COLOMBIA. UNA CLASE OBRERA QUE LUCHA: ¡TRIUNFA!

Comentario Previo RPI.

Los procesos sociales son contradictorios y algunos son sorprendentes. 

Hace algunos días la dupla de Gustavo Petro y Francia Márquez, candidato a presidente y vice-presidenta por una alianza de izquierdas, alcanzaban un triunfo electoral. Es primera vez en la historia de Colombia que una alianza de izquierda alcanza el poder político, el poder administrativo. Se podría decir que es primera vez desde hace mucho tiempo, quizás desde los tiempos de Jorge Elicer Gaitán, que desde lo institucional ocurre algo diferente más allá de las alianzas históricas de los partidos oligárquicos. Los ojos están puesto en este proceso que se abre sin embargo….

Esto ocurre en medio del fracaso del proceso de paz y de desarme de las FARC-EP y de un cientos de dirigentes sociales que se han asesinado solamente por luchar por las más legítimas demandas. Estas elecciones ocurren en medio de una Colombia prácticamente invadida por las fuerzas militares yankis cuyas bases militares simplemente barren con cualquier concepto de soberanía e independencia de las cuales nos hablan los libros de historia y para qué hablar de autodeterminación de los pueblos. 

Para cualquiera que ve desde afuera lo que ha ocurrido en Colombia por décadas cuesta comprender cómo es posible desarrollar campañas electorales sucesivamente, más aún considerando que el Estado Colombiano se asemeja o simplemente es un «narcoestado» y un Estado Contrainsurgencia. Esto cuesta más entenderlo si consideramos que Colombia se podría definir como el Viet Nam de América Latina considerando que desde mediados de la década del 40 del siglo XX se viene desarrollando el movimiento guerrillera siendo el conflicto armado interno más antiguo del continente. 

¿Cómo se puede jugar con las reglas clásicas de la «democracia burguesa» si esta misma entrevista es el vivo ejemplo que en nuestra querida Colombia el sólo hecho de opinar constituye un acto de valentía extrema por cuanto pone en serio riesgo la vida del entrevistado? Es por esta razón, porque la democracia y el respeto a los derechos más elementales no existen en Colombia, que la identidad de el/los entrevistados se guardan en el anonimato. El Estado colombiano es incapaz de asegurar el más mínimo ejercicio a disentir, a opinar y los trabajadores no tienen asegurado el más básico derecho a organizarse a riesgo de ser eliminados físicamente sin embargo de cuando en cuando se juega a las elecciones democráticas, a las reglas de la democracia y se intenta ilusionar a un pueblo sediento de justicia social, de paz, de igualdad y unas profundas ansias del respeto a la vida que mediante el ejercicio de esta democracia burguesa y dentro de los marcos de narcoestado paramilitarizado el cambio social se presenta como posible. ¿Qué diría Dante desde su infierno? ¿Qué diría Kafka? Se quedarían mudos sin duda. Sin respuesta. 

Está por verse, el tiempo nos dirá, cual fueron las operaciones encubiertas, las conspiraciones, las tratativas del imperialismo en este evento electoral y cómo se comportarán ante este nuevo escenario. Lo sabido es que el imperialismo no perdona. ¿Cuáles serán las actividades de las bases militares ante la implementación del programa de gobierno de Petro-Márquez? Está demás decir que estas bases militares se encontraban con los motores encendidos para la guerra interna y para la eventualidad de la continentalización de la lucha. 

¿Qué pasará con las guerrillas que aun empuñan las armas, con los miles de asesinados por los paramilitares y con los paramilitares mismos?

Por último, cabe señalar que RPI se reserva el derecho de eliminar todo elemento de esta entrevista que a nuestro juicio ponga en riesgo las vidas, la integridad del sindicato entrevista, de sus integrantes y dirigentes. Nuestro compromiso con la lucha de la clase trabajadora y de los pueblos colombianos nos lleva a abrir los espacios de RPI pero a la vez cooperar con su seguridad y denuncia. Sepan los compañeros que siempre encontrarán en RPI un espacio que pueden ocupar con plena libertad con medio alternativo a los criminales de la oligarquía, de las mafias y del imperialismo.  Sólo se resguardan las identidades y se respeta en plenitud las opiniones que se transcriben en forma textual y completa. 

Para la mejor comprensión el «nombre» de la organización entrevistada será reemplazada por sindicato

¿Cómo nace el sindicato?

El trabajadores disponibles y temporales, que unifica a los obreros y trabajadores a quienes  el Estado de Colombia y su gobierno burgués reaccionario, les ha negado su derecho fundamental a la contratación colectiva directa y estable, condenándolos al esclavista sistema de subcontratación laboral, nació en un momento en que la lucha de clases en Colombia se profundizaba. El sistema de subcontración laboral a través de empresas subcontratistas venia en ascenso, al punto que el 60% de los trabajadores eran subcontratados por poco tiempo o por tarea determinada sin reconocerles las conquistas laborales logradas por el movimiento obrero en Colombia, siendo el Estado de Colombia en máximo violador de los derechos de los trabajadores al contratar por medio de este sistema de subcontratación.

Este esclavista sistema de subcontratación  laboral crece como consecuencia de la política patronal de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en su 81 reunión CIT, realizada en Ginebra suiza, el 24 de junio de 1994 entregó nueve derechos conquistados por la clase obrera a través de Convenios, de obligatorio cumplimiento para los Estados firmantes, entre ellos: la estabilidad laboral a través de la Contratación Colectiva directa y estable, jornada laboral de ocho horas diarias y 48 semanales, la unidad orgánica sindical, derecho a la huelga plena y de solidaridad, derechos a la salud, a la educación, seguridad social y laboral  de los trabajadores, y convirtió los Convenios en “recomendaciones” no obligatorias de cumplir por los estados.  Esto disparó la violaciones de los anteriores derechos por parte de los Estado que hoy sufre la clase obrera y los trabajadores del mundo, y en donde a través del paralelismo sindical está dividiendo a las organizaciones sindicales para debilitarlas y destruirlas.

Además de lo anterior, la patronal y pro-imperialista Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, CIOLS hizo su trabajo anti-obrero y antisindical en Colombia y el mundo, para tratar de dividir y destruir a la Federación Sindical Mundial, FSM creada en 1945 para unificar el movimiento sindical mundial y arrebatarle este instrumento de lucha al proletariado. A raíz de la creación de la CIOLS, que en el año 2005 se disuelve y se unifica con la clerical  Confederación Sindical Mundial, CMT para tomar el nombre de Confederación Sindical Internacional, CSI. El paralelismo sindical impulsado por la burguesía y su Estado, así como la CSI, ha hecho que en Colombia existan siete centrales sindicales todas bajo el mandato de la burguesía, cuyos directivos traidores y burócratas, cumplen órdenes de la CSI, la cual no ha hecho absolutamente nada por unificar el movimiento sindical en Colombia y por el contrario impulsa el paralelismo sindical admitiendo varios sindicatos de la misma rama o en la misma empresa.

Durante la creación de nuestro sindicato, el Estado utiliza a los grupos paraestatales, paramilitares, para hacer la guerra sucia  contra los trabajadores de la ciudad y del campo y sus organizaciones sindicales, lo cual trajo como consecuencia el asesinato de miles de dirigentes obreros y populares a través de las masacres y asesinatos colectivos y selectivos a manos de estas fuerzas oscuras del Estado que se mimetizaban en las fuerzas militares del Estado. Este, venía desarrollando una política de destruir a las organizaciones sindicales no solo a través de los asesinatos y encarcelamiento de sus dirigentes, sino de la ley burguesa que impulsó una política de paralelismo sindical legalizando la existencia de varios sindicatos en una misma empresa y  rama industrial, lo cual, unido a la subcontratación en todas sus manifestaciones, ha sido su política para la destrucción del movimiento sindical con lo cual trata de impedir el desarrollo del movimiento obrero. Toda esta política con la complicidad de las centrales sindicales existentes. .

El sindicato, nace como producto de la lucha de los trabajadores temporales que trabajaban en su momento para la empresa petrolera, que luchaban contra el sistema de subcontratación laboral existente al interior de la empresa y por la conquista de la contratación colectiva directa y estable..

Mediante su lucha los obreros temporales, con el apoyo del sindicato de los petroleros Unión Sindical Obrera, lograron organizar a los obreros temporales en un sindicato que unificaba los trabajadores que trabajaban por el sistema de subcontratación y por tiempo limitado al servicio de la petrolera, quien les violentaba sus derechos laborales y les daba tratamiento discriminatorio. Así, el 25 de Julio del año 2000 los trabajadores temporales, luego de larga lucha logran  el reconocimiento  de su sindicato por parte del Estado. En todo este tiempo de lucha por su creación, el sindicato fue objeto de una criminal represión que tuvo como consecuencia el asesinato de cinco miembros de la junta directiva por parte de los grupos paraestatales, paramilitares. Sin embargo, sus dirigentes continuaron su lucha y lograron que todos los trabajadores temporales fueran vinculados a la empresa petrolera con contrato directo, es decir lograron conquistar el derecho a la contratación colectiva directa y estable por parte de petrolera. En esta forma, al quedar vinculados con contrato directo con la empresa petrolera, el sindicato desapareció por sustracción de materia, pero quedo vivo su reconocimiento por parte del Estado, es decir su personería jurídica siguió registrada ante el Ministerio del Trabajo de Colombia.

Ante el crecimiento del esclavista sistema de subcontración laboral, en la ciudad de Cali, departamento del Valle del Cauca, Colombia, un grupo de trabajadores desempleados, despedidos de los puestos de trabajo, decidimos recuperar y revivir el sindicato en esta ciudad y con compañeros nuevos. Fue así, en el mes de julio de 2005 se realiza una asamblea general para reactivar al sindicato nuevamente lográndose el objetivo. Los meses siguientes fueron muy duros y gran parte de los compañeros abandonan al sindicato debido a la represión y el terrorismo de Estado. En septiembre del 2005, con los pocos compañeros que habían resistido se realiza  una asamblea general para reorganizar el sindicato y se nombra una nueva Junta Directiva que asume el trabajo de reconstruir el sindicato en esta región, y se aprueba como consigna política: Luchar por el derecho a la contratación colectiva directa y estable, en condiciones dignas y garantizadas por el Estado. ¡Por la abolición definitiva del esclavista sistema de subcontratación laboral: Unidad, Organización y Lucha!

En esta lucha, con movilizaciones de masas, hemos logrado obligar a las empresas a reconocer el contrato laboral directo y estable por parte de los trabajadores, sin intermediarios, y que se les reconozcan sus derechos laborales  violentados.  

¿Cuándo se habla de la clase trabajadora en Colombia. ¿Cómo se compone?

Para responder esta pregunta, empezaré por caracterizar la sociedad colombiana, su Estado y gobierno imperantes:

Colombia es un país  en donde impera un Estado con una economía de tipo capitalista atrasado, dependiente del imperialismo norteamericano, dominado por una burguesía pro-imperialista, como su socio menor, y con poder del narcotráfico mafioso internacional, con relaciones de producción predominantemente capitalistas entrelazadas en algunas regiones con relaciones de producción semi-feudales, todo lo cual no permite, y por el contrario atrasa y deforma su desarrollo  en todos los campos, además de entregar a los monopolios internacionales imperialistas las riquezas naturales y empresas estratégicas productivas de la nación, destruir la naturaleza y la vida de la nación. Su gobierno es una dictadura presidencialista, sanguinaria que aplica métodos fascistas, como el paramilitarismo,  para detentar el poder del Estado y utilizarlo como maquinaria de opresión  y explotación contra el proletariado y demás masas populares trabajadoras. Esta caracterización del Estado y su gobierno, sintetiza la situación política de la sociedad colombiana y particular de la clase obrera.

Nosotros no utilizamos el término “clase trabajadora”, pues esta expresión se refiere todos los que trabajan ya sea con o sin propiedad sobre los bienes de producción. Utilizamos la categoría clase obrera o proletaria, que se refiere a los asalariados que producen y venden su fuerza de trabajo.  Hay trabajadores que no son asalariados, pues  no venden su fuerza de trabajo, pues no son asalariados, sino que venden lo producido por el fruto de su trabajo, son trabajadores pero pertenecen a la pequeña burguesía pues, son pequeños propietarios o trabajan en la ADMINISTRACIÓN de una empresa y no en la producción, por ejemplo gerentes no propietarios que no producen, sino que administran el capital a favor de sus propietarios. 

Las clases existentes en Colombia son:

Proletariado, los que producen y venden su fuerza de trabajo y reciben un salario.

Proletarios del campo, los que no poseen propiedad de la tierra, son asalariados del campo.

Semiproletarios: los que cultivan una pequeña propiedad  de tierra productiva, pero tienen que trabajar a la vez como asalariados. 

Campesinos: pertenecen a la pequeña burguesía: Pequeña burguesía, compuesta por pequeños propietarios de bienes de producción  o empleados de la administración de las empresas que no producen sino que administran. En esta clase se encuentran los campesinos,  quienes no son una clase social, sino, un estamento de la pequeña burguesía, pues, son propietarios de pequeñas extensiones de tierra que la cultivan.  La burguesía, con sus capas: industrial, financiera, comercial y terratenientes, esta última como remanente feudal. Esta burguesía es pro-imperialista antinacional. En esta clase la capa paracitaria de la burguesía financiera tiene la hegemonía dominante.

En la clase proletaria y los empleados, que viven de un salario tanto en la ciudad como en el campo hay una gran cantidad, un 70% de estos que son SUBCONTRATADOS, es decir, no son trabajadores directos de las empresas o de los patronos, no tienen contrato de trabajo directo ni contratación colectiva directa, ni gozan de esta conquista, sino que son trabajadores de empresas contratistas que los alquilan a otras empresas, o por falsas “cooperativas de trabajo asociados”, en donde figuran como “socios”, “propietarios” los cuales no ganan salario, sino que les pagan estos disfrazados de “compensaciones”, lo que no constituye salario sino que son “honorarios” o compensaciones, pues aparecen como “socios de la empresa”, sin vínculo laboral alguno ni derechos  laborales, sociales, de salud de ningún tipo. Estas empresas contratistas, los envían a trabajar a las empresas y cobran por ese “servicio” y del pago de ese “servicio” solo le compensan una mínima parte. Es una verdadera esclavitud sin salario.

El empleo “informal” no existe, lo que existe es «desempleo disfrazado de “informal”, pues el llamado empleo formal es el que cuenta con contratación colectiva directa y estable! Los llamados “informales” se les designa a los pequeños comerciante que no cuentan con matricula como comerciantes, en su mayoría son trabajadores desempleados que se ven obligados por las circunstancias a  vender cachivaches para “sobrevivir” y son perseguidos por la policía quien les quita sus mercancías.. ¡Los desempleados NO son informales, sino DESEMPLEADOS!

La realidad salarial en Colombia es que el salario, como en el resto del mundo capitalista, la burguesía y su Estado privado lo están acabando al convertirlo en “compensaciones” o “bonificaciones” que no son salario y romper el vínculo laboral entre los trabajadores y los capitalistas de las empresas para evadir las responsabilidades laborales de los capitalistas con los trabajadores.

El Estado burgués de Colombia, impone una política  no solo antinacional, sino anti-obrera, anti-sindical, antipopular que atenta contra la nación colombiana, contra todos los derechos de los trabajadores colombianos, que impide el desarrollo del sindicalismo en Colombia, pues lo divide, fracciona, para debilitarlos y exterminarlos e impide su fortalecimiento, sobre todo del sindicalismo de clase por industria, y lo fracciona a través del paralelismo sindical, es decir la existencia de varios sindicatos en una misma industria o fábrica. Así mismo impulsa el sindicalismo corporativo, tipo fascista por “oficios” para impedir el sindicalismo de clases por rama industrial! Además de lo anterior, la burguesía se ha tomado las juntas directivas de las centrales sindicales asaltándolas través de los esquiroles o vende-obreros a su servicio

¿Cuáles son los elementos distintivos del movimiento sindical colombiano en general y del sindicato en particular?

El movimiento sindical, como parte integrante del movimiento obrero, lo analizo en base a la situación de este último en Colombia. El movimiento obrero en Colombia atraviesa por una crisis ideológica, política, organizativa y moral, manifestada en la influencia y dominio del economicismo, gremialismo, el reformismo y corporativismo, como penetración de la ideología burguesa en el seno del proletariado. El revisionismo se ha apoderado de los partidos revolucionarios. Es así, como el partido del proletariado no se ha desarrollado en Colombia en la forma que lo requiere el movimiento obrero y la revolución colombiana, es decir, que a pesar de existir las condiciones objetivas revolucionarias en Colombia, las condiciones subjetivas, el factor de conciencia revolucionaria no ha prendido en las masas, sobre todo en la clase dirigente del proceso revolucionario: la clase obrera. Esta situación del movimiento obrero, se refleja en el movimiento sindical, el cual atraviesa por una crisis ideológica, política, organizativa y moral que no le permite tener la estructura real de clase proletaria que le permita orientar y tener la capacidad ideológica, política y organizativa de clase para sostener el peso de la lucha de clases que necesita librar el movimiento sindical en Colombia para la conquista de sus objetivos de clase.

El sindicato es una organización del proletariado organizado que hace parte del movimiento obrero y sindical de Colombia y el mundo, que lucha por lograr conquistas políticas, económicas, sociales y culturales que necesita el proletariado en su lucha de clases. Trabaja por unir, organizar, orientar, educar y formar conciencia de clase proletaria en el proletariado para la lucha de clases y base sus acciones en los principios y estructura de clase real, en la orientación dada por la Primera Internacional de los Trabajadores (1864-1876).  

El sindicato ha planteado y demostrado la siguiente tesis sobre la crisis del movimiento sindical en Colombia: “La raíz del problema que tiene sumido al movimiento sindical de Colombia en el estado de crisis, política, estructural y moral, que lo ha llevado al estado de postración, debilidad y dispersión en que se encuentra, y en particular a la CUT, es IDEOLÓGICA, y radica en que la composición de clase de gran parte de la dirección sindical a todos los niveles no es proletaria sino, pequeño burguesa, lo cual ha llevado a su interior el egoísmo y la inestabilidad propia de la ideología pequeño burguesa, su desconocimiento consciente  de las leyes sociales que rigen el desarrollo de la sociedad, y en particular de la ley de la lucha de clases, base de los principios fundamentales clasistas que deben regir al sindicalismo y de los cuales se han alejado la inmensa mayoría de sus órganos directivos, en particular sus Comités Ejecutivos Nacionales (CEN) y gran parte de sus dirigentes a todos los niveles, lo cual les ha impedido tener una política proletaria clara y objetiva para dotar al sindicalismo proletario de una estructura real de clase proletaria que le permita sostener todo el peso que significa dirigir y librar la lucha de clases contra la burguesía y el imperialismo, y las arremetidas del capital, ni diseñar una estrategia y tácticas acertadas que conduzcan al movimiento sindical, como parte importante del movimiento obrero, por el camino correcto hacia la conquista de sus objetivos políticos, económicos, sociales y culturales de clase.

Pese a esto, aún hay una gran parte de la base y algunos dirigentes de seccionales con conciencia de clase que han jugado un papel importante en esta lucha ideológica y política en defensa y aplicación de los principios, de una política proletaria y lucha ideológica correctas, que no han permitido que la crisis se profundice aún más. No todo está perdido, pues, la clase obrera no se ha corrompido, y si se lucha con decisión y honestidad por el rescate de los principios fundamentales del sindicalismo, señalados por la Primera Internacional de los Trabajadores (1864-1876) y desarrollados en la lucha del proletariado mundial por su  emancipación y la de las demás clases oprimidas. De ahí, que sea necesario recomponer la estructura de clase de la dirección sindical a todos los niveles, para que la clase obrera, como la clase más revolucionaria y avanzada de la sociedad garantice la correcta dirección de la lucha sindical y juegue su papel histórico que a que está llamada en la lucha de clases , haciendo que los obreros asalariados sean la inmensa mayoría, las dos terceras partes como mínimo, en los órganos directivos, tal como fue el mandato de  la Primera Internacional de los trabajadores de 1864.”

Todo lo anterior demuestra como la estructura de clase de la CUT y las demás centrales sindicales, es la misma de la patronal y pro-imperialista Confederación Sindical Internacional (CSI). Es una estructura que no corresponde, ni es la que necesita, ni le sirve a la lucha del proletariado ni al movimiento sindical para desarrollar su lucha de clases por sus reivindicaciones políticas, económicas, sociales y culturales, pues no posee una estructura real de clase basada en la ideología y política del proletariado, por lo tanto, no le sirve a éste, al contrario le hace daño. Esa estructura que posee es creadora del burocratismo, paralelismo, economicismo, corporativismo, anarcosindicalismo y demás males que aquejan al movimiento sindical.

Los principios fundacionales del sindicalismo de clase como El principio la estratégica alianza obrera campesina no lo han llevado a la práctica las centrales sindicales y por el contrario la han saboteado. El campesinado pobre y medio no ha sido organizado, y por el contrario ha sido segregado por estas centrales y no hay ni siquiera una unidad de Acción para el trabajo y la movilización.

¿Cuáles son los elementos distintivos del movimiento sindical colombiano en general y del sindicato en particular?

Esta respuesta está contenida en las anteriores. El distintivo, lo que ha caracterizado al movimiento sindical de Colombia, como secuencia de la situación de crisis del movimiento obrero, en los últimos cuarenta años hasta hoy, ha sido la entrega de los derechos y las conquistas del movimiento obrero y sindical, la destrucción de la estructura real de clase proletaria del movimiento sindical basada en la ideología del proletariado por parte de las actuales direcciones burocráticas, entreguistas conciliadoras de clase de las Centrales Sindicales. El distintivo o carácter del sindicato es que es: una organización de clase del proletariado, un arma de lucha y organización que organiza, educa, forma a al proletariado, enmarcada dentro de la estrategia y la táctica de este en la lucha por su emancipación definitiva del proletariado de la opresión y explotación del capital. Su consigna es: “luchar por la abolición definitiva del sistema esclavista de subcontratación. Por la conquista del derecho a la contratación colectiva directa y estable en condiciones dignas y garantizado por el Estado mediante la organización, la movilización y la lucha de las masas!

En Chile, el neoliberalismo se comenzó a implementar desde 1973, dictadura de Pinochet. ¿Cómo fue el proceso de instauración del neoliberalismo en Colombia?

El modelo neoliberal, como variante estratégica del imperialismo para crear las condiciones e imponer el fascista corporativismo global que hoy trata aplicar, fue un proceso que inició el Estado y su gobierno, en cabeza del presidente César Gaviria, quienes aprovecharon un ascenso en la lucha de masas trabajadoras y de los estudiantes revolucionarios por la conquista de derechos políticos, económicos, sociales y culturales de las masas trabajadoras, quienes exigían una Asamblea Nacional Constituyente Popular y  Democrática,  movimiento que aprovechó el Estado para desviar a estas de sus objetivos políticos y arrebatar esas banderas al pueblo y tomárselas para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente burguesa, en 1991, para imponer una “nueva” Constitución neoliberal, dirigida totalmente por la burguesía y su gobierno con participación popular, pero reservándose el poder de decisión, como finalmente lo logró, por medio de la cual despojó a la nación y a su pueblo de todas sus riquezas naturales, empresas de la nación y derechos fundamentales, cuando en su constitución la burguesía logró que las riquezas naturales y empresas estratégicas, que eran hasta ese momento, constitucionalmente, de la nación, no fueran propiedad de la nación sino, del Estado, es decir del órgano de poder y opresión en manos de la burguesía pro-imperialista.

Así, aboliendo una sola categoría, respecto a la propiedad de las riquezas naturales y de las empresas estratégicas, la de nación, y colocando en su reemplazo la categoría Estado, le arrebató al pueblo colombiano la propiedad colectiva y los derechos sobre sus riquezas. Por medio de esa constituyente burguesa neoliberal, utilizando la reaccionaria filosofía burguesa de la semántica, logró dar un golpe mortal a las masas trabajadoras.

Esa Constituyente de 1991 cumplió otro objetivo estratégico: sentar las bases para el desmonte de la histórica lucha guerrillera de liberación nacional, como parte del movimiento obrero, organizada en ese momento en la “Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar” pues, esa estrategia de la burguesía y su gobierno, fue aprovechada por los traidores oportunistas infiltrados en la Coordinadora Guerrillera, para tratar de destruir la lucha armada, dividirla, entregar las armas y traicionando a las masas populares, llegar al Estado a legislar, quedando solamente las guerrillas de las FARC-EP, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), este último muy disminuido en fuerzas, debido a la traición por parte de varios de sus dirigentes político-militares, librando la lucha armada directamente. Algunos de los que entregaron la lucha, llegaron a conformar grupos paramilitares organizados por el Estado. Esto significó una arremetida militar del Estado y su gobierno que significo el sacrificio de muchos dirigentes de las guerrillas, entre ellas las de sus fundadores Pedro Vásquez Rendón Primer Secretario Político del Partido Comunista Marxista Leninista de Colombia y del Ejército Popular de Liberación EPL y de Pedro León Arboleda quien le había sucedido a su muerte.

Los grupos paramilitares, instruidos y dirigidos militarmente por militares israelitas sionistas y norteamericanos,  crecieron geométricamente y coparon gran parte del territorio colombiano asesinando gran parte de los dirigentes obreros, campesinos y populares del país. El capital privado, con los monopolios internacionales a la cabeza, se apodero, no solo casi todas las riquezas naturales y empresas estratégicas y sociales de la nación, sino que destruyó gran parte del aparato productivo de la nación y de los derechos fundamentales como la salud, educación, vivienda, justicia, recreación, las comunicaciones en todas sus ramas y vías, etc., así como de su estructura. La destrucción del aparato productivo nacional acabo la poca industria nacional el impulso el crecimiento de los monopolios internacionales, principalmente norteamericanos en el país. Así mismo, creció la deuda externa con los órganos multilaterales monopolísticos financieros y políticos del imperialismo como Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, BIRF, OMC, la OMC, etc, lo cual ha aumentado la deuda externa de la nación y por lo tanto su dependencia del imperialismo, lo cual facilita su intervención, no solo política en los asunto internos de Colombia, sino militar con ocho bases militares norteamericanas en su territorio.

Desde Bretton Woods (1944), donde el imperialismo impuso el modelo neoliberal, las instituciones financieras fueron pensadas como sustitutos del colonialismo formal de modo que, sin esos ropajes políticos, se pudiera mantener y extender el control, explotación y saqueo de las riquezas naturales, a costa de la destrucción de la naturaleza y la vida, e. control monopolístico de los mercados y la fuerza de trabajo de África y América Latina fundamentalmente.

La implantación del modelo neoliberal, influyó negativamente en el movimiento sindical, pues, los reformistas abandonaron la lucha enmarcada dentro de la estrategia anticapitalista, contra el capital y sus arremetidas contra el proletariado, basadas en la movilización de las masas y la formación de sus bases al calor de la lucha, para desviar la lucha política de clase hacia la lucha economicista, contra algunos de los efectos: el neoliberalismo y no contra sus causas estructurales! Gran parte de los derechos conquistados por el proletariado y el movimiento sindical, han sido entregados en los últimos cuarenta años por la dirigencia política los partidos reformistas, revisionistas  los sindicatos reformistas dirigidos por ellos en Colombia.

¿Cómo se distribuye la riqueza en Colombia?

En Colombia el reparto de la riqueza en la producción Nacional es así:

A los trabajadores que la crean el 8%. Para los industriales, comerciantes y transportadores: el 35%.  El 57% para el capital financiero parasitario.

Colombia es uno de los países en donde el salario mínimo es uno de los más bajos. Colombia ocupa el primer lugar en cuanto a la desigualdad en la distribución de la tierra pues, el 1% es propietario del 85% de la tierra productiva. Los datos estadísticos sobre distribución de la riqueza que demuestran que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo son innumerables y ocuparía mucho espacio.

Asamblea Nacional Constituyente.

Algunos antecedentes: En la década de 1970 el narcotráfico comienza a adquirir poder dentro de los círculos políticos de la burguesía y por lo tanto del Estado. Las masacres colectivas y contra los dirigentes políticos obreros y campesinos se intensifican por parte de los organismos del Estado en contra de las organizaciones políticas revolucionarias se intensifican para borrarlas de la vida política del país, los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de las masas populares son conculcados por el Estado, los derechos conquistados por la clase obrera y trabajadores en todos los campos son arrebatados, los sindicatos con carácter de clase son debilitados y destruidos mediante las leyes laborales que impone el Estado como el paralelismo sindical, la imposición de la subcontratación laboral en varias modalidades, se intensifican los despidos colectivos.

Los niveles alcanzados por la penetración del narcotráfico en el Estado, hacen que este invada la vida política del país y sus alcances influyan en las relaciones internacionales con Estados Unidos, el cual aprovecha el pretexto de “combatir el narcotráfico” para realizar tratados bilaterales con el Estado que fortifican su intervención, no solo política y económica, sino militar en Colombia, lo cual violenta la soberanía nacional, entre ellos fortalecer sus 7 bases militares en el país. Además de introducir espías  a través de su agencia imperialista para el control de las drogas (DEA)  Durante estas dos décadas, se realizaron intentos de diálogos para buscar la paz por parte de la guerrilla a través de la Coordinadora Nacional Guerrillera Simón Bolívar, las cuales saboteó el gobierno cuando estaban a punto de llegar a los acuerdos.

El proletariado organizado políticamente aun jugaba un papel importante pero se ve disminuida su acción ideológica y política con la acción destructora y divisionista del revisionismo que lo venía infiltrando desde hacía varios años y se apodera de gran parte de los partidos comunistas del mundo, sobre todo después de 1956 con la realización del XX Congreso del Partido Comunista de la URSS que lo desvió al revisionismo burgués, lo que causa una gran conmoción en el movimiento comunista internacional e intensifica la lucha ideológica al interior de este.

En el año de 1990, las masas se movilizaron exigiendo una Asamblea Nacional Constituyente con carácter popular cuyo objetivo era crear una nueva constitución política que llenara las expectativas democráticas de las masas populares de la nación. En este papel el estudiantado jugo un papel muy importante con movilizaciones masivas apoyando esta iniciativa.

Constitución de 1991. La burguesía, con el gobierno pro-imperialista y neoliberal, recién posesionado de Cesar Gaviria como presidente,  aprovechó esta iniciativa para crear la estrategia de dividir y destruir el movimiento guerrillero organizado en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar y  asaltó la bandera de la Asamblea Nacional Constituyente tomándosela y convoca a la Asamblea Nacional Constituyente bajo sus condiciones y principios, los cuales enmascara como democráticos, con la participación de algunos sectores de la sociedad colombiana, entre ellos las diferentes etnias y los grupos guerrilleros, a quienes previamente había exigido la entrega de las armas, condición que no aceptaron el Ejército Popular de Liberación (EPL) dirigido por el Partido Comunista de Colombia marxista-leninista, las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) quienes continuaron su lucha política y armada. Varios de los integrantes de las guerrillas que se entregaron al estado, pasaron a formar parte de los grupos narco-paramilitares que se formaron posteriormente.

Así, se llega a la Asamblea Nacional Constituyente con una elección de delegados constituyentes impuesta por la burguesía, en la cual ésta tiene el pleno control político para impedir que se realicen las reformas estructurales que necesitaba la nación y las masas trabajadoras en Colombia, sobre todo impedir que se amenazara la propiedad privada, las relaciones de producción capitalistas existentes y el carácter dependiente del Estado del poder del imperialismo norteamericano, para lo cual era necesario que esa “nueva” constitución sentara las bases para introducir, posesionar y desarrollar el neoliberalismo al país como variante estratégica del imperialismo para sentar las bases para imponer el corporativismo de tipo fascista que hoy impone, lo cual quedó plenamente demostrado cuando en esa “nueva” constitución le quito, como ya se aclaró antes, la propiedad sobre las riquezas naturales y empresas estratégicas, que eran históricamente de la NACIÓN hasta ese momento y las entregó al ESTADO CAPITALISTA, con lo cual abrió las puertas para la privatización de los público, de los derechos fundamentales, las riquezas y empresas estratégicas de la nación, las cuales entregó a los monopolios internacionales, entregando así, aún más la soberanía nacional.

Para esconder su estrategia reaccionaria y darle una mascarada democrática de “justicia social” esa Asamblea hizo el reconocimiento legal jurídico de la tutela a los derechos fundamentales, la cual, luego de aprobada por esa Asamblea Nacional Constituyente, ha venido siendo desmontada. La misma Constitución burguesa neoliberal de 1991 ha sido reformada varias veces a favor del imperialismo y sus capitales internacionales monopolísticos y hoy es solo una colcha retazos burguesa..

¿Cómo se comportó el amplio movimiento de trabajadores en esa coyuntura, el movimiento popular indígena, etc.?  

Con un movimiento obrero disperso ideológica, política y organizativamente,  sin un partido del proletariado con ascendencia en las amplias masas obreras, tomadas en su mayoría por el reformismo y el populismo, lo cual se refleja en el movimiento sindical, el cual atraviesa por una crisis ideológica, política, estructural y moral, sin una estructura de clase basada en la ideología del proletariado que le permita dirigir y sostener el peso de la lucha revolucionaria, con sus órganos de dirección en poder una pequeña burguesía, en su mayoría compuesta por trabajadores al servicio del Estado y no posesionados de la ideología del proletariado, no es posible la dirección del movimiento sindical de clase proletaria.

Por lo anterior, el papel que jugó el movimiento obrero en lo sindical no fue relevante, pues la burguesía había asaltado las direcciones de las centrales sindicales. Ni siquiera denunciaron el carácter burgués neoliberal de la “nueva” constitución. Solo unos pocos partidos revolucionarios con visión marxista leninista lo hicieron pero no lograron llegar a la conciencia de las masas.

Así, la burguesía, con la incorporación de los grupos guerrilleros que habían entregado las armas y los partidos revisionistas, lograron imponer la nueva constitución con la demagogia de tener un país con un  “Estado Social de Derecho” y una “democracia participativa”, elementos demagógicos, pues el llamado Estado social de Derecho es un invento burgués de la socialdemocracia alemana creada para engañar a las masas, contraponerlo al Estado socialista y continuar preservando la propiedad privada, y la “democracia participativa” como una falsa democracia SIN PODER DE DECISIÓN BASADA EN LA VOLUNTAD DEL PUEBLO.

Esa nueva Constitución solo reconoció algunos derechos a las masas de las comunidades nativas ancestrales, (indígenas) y a las comunidades negras. El derecho a la tutela en la violación de los derechos fundamentales es hoy inexistente en la práctica. El solo hecho de que el presupuesto nacional sea sustentable o sostenible, le quita su carácter de derecho, pues queda limitada a lo presupuestado.  No reconoció los derechos fundamentales de los trabajadores sino en la letra, pues después de 33 años, y se ha negado a implementar,  aprobar y decretar el mandato constitucional de crear el Estatuto del Trabajo, que respete los derechos de los trabajadores dentro de este régimen capitalista. Así mismo, la dirigencia política reformista y la burocrática del movimiento sindical, tampoco han emprendido campañas políticas y acciones de hecho para hacer cumplir ese mandato constitucional.

Conclusión a este punto: Esta ha sido la práctica oportunista y traidora que ha venido realizando la dirigencia política y sindical revisionista, reformista, economista y oportunista durante décadas, quien ha inmovilizado a las masas. Se olvidó el principio de que jamás se debe confiar en la burguesía sino en las propias fuerzas y poder de movilización de las amplias masas para imponerle las reivindicaciones políticas, económicas, sociales y culturales. La solución es: ¡Rescatar de las garras de los revisionistas y reformistas la dirección política e ideológica, la estructura de clase del movimiento político, el partido del proletariado y del movimiento sindical, depurarlos de los elementos burócratas y traidores!

Para el año 2000, la mafia se toma el Estado, al punto que la mayor parte de los integrantes del Congreso han sido juzgados y condenados, así como otros funcionarios de otras ramas del poder, lo que comprueba la podredumbre del Estado capitalista y sus poderes. 

La desmovilización y desarme de la FARC, como la disolución del Partido Comunista Clandestino de Colombia y su transformación en Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia.

En este punto se pueden mencionar algunas posiciones que se han difundido respecto a esta problemática, pues ello originó dos posiciones antagónicas que conllevaron a una ruptura política interna que se originó a raíz del desarrollo de los diálogos de paz en La Habana y se profundizaron en el Primer Congreso del partido FARC.

De acuerdo a las investigaciones realizadas, a estudios desde el punto de vista ideológicos y políticos, realizados por algunos de los militantes de ese nuevo partido,  esa desmovilización y desarme de la FARC, desde el punto de vista de los principios del socialismo científico, de las leyes que rigen el desarrollo social, en particular de la ley objetiva de la lucha de clases, esa entrega ha sido calificada no solo como una traición a la continuación de la lucha política por medio de las armas, sino a la destrucción de la ideología y de la estructura de clase que debe tener un partido del proletariado marxista-leninista! Ello obedeció, según los planteamientos de esos militantes, a una infiltración ideológica y política por parte de la burguesía a través de elementos que emboscó en el movimiento guerrillero, pero sobre todo en el Partido Comunista Clandestino de Colombia, quienes sacaron sus garras luego de la muerte y el asesinato, de los fundadores de las FARC.  Hay otros elementos de índole ideológicos y políticos que se plantean para llegar a esa crisis política, como por ejemplo: ¿Quién debe dirigir la lucha política: El Partido político del proletariado o una fuerza armada, el fusil?

La realidad es que en este campo, por lo investigado, y como lo rezan los estatutos del partido Clandestino, se nota que se presentaron serias divergencias al seno del Partido que entendemos, nunca fueron resueltas, de ahí que las FARC crecieron en su poder militar, pero su organización política, el Partido Comunista Clandestino de Colombia, que debía dirigirla, orientarla, no se fundamentó en los principios leninistas de estructura y organización que debe tener el partido del proletariado, por lo cual no se desarrolló en lo cualitativo ni en lo cuantitativo en el seno del proletariado como lo exigían las condiciones objetivas revolucionarias en Colombia, de tal forma que primo el desarrollo de lo militar por encima del político, de la construcción de partido, lo que constituye una desviación de “izquierda”, que en el fondo, consideran, es de derecha, lo cual influyó para que se presentaron los hecho posteriores que llevaron a la entrega de gran parte de las FARC ep, y su dirección al Estado y su gobierno.

Así mismo, al Congreso Constitutivo del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia (FARC) sus convocantes, no convocaron a parte de la militancia que divergía de los planteamientos revisionistas ni se permitió la entrada de varios delegados que se oponían a la creación de ese tipo partido, pues consideran sus “Tesis” como liquidadoras, pues, se alejan de los principios ideológicos y políticos de organización, de la estructura de clase marxista-leninista la cual destruye, de la política de cuadros,  pues, es la aplicación del revisionismo para la liquidación del partido revolucionario,  la desaparición del Partido Clandestino y el nacimiento de un partido reformista de masas y no del proletariado, de cuadros, para el circo electoral y llegar a formar parte, en forma esclava, de la estructura del Estado.

Así mismo, en el Congreso se presentaron varias ponencias que no estuvieron de acuerdo con la creación de ese nuevo partido por considerarlo una traición, En ese Primer Congreso, y con la aprobación de los nuevos estatutos, nació la división del nuevo partido FARC, que luego se materializo en la práctica con la llamada línea Marquetalia, con la Dirección de Iván Márquez,  las cuales se profundizaron con el pasar de las actuaciones y declaraciones de los miembros del partido FARC y su dirigente Rodrigo Londoño, conocido como “Timochenko”, y otros dirigentes del partido FARC, quienes han aceptado que se “equivocaron, degradaron la guerra cometiendo secuestros y crímenes” y piden perdón como si la organización fuera una criminal, con la intensión de desacreditar y hacer que las masas repudien, rechazan la lucha revolucionaria y que la vía revolucionaria emprendida por los por fundadores de las FARC fue equivocada y la “burguesía tiene la razón”, así, legitiman la acción del Estado burgués contra el movimiento revolucionario, aceptan las calumnias y condena por parte del Estado hacia el movimiento revolucionario y se someten a una justicia burguesa bajo la promesa de no castigo, llegando al colmo de realizar actos de reconciliación con los jefes de los grupos paramilitares.  Así mismo, hay otro sector que no opina lo mismo y está de acuerdo en las posiciones de Londoño, cuyo grupo en realidad ha venido decayendo cuantitativa y cualitativamente, desprestigiándose como organización político, al punto que su fracaso electoral fue total.

En resumen: Ese “proceso de paz” no correspondió a un proceso objetivo de paz en el cual pudieran tener participación amplia y democrática, con poder de decisión las masas trabajadoras, tal como si se hizo cuando los diálogos se realizaron en El Caguan, al cual acudieron todas las organizaciones obreras, campesinas, étnicas y populares con ponencias concretas para elaborar las bases de un acuerdo político tomando como base la elaboración de un Programa y una línea política con base en los objetivos revolucionarios, la problemática objetiva y soluciones planteadas por todas  las masas populares y sus organizaciones, conversaciones que fueron saboteadas y rotas por el gobierno de Andrés Pastrana.

En realidad muy pocas organizaciones pudieron acercarse a La Habana, lugar acordado para el desarrollo de los diálogos, y tener una participación amplia y democrática en donde sus posiciones y exigencias al Estado fueran escuchadas y discutidas con plenas garantías. Las justas exigencias y peticiones políticas sobre derechos del movimiento obrero y sindical no aparecieron en los “acuerdos” firmados, los cuales se centraron en el problema rural, pero no en la problemática estructural, social, económica y cultural del campesinado, del problema nacional en cuanto a las étnias existentes que conforman la nación tales como las comunidades ancestrales nativas, originarias, mal llamados “indios”, las negras y room (gitanos).

La estrategia del Estado burgués para estos diálogos fue la de DESARMAR AL MOVIMIENTO GUERRILLERO Y A LAS MASAS y lograr su entrega total al Estado, utilizando a traidores emboscados en la dirigencia de la guerrilla de las FARC-EP, tal como lo hicieron en 1990 con otros movimientos, a cambio de darles puestos en los órganos de poder del Estado como el Congreso, con lo cual asestaban además un golpe de desmoralización a las masas trabajadoras y sus organizaciones revolucionarias, lo cual lograron en parte. Esto quedó demostrado en la práctica al ponerse en ejecución los “acuerdos” entre las FARC-EP, y el gobierno, no con el Estado, los cuales no fueron implementados.. Estos y otros errores cometidos, partiendo del sitio en el exterior y no en territorio colombiano, trampa que puso el Estado para aislar a las masas de los acuerdos, demuestran que el evento de La Habana, no fue un verdadero proceso de paz, sino un proceso de la entrega de la lucha revolucionaria por parte de algunos traidores.

La clase obrera, el proletariado de la ciudad y del campo, los trabajadores en general y sus organizaciones políticas, económicas, sociales, culturales y sindicales, no tuvieron una participación democrática y decisoria en esos diálogos, pues los mandos de las FARC-EP, decidieron y firmaron como organización. Los llamados “dirigentes” movimiento obrero y sindical, no hicieron nada por hacer respetar el papel decisivo, ni nunca lo representaron en esos diálogos. La inmensa mayoría de los presos políticos continúan en las mazmorras del régimen sometidos a condiciones infrahumanas, sin que el Estado y su gobierno cumplan los acuerdo firmados por el Estado y las FARC-EP Las condiciones políticas, económicas y sociales  del campesinado se han empeorado con la reactivación del paramilitarismo y el narcotráfico, así como por y el incumplimiento de los acuerdos firmados.

Es de anotar, que las centrales sindicales en Colombia, no realizaron ninguna acción política que llevara a la participación activa y con poder de decisión del movimiento sindical colombiano para que las reivindicaciones políticas, económicas, sociales y culturales del proletariado y masas trabajadoras en general de Colombia, fueran tomadas en cuenta y sus reivindicaciones quedaran contenidas en esos acuerdos, y solo jugaron un papel de convidados de piedra e  ir a la cola de las decisiones del Estado.

La desmovilización hizo que las zonas anteriormente controladas por las FARC fueron recuperadas  por la mafia, el paramilitarismo y el Estado que los creó. Así mismo, el Estado aprovecho todos los vacíos políticos que introdujo en los “acuerdos” para no implementarlos e incumplirlos. Los terratenientes han recuperado las tierras arrebatándoselas a los campesinos y estos continúan siendo sometidos por el Estado, los terratenientes y mafias del narcotráfico….

El proletariado y su movimiento político, no están organizados políticamente, ni cuentan con una estructura real de clase proletaria en este momento, a la altura que necesita la lucha de clases contra la burguesía pues reina una crisis ideológica, política, organizativa y ,moral, lo cual no ha permitido que se haya desarrollado un partido político del proletariado, y ha incidido para que el movimiento sindical no cuente con la estructura de clase real, basada en los principios ideológicos y políticos del proletariado, para dirigir a los trabajadores en la lucha por sus reivindicaciones políticas, económicas, sociales y culturales, pese a que las condiciones objetivas revolucionarias han madurado, pero las subjetivas no se encuentran a la altura para aprovecharlas revolucionariamente. De esta forma, la clase obrera y los trabajadores en general, se encuentran inmovilizados por las mismas directivas de las centrales sindicales patronales corporativas que han asaltado su dirección, de tal forma que la burguesía viene en una embestida brutal para arrebatarle los derechos que aún conserva. En esta etapa, hay un movimiento sindical de clase muy pequeño pero firme que aún continúa librando estas luchas y que se propone recuperar los principios y la estructura real de clase que han dado origen al movimiento obrero y sindical! No hay que inventar otras organización de “nuevo tipo” para reemplazar al movimiento sindical y sus principios constitutivos borrando y desconociendo su lucha histórica.

La táctica electoral ha sido desviada hacia la realización de campañas electorales que han reemplazado a las luchas políticas con movilización de amplias masas por la conquista de sus reivindicaciones. 

¿Qué importancia le asignan a la lucha antiimperialista?

La lucha antiimperialista tiene una importancia decisiva en la lucha de clases, pues, el imperialismo, como dictadura de los monopolios contra los pueblos del mundo es el enemigo común de estos! Esta lucha hace parte de las contradicciones fundamentales de nuestra época, la de la fase final y última del capitalismo, claramente planteada por José Stalin, cuando las dejó claras así:

La contradicción entre el trabajo y el capital.

La contradicción entre el proletariado y la burguesía.

La contradicción entre el socialismo y el capitalismo.

La contradicción entre los pueblos del mundo y el imperialismo.

Las contradicciones inter-imperialistas e inter-monopolísticas por el dominio de los pueblos, sus riquezas y los mercados del mundo.

Con base en esas contradicciones se debe desarrollar las luchas del proletariado, las cuales están contenidas en la DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS, de ARGELIA del 4 de agosto de 1976.

Ninguna lucha revolucionaria puede serlo sino lleva a cabo esta lucha contra el imperialismo mundial encabezado por los Estado Unidos de Norteamérica.

En la actualidad, esta lucha, que hace parte de la lucha de clases, de la lucha de liberación nacional y guía a los pueblos del mundo hacia su unificación por la derrota y abolición total de su enemigo común: el imperialismo de la faz de la tierra, sin dejar de lado la lucha contra la burguesía como clase explotadora y opresora.

¿Cómo influye esta injerencia militar, esta ocupación militar de los EE.UU en la lucha que Uds dan desde la lucha de los trabajadores?

La injerencia y ocupación militar del imperialismo en el mundo, que violenta la SOBERANÍA NACIONAL Y POPULAR DE COLOMBIA, en donde tiene establecidas no solo ocho bases militares, pues en todas las bases del ejército de Colombia, que están al servicio del Estado imperialista norteamericano, tiene mandos militares norteamericanos, las cuales son utilizadas, no solo contra el pueblo colombiano, sino, que son bases militares estratégicas desde las cuales dominan no solo a América Latina y del Caribe, sino al África. Así, esta invasión militar imperialista, permitida con la complicidad del Estado y gobierno reaccionarios de Colombia, es utilizada en el desarrollo de la estrategia contrainsurgente imperialista para combatir a las organizaciones guerrilleras de liberación nacional existentes en el país y son “legalizadas” mediante la demagogia de la “lucha contra el narcotráfico”. De ahí que Colombia hace parte del plan imperialista llamado “Plan Colombia” que hace parte del plan contra América Latina, hoy reforzado con el plan de Trump,  el cual desarrolla Joe Biden, denominado “Plan América Crece” más reaccionario y neocolonial que los TLCs, pues no solo se apodera de los mercados, sino de los territorios y estructura económica estratégica del país, incluidos los derechos fundamentales del pueblo y su estructura física. Plan que incluye la privatización de lo que resta de las riquezas naturales y empresas estratégicas del Estado, pues a raíz de la neoliberal constitución de 1991, ya estas no son de la nación, y con ellos, le arrebatan a los trabajadores todos los derechos conquistados y que aún están vigentes, pues esos planes de CORPORATIZACIÓN incluyen reformas laborales que arrebatan los derechos políticos y laborales de los trabajadores, impuestas por la fuerza militar, pues todas las luchas legitimas laborales y políticas de los trabajadores son reprimidas y se les da un tratamiento militar, siendo judicializadas por el Estado. Es ni más ni menos que la aplicación de una dictadura que aplica métodos fascistas de gobierno para mantener la burguesía, como lacaya del imperialismo, en el poder del Estado.

¿Existe un planteamiento estratégico que se construya desde la perspectiva antiimperialista seria?

El movimiento obrero revolucionario colombiano que fue guiado por el marxismo-leninismo,  históricamente, a través de su organización política, ha tenido un programa estratégico revolucionario para las masas trabajadoras colombianas y por la toma y el ejercicio del poder político  para el proletariado y las masas trabajadoras, el cual ha sido mandado al tarro de la basura por los traidores.. Desafortunadamente en el Partido del Proletariado se han presentado divisiones dirigidas por revisionistas, fraccionalistas, de todas las tendencias políticas revisionistas. Así, se han creado partidos y grupos políticos reformistas, revisionistas de todos los pelajes que han atomizado al movimiento obrero revolucionario, y como consecuencia de ello al movimiento sindical, e incluso el guerrillero, así, ha impedido la construcción y desarrollo de un partido del proletariado unificado, que guiado por la ideología del proletariado, con un programa estratégico y táctico, amplio, unitario, revolucionario que aglutine al proletariado, a las masas populares trabajadoras, el cual cuando se ha siso creado, ha sido penetrado por traidores que lo han destruido, obstaculizado o impedido su acción revolucionaria, o este ha cometido errores, que no le han permitido penetrar e influenciar a la clase obrera para orientarla, hacia la toma y ejercicio del poder político del Estado, pero cuyos gérmenes están vivos aún. Así mismo se han creado organizaciones por su falta de una concepción ideológica de clase, han sido coaptadas por la burguesía a través del Estado, del populismo e impedido el desarrollo de un partido proletario marxista-leninista. Hay una atomización del movimiento obrero, todo lo cual ha favorecido la política de la burguesía para mantener dividida a las masas trabajadoras en todos los campos y continuar detentando el poder del Estado.

Es claro que todo lo sucedido, obedece al desarrollo de una política planificada, dirigida y financiada del imperialismo para América Latina y el Caribe que lleva a cabo a través de sus gobiernos y elementos traidores emboscados en los movimientos revolucionarios. Los reformistas, como siempre, se plantean hoy día, no la lucha de clases, la toma del poder político del Estado por el proletariado y destrucción del capitalismo y sus estructuras, sino la llegada al gobierno  del Estado burgués bajo sus constituciones políticas burguesas. El camino político que tiene que definir hoy el proletariado es: ¡REFORMA O REVOLUCIÓN! 

En síntesis: La lucha antiimperialista en Colombia aún se libra en una forma espontánea, no organizada! Obedeciendo más a un sentimiento antiimperialista histórico que a una conciencia política que se haya enraizado en la conciencia del proletariado, precisamente por la falta del desarrollo de una organización política del proletariado.

La deuda externa. La cual constituye un instrumento en manos del imperialismo para violentar la soberanía nacional de los pueblos del mundo, representa hoy, luego de la llamada pandemia, un poco más del 50% del PIB. La reivindicación política del no pago de la mal llamada deuda externa, impuesta a los pueblos del mundo por el imperialismo mundial a través de sus órganos multilaterales financieros, es una reivindicación política de los pueblos del mundo, la cual en Colombia no ha tenido eco, precisamente por la falta de existencia de un movimiento obrero fuerte con un partido político proletaria al frente de esa lucha, por la no existencia de un movimiento sindical con una estructura de clase. ¡Esta reivindicación política, del no pago a la deuda externa, SE HAYA VIGENTE, PUES ES UNA LUCHA EN LA CONQUISTA Y DEFENSA DE LA SOBERANÍA POPULAR Y NACIONAL. Desafortunadamente, este problema de la revolución colombiana, no está dentro de la agenda de las centrales sindicales patronales que existen en Colombia y el movimiento obrero en Colombia, aún muy débil, no lo tiene tampoco al orden del día en la práctica aunque teóricamente si lo admite.

Debo agregar algo. Al capitalismo no se le pueden quitar sus características, propiedades y categorías de  MONOPOLIOS  INTERNACIONALES, y cambiarlo por “transnacionales”, categoría postmodernista que no significa políticamente lo mismo no es correcto, pues se enmarca dentro de la reaccionaria filosofía de la semántica, filosofía  impuesta por el imperialismo a principios del siglo XX para borrar las categorías dialécticas que signifiquen lucha de clases.

¿Cómo veo la situación del movimiento sindical a nivel continental e internacional?

La situación del movimiento sindical a nivel continental, es el reflejo de la situación de crisis estructural, política, ideológica y moral por la cual atraviesa el movimiento obrero continental y mundial que lo ha llevado a su fraccionamiento y consiente debilitamiento.

Esto se refleja en la existencia de varios partidos y movimientos políticos proletarios en un solo país en constantes disputas entre sí, con diferentes concepciones, incluso anti-marxistas. Esto se refleja en el movimiento sindical internacional, en donde existen dos organizaciones sindicales de carácter mundial: Una que representa los intereses políticos, económicos, sociales y culturales del proletariado, guiada en lo fundamental por la ideología del proletariado y que nace como producto de la derrota del fascismo en el II Guerra Mundial en 1945: La Federación Sindical Mundial (FSM). La otra, la Confederación Sindical Internacional (CSI), que nació como producto de la fusión de las pro-imperialistas Confederación Internacional de Organizaciones Libres Sindicales (CIOLS) y la Confederación Mundial de Trabajadores (CMT) de orientación clerical de la Iglesia católica, ambas confederaciones reaccionarias al servicio del imperialismo mundial. Esto es el reflejo de lucha de clases en el movimiento obrero y el sindical.  

Las causas que han originado la crisis del movimiento sindical, unas tienen de carácter objetivo y otras de carácter subjetivo.

Dentro de las causas objetivas podemos analizar:

-Las políticas reaccionarias impuestas por el imperialismo a través de los Estados y sus gobiernos capitalistas bajo su dominio, que tienen como objetivo destruir el movimiento obrero y sindical, y que estos imponen a través de sus constituciones desarrolladas en su orden jurídico enmarcadas en la superestructura ideológica de los Estados, las cuales atienden ordenes supranacionales del imperialismo, y sus órganos multilaterales, que colocan por encima de las constituciones políticas de los países.

-La represión de los Estados  burgueses, los cuales por medio de la fuerza armada estatal y paraestatal, imponen sus mandatos a base del crimen y la represión en todos los campos.

-Las causas subjetivas, las cuales se han sucedido por errores del movimiento sindical, entre ellos:

-La violación de los principios ideológicos, políticos y de estructura real de clase del proletariado por parte del movimiento y sus dirigentes, que deben ser corregidos.

Estas fallas subjetivas, se deben en lo fundamental a vacíos ideológicos que tienen su origen fundamental en la composición de clase de las organizaciones sindicales, muchas de las cuales tienen una composición de clase mayoritariamente de extracción pequeño burguesa, clase que por naturaleza es inestable y que lleva este lastre pequeño burgués al seno del proletariado contaminando su actuar político y conduciendo al alejamiento y abandono, por parte de la mayoría de los dirigentes sindicales, de la práctica de los principios ideológicos y políticos fundamentales del movimiento sindical.

-. El desconocimiento consciente o inconsciente, y la no aplicación en la práctica de las leyes objetivas que rigen el desarrollo de la sociedad, en particular la ley de la lucha de clases, base de los principios fundamentales clasistas que deben regir al sindicalismo y de los cuales se han alejado la inmensa mayoría de sus órganos directivos,

-La no unificación en cuento a llevar a la práctica un Programa con objetivos concretos que impulsen y desarrollen el movimiento obrero y sindical hacia adelante.

-La falta de vigilancia revolucionaria, debido al liberalismo que ha penetrado en el movimiento sindical en cuanto al actuar político de los dirigentes, al abandono de la práctica del principio de la crítica y la autocrítica revolucionaria al interior de las organizaciones revolucionarias, lo cual lleva a que  se violenten los principios de clase del sindicalismo.

-La caída de las organizaciones sindicales en las desviaciones gremialistas, economicistas, reformistas, anarcosindicalistas,  corporativas, burocráticas y otras lacras que afectan a los sindicatos desviándolos de sus objetivos de clase.

Además de lo anterior, podemos valorar también la falta en Colombia de un partido del proletariado que, a través de sus cuadros  militantes, sin imposiciones, sino mediante la educación y formación de conciencia, dirija, organice y oriente la política del sindicato.

Todo lo anterior, hace que el movimiento sindical en Colombia, no cuente con unos objetivos de clase claros en su programa, ni con una estrategia y táctica, con un plan de trabajo y de acción acorde a los principios y objetivos de clase que lo deben orientar para el logro de sus objetivos. La subcontración, el burocratismo y el paralelismo sindical, son entre otros, problemas graves que aquejan al movimiento sindical colombiano pero las centrales sindicales no hacen nada para corregir y actuar al respecto.

Falta organizar y coordinar el trabajo político, organizativo y de control político para librar una lucha ideológica y política contra las tesis reformistas, economicistas, oportunistas y corporativas que hoy han penetrado en el movimiento obrero y sindical en el mundo utilizando la reaccionaria filosofía de la semántica impuesta por el imperialismo para abolir todas las categorías que en el lenguaje signifiquen lucha de clases o revolución proletaria, tales como las “posmodernas”: “desarrollo sostenible” o “sustentable”, “sociedad civil”, “diálogo social”. “infraestructura”, empleadores, etc, 

La FSM debe jugar un papel más comprometido en cuanto a la síntesis e intercambio de experiencias en la lucha del movimiento sindical en mundo y el continente, pues, aún se trabajan en las regiones como rueda suelta, mientas el imperialismo coordina todas sus acciones reaccionarias. En los materiales internacionales se refleja que hay diferentes visiones y consignas que se contradicen entre sí, Las contradicciones ideológicas y políticas con la CSI no se tratan y la lucha ideológica y política ha quedado relegado a terceros planos, pues no se da con firmeza y decisión, lo cual puede llevar al oportunismo si concebimos a este como falta de principios y firmeza política para librar la lucha de clases.

 Palabras finales.

Al hermano pueblo y proletariado chileno, solo me resta felicitarlos por sus luchas emancipadoras en cumplimiento de la consigna del proletariado mundial de ¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES: UNIOS!

Que recuperen su enorme capacidad de lucha demostradas en todas sus jornadas proletarias de las últimas movilizaciones superando las orientaciones entreguistas de los traidores y repudiándolos! Que superen el expontaneismo en la lucha colocándose la clase obrera a la cabeza de la lucha de clases, de las movilizaciones de las masas trabajadoras. Así mismo que no cesen en la lucha por el rescate de los principios de clase y estructura real de clase del movimiento sindical y por el desarrollo del partido del proletariado que dirija su lucha de clases por el derrocamiento definitivo del sistema capitalista, la toma del poder político del Estado para el proletariado y la instauración del sistema socialista bajo la dictadura del proletariado, única forma de garantizar que el movimiento revolucionario trascienda al socialismo, a la sociedad comunista y no se desvié hacia el reformismo, el revisionismo burgués!

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