CHILE: ¿NUEVA CONSTITUCIÓN POR IMPUNIDAD?
La construcción del mito Boric sigue su curso.
La prensa hegemónica inunda los noticieros y matinales con reportajes sobre el presidente electo con temáticas que en nada aportan al debate político sino con la finalidad de dotar al nuevo mesías de un aura angelical que lo pudiera proteger ante cualquier acusación y rebelión futura. La clase dominante requiere construir un mito, un liderazgo, una imagen que pueda sostener el proyecto dominante que hoy se encuentra sobre pies de barro o al borde del abismo, aun. La rebeldía juvenil innovadora (un presidente sin corbata, que come completo en la calle, de una sencillez franciscana, de una genialidad intelectual que cualquier premio nobel se lo quisiera sumado a la presentación de un gabinete paritario a la usanza de Bachelet van construyendo el mito.
Después que en la campaña electoral despotricara contra la Concertación y en la segunda vuelta contra el fascismo una vez electo realizó una ronda de conversaciones con todos los partidos de la ex Concertación y también con la derecha fascista que apoyara a José Antonio Kast y que le permitió a esta obtener el 50% tanto de la cámara de diputados como del senado. No sólo eso para la presentación de su futuro gabinete no sólo invitó e incluyó a todos los partidos socialdemócratas de la ex Concertación sino también invitó a los partidos de la derecha fascista y al partido de José Antonio Kast, el Partido Republicano. ¡Adiós al anti fascismo!
Pero mientras toda esta puesta en escena circense ocurría, tras bastidores se llevaba a cabo a las cruel y perversa negociación. Senadores de la ex Concertación lanzaron la idea de convertir el indulto a los presos de la revuelta en una amnistía, pero no sólo una amnistía para los presos sino una amnistía general que incluyera también a los asesinos, torturadores, mutiladores, es decir, a los agentes del estado que cometieron crímenes contra la humanidad durante los cinco meses que duró la revuelta o estallido social.
Lo grave de la situación no es solamente que no se respete el derecho internacional en cuanto a que estos crímenes son imprescriptibles y no amnistiables sino que pone al mismo nivel a víctimas y victimarios, a quienes ejercen la violencia como legítima autodefensa y a la protesta social con aquellos que teniendo el monopolio de la fuerza cometen los más atroces crímenes.
Boric y su gobierno quiere que esto se apruebe lo antes posible, ojalá durante el gobierno del asesino Piñera para él librarse de este problema gigante y lavarse las manos, cual Pilatos, que la amnistía general sea aprobada durante su gobierno. Impulsa la tramitación, pero quiere evitar que la mierda le salpique.
Lo que es también de suma gravedad es que, de ser aprobada esta amnistía, Piñera quedará libre de toda culpa porque los delitos quedarán en la más plena y absoluta impunidad, evitando su investigación al igual que ocurrió con la ley de amnistía dictada por Pinochet y que redujo el procesamiento a un grupo reducido de asesinos exculpando a todo el alto mando militar y civiles involucrados.
Pero, cuando Boric invitó a los partidos de la derecha fascista a dialogar ¿qué fue lo que se negoció y conversó?
No cabe duda que las conversaciones se han desarrollado mucho antes que esa reunión púbica se produjera como tampoco no cabe duda que los temas a negociar fueron la nueva constitución como la impunidad de los crímenes.
Así como la derecha fascista no aguanta otra condena histórica y judicial sobre nuevos crímenes contra la humanidad tampoco aguantará 30 o 40 años de una constitución que afecte sus intereses de clase. También la derecha sabe que el progresismo no cuenta con el coraje suficiente para llevar a cabo las transformaciones estructurales que exigió la revuelta popular y también sabe que, si bien han sido derrotados política y culturalmente, ellos, la derecha, mantiene todos los hilos del poder real en sus manos. La derrota política en coyuntural. El poder es permanente.
Desde esta perspectiva sin duda la negociación tendrá como objetivo de hacer un buen maquillaje de la nueva constitución avanzando en una “constitución en la medida de lo posible” que no sea del gusto de la oligarquía pero que tampoco sea del todo nefasto para sus intereses y que deje “contento” al pueblo, pero a cambio de impunidad. Y esto último el argumento lo tienen a la mano. Dirán que las amnistías se producen cuando lo que se busca es la “pacificación y reconciliación de la sociedad después de un conflicto o fractura profunda” y es esa pacificación lo que la clase dominante requiere para revalidar y relegitimar el capitalismo y su sociedad burguesa.
El conjunto de la clase política, después de haber sido vapuleada, despreciada, pisoteada y escupida en la cara durante el estallido social o revuelta, y antes, ha vuelto desde las cenizas al igual que el Ave Fenix. Ha vuelto en gloria y majestad a conducir los destinos del país, como de los pueblos, y ha logrado revalidarse como la articuladora de los acuerdos, de las negociaciones, y del futuro de todos. todo ante la ausencia de una fuerza popular organizada, férrea que se oponga a su proyecto de dominación