PRT-ECUADOR. LA CRISIS DE NOBOA Y LA CRISIS INTERNCIONAL
LA CRISIS DE NOBOA Y LA CRISIS INTERNACIONAL
La crisis del Imperialismo yankee se ha visto profundizada. La respuesta de Irán al ataque de los sionistas a su Embajada en Damasco ha demostrado que EEUU no tiene la fuerza para responder a la República Islámica y por lo tanto tampoco lo podría hacer a Rusia o China. Las fuerzas del Imperialismo han sufrido su tercera derrota en menos de un año, Palestina resultó capaz de resistir 6 meses de genocidio y con el ataques de Irán se ha demostrado que las fuerzas en la región han sufrido una reorganización.
Esta crisis se difumina en su área de influencia, mientras los BRICS se fortalecen, los países neocoloniales se van debilitando y entrando en graves contradicciones. Ucrania está prácticamente derrotada militarmente por Rusia, Argentina se encuentra en una grave crisis a punto de entrar en recesión y Ecuador al borde de la disolución.
Noboa enfrenta una grave crisis que él mismo provocó. Sus políticas neoliberales han generado en pocos meses que se incrementen las tasas de desempleo, que cierren cientos de PYMES, que se dispare la migración, se incremente el riesgo país y todas las instituciones publicas se encuentran al borde de la quiebra.
El salvavidas que su narcoguerra le dió unos cuantos meses, se viene abajo cada semana. La criminalidad se ha disparado en el país, solo en el feriado de Semana Santa fueron asesinadas 137 personas. Pero por otro lado las FFAA, la policía y grupos paramilitares ingresaron brutalmente a las comunidades de Sigchos y Palo Quemado. Cientos de heridos, un herido de gravedad, 70 dirigentes judicalizados por terrorismo son la muestra de que la militarización va contra el pueblo y las comunidades. Una semana después 13 comuneros de Pangua también son criminalizados, y a día seguido fuerzas paramilitares atacan la sede de la FISCH en Morona Santiago.
Noboa ve que la tendencia por el No en la Consulta comienza a crecer, entra en desesperación y en un acto nunca visto en la historia decide invadir con fuerzas policiales la embajada de México para capturar a Glas, quien horas antes había recibido la condición de «asilado», generando una crisis diplomática sin precedentes y unificando a las bases del progresismo contra Noboa, la condena internacional no se hace esperar y Colombia corta el suministro de energía eléctrica al Ecuador, resultado vuelven los apagones. El régimen experimenta la peor crisis de su corto periodo, ruedan cabezas de ministros y Noboa pierde puntos vitales en las encuestas.
Parece seguro que al menos en las preguntas sobre el trabajo por horas y los arbitrajes internacionales Noboa va a sufrir un revés, pero incluso podría desbarrancar y perder en otras, lo que lo pondría más contra las cuerdas. El resultado puede ser una desmoralización total del régimen como le sucedió a Lasso o también una respuesta fascista de criminalización de toda oposición política, proceso que Noboa ha alertado en reiteradas ocasiones y no sería nada raro que se lleve adelante una criminalización del progresismo, el Movimiento Indígena y demas organizaciones de oposición.
Los sectores populares han generado pequeños espacios de unidad. Las divisiones y sectarismos impiden una unidad estratégica, pero al menos hubo un tácito acuerdo electoral. Es un avance, frágil, ante la perspectiva de un nuevo proceso electoral. No obstante es tan impredecible e inoperante el régimen de Noboa que no se puede descartar un nuevo ascenso insurreccional ante una posible eliminación de los subsidios de la gasolina y el gas o un incremento de impuestos. Los ánimos del pueblo se caldean día a día. Sigue faltando el elemento de dirección, pero esa situación se puede modificar si las organizaciones revolucionarias logran sostener los procesos de consolidación unos meses más.
La probable derrota de Noboa en las preguntas del trabajo por horas y los arbitrajes internacionales van a tensionar más las contradicciones, la lucha de clases se va a agudizar, y entonces los revolucionarios tendremos que demostrar si tenemos la fuerza y la convicción revolucionaria de llevar la lucha hasta las últimas consecuencias.
¡El poder para los trabajadores!
