ENTREVISTA.HABLA EL SEC. GRAL. PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL. FRANCISCO J. BARAJAS FERNÁNDEZ

ENTREVISTA.HABLA EL SEC. GRAL. PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL. FRANCISCO J. BARAJAS FERNÁNDEZ

Comentario Previo

La presente entrevista es de suma importancia para compreender qué pasa en España con la clase obrera, con los pueblos que la componen, vía opresión, y el estado del movimiento comunista español. 

Las opiniones vertidas por el compañero Secretario General del Partido Comunista Obrero Español, PCOE, Francisco J. Barjas Fernández, resultan ilustrativas sobre nuestras interrogantes e importantes por cuanto tratan sobre uno de los países componentes del imperialismo. 

La entrevista bien puede ser tomado como un documento para el estudio de la situación española y comprender cómo se expresa la crisis del capitalismo y el imperialismo en uno de sus países. 

Uno de los asuntos de importancia es no olvidar la lucha constantes contra los reformistas-vacilantes-oportunistas que dentro del amplio movimiento de trabajadores y de la izquierda tienen como función la de confundir a los trabajadores y los pueblos y así retardar el ascenso y triunfo revolucionario lo cual también se da en España desde la nueva socialdemocracia y de los antiguos partidos obreros detenidos también en socialdemócratas hacia ya bastante tiempo. 

Saludamos al compañero Secretario General Francisco J Barjas Fernández, y con ello a toda la militancia del PCOE, por acceder a esta entrevista, por la dedicación y por la profundidad de sus respuestas. 

A continuación la entrevista completa.

Sobre el Comunismo Español

En 1921 se fundó el Partido Comunista de España. Solamente 15 años después estalló la guerra civil o la insurrección del fascismo contra el gobierno del Frente Popular. No es mucho tiempo para que el PCE se consolidara plenamente. ¿Cómo fue ese proceso de creación del PCE y a la vez de asumir o ser parte de un gobierno que venía a romper con la monarquía y establecer la república?

Bueno, lo primero que hay que advertir es que el mucho o poco tiempo para la consolidación o desarrollo de una organización política es una cuestión relativa pues ello depende de la situación de la lucha de clases y del movimiento obrero. Hay que ver que la victoria de la revolución proletaria en Rusia y la posterior conformación del Estado de los Soviets, patria del proletariado mundial, abrió un momento histórico nuevo, el de la crisis general del capitalismo.

Esto provocó fracciones en los partidos socialdemócratas de toda Europa rompieran con la socialdemocracia, constituyesen partidos de nuevo tipo, partidos marxista-leninistas, y también dicho momento era un periodo de flujo del movimiento obrero.

Este contexto tuvo su reflejo en el Estado español, donde una parte del PSOE `se escindió conformando el Partido Comunista Obrero Español, partido este que no tiene nada que ver con nuestro Partido nacido en 1973. Esa escisión se produjo como consecuencia que una parte de la socialdemocracia española, también denominada tercerista, se identificaba abiertamente con la Revolución de Octubre y exigían al PSOE aceptar los principios de adhesión definidos por la III Internacional, o Internacional Comunista. El PCOE resultante se adhirió a la III Internacional y junto con el Partido Comunista Español, que también estaba adscrito a la III Internacional, y la fusión de ambos partidos dio lugar al Partido Comunista de España a finales de 1921, siguiendo las directrices del Komintern. Ahí la III Internacional tuvo un papel fundamental en el nacimiento del Partido único de los Comunistas del Estado español.

Para la burguesía del Estado español, la Primera Guerra Mundial, y su posición de neutralidad, significó un gran negocio para burgueses y terratenientes. Sin embargo, la clase obrera fabril y rural, veían como sus condiciones paupérrimas se depauperaban todavía más a la par que la burguesía cada vez se enriquecía más.

Tras la Revolución de Octubre en el Estado español se sucedieron las huelgas, las luchas obreras y campesinas, es decir, se abría con la Revolución triunfante en Rusia un movimiento de flujo revolucionario de la clase obrera a nivel mundial, también en España. 

Y con el periodo de Crisis General del Capitalismo, los terratenientes y la burguesía abrazaban cada vez más la reacción. Si bien es cierto que el imperialismo, como capitalismo monopolista, en el Estado español lleva un desfase con Europa en aquel periodo histórico de la década de los 20s del siglo pasado. 

Una vez termina la Primera Guerra Mundial, con una clase obrera a la ofensiva sucediéndose huelgas, revueltas, con un movimiento comunista pujante y, por así decirlo, a la ofensiva, y con una situación económica en retroceso, con la guerra rifeña contra Marruecos que debilitaba todavía más las posiciones políticas de la burguesía y que incrementaba la miseria en las masas obreras, la burguesía española abraza al fascismo y se echa a sus brazos con el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, el cual se inspiraba fundamentalmente en la Italia de Mussolini. Esa dictadura fue apoyada por la socialdemocracia, PSOE, y el sindicato UGT hasta 1929. Este periodo de 7 años de dictadura de terratenientes y gran burguesía no pudo impedir la descomposición del capitalismo español, en franco declive al igual que el capitalismo mundial, sino todo lo contrario, agudizó cuestiones como la del campo como la falta de industrialización, de tal modo que en abril de 1931 deviene la II República. 

La II República española fue la constatación de la incapacidad de la pequeña y mediana burguesía para resolver los problemas de la sociedad española de aquella época. Una pequeña y mediana burguesía timoratas, pusilánimes que rehuían de hacer las reformas que necesitaba el país – depuración del Ejército, reforma agraria antilatifundista y desarrollar industrialmente el país- a la par que no vacilaba en reprimir a la clase obrera y al campesinado pobre. Esta pusilanimidad demostrando ser una clase subalterna de la gran burguesía llevó a la derecha al poder en 1933. 

El Partido Comunista de España tiene un antes y después del IV Congreso, donde llega a la Secretaría General de dicho Partido el camarada José Díaz Ramos, referencia para todo marxista-leninista del Estado español. Es ahí donde el PCE se lanza a tejer la política emanada del Komintern de Frente Único y el partido empieza a ganar influencia en las masas obreras teniendo un reflejo también en los resultados electorales.

Nuestro Partido no reivindica la II República, sino de este periodo reivindica la parte del Frente Popular en el Gobierno, esto es, desde febrero de 1936. Es ahí donde la República se torna revolucionaria verdaderamente, donde se pretende depurar al Ejército de fascistas, donde se pretende hacer una reforma agraria en favor de los jornaleros y campesinos pobres, donde se pretende despojar al clero de poder político, etcétera. Y esa fue la dialéctica histórica que provocó el ascenso del PCE al gobierno de la República. Peso que, una vez triunfó la sublevación fascista, apoyada por pasiva por las democracias burguesas y  activamente por la Alemania y la Italia fascistas, el PCE fue el único que mantuvo la resistencia contra el Régimen fascista, fundamentalmente durante las primeras décadas de la dictadura franquista, y hasta mediados de los 60s donde el eurocomunismo ya corrompió y desnaturalizó a ese partido, hasta entonces el Partido de todos los comunistas españoles.    

En España siempre han existido también otros dos movimientos fuertes como el socialismo y anarquismo. Son de larga tradición. En sus inicios, ¿cómo enfrenta esa tradición política-ideológica, el PCE, en función de consolidarse ideológicamente? 

Considero que esta pregunta, en parte, ya se la he respondido en la respuesta a la anterior pregunta, fundamentalmente en lo que se refiere a la socialdemocracia, que no socialismo.

El anarquismo en el Estado español tuvo presencia en Andalucía, sobretodo como consecuencia de su economía eminentemente agraria, que era un buen caldo de cultivo para el individualismo, y en Cataluña, sobretodo en la década de los 10s y 20s del siglo pasado.

Es cierto que el anarquismo, al igual que el socialismo utópico, es más antiguo y, tal vez por eso se refieren a la tradición, pero fueron muchos los militantes anarquistas que, tras la conformación del PCE que, en ese momento era la concreción en el Estado español de la política de la III Internacional, pasaron a engrosar las filas del marxismo-leninismo, como por ejemplo, nuestro siempre Secretario General José Díaz Ramos que provenía de la CNT. 

En el caso de Italia estuvo Antonio Gramsci y en América Latina José Carlos Mariategui que a la vez hicieron nuevas aportaciones desde su propia realidad como al marxismo mismo. En ese proceso de consolidación ideológica, ¿hubo alguna aportación propia desde la realidad española? ¿Hubo un Gramsci, un Mariategui español?

En nuestro país ha habido grandes luchadores antifascistas y una referencia por integridad, honradez y coherencia es la figura de José Díaz Ramos, pero hay otros muchos nombres que no merecen olvidarse como, por ejemplo, Julián Grimau o el propio General Enrique Líster, y tantos otros, pero es cierto que nuestro país no ha dado camaradas que hayan enriquecido la ciencia del marxismo-leninismo.

Sin embargo, tampoco pensamos que Antonio Gramsci o José Carlos Mariátegui hayan enriquecido la ciencia del marxismo-leninismo ni que deban ser referencia para los que abrazamos el marxismo-leninismo. Para el PCOE referentes en el terreno de la ciencia del marxismo-leninismo son Marx, Engels, Lenin, Stalin, Dimitrov y el Che los cuales han aportado y enriquecido, tanto práctica como teóricamente nuestra ciencia emancipadora y revolucionaria. 

Nuestro partido considera que Antonio Gramsci es el inspirador, en términos ideológicos, del eurocomunismo. Si bien nuestro Partido considera que Antonio Gramsci fue honesto y comprometido con la lucha revolucionaria, con la clase obrera, en contraposición con sus herederos ideológicos eurocomunistas que nos merecen todo el rechazo y desprecio. Para el marxismo-leninismo la dialéctica es la doctrina de la relatividad del conocimiento humano, que nos la proporciona un reflejo de la materia en permanente transformación, movimiento aplicable a todo el universo como consecuencia de su materialidad, para el marxismo-leninismo, pues, la relación objeto-sujeto es independiente el uno del otro, debiéndose entender la dialéctica como el reflejo de los fenómenos – ya sean naturales o económicos – que se desarrollan con independencia de la voluntad de los sujetos, de los hombres. Para Gramsci, por el contrario, en su dialéctica no hay separación entre el ser – objeto – y el pensamiento – sujeto-, ignorando la teoría del reflejo. Esta disparidad entre Lenin y Gramsci, entre el marxismo-leninismo y el marxismo-occidental, es cardinal pues a partir de ahí lo que hay dos pensamientos diferentes, que el desarrollo del pensamiento de Gramsci los convierte en antagónicos, como ha acreditado el eurocomunismo. Para los leninistas el socialismo es la consecuencia de la lucha de contrarios y del rompimiento de la base económica, para los eurocomunistas es fruto del entendimiento de esos contrarios y de una progresiva transformación de la sociedad sin romper la base económica. Para el leninismo la revolución violenta es inevitable, para los herederos de Gramsci se puede alcanzar el socialismo por la vía de profundizar la democracia burguesa. La historia ha puesto a cada uno en su sitio. 

Con respecto al peruano Mariátegui, y su vinculación del socialismo al indianismo, para nuestro Partido no es ninguna referencia ni supone aportación alguna a la ciencia marxista-leninista sino todo lo contrario, una desviación más del marxismo.  

Durante el ascenso del fascismo, del nazismo y de la guerra en España, se produce también el quiebre del joven movimiento comunista y se funda la Cuarta Internacional. ¿Cómo influye ese evento en circunstancia que ya la guerra estaba desatada y que el PCE era aún un partido joven? ¿Cómo lo enfrentan ideológicamente?

Si la Guerra Civil se hubiera prolongado y ésta hubiera concurrido con la Segunda Guerra Mundial no hubiéramos tenido que soportar 4 décadas de régimen franquista, y la propina de 47 años que estamos viviendo tras la muerte del tirano en su cama.  Victoria que no hubiera sido posible sin el comportamiento tan indigno de democracias burguesas como, por ejemplo, la francesa cuyo comportamiento fue infame.

Caída la República y triunfado el alzamiento militar fascista, se mantuvo la resistencia de la guerrilla. El Partido Comunista de España estableció la política de la Unidad Nacional, consistente en conseguir la neutralidad de España en la Segunda Guerra Mundial, de parar el brazo a los fascistas e impedir que España apoyase a las potencias fascistas contra la URSS. 

Asimismo, un gran número de comunistas y antifascistas españoles tuvieron un comportamiento ejemplar y heroico en la lucha contra la Alemania fascista ya fuera en Francia o enrolados en las filas del glorioso Ejército Rojo. 

Los años posteriores a la Segunda Guerra Interimperialista se desarrolla el amplio movimiento anti colonialista, triunfa la revolución en China, Cuba, Corea. Viet Nam continúa su lucha por la autodeterminación y liberación nacional. Comienza a dibujarse una nueva izquierda revolucionaria, y a crearse un movimiento revolucionario internacional. En medio de ello, el revisionismo en la URSS se toma el poder y comienza la restauración del capitalismo. Mientras en Asia, África y América Latina los pueblos lanzan a la ofensiva se lanza la Coexistencia Pacífica. También la lucha del Pueblo Vasco comienza a dar pasos hacia las acciones armadas. Son también los tiempos del Eurocomunismo, de la ofensiva de la socialdemocracia. Muchos sucumben a ello y renuncian al leninismo, sepultan el marxismo y reducen el socialismo a una categoría valórica-moral. ¿Cuáles son los efectos de todos estos movimientos contradictorios y antagónicos entre sí al interior del comunismo español? ¿Cómo se da la lucha ideológica al interior de él y en términos orgánicos?

Una de las causas del auge del movimiento de liberación nacional producido a lo largo del mundo tras el final de la II Guerra Mundial fue gracias a la existencia de la Unión Soviética que en gran parte los apoyó.

De hecho hay documentos de la CIA, del llamado Plan Dulles, donde Alan Dulles que era Director de esa agencia criminal norteamericana, define la política norteamericana desde 1945 contra la URSS y el comunismo. De hecho en 1960 J.F. Kennedy, refiriéndose a esa política definida por la CIA señalaba «No podemos vencer a la URSS con una guerra clásica. Podemos vencerla con otros métodos: ideológicos, psicológicos, con propaganda antisoviética, con medidas económicas»..

Stalin fue asesinado en 1953, en complot con Gran Bretaña, los oportunistas que rodeaban a Stalin, empezando por Kruschev, siendo este el primer paso efectivo para la derrota del socialismo y de la URSS. Una vez asesinado Stalin, una vez triunfante el golpe de oportunistas e imperialistas, éstos no hicieron más que aplicar la política definida por Dulles: Descentralizar la economía, inocular el nacionalismo, satanizar al marxismo-leninismo y para ello la ejecución de lo que se llamó desestalinización, y el desarrollo de un proceso de cerca de 5 décadas para implementar el único plan posible para derrocar al socialismo y la URSS: Desnaturalizar al PCUS, corromperlo ideológicamente pues, en una guerra abierta contra la URSS los capitalistas sabían bien que tenían garantizada la derrota. 

Esta descomposición del PCUS tiene su reflejo en todo el Movimiento Comunista Internacional y, por supuesto, también en el PCE. 

El XX Congreso del PCUS sienta las bases del proceso de traición y de contrarrevolución en la URSS, donde se desnaturaliza el marxismo-leninismo apostando por la “vía pacífica y parlamentaria” como fórmula para avanzar hacia el socialismo sin necesidad de la revolución. Como puede verse, e indicábamos antes, ya no se trata de liquidar revolucionariamente la base económica y conformar la superestructura del socialismo, la dictadura del proletariado, rompiendo a la burguesía, ya no se trata de liquidar el Estado burgués y sustituirlo por un Estado proletario, sino de asumir el Estado burgués y la democracia burguesa. 

Este ambiente de traición, en lo concerniente al PCE, se tradujo en la política de Reconciliación Nacional. Una política la cual establecía la lucha de clases en el Estado español como una lucha entre el proletariado y la burguesía nacional contra la oligarquía monopolista cuyo ariete era la dictadura del tirano Franco, de tal modo que había que construir una mayoría social – interclasista – y exigir un proceso democrático burgués donde esa mayoría social se abriera paso, de tal modo que lo que había que hacer es, primeramente, que la dictadura se abriera a un sistema democrático burgués y, por el otro lado, profundizar en el marco democrático burgués para alcanzar el socialismo “democrático”, o lo que es lo mismo, la expresión del Eurocomunismo que condujo a un proceso de represión interna dentro del PCE donde se expulsaron a dirigentes del Comité Central, de antisovietismo creciente que desencadenó en lo que es el PCE hoy, un partido eminentemente burgués, que no vaciló en apoyar la mayor traición que se ha producido en este país en los últimos 70 años, la Transición de tal modo que los monopolios y los fascistas no perdieron el poder en ningún momento tras la muerte del asesino dictador. Comulgaron con la bandera, con la negación del derecho a la autodeterminación, con la monarquía y su Rey puesto a dedo por Franco, con el pleno control del Estado por las fuerzas fascistas, en definitiva, con la no ruptura democrática del Estado fascista del que la Constitución Española del 78 no es más que una reforma legislativa de la Ley Orgánica del Estado (LOE) del Estado franquista. 

Por otro lado, y al igual que en el resto de países del mundo, el Movimiento Comunista Español se fraccionó enormemente, división que todavía perdura al igual que la lacra del oportunismo azota a la mayoría de partidos que se denominan comunistas. 

Primeramente, en el Movimiento Comunista Español se produce la escisión del maoísmo, a principios de los 60s del siglo pasado. Posteriormente, en la intervención del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia, que sirvió a la dirección oportunista del PCE para verter toda su ideología antisoviética y burguesa, provocó que una parte del Comité Central exigiera un Congreso Extraordinario para que el Partido fijara su posición sobre dichos hechos en Checoslovaquia, cosa a la que la dirección carrillista se opuso expulsando a varios dirigentes del PCE del Comité Central, entre otros Luis Balaguer o Enrique Líster; creándose PCE VIII-IX Congreso. 

Dentro de este PCE VIII-IX Congreso existían dos corrientes. Una por la que se pretendía acumular fuerzas para entrar dentro del PCE y cambiar la correlación de fuerzas, liderada por Eduardo García y Agustín Gómez, y otra que consideraba que el PCE era un partido socialdemócrata, corrompido, y que en el Estado español había que conformar un Partido marxista-leninista, siendo el dirigente más reconocido el General Enrique Lister, esta segunda fracción en el Congreso Extraordinario celebrado en junio de 1973 constituyó el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), nuestro partido. 

Por otro lado, la Organización de Marxistas-Leninistas de España (OMLE) conformada por escisiones en la parte maoísta conformaron en 1975 el Partido Comunista de España (reconstituido). 

La URSS buscaba desalojar de la dirección del PCE a Carrillo y trato de hacer movimientos dentro de nuestro partido al objeto de sumar a un número determinado de militantes, y una serie de recursos económicos, a cambio de que nuestro Partido se fortaleciera y entrase nuevamente en el PCE para desalojar a Carrillo. Nuestro Partido no se prestó a ello y, un par de años más tarde, se produce el Congreso de Unidad de los Comunistas que da lugar a primeros de 1984 al PC., que posteriormente fue el Partido Comunista de los Pueblos de España(PCPE), un partido creado tras las bambalinas de un Movimiento Comunista Internacional atravesado por el oportunismo, presto a realizar lo que el PCOE se negó años anteriores, de tal forma que la fracción de PCE VIII-IX Congreso de Eduardo García, y una serie de organizaciones nacionalistas, conformaron este partido. Una nueva escisión en el movimiento comunista español producido por el dominio oportunista en el Movimiento Comunista Internacional. El PCPE fue miembro fundador de Izquierda Unida y su máximo dirigente fue Ignacio Gallego, el mismo que instruía expedientes de expulsión que el carrillismo practicaba contra otros dirigentes del PCE en 1967 y 1968.

De manera muy sucinta así influyó el golpe perpetrado contra el PCUS y la dirección del oportunismo en dicho Partido, esto es en el seno del Movimiento Comunista Internacional, en el Movimiento Comunista Español. Vicios que, a tenor de los últimos acontecimientos contemplamos que  se siguen repitiendo en el Movimiento Comunista Internacional que, en 2017, no vaciló en organizarle una escisión al PCPE, naciendo la escisión de la escisión, el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), los cuales manifiestan una aversión y enemistad en el Estado español pero que no dudan en darse la mano y firmar acuerdos allende de las fronteras del Estado español demostrándose la incoherencia y el predominio del oportunismo en el Movimiento Comunista Español y en el Movimiento Comunista Internacional.           

Pero, también fue el tiempo de la Primavera de Praga, del alzamiento en Hungría. ¿Qué pasó ahí…? Ya se había dado por terminada la Internacional Comunista. El maoísmo aparecía como el sucesor de la Tercera Internacional y los pueblos pobres en lucha se agrupaban en la TRIcontinental. 

La Primavera de Praga, el alzamiento húngaro, el desarrollo de Solidaridad en Polonia, entre otros episodios, no son más que expresiones del desarrollo del anticomunismo, del desarrollo del nacionalismo, en definitiva, el resultado del XX Congreso del PCUS y una expresión del desplazamiento de la correlación de fuerzas en la lucha de clases dentro de la URSS y demás países socialistas, en favor de la reacción, esa fue la labor sucia que le correspondió jugar al oportunismo, esa es su razón de ser y por eso el oportunismo no es solo el mayor enemigo del marxismo-leninismo, sino que es la obra más acabada de la ideología burguesa dentro del movimiento obrero para impedir que la clase obrera cumpla su misión histórica.  

La transición española

Algunos teóricos y politólogos señalan que la transición en Chile, hacia la democracia neoliberal, tiene muchos elementos similares con la transición española y con la italiana. Fueron sus musas inspiradoras para los chilenos. Uno de los elementos similares fue la completa sumisión del Partido Comunista de Chile a la socialdemocracia y a la Democracia Cristiana en función de restablecer la democracia burguesa, el capitalismo, el Estado burgués desarticulando el movimiento armado que nació en dictadura. También supuso un pacto de impunidad de los altos mandos militares que derrocaron a Allende. Eso también implicó la socialdemocratización del PC chileno que venía desde antes con la Vía Pacífica al Socialismo una suerte de eurocomunismo a la chilena. ¿Cómo fue la transición en España? ¿Qué ocurrió con la enorme cantidad de combatientes antifascistas comunistas que se enfrentaron a la real politik, al pragmatismo? ¿En qué se equivocó la paloma?

La Transición fue una enorme traición a la clase obrera en el Estado español, trazada por los EEUU donde los fascistas pilotaron el proceso manteniendo intacto el Estado franquista, pues la Constitución de 1978 no es más que una reforma de la Ley Orgánica del Estado de 1967, y el poder del Estado. 

La clase obrera entre 1967 y la muerte del tirano, en 1975, se sucedieron huelgas en todo el país, en las fábricas, los Altos Hornos, pero también entre los estudiantes, maestros, médicos e incluso científicos en las provincias más importantes del país, de tal manera que la dictadura franquista tuvo que decretar en varias ocasiones el estado de excepción. Y una vez muerto ya el tirano las huelgas se siguieron sucediendo acreditándose que existía una correlación de fuerzas favorable a una ruptura democrática con el Estado franquista. 

La Transición otorgó todo a la oligarquía, a los franquistas que de la noche a la mañana pasaron a ser “demócratas” mientras se le negó absolutamente todo al pueblo trabajador. 

La transición fue alta traición, donde el PCE olvidó toda la sangre derramada por los luchadores antifascistas, por sus propios militantes perseguidos y asesinados , donde aceptaron la bandera golpista, aceptaron los principios fundamentales del Movimiento franquista, la monarquía impuesta por Franco y sus delfines – el propio Suárez reconoció en entrevista a Victoria Prego que de haberse hecho un referéndum monarquía o república en el 78 la monarquía hubiera perdido por goleada -, la negación del derecho a la autodeterminación, y todo, para que sus dirigentes pisaran moqueta y vivieran del presupuesto a costa de que la clase obrera siguiera soportando la explotación capitalista y al mismo Estado, que durante la propina de 47 años de franquismo con el tirano ya muerto, que no ha vacilado en practicar bajo esa “democracia” constitucional emanada de la Transición, terrorismo de Estado, secuestros de periódicos y revistas, cierre de radios y revistas, persecución política e ilegalización de partidos políticos, y sobre todo ha reprimido inmisericordemente a la clase obrera.    

Esto que nosotros decimos no es algo subjetivo, de hecho, incluso miembros de la burguesía, y declarados capitalistas como García-Trevijano, contempla ese periodo de manera similar, como se puede apreciar en “El discurso de la república” de 1994 cuando señalaba lo siguiente “Cuando se propaga el temor social a un peligro inexistente es porque la clase o el partido gobernante están en peligro real de perder el poder. Y echando sobre el pueblo el miedo propio consiguen una nueva legitimación para seguir dominándolo. Esto sucedió al final de la dictadura, con la cínica propaganda de un peligro irreal de guerra civil  para justificar el consenso moral de la transición contra la ruptura democrática (…) Basta constatar que la clase trabajadora se encuentra hoy más alejada del poder político y del poder social que cuando murió el dictador, y que el estatus de sus dirigentes ha subido, para saber que el Partido Socialista, el Partido Comunista y los sindicatos sacrificaron esos intereses sociales a la ambición personal de sus aparatos de entrar en el reparto patrimonial de los cargos y los presupuestos del Estado, de los que han hecho su modo de vivir. Y todas las ambiciones se basaron, además, en la miserable mentira de la reconciliación nacional entre franquistas y demócratas para evitar una guerra civil imaginaria”. 

En medio de esa transición, ¿cómo quedó la clase obrera, el proletariado español? ¿Qué fue lo que se mantuvo del franquismo más allá de la monarquía? ¿Existe pobreza e indigencia en España? ¿Cómo se da la concentración de la riqueza, del poder? ¿Cuál es la realidad de la clase dominante en relación a la dictadura franquista? ¿No es muy diferente? ¿Cómo es?

Algunas de las preguntas que me formulas las he respondido en la respuesta anterior. En el Estado español hay pobreza, mucha pobreza. Según los propios medios del capital y su Estado, en España casi la mitad de la población vive al límite y casi 13 millones de personas viven en riesgo de pobreza, o lo que es lo mismo, prácticamente una persona de cada tres vive en riesgo de pobreza. El 33% de la población infantil vive en riesgo de pobreza en el Estado español. Las colas del hambre se acrecientan y en España más de 3 millones de personas vivían en carencia material severa, o lo que es lo mismo, están condenados a pasar hambre. Al igual que la miseria crece en el país, la desigualdad económica y social crece desbocada, estando España en el pelotón de cabeza en desigualdad de Europa. El 10% más rico ´concentra casi el 60% de la riqueza del país, mientras que la fiscalidad española hace que sean los trabajadores los que financien un 90% del coste del instrumento de opresión de la burguesía, el Estado. 

El Estado actual es idéntico al Estado franquista con un retoque a la hora de la elección de diputados y senadores a Cortes Generales y con la chapuza del sistema autonómico cuyo único objetivo es la implementación de la Unidad de España franquista pretendiendo mostrar un respeto al gobierno autonómico a la par que se niega los derechos inherentes de las naciones que conforman el Estado español, como son Cataluña, País Vasco y Galicia. 

El poder del Estado sigue estando en manos de los franquistas, que siguen controlando la judicatura, el Ejército y las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y para ello basta mirar los apellidos actuales y compararlos con los pasados.

Los ayer franquistas hoy son demócratas y todos ellos no vacilan en cerrar filas con respecto del franquismo y la figura de Franco, empezando por los líderes de la socialdemocracia. 

De lo anterior, hace algunos años se ha producido un renacimiento fuerte por la exigencia de verdad y justicia en torno a los crímenes de guerra del fascismo-franquista en un intento de dar con una interpretación de los pueblos ante lo sucedido durante la guerra. También ha habido un reforzamiento del movimiento republicano a la par que en Europa se ha producido a la vez un alza del movimiento neonazifascista. ¿Cómo ha sido todo este proceso?

No tenemos constancia de que en España se haya producido un renacimiento fuerte por la exigencia de verdad y justicia en torno a los crímenes de guerra del fascismo, ni tampoco de que se haya producido un reforzamiento del movimiento republicano. Ciertamente, y como consecuencia de la corrupción de la Corona, sobre todo los trapos sucios de Juan Carlos de Borbón “exiliado” en Abu Dhabi, al que se ha incorporado su nieto Froilán que sigue los pasos de su abuelo, ha podido servir para que, en todo caso, se haya incrementado la crítica al monarca emérito pero no hacia su hijo, el actual rey. De facto, el “exilio” es el cortafuegos puesto por el Estado para desvincular a la jefatura del Estado y su familia directa, esposa e hijas.  

De hecho, el Estado lo que hace es tapar impunemente la corrupción de la Corona, y el primero de octubre de 2017 lo que acreditó es la alineación de todas las fuerzas políticas – desde la socialdemocracia a la reacción – y el propio monarca con la represión contra el pueblo catalán y la defensa de los principios franquistas.

La supuesta izquierda, como por ejemplo la ministra Yolanda Díaz – del PCE/IU/Unidas Podemos – ha señalado que “ahora no es el momento para hacer un referéndum sobre monarquía o república y no cree que Felipe VI deba dar explicaciones por lo que haya hecho su padre”. 

La “izquierda” en el gobierno está siendo el mejor freno para que la clase obrera no salga a las calles, y la extrema derecha domina los medios de comunicación y como consecuencia de que la supuesta izquierda que ahora gobierna, que reafirmó la política de Rajoy en la moción de censura de junio de 2018, es la primera que se alinea con el Estado y con los monopolios, la clase obrera en la mayor parte del Estado está desmovilizada – a excepción de Cataluña, Madrid o País Vasco donde existe movilización pero como luchas sectoriales no como una única lucha de clase contra el sistema y la burguesía-  mientras que las bases de la extrema derecha están crecidas y movilizadas. Reseñable está siendo la guerra en Ucrania y el posicionamiento del gobierno, un posicionamiento guerrerista y lacayuno para con los EEUU que no ha supuesto crítica alguna de la extrema derecha el PP y su fracción verde de VOX. Es lógico, no hay crítica porque ellos en el gobierno estarían actuando de la misma manera que la “izquierda”: Incrementando el gasto militar, enviando armas al Estado fascista de Ucrania, alineándose entusiastamente con la OTAN y todo ello a la par que se deteriora la sanidad, la educación y las pensiones públicas, sobre las que el gobierno de la “izquierda” está estudiando una reforma de pensiones por el que se endurezcan las condiciones para tener derecho a una pensión y la base de cálculo se incremente a toda la vida laboral, con lo que en la práctica tendrá un reflejo en unas cuantías más bajas para las futuras pensiones. 

Sobre el PCOE

Desde la fundación del PCE en 1921 han habido muchas organizaciones que se han reclamado como partido comunista como el PCE (ml), el PCE fundado en 1975 ( r ) y el PCPE fundado en 1984 parte de EIPCO ¿A qué se debe ese proceso tan complejo dentro o desde el comunismo español? ¿Cuáles han sido las contradicciones que ha llevado a estas y a quizás otras experiencias políticas-ideológicas y orgánicas que se han traducido en estrategias y formas de luchas diferentes? En esas contradicciones o visiones disímiles ¿se encontraba la disputa entre posiciones reformistas y revolucionarias?

Nota. En esta respuesta se omite parte de ella por cuanto ya el compañero la ha dado más arriba como bien lo aclara él. 

Gran parte de esta pregunta fue respondida en la respuesta dada a la pregunta 5 de esta entrevista…

Por otro lado, la Organización de Marxistas-Leninistas de España (OMLE) conformada por escisiones en la parte maoísta conformaron en 1975 el Partido Comunista de España (reconstituido). 

La URSS buscaba desalojar de la dirección del PCE a Carrillo, pero no buscaba su desalojo no por antimarxista – que sin duda Carrillo y su camarilla lo eran – sino por antisoviético. 

A finales del año 1982 el Partido Comunista de Checoslovaquia, y a principios de 1983 camaradas del Partido Comunista Búlgaro, trasladaron a nuestro Partido la opinión del núcleo de partidos comunistas que estaban en el poder en aquél momento, incluyendo al PCUS, sobre que nuestro Partido debía convertirse en el eje aglutinador de los comunistas españoles que estaban fuera del PCE, con objeto de reagrupar a las múltiples escisiones que se habían producido por las incontables fracturas del PCE para, posteriormente, desalojar a Carrillo del PCE para lo que tendríamos el apoyo de dichos partidos comunistas. El PCOE rechazó prestarse a desarrollar esa labor. Y es que, por un lado, el PCOE nació como consecuencia de la degradación y descomposición del PCE, que dejó de ser un partido leninista estando carcomido por la corrupción ideológica, siendo irrecuperable, por ello la necesidad de construir un auténtico partido leninista; y por otro lado, nuestro Partido siempre ha tenido claro que el partido marxista-leninista se construye como las catedrales, piedra a piedra, y que si una piedra no sirve se desecha y se busca otra que encaje perfectamente. La construcción del partido del proletariado, de la vanguardia revolucionaria del proletariado, no puede hacerse juntando a un conglomerado de individuos aislados o una suma de organizaciones que no sean homogéneas política e ideológicamente para, de la noche a la mañana, conformar el Partido mediante el mecanismo planteado a través de los partidos de Checoslovaquia y de Bulgaria de la época. 

La propuesta que en 1982 y en 1983 nos plantearon, incardinada en la línea política de la URSS de aquel periodo de combatir el antisovietismo, que no el oportunismo ni defender al marxismo-leninismo no fue más que otra injerencia más de un Movimiento Comunista Internacional enfermo por el oportunismo. 

Meses después, a finales de 1983, Ignacio Gallego – quien durante décadas no dudó en ser el brazo ejecutor de Carrillo en múltiples atropellos contra destacados miembros del Comité Ejecutivo y del Comité Central del PCE – dimitió como miembro del Comité Ejecutivo y del Comité Central del PCE. Y escasos tres meses después, en enero de 1984, se celebró en Madrid un “Congreso de Unidad Comunista”, como denominaron los convocantes, donde la confluencia de diversas organizaciones y partidos heterogéneos en lo político y en lo ideológico – Células Leninistas, PCEU, PCC, Movimiento por la Recuperación y Unificación Comunista y Movimiento por la recuperación del PCE – dieron lugar, casi de la noche a la mañana, a lo que denominaron PC punto, que finalmente fue el PCPE, resultando elegido Ignacio Gallego como su secretario general. Con casi toda seguridad, si el PCOE un año atrás hubiera aceptado ser el aglutinador de las múltiples escisiones producidas del PCE, tal y como nos plantearon los camaradas del Partido Comunista Búlgaro, este proceso de nacimiento del PCPE no se habría dado jamás. 

El movimiento comunista internacional estaba atravesado por el oportunismo, y lo llevaba así por décadas. La caída de la Unión Soviética, resultado final del golpe dado por el imperialismo en 1953 asesinando a Stalin,  en alianza con los oportunistas que estaban en la cúpula del PCUS encabezados por Kruschev, y sus políticas antimarxistas, significó una derrota sin paliativos de la clase obrera, también grandes enseñanzas como que la lucha contra el oportunismo debe ser a muerte, que toda desviación de los principios del marxismo-leninismo implica la reversión al capitalismo y, sobre todo, que el Partido Leninista es el alma y el corazón de la clase obrera, de la revolución y de la construcción del socialismo. 

En el Estado español los partidos comunistas, como en el resto del mundo, estábamos también atravesados por el oportunismo. Muchos partidos, incluidos el nuestro, durante la década de los 90s y la primera década del siglo XXI repetíamos consignas fracasadas pero, sobre todo, descontextualizadas. Consignas como la República democrática y popular no procedían, a pesar que la mayoría de los partidos la repetían sin pensar ni reflexionar. 

Nuestro Partido en el Estado español hizo una fuerte crítica a nuestra política en el XIV Congreso que celebramos en 2010, donde se produjo una renovación completa y una actualización de nuestro programa político, habiendo efectuado una crítica profunda a nuestra política hasta entonces e iniciando una etapa nueva, donde la única etapa que hay que transitar es la revolución socialista, es derrocar al capitalismo e imponer el socialismo y que la clase obrera no necesita tejer alianzas con la pequeña y mediana burguesía, primero porque el grado de instrucción del proletariado es elevadísimo y, segundo, porque el imperialismo liquida, cual caníbal, a la pequeña y mediana burguesía, la arroja a la miseria y la proletariza. 

Las injerencias del exterior se siguen produciendo en el movimiento comunista español, como se pudo contemplar en 2017, cuando se produjo la escisión del PCPE y se alumbró el PCTE. 

Los hechos acreditan que en PCE VIII y IX Congreso, la parte que decidió constituir el PCOE en 1973 tenía razón, en tanto y en cuanto la existencia de otros partidos al margen del PCE demuestran que el PCE es irrecuperable. No solo es irrecuperable, es que el PCE no es ni tan siquiera comunista y ahí está en un gobierno otanista, que está aplicando medidas antiobreras reafirmando las políticas más nocivas de la extrema derecha – política económica, reforma laboral, ley mordaza, etcétera -, que incrementa el gasto militar a la par que se siguen erosionando los servicios públicos, y que es tremendamente lacayo de los EEUU. 

En nuestra opinión, la mayoría de los partidos comunistas del Estado español hoy siguen abrazando el eurocomunismo, siguen repitiendo consignas y buscando frentes interclasistas sin ser conscientes que el momento actual ha cambiado y que dichas consignas ya han quedado rebasadas. Pero ello pasa porque esos partidos siguen abrazando el eurocomunismo, no contemplan la dialéctica base-superestructura sino que inciden en la superestructura pensando que adquiriendo una hegemonía en la superestructura pueden avanzar hacia el socialismo, razonamiento refutado por la historia, por eso para estos partidos su fin son la contienda electoral y no la revolución.   

Las diferencias ideológicas, las rupturas orgánicas son también políticas pero esencialmente tienen también su base en diferencias estratégicas, tácticas y cómo se entiende la revolución y la vía precisa para la toma del poder como la construcción del socialismo. ¿Cuáles fueron las diferencias en ese sentido? Y, ¿cuál es la estrategia y táctica del PCOE hacia la revolución socialista? ¿Cuál es la vía, la forma de lucha principal que permitiría la acumulación de fuerzas necesaria?

Con respecto a las diferencias se ha respondido extensamente en la pregunta anterior. Hay otras cuestiones que no he mencionado como la acción dentro de los sindicatos, la política de masas, la cuestión nacional o la caracterización del Estado español, que nuestro partido lo caracteriza como un Estado fascista, son cuestiones que nos diferencian del resto de partidos que se denominan comunistas en el estado español.  

Nuestro partido considera que hoy se dan las condiciones enunciadas por Marx que definen el momento actual como un momento revolucionario, de hecho para ser más precisos, la revolución está lanzada y no sólo en el Estado español sino a nivel mundial. 

Decía Marx que «ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan, o por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización».

La automatización está provocando cambios en la base económica que están teniendo su reflejo en la superestructura y que la van a ir cambiando muchísimo más. La automatización niega al capitalismo y sienta las bases para que se produzca un cambio de formación socioeconómica en tanto verifica las condiciones expuestas por Marx. 

Los monopolios hoy no tienen otra salida que la guerra y la eliminación física de todo el excedente humano existente como consecuencia de la progresiva robotización. 

El momento histórico requiere la unidad de la clase obrera, y la unidad de la clase obrera es la unidad de los comunistas. Y la unidad de los comunistas requieren una homogeneidad ideológica en algunas cuestiones como que la clase obrera es el sujeto revolucionario, que el derrocamiento del capitalismo solo se puede hacer por la vía revolucionaria socializando los medios de producción y la automatización, y que el principio del internacionalismo proletario debe ser el cemento que una a los comunistas del mundo. Para conocer con más detalle nuestra propuesta adjunto el siguiente enlace donde nuestro Comité Central la plantea https://analisis.pcoe.net/analisis-del-22o-encuentro-internacional-de-partidos-comunistas-y-obreros-eipco/ 

Lo anterior es particularmente importante porque España se encuentra en el contexto de la Unión Europea, de la OTAN y desde esa posición de poder (imperial) ha sido parte tanto de las invasiones militares hacia otras naciones, ha sido parte de las guerras preventivas, ha sido parte de la guerra económica y del bloqueo económico contra Venezuela y Cuba y ha sido un buen aliado de los intereses yankees. En todo eso el PSOE ha sido importante y específicamente Felipe Gonzalez. Y en lo interno desarrolló también una guerra sucia contra el movimiento de liberación nacional vasco, (grupo GAL). Desde esa perspectiva, ¿cómo se explica la unidad entre el PSOE, Izquierda Unida y Podemos? Algo similar ha ocurrido en Chile con el triunfo de Boric cuya base electoral y política fue la ex Concertación (progresismo neoliberal), Chile Digno (encabezado por el Partido Comunista) y el Frente Amplio (hermano menor de Podemos).

En junio de 2018 hubo una moción de censura planteada por el PSOE por la que se removió como presidente del gobierno al corrupto reaccionario Mariano Rajoy. El programa de gobierno que plantearon los censores (PSOE, IU/PODEMOS/PCE, BILDU o ERC) en líneas generales fue:

  • Garantizar las cuentas impuestas por los monopolios mediante el mantenimiento de los Presupuestos Generales del Estado aprobados por la extrema derecha.
  • Defensa del bloque imperialista que representa la Unión Europea, comprometiéndose con la política monetaria y económica dictada por la oligarquía europea y con su política agraria. 
  • En materia de pensiones, la no derogación de la Reforma de las Pensiones del gobierno del PP.
  • Negación del derecho a la autodeterminación de Cataluña, al igual que hizo el gobierno que se censuraba. 
  • Mantenimiento de la Ley Mordaza. 

En enero de 2020 se conformó un gobierno apoyado por el bloque de la moción de censura compuesto por PSOE y PODEMOS-IU-PCE. La política realizada desde entonces no ha sido otra que continuar por la senda de la moción de censura triunfante de 2018. Esto es, mantener la política económica del capital, mantener la represión contra la clase obrera y contra quienes cuestionen la unidad de España, mantener las políticas laborales pues la Reforma Laboral aprobada por este gobierno consagra la Reforma Laboral del corrupto Rajoy, seguir dando dinero público a los empresarios y a la banca incrementando la deuda que paga la clase obrera  y seguir empeorando los servicios públicos, mantener la ley mordaza y mantener la política internacional de sometimiento a los monopolios europeos y norteamericanos. 

El PSOE es un partido abiertamente reaccionario, que simboliza la pata izquierda del sistema. El PP es el partido heredero de Franco, creado por el ministro franquista Fraga y simboliza la pata derecha del sistema. Para ellos el Estado de los monopolios está por encima de todo. El oportunismo PODEMOS-IU-PCE fue otra pieza fundamental del consenso de los sepulcros de la Transición, que justifican su alianza con los franquistas en la única salida posible, subordinarse a los monopolios. Todos ellos son burgueses, todos ellos están al servicio de los monopolios, todos ellos defienden este Estado fascista reforma del Estado franquista y ese es el sustrato de su unidad: Defender los intereses de la burguesía y someter al proletariado. 

De hecho en el Estado español, al igual que en cualquier estado capitalista del mundo, quien realmente tiene el poder y gobierna de manera efectiva no se presenta a las elecciones ni da la cara, simplemente utiliza la corrupción como método para dirigir el Estado. 

El sistema político español está escorado a la extrema derecha, instalado en la reacción, da igual estar a la izquierda del tablero cuando éste se halla en la extrema derecha, y en ese espacio están todos los partidos que defienden este Estado, con independencia que se llamen de izquierda, derecha o centro. 

De lo anterior, ¿cuál es la situación de los derechos humanos en España en relación a prisión política, tortura, persecusión política? Entendemos que el PCE (r), los militantes de la ETA, y últimamente el cantante Pablo Hassel siguen prisioneros. ¿Es así?

España es un Estado donde se reprime políticamente a los comunistas y a todo aquél que cuestione al capitalismo, con independencia de que sea militante comunista, rapero, titiritero o sindicalista. Es cierto todo lo que plantean en la pregunta, como es cierto que la represión del Estado fue grande cuando la clase obrera, fundamentalmente la parte más joven, se movilizó contra el encarcelamiento del rapero comunista Pablo Hasél. Sirva esta entrevista para exigir en nombre del PCOE la puesta en libertad de Hasel, Arenas y todos los presos políticos existentes en las cárceles españolas. 

El Estado de los derechos humanos en España es de indigencia absoluta. En España se persigue al que denuncia la corrupción, e incluso se le condena por denunciar la corrupción. En España la separación de poderes es una quimera pues todos los poderes están en manos de los monopolios. La propia ONU reconoció abusos policiales en el Estado español y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha condenado a España por no investigar los casos de tortura. Existen Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) donde se maltrata a los inmigrantes y se les priva de libertad por el mero hecho de ser inmigrantes y no porque hayan cometido delito alguno. El Estado español según la propia ONU no combate la discriminación racial y étnica, y la fronteras de Ceuta y de Melilla son lugares donde se puede constatar la naturaleza racista del Estado. Y por supuesto, no hemos de olvidar que España, tras Camboya, es el país que más desparecidos tiene del mundo, y la ley de amnistía de 1977 impide el que se investiguen los asesinatos y las vulneraciones de los derechos humanos – torturas, desapariciones y ejecuciones sumarias – otorgando impunidad absoluta a los asesinatos perpetrados por la dictadura fascista. Grosso modo, ese es el estado de los derechos humanos en el Estado español. 

Y desde la perspectiva de los derechos económicos y sociales ¿cuál es la situación en relación a la clase trabajadora?

La clase trabajadora en el Estado español no tiene derecho alguno. En torno a 13 millones de españoles viven en la pobreza. Ahora que el invierno azota con unas temperaturas bajas, casi 7 millones de españoles no puede calentar la vivienda donde habita y el 13,1% de los niños viven en estos hogares donde no pueden usar calefacción porque no tienen sus familias recursos económicos para pagarla. 

Como consecuencia de la política económica de la patronal, consistente en que los salarios pierdan poder adquisitivo año a año, algo que imponen con las firmas traidoras de CCOO y UGT – sindicatos adheridos a la CSI -, el empobrecimiento de la clase trabajadora cada día es mayor. 

Podríamos seguir aportando datos y datos, pero creemos que los datos aportados demuestran que la situación de la clase obrera en el Estado español en cuanto a derechos, ya sean económicos, sociales o políticos, es paupérrima. Y únicamente podrá tener derechos efectivos y reales cuando la clase obrera se ponga en pie y derroque el capitalismo monopolista que lo masacra.  

El PCOE y el imperialismo

Uno de los aspectos esenciales del marxismo-leninismo, y que constituye uno de los pilares programáticos del mismo, es la lucha anti imperialista, y la lucha anti fascista. En el actual contexto de España, de Europa, ¿cómo lleva a cabo el PCOE la lucha anti imperialista y la lucha anti fascista? ¿Cómo se expresa a nivel programático? práctico?

Para el PCOE el sujeto revolucionario es la clase obrera. Y la misión histórica del proletariado es derrocar revolucionariamente el capitalismo e imponer el socialismo y su superestructura, la dictadura del proletariado, para avanzar hacia el comunismo y, consiguiente, abolir las clases sociales y el Estado (y la democracia es una forma de Estado). 

Para ello es necesaria la unidad de la clase obrera y ésta es la unidad de su vanguardia. Para el PCOE la clase obrera es única, y la forma fundamental en la que se expresa la lucha de clases hoy a nivel mundial es la pugna entre el imperialismo y el socialismo. 

Dentro del movimiento comunista hay dos visiones o posiciones. Una que ubica en la clase obrera al sujeto revolucionario, que es donde está el PCOE, y que entiende que la unidad de esta pasa por la unidad de los comunistas a nivel mundial, esto es construir una internacional comunista, al objeto de derrocar al capitalismo y construir el socialismo, y otra visión que ubica como sujeto transformador una alianza interclasista de la clase obrera con otras capas de extracto no obrero como puede ser la pequeña y la mediana burguesía, para oponerse al imperialismo pero ello no quiere decir avanzar hacia la revolución proletaria y construir el socialismo. En esa posición se hallan aquéllos que promulgan el Frente Antiimperialista, donde hay muchos partidos que ni tan siquiera catalogan a diferentes estados imperialistas, como es el caso de España o los propios EEUU, como estados fascistas. 

Nuestro Partido al respecto tiene una tesis aprobada por el Comité Central el pasado año que enriquece nuestro programa y que podéis leer íntegramente en el siguiente enlace:

https://drive.google.com/file/d/1wIX-b6Itz0NgKESVZ9H4_ODulpIHJt3M/view 

Otro de los aspectos esenciales del movimiento comunista internacional es el internacionalismo proletario. En el año 2017 dos milicianos españoles fueron detenidos por participar o ir a luchar al Kurdistán contra ISIS. ¿Qué significó ese hecho para la izquierda y pueblo español considerando que durante la guerra en España muchas brigadas internacionalistas fueron a España a combatir en el bando republicano? ¿Cómo ejerce el PCOE el internacionalismo hoy?

Honestamente, para la izquierda y el pueblo español el caso que pones de los dos milicianos detenidos por luchar en el Kurdistán contra ISIS pasó completamente desapercibido, fundamentalmente para la clase obrera. 

El PCOE ejerce su internacionalismo proletario defendiendo a la clase obrera, luchando ideológicamente por fortalecer al proletariado en ese terreno y arrancarlo hacia la organización revolucionaria para acabar con el capitalismo; estando comprometidos en la construcción de una internacional comunista y, sobre todo, tratando de desarrollar el Partido en el Estado español al objeto de romper la cadena imperialista por este eslabón y liberar todos los medios de producción para la causa del socialismo en el Estado español y de la revolución mundial. 

En esta dirección, el PCOE propugna la salida de España de la Unión Europea y de la OTAN. Asimismo, el PCOE defiende el derecho a la autodeterminación, el cese del bloqueo a Cuba, Corea y demás países condenados por el imperialismo norteamericano, la desaparición de la OTAN entre otras cuestiones políticas concretas que muestran algunas pinceladas de cómo ejerce el PCOE el internacionalismo proletario. 

El derrumbe del socialismo de primera generación en Europa del Este abrió el camino para el predominio de las políticas imperialistas de los Estados Unidos como fuerza hegemónica. La guerra en Yugoslavia y las demás intervenciones militares ha sido lo que ha marcado todo este período. Ahora asistimos a la guerra en Ucrania donde las diferentes fuerzas imperialistas se disputan la hegemonía y conducción del nuevo desorden mundial. ¿Cómo ve el PCOE este conflicto inter imperialista?

Cuando apelas al “derrumbe del socialismo” en Europa del Este, o mejor dicho, en la URSS, en opinión del PCOE es que esta experiencia lo que muestra es que cuando en un Estado socialista se abandona el socialismo, como pasó en la URSS tras el golpe perpetrado por el imperialismo – concretamente Gran Bretaña – en alianza con el oportunismo, liderado por Kruschev, cuando se abandona la centralización económica, cuando se desnaturaliza al Partido, es cuando fracasa la Unión Soviética y se revierte el socialismo retornando al capitalismo. Por tanto, lo que fracasa, lo que se derrumba en realidad, no fue el socialismo sino una Unión Soviética que corrompida por el oportunismo implosionó y, con ella, todos los satélites que tenía alrededor. 

La historia demuestra que el socialismo es superior al capitalismo, demuestra que en 20 años de socialismo la URSS se situó por encima de potencias imperialistas con dos siglos de capitalismo y, también, la historia demuestra  que desviarse de los principios del socialismo conduce a su negación, al capitalismo. La historia demuestra que la URSS nos ha mostrado no solo la superioridad del socialismo sino que éste es posible a nivel mundial y nos ha mostrado que el oportunismo es el mayor cáncer que la burguesía inocula en la clase obrera y que sin el oportunismo el capitalismo no podría sustentarse, por tanto, el combate contra el oportunismo por parte de los marxistas-leninistas debe ser un combate a muerte. 

Con referencia al conflicto bélico que se está desarrollando en Ucrania nuestro Partido coincide en que nos encontramos ante un conflicto interimperialista cuyo objetivo, en nuestra opinión, es liquidar al dólar como moneda mundial. 

La crisis económica mundial producida por el pinchazo de la burbuja financiera creada por la sobrevaloración de activos inmobiliarios que se convirtieron en activos tóxicos, la llamada crisis de la subprime de 2008, donde los Estados salieron al rescate de la banca, de tal manera que para salvar de la bancarrota a los bancos mandaron a la bancarrota a los Estados de tal manera que la burbuja inmobiliaria se empezó a tornar en burbuja de deuda. 

Las medidas adoptadas en 2008, aparte de llevar a la bancarrota los Estados que asumieron los activos tóxicos de los bancos saliendo a su rescate, de estimular la fusión bancaria, fue que los bancos centrales empezaron a generar dinero ficticio a mansalva al objeto de restañar la falta de liquidez existente. Según Paul Krugman “la evasión de impuestos es un problema global: El FMI cree que el 40% de toda la inversión extranjera directa es ficticia” y, por tanto, los propios capitalistas reconocen que el capitalismo se sustenta en la farsa y en el engaño siendo una monumental estafa y, consecuentemente, nos hallamos ante un sistema inviable y fallido.

Aquellos polvos, esa política monetaria de los bancos centrales de hacer dinero ficticio, han traído estos lodos de una inflación hoy desaforada que la clase obrera paga y pagará con su sangre y con la muerte de millones de sus hijos. 

EEUU se sostiene por la vía del militarismo, de una deuda pública impagable que supera los 30 billones de dólares, creando dinero ficticio en cantidades industriales. En abril de 2008 el número de dólares existentes en el mundo ascendía a la cuantía de 830.000 millones, cifra que en el año 2020 rondaba los 5 billones, de tal modo que el 22% de dólares existentes hoy fueron impresos en el año 2020. El dólar, si no fuera la moneda del sistema financiero mundial, no valdría realmente nada y este hecho hace que la economía norteamericana se sostenga a costa de las economías de la totalidad del mundo. 

Por el contrario, China desde hace décadas denuncia que las instituciones supranacionales imperialistas no atiende a criterios “democráticos”, de tal modo que las instituciones que conforman el Sistema Financiero Mundial, y desde donde se dirige el mundo para que fueran democráticas según China la proporción o porcentaje de voto de las potencias debe venir determinado por dos parámetros fundamentales como son la población así con el PIB. 

Es por ello que los BRICS, liderados por China, llevan más de una década tejiendo estructuras económicas, instrumentos financieros para alumbrar un nuevo Sistema Financiero. China y sus aliados, conscientes de la situación de bancarrota del imperialismo donde EEUU ejerce de caudillo, pretenden hacer efectiva su hegemonía económica a nivel político y, para ello es fundamental apuntilla el sistema financiero actual y, por tanto, es obligatorio liquidar al dólar como divisa de reserva mundial, levantando un nuevo sistema financiero con otra divisa sustentada en el oro que despoje al dólar de su situación privilegiada a pesar de no valer absolutamente nada. 

A este choque hay que añadirle la automatización y la robotización al objeto de tratar de producir a más bajo coste que el otro y robarse entre los imperialistas los mercados. Pero esta robotización niega de hecho el capitalismo, desequilibra la composición orgánica del capital en favor del capital constante, minimizando al máximo el capital variable que es la parte que genera plusvalía, consecuentemente, la robotización no solo reduce la obtención de plusvalía sino que destruye demanda empujando a millones de seres humanos al paro forzoso y a la miseria. De tal modo que al imperialismo sólo le queda, en la situación de descomposición en la que se encuentra, el fascismo y la guerra. 

Y es ahí donde se debe ubicar el conflicto bélico que acontece en Ucrania, un conflicto militar donde las potencias imperialistas hegemónicas en lo económico armonicen esa hegemonía en el terreno político y, para ello, es necesario liquidar el actual sistema financiero mundial y sustituirlo por otro donde se sustancie ese cambio hegemónico que ya se ha producido en el terreno económico en el terreno político y para ello es necesario finiquitar al dólar. Algo que, en realidad, lo que está produciendo es un desgajamiento del imperialismo, lo llaman multipolaridad, que lo que realmente debilita al imperialismo en su conjunto que está herido de muerte, cuando no agonizando pues los cambios que se están produciendo en la base nos conducen a la Revolución Mundial, la clase obrera o impone el socialismo o el mundo perece.  

En esta disputa también está el rol presente y futuro de China que para muchos es la nueva fuerza o potencia mundial por lo menos de aquí a un poco tiempo más. Algunos definen a China como un estado capitalista y otros defienden la concepción de socialismo de mercado como válida y como una política apegada al marxismo. ¿Cómo definen ustedes lo que ocurre en China y en relación a esta disputa que se da hoy?

Nuevamente, parte de la respuesta a esta pregunta está integrada en la respuesta a la pregunta anterior. Añadir a lo ya dicho que para el PCOE China es una potencia imperialista que aspira a ser la potencia hegemónica dentro de un mundo cuya formación socieconómica siga siendo imperialista. 

Por último, habiendo varias organizaciones internacionales comunistas, ¿cómo ve el movimiento comunista internacional? ¿Cómo se perspectiva? ¿Qué debería suceder con él?

El Movimiento Comunista Internacional hoy sigue fragmentado como consecuencia del dominio del oportunismo dentro del mismo. Dentro del Movimiento Comunista Internacional hay una lucha entre lo nuevo y lo viejo, entre el marxismo-leninismo y el oportunismo. 

La revolución está lanzada, el imperialismo hoy está en su trance final, negándose a sí mismo. La humanidad no tiene más salida que romper las relaciones de producción presentes imponiendo la propiedad social de los medios de producción, arrebatando el progreso tecnológico representado por la robotización para convertirlo en progreso social. La automatización en manos de los imperialistas lo único que generará es más pobreza, más muerte, más guerras; la automatización en manos de la clase obrera, al servicio del género humano, con la socialización de los medios de producción, incrementará la esperanza de vida, permitirá retirar al ser humano del trabajo, permitirá el desarrollo multilateral e ilimitado del ser humano. Lo que está en juego es la vida o la muerte. Hoy la consigna socialismo o barbarie es más vigente que nunca. Y en esto es en lo que tendríamos que estar los comunistas del mundo, en cómo fortalecer la organización revolucionaria, cómo hacer una organización lo suficientemente potente ideológicamente y cohesionada para dirigir al proletariado a la consecución de su misión histórica: la revolución proletaria para derrocar el capitalismo y construir el socialismo como paso previo para el comunismo. El mundo avanza y la necesidad de la humanidad está ahí. Los comunistas debemos ganarnos esa cualidad y debemos cavilar en cual es la realidad concreta y, en base a esa realidad concreta, actuar para dotar a la clase obrera de táctica y de organización para tomar el poder. Sin embargo, una gran parte del movimiento comunista, anquilosada en el pasado, en lugar de construir la revolución buscan mantener su espacio en el mundo imperialista, un mundo que está feneciendo y que, sin duda, arrastrará con él a todo aquello que forme parte de su superestructura, incluido al oportunismo que es una parte más del imperialismo caduco y agonizante. 

Palabras finales, ¿cuál es el llamado que ustedes hacen a los pueblos y a los comunistas del mundo? ¿Cuál es la tarea hoy?

La Revolución Mundial ya está lanzada, porque la revolución se abre paso por las contradicciones objetivas, las que se producen en el ser social y que no solo pasan por encima de la conciencia social y del pensamiento individual de los sujetos, sino que progresivamente irá rompiendo la conciencia social actual y transformándola progresivamente en una conciencia social que reflejará el nuevo ser social. Lo queramos o no, unos u otros, la época actual es la época de la revolución proletaria mundial. 

Hoy es más necesario que nunca el ¡Proletarios del Mundo, uníos!, hoy es más necesario que nunca el internacionalismo proletario, hoy es más necesaria que nunca la guerra sin cuartel contra la burguesía y toda su ideología reaccionaria, empezando por el nacionalismo con el que pretenden dividir a los pueblos para que la minoría capitalista mantengan su orden de saqueo y muerte. 

El sujeto revolucionario es la clase obrera, la unidad del sujeto revolucionario es la unidad de su vanguardia, de su parte más consciente, de los comunistas. Nunca la clase obrera estuvo tan preparada para asumir el poder como hoy, al igual que hoy se garantiza el desarrollo material necesario para que la humanidad sustituya la vieja formación socioeconómica imperialista por la nueva socialista, la cual ya se abre camino dentro de la formación socioeconómica vieja. 

Es necesaria la unidad revolucionaria de la clase obrera, es más necesario que nunca abrazar con fidelidad los principios del marxismo-leninismo, es necesaria construir una Internacional Comunista nueva que dé respuesta a la situación actual del mundo para conseguir que la clase obrera cumpla su misión histórica, para zafar al ser humano de la explotación capitalista y construir el socialismo como paso preliminar hacia el comunismo haciendo que el ser humano abandone su prehistoria y comience a escribir conscientemente su historia en un nuevo mundo donde el humanismo y el igualitarismo sean la ley.

¡Proletarios del mundo uníos!

¡Socialismo o barbarie!

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