SOCORRO ROJO NUESTRA AMÉRICA. HOMENAJE A FACUNDO MOLARES
Curiosos seres somos lxs luchadorxs. Aún de entre la muerte, de la miseria, de lo peor de lo peor, o quizás por todo eso, nuestro sentido del optimismo, de la voluntad, del aguante se hace más grande.
Facundo es ejemplo de eso. Tras su asesinato a manos de la policía de la ciudad de Buenos Aires, por clara orden de la política reaccionaria, sus ojos continuaban brillando, y ese brillo nos contagió a todxs.
El compañero Facundo Molares Schoenfeld desplegó durante toda su vida una actitud consecuentemente internacionalista, y a tal punto, que se convirtió como el Che en un patriota de América. Nacido en Argentina, entendió que su lugar de lucha estaba en la selva colombiana como miembro de las FARC – EP, dato que luego de su muerte muchxs que salieron a protestar por el hecho, intentar minimizar o directamente ocultar, a veces señalando como so se tratase de un “pecado de juventud”, algo tan propio de lxs traidorex y conversxs.
Pero Facundo y sus camaradas siempre estuvieron orgullosxs de quién era. El Comandante Camilo Fierro, el Argentino, tras volver a su país y participar de la fundación del Movimiento Rebelión Popular, decidió emprender viaje hacia Bolivia en medio del golpe. Allí fue capturado, detenido y torturado. Se peleó y se logró su libertad y que lo enviaran a Argentina.
Al tiempo, y aduciendo que a Facundo no lo alcanzaban los tratados de paz de La Habana, por orden de la Interpol es detenido en Rawson y luego traslado a Ezeiza. Tras mucho tiempo de lucha incansable se logró su libertad.
Inmediatamente Facundo, fiel a su estilo, siguió militando. Y pese a su cruel asesinato delante de todo el mundo a dos días del proceso electoral contra el cual se estaba protestando, en el Obelisco de la ciudad de Buenos Aires en pleno día, y pese a que su asesinato sigue impune, Facundo sigue militando. En cada lucha, el comandante Camilo impone su presencia como un espectro que nos recubre y nos susurra que sigamos adelante, que no aflojemos, que no hay que retroceder jamás, ni siquiera para cobrar impulso.
Socorro Rojo Nuestra América
Marzo, 2024
