CHILE: LA FARÁNDULA DE LA TRAICIÓN
(SOBERANÍA, INDEPENDENCIA Y AUTODETERMINACIÓN)
Hace algunas semanas, el candidato de una de las expresiones del progresismo, Gabriel Boric del Frente Amplio-Apruebo Dignidad, señaló que los tratados de libre comercio serían revisados y que aquellos aspectos que vulneraran la soberanía de Chile serían modificados. Lo cual sin duda trajo polémica a tal punto que los ex ministros de relaciones exteriores de la ex Concertación salieron al paso con una declaración conjunta como también los representantes de los poderes económicos señalando que esas opiniones, de Boric, traían incertidumbre a la economía.
Pero como ya es costumbre en Boric (primero dice algo y luego retrocede, rectifica y pide disculpas) en esta ocasión la cosa no fue diferente.
Boric en uno de los debates aclaró que dicha “revisión” de los tratados comerciales no se haría en forma unilateral, es decir no sería Chile por sí solo quien tome las medidas, sino que la revisión sería entre ambas partes, vale decir, entre Chile y el país firmante, para que de común acuerdo llegar a las rectificaciones. Por ejemplo, el tratado de comercio con Chine, el gigante económico, o con Estados Unidos, el imperio en persona, con cada uno de ellos Chile, Boric, tendría que negociar la rectificación de algún aspecto que afecte la soberanía de Chile. ¿Es creíble que esas potencias tomen en cuenta las “presiones” de Chile cuya fuerza laboral es de 9 millones de trabajadores? Claramente no. Si hubiera algún aspecto atentatorio a nuestra independencia y soberanía lo más seguro es que se mantengan debido a los intereses profundos que esas potencias tendrían en Chile, en esos tratados.
Por último, los tratados que firmado Chile por lo general son potencias económicas muy superiores a Chile y donde, en esas negociaciones rectificatorias, Chile tiene todas las de perder.
Pero, los tratados de libre comercio ya firmados, y que sobrepasan los 25, no son las únicas cosas que vulneran la independencia y soberanía de Chile. También está la dependencia de Chile del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial ¿Chile se retirará del FMI en caso que Boric gane? Están también los acuerdos y tratados de cooperación militar con Estados Unidos ¿Chile romperá esos acuerdos de cooperación militar con el imperialismo?. Está la injerencia de los servicios de inteligencia de EEUU (CIA, FBI, DEA y otros) ¿Chile terminará con esas colaboraciones? ¿Pedirá Boric la salida de los muchos agentes de la CIA que se encuentran en Chile bajo el rótulo de “funcionarios diplomáticos”)? Chile continúa enviando militares a la Escuela de las Américas ¿Se terminará con esa práctica? Las regalías y beneficios con que cuentan las empresas transnacionales en Chile, ¿serán eliminadas? Esto es fundamental porque el otro aspecto que que Chile tenga también una política exterior independiente a los intereses imperialistas y no sea como lo ha sido hasta ahora comparsa donde el mismo Boric se ha hecho eco desarrollando una política injerencista en Cuba, Venezuela asumiendo como propio el discurso de “defensa de derechos humanos”, esgrimido por la derecha fascista, los organismos de fachada de “ddhh” de EEUU (Human Rights Watch) y de las internacionales socialdemócrata y demócrata cristiano.
Cuando se trata de defender la soberanía y la independencia de Chile se debe partir de reconocer que Chile es un país neocolonial, dependiente y que si se asume seriamente la defensa de esos dos elementos esenciales y se quiere conquistarlos entonces se deben hacer las políticas y construir los instrumentos políticos cuyo objetivo sea precisamente la derrota del neocolonialismo cuya base es una orientación anti imperialista y anti capitalista. De no ser así las declaraciones y/o las intenciones de Boric no pasan de ser pirotecnia, farándula, fanfarrea y una caricatura de mala calidad de lo que se entiende de la defensa de los intereses de Chile, de su soberanía e independencia.
Pero, el problema para Boric, de ser electo, no queda solamente ahí si es que no avanza decididamente en la recuperación de la soberanía e independencia.
¿Qué ocurrirá si es que la nueva constitución asume en sus articulados una visión soberanista e independentista donde los intereses del imperialismo y del capital transnacional son seriamente afectados? Si la nueva constitución declara la nacionalización de todos los recursos naturales, de los recursos energéticos, etc ¿en qué pie quedarán los tratados de libre comercio que afectan la soberanía, la independencia y que roban los recursos naturales?
Las constituciones se deben cumplir y son tanto el presidente como el gobierno los encargados de hacer aquello, velar por su ejecución y no convertirla en letra muerta porque de ocurrir ese gobierno caería en la inconstitucionalidad, en la ilegalidad. No respetaría el tan mentado Estado de Derecho.
Ahora, si la nueva constitución es más de lo mismo y establece una soberanía e independencia aguachenta, a la chilena, entonces, cualquier cosa puede pasar desde que Boric sea presidente hasta que Boric concuerde los “cambios” cosméticos a los tratados ya firmados con los amos del mundo.
Una izquierda que no es soberanista, independentista, anti imperialista, anti capitalista simplemente no lo es. Como tampoco lo es aun aquellos que asumiendo esos principios deciden participar desde dentro del Estado Burgués, implementar una “revolución desde arriba”, asumir el reformismo y la conciliación de clases.
La izquierda nació desde afuera y se construirá desde afuera de los marcos burgueses.
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https://www.cnnchile.com/elecciones2021/boric-propuesta-revision-tratados-internacionales_20211014/