CHILE. 11 DE SEPTIEMBRE, SANTIAGO EN LLAMAS
A cumplirse 50 años de la Insurrección Armada Burguesa, IAB, vemos como Boric se acerca a una parte de la derecha fascista definiendo a esta parte como la «derecha democrática» en comparación con el Partido Republicano. Acto seguido es el mismo Boric es que ha definido al asesino-empresario Sebastián Piñera como «un demócrata» y a la vez intentó impulsar, junto a Piñera, una declaración amplia y transversal, que incluía a la derecha fascista, de una declaración en defensa de la democracia y el respeto a los derechos humanos.
En este contexto, y en medio de manifestaciones al Interior del Instituto Nacional se produjo un incendio en la entrada del mismo. Los medios de comunicación reaccionarios-empresariales dieron completa cobertura seguida de condenas y calificativos de todo tipo acusando a los alumnos que protestaban de delincuentes y terroristas. Asegurando a la vez las penas del infierno. Quienes acusaron a los estudiantes con tan brutales adjetivos son los mismos que apoyaron la insurrección armada burguesa, el bombardeo de La Moneda y el terrorismo de estado y son los mismos que pactaron con la dictadura una transición pactada donde se impuso un sistema contra insurgente y donde mantuvo toda la herencia de la dictadura. Cabe señalar que con la misma derecha fascista con la cual Boric quiso firmar esa declaración fue la misma que incendió Santiago ese 11 de septiembre de 1973, pero a ellos el progresismo y los medios no tildan de delincuentes y terroristas como lo hacen con los adolescentes indignados sino que son tratados con sumo respeto en su calidad de diputados, senadores, ex presidentes y empresarios. PAra ellos no hay persecución ni condena mediática.
Pero la condena al uso de fuego como instrumento de lucha por parte de los explotados y oprimidos ha sido condenada también muchas veces. Cada vez que se han hecho barricadas en las zonas urbanas o cuando el movimiento de liberación nacional mapuche se adjudica alguna quema de camiones o casas patronales-empresariales. Sin embargo, cuando el empresariado forestal cada año en los meses de veranos provoca incendios intencionales para hacerse a un costo más barato esas tierras, el gobierno y los medios de desinformación tampoco los califica de delincuentes o terroristas, sino se les adjudica una «enfermedad» mental en su calidad de supuestos pirómanos. A ese empresariado se les tratará también con sumo respeto al igual que aquellos que apoyaron el incendio de Santiago en 1973.
Pero, ¿de dónde viene ese terror al fuego como herramienta para expresar la indignación, el descontento?
Ocurrió en 1542, también un 11 de septiembre, cuando una fuerza militar mapuche dirigida por Michimalonco el que procede a la destrucción e incendio de Santiago. Al parecer la destrucción fue de proporciones, devastador y por ende un golpe duro para el dominio colonizador. Sin duda este recuerdo o hecho histórico debe rondar en el inconsciente del poder, de los poderosos, de los herederos de los colonizadores, los capitalistas y burgueses de hoy.
Sin embargo, si buscamos en los libros de la historia de Chile veremos que Michimalonco es bien considerado por los historiadores y ese acto militar es elogiada por sus victoria y efectos. Michimalonco también puede ser elogiado por esos mismos historiadores como un gran estratega militar del cual se puede aprender dirían ellos al igual que en el caso de Lautaro. Pero, lo curioso es que la causa de Michimalonco y de Lautaro, es la misma que encarna hoy los Michimaloncos y los Lautaros de hoy, de nueva generación. Al igual que sus antepasados también usan el fuego como arma contra los mismos que los explotados y oprimidos siempre. Pero ahora estos comuneros de hoy, los del movimiento de liberación nacional mapuche de hoy no son ya elogiados como grandes estrategas de los cuales se puede aprender sino sobre ellos cae el Estado de Excepción, el delito de incendio, una nueva base militar en Traiguen, nuevo presos políticos mapuche, y un sin fin represivo. Claro está que ahora son calificados como delincuentes y terroristas al igual que los alumnos en lucha del Instituto Nacional.