ARGENTINA. FAR LLAMA A LUCHAR POR LA LIBERTAD DE COMPAÑERA CARMEN  VILLALBA

ARGENTINA. FAR LLAMA A LUCHAR POR LA LIBERTAD DE COMPAÑERA CARMEN VILLALBA

Comentario Previo

Para cualquiera que se defina como anti capitalista, un aspecto central es la lucha por la libertad de los combatientes encarcelados. La Prisión Política es una de las herramientas que usa la clase dominante con la finalidad de desmantelar las organizaciones en luchas y de sentar un ejemplo para el resto del pueblo e imponer el destino carcelario cuando persistan en sus luchas. Con ello  echan mano al terrorismo de estado. La compañera Carmen Villalba es una de ellas y junto a ella el estado y gobierno fascista paraguayo ha cometido todos los crímenes posibles. Aquí la declaración de los compañeros de las FAR, Argentina. A continuación la declaración.

El 20 de abril se llevará adelante, en Asunción Paraguay, el juicio contra Laura Villalba. Desde el FAR exigimos la absolución y libertad inmediata para Laura Villalba. Reproducimos texto de la Campaña Internacional Eran Niñas:

Laura Mariana Villalba Ayala nació en Paraguay, tiene 38 años, es ahora madre de 2 hijas y 2 hijos, de 6 a 11 años, nacidos en Argentina. Con sus 5 hijos, su madre, sus hermanas y sus sobrinos y sobrinas vivía desde 2011 en la provincia de Misiones, Argentina, en donde todos ellos se habían refugiado huyendo de la persecución, las amenazas y la violencia que sufrieron durante años por ser familiares de militantes guerrilleros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

En noviembre de 2019, Laura viajó al Paraguay acompañando a su hija María y a varias de sus sobrinas que iban a conocer a sus padres y tíos que militan en esa organización.

La cuarentena que se inició a principios de 2020 impidió que pudieran regresar para el inicio de las clases de ese año, quedando obligadas a vivir en campamentos improvisados, resguardadas por unos pocos militantes, mientras esperaban que se abriera la circulación por los caminos y rutas.

En septiembre de ese año, el campamento donde se hallaban ella y las niñas fue atacado por una gran fuerza del ejército paraguayo (FTC), que incluyó helicópteros artillados y bombardeos.

Allí, su hija María y su sobrina Lilian, ambas nacidas en Argentina, ambas de 11 años, fueron capturadas con vida, a la vista de sus primas y de Laura.

Al día siguiente, en el marco de una conferencia de prensa en el monte del presidente Mario Abdo Benítez, sus cuerpos torturados y ejecutados fueron exhibidos a la prensa.

Durante varios días la versión oficial fue de que se trataba de adultas o, en todo caso, mujeres muy jóvenes, guerrilleras.

La intervención del consulado argentino y la presión desde nuestro país, impulsada por la familia, hizo que se retiraran los cuerpos de las fosas donde habían sido arrojados y se realizaran estudios en Asunción que confirmaron lo que la familia denunciaba: era niñas de 11 años y bajo ninguna circunstancia podían haber sido combatientes ni confundidas como tales.

La persecución del ejército siguió, implacable, contra las civiles sobrevivientes de aquel ataque y aquellos crímenes. Acompañadas por sólo tres guerrilleros, las 3 adolescentes restantes y su tía, siguieron buscando una salida de la zona de operaciones de las FTC para regresar a Misiones.

Sin embargo, una nueva emboscada, en octubre, resultó en la muerte de los tres acompañantes y en una nueva herida para una de sus sobrinas, Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, Lichita, de 14 años, quien ya había recibido un disparo en septiembre.

A partir de allí, las 4 quedaron solas en un territorio desconocido y hostil. Buscando alimentos y agua, se extraviaron, quedando Lichita por un lado, Laura por otro y las dos restantes −una de ellas, la melliza de Lichita− juntas, pero también por su lado.

Estas dos últimas, después de mucho padecer, finalmente pudieron llegar a Misiones, en Argentina, con el resto de su familia.

Pero Laura, desesperada por no encontrar a Lichita, se mantuvo en la zona, buscándola, hasta que, con ese objetivo, se acercó a zonas urbanas, en donde fue capturada. Cuando esto ocurrió, a fines de diciembre de 2020, se hallaba desnutrida y deshidratada.

Pese a ese estado y a que era evidente que ni la situación ni su estado eran compatibles con la pretensión de que formara parte de la fuerza guerrillera; sola, desarmada y desesperada fue capturada, procesada y presentada como una peligrosa combatiente.

El que sigue es un resumen del proceso principal, por “asociación terrorista” y otras imputaciones, con que se han ensañado arbitrariamente con la presa política Laura Villalba. Tanto este como otro proceso que se le inició por el supuesto “incumplimiento de los deberes de cuidado”, lejos de ajustarse a las reglas y garantías de un “debido proceso” han estado sujetos en todo momento a decisiones políticas, bajo la fachada de decisiones y debates judiciales:

Laura fue detenida en el norte de la región oriental del Paraguay, región del Amambay y Concepción, el 24 de diciembre del 2020 por miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta – FTC (militares y policía). En el momento de su detención no había una causa abierta en su contra y tampoco tenía ninguna orden de captura. Al ser interceptada por una patrulla en un camino vecinal se identifica como miembro de la familia Villalba e inmediatamente, por esa sola razón, es detenida. Según el acta de procedimiento, estaba vestida de ropa de civil, tenía en su poder dinero en efectivo y enseres personales; pero en dicha acta no se menciona que portara arma alguna. Esa supuesta arma aparece después en el expediente, sin justificación alguna.

Ese mismo 24/12/2020 la fiscalía procede a imputarla por los supuestos hechos punibles de “terrorismo, asociación terrorista, homicidio doloso, resistencia, detentación de armas y producción de riesgos comunes”. Según lo que consta en el propio Acta de Imputación se confirma que su detención se produjo sin la existencia de una orden judicial previa que haya legitimado su privación de libertad por parte de los miembros de la FTC, lo que hace a la propia detención ilegal desde todo punto de vista.

Para ser claros: primero se la detiene por ser Villalba y luego se le arma una causa a partir de acusaciones que nunca antes se le habían hecho.

Lo concreto es que, sabiendo que Laura vivía en Argentina, ajena a cualquier participación en la militancia política de sus dos hermanos, Osvaldo y Liliana, se pretenderá, de allí en adelante, que la presencia de ella en Paraguay obedecía a que se había sumado a ellos. Por supuesto, fiscales y jueza son “ciegos” a la evidencia de que, en el momento de ser detenida, estaba muy lejos del área en donde se mueve el EPP, desarmada y circulando hacia las rutas principales que llevan a Asunción y de allí a Argentina y que no manifestó ninguna resistencia ni reserva a identificarse al ser interceptada.

El 25/12/2020, la Jueza Penal de Garantías (que de garantizar derechos no sabe nada, pero evidentemente mucho de prestarse a los armados persecutorios a la familia de los insurgentes) decreta que Laura Mariana Villalba Ayala sea encerrada en la cárcel militar de Viñas Cué donde permaneció durante meses como única mujer y única civil, incomunicada con la familia, con los abogados de la defensa, sometida a torturas sicológicas por los militares que hasta la fecha le han generado secuelas. Sólo después de varias denuncias internacionales y que intervinieran directamente organismos de Naciones Unidas, la remiten a una cárcel común en el extremo sur de Paraguay, la Penitenciaria Regional de Itapuá, en donde sigue siendo sometida a un régimen diferenciado, bajo presión y hostigamiento constante por parte de los guardias.

Así, a la detención irregular, la causa armada sin ningún fundamento en hechos o en lógica alguna, se agrega la constante y sistemática violación a los DDHH de Laura. El estado paraguayo es el responsable hasta ahora impune de todo ello.

El 24/12/21, finalmente, la fiscalía cierra la “investigación” y solicita que la causa sea elevada a Juicio Oral y Público con los mismos cargos ya mencionados.

El 18 de mayo de 2022 se desarrolló la Audiencia Preliminar en donde las partes deben proponer las pruebas que usarán en el juicio. Allí, una vez más, la legalidad y el derecho fueron pisoteados por la jueza, que aceptó todas las pruebas ofrecidas por la fiscalía sin ninguna observación ni descargo, y rechazó parte sustancial de las ofrecidas por los defensores de Laura. Eso, pese a que no es atribución del Juzgado Penal de Garantías rechazar ninguna prueba ofrecida por la defensa, ya que rige (o debería) el principio de amplitud de la defensa. Los defensores apelaron esa resolución y el tribunal de apelación rechazó dicha apelación, lo que derivó en una acción de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema del Paraguay que hasta la fecha no fue resuelta.

En la misma fecha, 18/05/2022, la causa fue elevada a juicio oral y público, pese a las grandes irregularidades que rodean el caso. Este 20 de abril del 2023 está programado -por segunda vez- el inicio del mismo, a partir de las 8:30 hs. en la sala 5 del 5° piso del Palacio de Justicia de la ciudad de Asunción.

En conclusión, esta causa se inició con un procedimiento de detención irregular, continuó con una prisión totalmente arbitraria ya que la enviaron en una cárcel militar incomunicada y bajo hostigamiento, torturas y violaciones de DDHH en las que participaron miembros de las fuerzas militares y policiales, bajo la dirección del Ministerio Publico Fiscal y, lo peor de todo, con la anuencia del Poder Judicial sometido a poderes políticos.

Todo ello hace suponer, como estiman los propios abogados defensores, que las juezas del tribunal de juicio ya tienen una condena anticipada para Laura quien, a más de ser madre de una de la niñas asesinadas por la FTC en septiembre del 2020, es la principal testigo de esos crímenes, a quien con causas arbitrarias y en claras violaciones de los DDHH tratan de silenciar. Por todo eso es que son necesarios la solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional, de la militancia política y por la defensa de los Derechos Humanos, ya que el estado paraguayo no ofrece ninguna garantía jurídica, ni política ni mucho menos de seguridad a la integridad física de la misma.

¡Absolución y Libertad a Laura Villalba!

¡Aparición con vida de Lichita!

Viva se la llevaron,

Viva la queremos.

Absolución y Libertad a Laura Villalba.

Presa por maternar.

Presa por garantizar el derecho a la identidad.

Presa por portación de apellido.

¡ Justicia por las Lilian y Maria Carmen!

ERAN NIÑAS de 11 y 12 años de edad.

Secuestradas, brutalmente torturadas, fusiladas y presentadas como beligerantes y mayores de edad.

¡Libertad a Carmen Villalba!

Prisionera política de del Estado Infanticida y Terrorista Paraguayo.

Presa con condena cumplida.

Libertad a todas las presas políticas de Paraguay.

Presas por luchar por la dignidad del pueblo.

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