CHILE HACIA LA AMPLIACIÓN DE LOS DERECHOS DE LETRA MUERTA
El debate por una nueva constitución, la campaña en desarrollo entre aquellos que llaman a aprobar la propuesta constitucional emanada de la Convención Constitucional y aquellos que llaman a rechazarla siendo que ambas opciones llaman a mejorarla antes que se deposite el primer voto sólo ha causado confusión en una mayoría porque ¿para qué existen dos opciones, Apruebo / Rechazo, si ambos reconocen que esa constitución-propuesta no es buena y hay que mejorarla?
Dicho lo anterior, lo que impulsan la opción Apruebo levantan como bandera de propaganda que la propuesta constitucional consagra en la nueva constitución un listado mayor de derechos que lo que hace la actual constitución de 1980. Esa propaganda engañosa que dice que es suficiente con la consagración de derechos a nivel constitucional para que la vida de los trabajadores cambie sustancialmente es lo más parecido a aquello de “pienso luego existe”, es decir, no importa la materialidad sino el mero pensamiento para existir. Así no importa la realidad concreta de la sociedad la mera promulgación de una ley cambia en forma instantánea esa realidad y eso es francamente una mentira.
Chile ha tenido tres constituciones todas ellas reformadas en su momento. La constitución de 1833 que duró desde 1833 hasta 1925; la constitución de 1925 hasta 1973 y la constitución de 1980 que dura desde 1973 hasta 2022 (la dictadura de Pinochet funcionó con la dictación de Decretos con Fuerza de Ley, DFL, desde 1973 hasta 1980 y que fueron la base de la constitución de 1980).
Pero, ¿qué decían esas constituciones en cuanto a los derechos?
Todas las constituciones establecieron derechos de los ciudadanos. Así, la de 1833 en el artículo 12 y sus incisos, la constitución de 1925 en el Capítulo III Garantías Constitucionales y la constitución de 1980 en su Capítulo III Los Derechos y Deberes Constitucionales. La diferencia entre ellos es que un listado puede ser más largo que otro listado, el tipo de derechos en cuanto a que las diferentes épocas van dando y creando derechos nuevos, pero todos los textos consagran algunos.
El término de la Segunda Guerra Mundial (Inter Imperialista) creó las Naciones Unidas y con ella la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) donde los derechos se definen como inalienables y universales y donde los crímenes contra ellos (contra la humanidad) son imprescriptibles. También se establece que son solamente los Estados y sus agentes los que violan los derechos humanos esto por cuanto concentra el monopolio de la fuerza.
El desarrollo de la humanidad, de la historia y por ende del capitalismo ha hecho que ahora se hable de los derechos humanos en cuanto a:
- Derechos humanos de primera generación: derechos civiles y políticos
- Derechos humanos de segunda generación: derechos económicos, sociales y culturales
- Derechos humanos de tercera generación: derechos de los pueblos
- Derechos humanos de cuarta generación: TIC´s
y donde se discute también los derechos humanos de quinta, sexta y séptima generación.
A pesar de ese avance generativo de derechos y de la proliferación de pactos como de la ampliación del derecho humanitario, el mundo desde el término de la Segunda Guerra Inter Imperialista no ha dejado de estar en guerra. Se han utilizado todas las armas que se ha ido inventando cada una con una mayor potencia destructiva y se ha incrementado el gasto militar a la vez que se siguen muriendo seres humanos por hambre o enfermedades curables, mientras nos acercamos a la destrucción de todas las formas de vida y donde se visibiliza con mayor nitidez la quinta guerra inter imperialista cuyo epicentro es Ucrania. Si fuera sólo por la barita mágica del derecho, el mundo ya sería un paraíso donde efectivamente la igualdad, la fraternidad, entre los seres humanos sería ya una realidad sin embargo no lo es y estamos muy lejos que así sea.
Pero, el derecho internacional establece que los Estados miembros de las Naciones Unidas y que son parte de la comunidad de derecho internacional, una vez que han firmado los pactos y tratados internacionales y habiendo sido ratificados por el parlamento, esos tratados pasan a formar parte de las constituciones, es decir, los derechos humanos pasan a tener rango constitucional y se agregan al listado de derechos que las propias constituciones tengan en cuanto a los derechos de los ciudadanos. En pocas palabras, la ampliación de derechos ya ha ocurrido por el sólo hecho de la firma y aprobación de dichos pactos y tratados. Sin embargo….
Pero, ¿qué ocurrió en Chile en los diferentes períodos consitucionales?
- Período 1833 hasta 1925
Durante este período ocurrieron las siguientes matanzas
- Masacre de Lo Cañas, Santiago, 18 de agosto de 1891, durante la República Liberal bajo la presidencia de José Manuel Balmaceda donde se asesinaron a 84 personas a cargo del General Orozimbo Barbosa.
- Masacre del “Mitin de la carne”, Santiago, 22 al 27 de octubre de 1905, durante la República Parlamentaria bajo la presidencia de Germán Riesco donde asesinaron a entre 200 a 250 personas a cargo del general Roberto Silva Renard. En este mismo período presidencial se realizó la Matanza de Plaza Colón, Antofagasta, 6 de febrero de 1906 donde se asesinaron a 48 a 300 personas a cargo del Regimiento 7º de Línea Esmeralda.
- Matanza de la Escuela de Santa María, Iquique, 21 de diciembre de 1907, bajo la República parlamentaria y bajo la presidencia de Pedro Montt donde se asesinaron a 2.000 a 3.600 persona bajo el mando del general Roberto Silva Renard.
- Matanza de Forrahue, Osorno, 9 de octubre de 1912, bajo la presidencia de Ramón Barros Luco donde se asesinaron 13 a 15 personas a cargo Julio Frías de la policía y carabineros.
- Federación Obrera de Magallanes, Punta Arenas, 27 de julio de 1920, bajo la presidencia de José Luis Sanfuentes, donde se asesinaron a 30 personas a cargo del cuerpo de carabineros del Ejército de Chile.
- Masacre de San Gregorio, Antofagasta, 3 de febrero de 1921, bajo la presidencia de Arturo Alessandri Palma donde asesinan a 100 personas y a cargo de Regimiento 7.º de Línea «Esmeralda», por orden del intendente Luciano Hiriart Corvalán, bajo recomendación del presidente Arturo Alessandri Palma. En este mismo período ocurren también las masacres de: Masacre de Marusia, Antofagasta, marzo de 1925, donde asesinan a 500 personas a cargo de Capitán Gilberto Troncoso.Y la Masacre de La Coruña, Tarapaca, 5 de junio, 1925, donde se asesinaron a 2000 personas a cargo de Coronel Acacio Rodríguez.
Todo ello como consecuencia de la voracidad de la clase dominante, de su cada vez más creciente poder económico y desde un Estado dictatorial-oligárquico. Los derechos consagrados en la constitución de 1833 no fueron respetados y fueron letra muerta. El único derecho protegido fue el derecho de propiedad (de la clase dominante) por la cual el Estado asesinaba y masacraba.
- Período 1925 a 1973
Durante este período ocurrieron las siguientes matanzas y masacres:
- Masacre de Ranquil, Malleco, junio-julio de 1934, bajo la República presidencial, Arturo Alessandri Palma, donde asesinaron a 477 personas, a cargo de Carabineros de Chile.
- Matanza de Seguro Obrero, Santiago, 5 de septiembre de 1938, también bajo la presidencia de Arturo Alessandri Palma, donde se asesinaron a 59 personas a cargo de General Director de Carabineros Humberto Arriagada Valdivieso, bajo órdenes del presidente Arturo Alessandri Palma.
- Masacre de la Plaza Bulnes, Santiago, 28 de enero de 1946, bajo la presidencia de Alfredo Duhalde donde se asesinaron a 6 personas a cargo de Carabineros de Chile.
- Matanza de la Población José María Caro, Santiago bajo la presidencia de Jorge Alessandri Rodriguez, donde se asesinaron a 6 personas, a cargo de Mayor Sergio Covarrubias Sanhueza al mando de fuerzas de Carabineros de Chile, Ejército de Chile y Fuerza Aérea de Chile.
- Masacre de El Salvador, El Salvador (Diego de Almagro), 11 de marzo de 1966, bajo la presidencia de Eduardo Frei Montalva, donde se asesinaron a 8 personas a cargo de Carabineros de Chile bajo el mando del teniente Luis Hald; Ejército de Chile bajo el mando de Luis Abarzúa. Ocurriendo en este mismo período las masacres de: Masacre de Puerto Montt, Puerto Montt, 9 de marzo de 1969, donde se asesinaron a 10 personas a cargo de Carabineros de Chile bajo órdenes del ministro del Interior Edmundo Pérez Zujovic.
Al igual que en el período anterior, la clase dominante no dudo en dirigir los fusiles contra el pueblo transgrediendo y violando su propia constitución y con ello los derechos consagrados en ella. Estas masacres o matanzas al igual que aquellas del período anterior como las siguientes han quedado todas en la más completa impunidad y su investigación ha sido obra de historiadores del movimiento obrero y popular. Gracias a ellos sabemos de todo lo ocurrido.
- Tercer período 1973 hasta 2022.
Este período es quizás el más prolongado por cuanto aquí se impone la dictadura militar-burguesa (Pinochet) que dura 17 años y que bien se puede definir como la masacre más prolongada que haya desarrollado la oligarquía donde el Terrorismo de Estado, los crímenes contra la humanidad y el enemigo interno bajo la ideología de la Doctrina de Seguridad Nacional y sus estrategias contrainsurgencia barrieron con toda la concepción burguesa del derecho y de los derechos humanos tirando a la basura todo el derecho internacional humanitario.
Durante los gobiernos de la Concertación y de ambos gobiernos de Bachelet-Piñera, las violaciones a los derechos humanos continuaron desde la represión policial y militar tanto en las denuncias de tortura, violencia policial, militarización de la Araucanía, asesinatos selectivos que desde 1990 hasta el 2019 costaron las vidas de 100 personas en contexto de manifestaciones y algunos en falsos enfrentamientos entre los cuales se cuentan comuneros mapuche y chilenos.
La masacre del estallido social, octubre 2019 hasta marzo del 2020, fue la más grande de las masacres perpetradas a lo largo de la historia y fue la más amplia violación a los derechos humanos.
Las masacres señaladas aquí sólo dan muestra de cómo la violencia directa del Estado a través de sus agentes reprime a los pueblos cada vez que estos luchan por sus derechos y emancipación. Sin embargo, la violación de los derechos humanos no sólo se da mediante la represión policial y militar sino mediante el fortalecimiento del capitalismo, de su clase dominante-oligárquica, mediante un sistema política también oligarquizado y en la brutal y sideral concentración de la riqueza y del poder. Todo esto ha generado desde siempre una profunda desigualdad, marginación, discriminación que desde la aporofobia ha hecho añicos a la mayoría de los trabajadores y los ha relegado a su condición de miserables.
Por más que existe una declaración y ampliación de los derechos humanos en la propuesta de nueva constitución no pasará de ser una forma de derechos humanos formales aunque no reales de la misma forma que lo ha sido la democracia burguesa en su versión de democracia formal y no real.
Porque los integrantes de la clase dominante, más allá de su denominación política, saben que esta democracia, nueva o antigua, será formal y que les será imposible dar real cumplimiento a la ampliación de los derechos y a los derechos mínimos, es que han definido a la constitución como una simple “declaración de buenas intenciones”, “una declaración de principios, valores y objetivos a largo plazo” que toman años de satisfacer y cumplir. Es una forma de ponerse el parche antes de la herida y comenzar a tildar a quienes exijan el cumplimiento real de esos derechos establecidos en la nueva constitución como “impacientes” para luego denominarlos “ultra izquierdistas”, “anarquistas” para escalar y terminar en que son “anti sociales”, “subversivos” y parte del enemigo interno de siempre sobre los cuales les caerá todo el peso de la ley y del Estado. Es cosa de ver la historia.
Entonces, que no vengan los progresistas a ofrecer el oro y el moro, a vender ilusiones y a tratar de engañar al pueblo con una supuesta ampliación de derechos que en nada cambiará la vida de los trabajadores. Saben a la perfección que lo que ofrecen es imposible de cumplir cuya finalidad real es apaciguar el profundo descontento y continuar con el capitalismo del cual siempre han querido ser parte esencial.
Los trabajadores y pueblos ya se cansaron de la ampliación de derechos que se no se cumplen. Quieren una democracia real, directa, popular. Saben que otro mundo es posible, otra sociedad y Estado es posible bajo el socialismo. Sienten que ese socialismo esquivo algo de razón tiene y saben que la vida en el capitalismo no es vida y que cada día muestra su más profundo y brutal fracaso, por lo menos para las mayorías.
Una vez aprobada o reformada la nueva constitución será guardada en algún cajón de algún escritorio en algún sótano de una repartición pública. Se cubrirá de polvo y de telarañas y será otra expresión más de la voluntad de la clase dominante. Las ilusiones y esperanzas puesta en ellas, por la mayoría de la sociedad, se desvanecerá tan pronto como se apruebe porque ya habrá pasado el suficiente tiempo para darse cuenta que efectivamente era una sola declaración de principios, una utopía o una mera poesía. La historia continuará al igual que las luchas de clases. Las matanzas y masacres volverán a empapar de sangre nuestras calles. Las nuevas generaciones conocerán la muerte y la tortura hasta que nuevamente otros bastardos vendrán a ofrecer una nueva constitución, con la ampliación de derechos para volver a engañar a las nuevas mayorías sociales de las generaciones futuras. Entre tanto ensayo-error tendrá que nacer en algún momento la venganza justa de tantos siglos de humillación, se tendrá que forjar las fuerzas necesarias y tendrá que nacer esa revolución tantas veces postergada. Al final de cuentas, el capitalismo crea también a sus propios verdugos. Carlitos tenía razón.