
PUELMAPU. LOS COLONIALISTAS CONTRA DIRIGENTE MAPUCHE JONES HUALA
Comentario Previo
La noticia recorre las agencias continentales de prensa. El dirigente mapuche Facundo Jones Huala ha sido detenido. Según lo que señala la prensa capitalista, el dirigente se encontraba prófugo de la injusticia burguesa-colonialista. Pero más allá de la situación política-judicial, el problema es otro.
La detención del hermano Facundo Jones Huala se suma a la represión vivida por los mapuches revolucionarios en el Gulumapu (Chile) en los últimos meses donde el hermano Héctor Llaitul uno de los principales dirigente mapuche fuera detenido y hasta hace algunos días atrás se encontraba junto a otros luchadores mapuches detenidos en huelga de hambre (ya depuesta).
También la detención del hermano Facundo se suma a la detención de comuneras mapuche en el Puelmapu en defensa del Lof Lafken Winkul Mapu.
El territorio ancestral mapuche abarca el Puelmapu que es al lado argentino de la Cordillera de Los Andes y el Gulumapu al lado chileno de la misma. Al ser así, ambos Estados colonialistas se han coordinado en la represión contra el movimiento mapuche en su totalidad que busca la recuperación territorial y el ejercicio efectivo de la autodeterminación del pueblo-nación mapuche.
Al igual que ocurrió con la detención del hermano Héctor Llaitul, la detención de las hermanas comuneras y del hermano Facundo dichas detenciones se producen bajo dos gobiernos definidos como «progresistas» (Fernández y Boric, respectivamente). Esta situación no nos podría sorprender por cuanto el progresismo siempre ha defendido los intereses capitalistas y de las transnacionales y para ello no dudan en aplicar toda la fuerza represiva que el derecho burgués-colonialista les otorga. Un sólo botón de muestra, desde que sumió Boric en Chile, la Araucanía ha estado permanentemente bajo Estado de Excepción lo que significa que el territorio es patrullado por efectivos militares fuertemente armados.
Así, la exigencia por la libertad de todos y de todas las presxs mapuche no sólo es de toda justicia sino también es un deber para desenmascarar el carácter de clase tanto del Estado y de los tribunales como su carácter colonialista.
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