar de este conflicto de su real contenido de clase y evitar que la gente común y corriente entienda que la contradicción es «clase contra clase». 

Pero si se trata de zonas de sacrificio y de presentar esos conflictos bajo la óptica de «pueblo contra pueblo» desde los medios oficialistas, entonces, tenemos que el conflicto mapuche es el más claro ejemplo de ello. 

Los medios han pretendido siempre mostrar la lucha del pueblo-nación mapuche por su liberación nacional como un conflicto entre las comunidades mapuche y los trabajadores forestales que se ven afectados por las tomas de terreno. Nada más lejos. El conflicto en la Araucanía, y que el gobierno de Boric responde con la militarización de la Araucanía mediante la prolongación del Estado de Excepción, es del pueblo-nación mapuche y los trabajadores contra el capital transnacional que ha avanzado en la destrucción de los bosques nativos, del medio ambiente, de los ríos, mares y que ha sumido a gran parte de las comunidades en la pobreza y en los empleos precarios. Así, como el pueblo-nación mapuche hace los suyo en su lucha por una vida digna y autodeterminada apuntando directamente sus fuerzas al capitalismo y al Estado, los trabajadores deben avanzar en la misma dirección y no caer en defender los intereses de los empresarios forestales sino sus propios intereses de clase contra el patrón, el capital y el Estado, también. El pueblo-nación mapuche se han convertido en zonas de sacrificios en sí misma por siglos. 

Ya sea el presente conflicto en Ventanas, la lucha de los hermanos mapuche, la lucha de los trabajadores de Enap, contra el alza de los alimentos, o cualquier otra que se sume en el horizonte, lo concreto es que la crisis actual en Chile es una crisis multidimensional  (es una crisis económica (capitalista), política, estructural,  medioambiental, hídrica, militar (represiva, contrainsurgente), cultural, autonómica, ideológica, etc) y simultánea porque ninguna de estas expresiones o áreas de la crisis puede esperar más y todas se deben solucionar ¡ya! precisamente por la profundidad y desarrollo en que se encuentra cada una de ellas. Desde esta perspectiva de la crisis generalizada del capitalismo en Chile los pueblos afectados, la clase proletaria en sus diferentes expresiones sociopolíticas deben entender que la lucha central es la lucha contra el capitalismo, en defensa de nuestras vidas y emancipación donde la consigna central es muy sencilla y a la vez muy terrible: O es el capitalismo el que nos mata, O somos nosotros los que matamos al capitalismo en defensa de todas las formas de vidas . Y ahí, Boric y la nueva constitución capitalista serán solamente un elemento decorativo, una caricatura. 

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