CHILE: ENTREVISTA A LA ASOCIACIÓN INTERSINDICAL DE TRABAJADORES, AIT
Comentario Previo
A horas de conmemorarse el 1º de mayo en Chile realizamos la siguiente entrevista a la Asociación Intersindical de Trabajadoras y Trabajadores, AIT. Como es nuestra costumbre, la entrevista se publica en forma íntegra.
Entrevista
¿Qué apreciación tiene la AIT sobre el actual proceso político? Se han instalado un gobierno al cual le adjudican características cuasi excepcionales por la juventud de Boric, por ser el primer gobierno de izquierda después de Allende y por ser el primer gobierno no de la Concertación / Nueva Mayoría y que se dará bajo una nueva constitución.
Desde la AIT venimos denunciando la farsa del proceso constituyente y del circo electoral desde el surgimiento del pacto por la paz y la nueva constitución del 15 de noviembre de 2019. Para contextualizar un poco, nuestra posición se enmarca en el proceso de lucha iniciado el 18 de octubre del año 2019 que es el punto más álgido de la lucha de clases del ciclo iniciado por allá en el 2006 en Chile. El alzamiento popular de octubre de 2019 fue la expresión más radical de lucha, en donde la protesta popular se tomó las calles de las ciudades de todo el país, donde la radicalidad del pueblo en la lucha no tenía precedentes, y donde se expresó con claridad la acumulación de descontento y lucha por años en contra de los abusos y precariedades a los que la clase se siguió viendo expuesta en la vuelta a la falsa democracia.
En ese momento, el pueblo tenía desbordada las calles, acorralado al gobierno y exigiendo una serie de demandas que configuraron un pliego integral que incluía el aumento del salario, la disminución de la jornada laboral, el fin del sistema de pensiones, el fin al lucro en la salud y educación, viviendas dignas, entre otras demandas. Allí, la patronal, como clase toda, llega a un pacto interburgués (desde sus expresiones de extrema derecha, hasta el progresismo) el cual tuvo como principal objetivo imponer el orden, institucionalizar la lucha de masas y callejera e iniciar un proceso de relegitimación del modelo bajo tres ejes fundamentales: la nueva constitución, un proceso eleccionario (alcaldías, parlamentarios, presidenciales) y la marginación de los sectores revolucionarios.
En base a lo anterior, asistimos a un momento político en donde están en juego muchas cosas, en medio de una crisis integral del capitalismo, que ha golpeado económicamente de manera brutal a los sectores populares. Hoy, la patronal se las está jugando por su carta de relegitimación del orden: el gobierno de Boric y el proceso constituyente a la medida de lo posible. En la otra vereda, está la posible salida para la clase trabajadora ante la precariedad a la que se ve enfrentada, que para nosotros y nosotras las clasistas, pasa por un proceso de fortalecimiento de la organización del pueblo, el mantenimiento de la protesta como herramienta, y el levantamiento de una alternativa popular que esté lejos del pantano de la cooptación burguesa.
Para nosotros y nosotras el gobierno de Boric no es un gobierno de izquierda, es la alternativa del empresariado y los sectores del poder para instalar un calmante a las masas enfurecidas y movilizadas. Él vino, con una campaña oportunista, a vendernos un cuento, pero en realidad, viene a mantener el orden imperante, a defender las ganancias del empresariado en medio de la actual crisis, a perpetuar la precariedad laboral, a sostener el alza del costo de la vida, en fin, no es más que la nueva concertación con rostros más jóvenes y con un vocabulario inclusivo. Por lo demás, quienes están detrás de los rostros más mediáticos, quienes están gobernando desde las sombras, y desde cargos estratégicos, es la concertación mandatada por el imperialismo.
Por otro lado, nada esperamos del proceso constituyente, por lo demás, no fue en ningún caso la demanda por la cual el pueblo se alzó en octubre del 2019. Fue una demanda insertada por el poder para desviar la lucha de las verdaderas reivindicaciones que influyen en las condiciones de vida de la clase trabajadora y que golpean directamente en los bolsillos del empresariado. Consideramos que hoy la centralidad está en luchar por esas demandas, que son concretas y impactan en la vida de nuestra clase, no como las declaraciones de principios de una constituyente que no hacen más que cambios cosméticos en la sociedad. Una verdadera constitución al servicio del pueblo solo es posible cuando las y los trabajadores han conquistado el poder, y no precisamente mediante la administración del existente, sino en la creación de uno completamente nuevo que haya arrasado con el viejo estado.
¿Cómo creen Uds. que esto influirá en el movimiento de trabajadores? Boric impulsará la incorporación de representantes de los trabajadores (30% primero, 50% después) en la administración de las empresas. ¿Qué opinan a ese respecto?
No creemos en la cogestión empresarial. Como dijimos anteriormente, el gobierno de Boric, utilizando discursos grandilocuentes y una estética progresista, no vino más que a realizar un teatro de los cambios, pero en lo sustancial no vino a cambiar nada. La cogestión lo único que permite es la cooptación de dirigentes sindicales en medio de un trabajo que busca la conciliación de las clases en las relaciones de producción.
Desde nuestra perspectiva, el sindicalismo debe basarse en principios como la independencia de clase y autonomía sindical, y se sienta a negociar con la patronal porque ésta se ve obligada a hacerlo debido a la presión que ejercen las y los trabajadores por medio de la lucha. El sindicalismo clasista entiende que vivimos en una sociedad dividida en clases sociales que tienen intereses antagónicos, por lo tanto, no cabe en nuestra forma de trabajo la línea de la conciliación de clases. Por el contrario, consideramos que la hegemonía del movimiento sindical actual es de conciliación de clases y por ello se ha permitido por décadas que se generen un sinfín de legislaciones antiobreras, que precarizan el trabajo (como la proliferación del subcontrato y el trabajo a honorarios, la externalización de servicios, el estatuto laboral joven), y limitan la acción sindical (por medio de una reforma laboral de la ex presidenta Bachelet, que fue eminentemente antisindical, ya que impuso los grupos negociadores, la posibilidad del descarte en la huelga, entre otras cosas) todas ellas amparadas por las centrales sindicales patronales, que justamente optan por el sindicalismo de conciliación.
Para nosotros y nosotras, la lucha de las y los trabajadores debe apuntar a conquistar derechos en el ámbito local, pero también en el ámbito de las luchas más transversales como el fin a la precariedad laboral, a su vez, el sindicalismo debe ponerse como norte acabar con la explotación de clases y la socialización de los medios de producción, y en ese momento pensar en el control obrero de la producción.
Otra de las medidas de Boric es el aumento del sueldo mínimo que promedia $350.000 a $400.000 para llegar a $500.000 siendo que la línea de la pobreza es de $497.000. Junto a ello, el ministro de hacienda, el neoliberal Mario Marcel ha dado a conocer el paquete de ayudas conocido como “Chile Apoya”. ¿Qué opinión tiene la AIT? ¿Son medidas efectivas para la clase trabajadora o son políticas continuistas, bajo la misma lógica de los gobiernos anteriores?
Claramente son políticas de continuidad. El aumento del salario propuesto claramente no tiene asidero en la realidad, en un contexto donde el costo de la vida aumenta brutalmente y las alzas no dan tregua. Desde la AIT consideramos que la lucha por el salario expresa las contradicciones de clase, a mayor es el salario menor es la ganancia de la patronal, por lo tanto, un gobierno de la patronal no va a propiciar un salario que implique pérdidas para las empresas. A su vez, consideramos que el salario mínimo debe ajustarse a un salario vital acorde al costo de la vida, y que no debe considerar solo “lo mínimo para sobrevivir”, sino que debe contemplar una vida digna para las y los trabajadores, incorporando no sólo la canasta básica y costo de servicios básicos y transporte, sino también el tiempo y gasto en recreación, acceso a viviendas dignas, etcétera.
Respecto de los paquetes de ayuda, tenemos claro que no vienen a resolver los problemas de fondo, sino más bien son medidas parches con el objetivo de oxigenar la crisis económica y el malestar de las masas.
De lo anterior, ¿cuáles son las principales características del desarrollo de la lucha de clases en el actual período? ¿Cómo se expresan las contradicciones tanto en el campo popular como en el bloque de poder dominante?
Consideramos que la lucha de clases en el actual período pasa por la lucha en el ámbito de la precariedad laboral (el subcontrato, el trabajo a honorarios, el trabajo informal y todas sus consecuencias), asimismo en la problemática asociada al aumento de la cesantía como respuesta patronal ante la crisis del capitalismo, la lucha contras las alzas que encarecen el costo de la vida y que a las familias populares les está costando sortear.
Por otro lado, luchas por la vivienda también han ido en aumento, debido al hacinamiento, el aumento de personas en situación de calles y la inexistencia de políticas de vivienda acordes a las necesidades actuales.
También consideramos relevantes otros conflictos que son parte del actual contexto, principalmente el referido al problema del agua y la soberanía respecto de los recursos naturales, y las luchas que impulsa el movimiento estudiantil que había estado suspendida producto de la pandemia y que hoy se ha reactivado con fuerza.
Creemos que vivimos no sólo una crisis económica, sino también una fuerte crisis política que no se ha resuelto, por lo que la agudización de los conflictos está a la vuelta de la esquina, sin descartar las posibilidades de nuevas oleadas de protesta en el escenario actual.
La crisis del capitalismo en Chile también se relaciona con la crisis del capitalismo internacional o imperialista. ¿Cómo afecta la crisis internacional del capitalismo a Chile? ¿Por qué?
De alguna manera ya nos hemos referido a esto en los puntos anteriores. Claramente la crisis en Chile se relaciona con la crisis integral del capitalismo. Muestras de aquellos son el alzamiento popular que no fue aislado, hubo sucesivas revueltas en América Latina y el mundo, también la crisis política, el surgimiento y activación de grupos de extrema derecha, así como el mantenimiento de la violencia de masas como herramienta válida de lucha. Chile es un país subordinado al imperialismo, las medidas que toman los diferentes gobiernos, en el ámbito de legislar leyes económicas y laborales, la implementación de planes de contrainsurgencia, la represión, entre otros, son todos mandatos del imperialismo para sortear la actual crisis del capitalismo. Asimismo, las disputas interimperialistas por el control y la hegemonía mundial también nos afectan, hecho concreto es la actual guerra entre Rusia y Ucrania y las consecuencias económicas a nivel mundial. El modelo social y económico instaurado desde la dictadura esta orientado a satisfacer las necesidades e intereses del capitalismo mundial, completamente subordinado al imperialismo. Este modelo es completamente abierto al capitalismo mundial y por lo tanto sufre de todas las crisis de este sistema y se resiente de los efectos producidos.
¿Cómo afecta la crisis inter imperialista en todo esto?
La actual crisis imperialista es de las potencias mundiales por lograr la hegemonía en el capitalismo mundial. Se disputan de diversas formas, llegando al enfrentamiento directo y con una clara tendencia a la guerra, el dominio de los mercados mundiales. Luchan por obtener mayor parte de la plusvalía producto de la explotación de la clase trabajadora. Las consecuencias de estas disputas la pagan las masas trabajadoras y populares, con inflación, flexibilidad para la explotación, precarización, crecientes formas de nuevo trabajo esclavizado, etc.
La vivencia de las guerras por la dominación significa muerte, sacrificios, represión contra los pueblos, para satisfacer, en última instancia, los intereses de las burguesías en disputa. El imperialismo es la guerra de rapiña, la clase trabajadora debe oponerse a estas guerras, desarrollando procesos de desarrollo y fortalecimiento del poder popular y la conciencia internacionalista. No podemos estar al servicio ni subordinados a ninguna burguesía, no existe burguesía en el mundo que defienda los intereses de las clases trabajadoras.
Durante muchos años, el movimiento de trabajadores clasistas desarrolló los 1º de mayos clasistas-alternativos a la burocracia sindical lo que desembocó en la creación de la Central Clasista de Trabajadores y en la AIT. ¿En qué estado se encuentra la Central Clasista? ¿En qué estado se encuentra la AIT? ¿Cómo han sorteado la crisis del estallido social, la pandemia y la instalación del actual gobierno?
La organización de la clase trabajadora ha sufrido duros golpes a través de la historia, durante la dictadura por ejemplo se desencadenó una brutal represión, dirigida fundamentalmente contra la dirigencia y las bases clasistas y revolucionarias. Posteriormente, desde inicios de los años 90, una burocracia sindical entreguista y promotora de la conciliación de clases se hace de la dirección del movimiento sindical, debilitando de manera radical la confianza de las masas trabajadoras en la organización sindical. Ha existido un muy lento y difícil proceso de recomposición del sindicalismo clasista y combativo, proceso que está aun en su desarrollo primario. Expresión de esto es la organización de la conmemoración del día internacional de la clase trabajadora de manera autónoma a las centrales conciliadoras y colaboracionistas. Sin embargo, debemos admitir que nuestra posición es aún muy débil, sin verdadera fuerza clasista capaz de organizarse de manera unitaria. La Central Clasista es parte de este proceso y refleja así mismo las debilidades de este mismo. Afirmamos que la organización autónoma de la fuerza sindical debe avanzar mucho más, asumiendo las formas de lucha y los objetivos históricos de la clase trabajadora, combatiendo las posiciones reformistas que se expresan (y que se expresarán) al interior del movimiento sindical clasista, es necesario luchar contra el burocratismo, fortalecer y desarrollar sindicalismo desde la base y con formas de democracia directa, dotar a la clase de instrumentos superiores de lucha y de mayor conciencia. La AIT se esfuerza en este desarrollo, comprendiendo las dificultades a las cuales nos enfrentamos e intentando rectificar cuando la experiencia nos indica nuestros errores.
¿Cómo define la AIT su política clasista para este período? ¿Cuáles son sus lineamientos centrales especialmente donde el progresismo o la socialdemocracia de reemplazo lanza una ofensiva ideológica y de revalidación del proyecto burgués de proporciones?
Tomando en consideración lo anteriormente dicho, la AIT enfrentará esta administración de la misma manera que lo ha hecho con anteriores. En primer lugar, defendiendo la independencia de clase y la radical autonomía frente a la institucionalidad que mantiene los privilegios y los abusos de la clase dominante. Luchando por desarrollar y fortalecer un sindicalismo desde la base, con democracia directa de masas. Necesitamos construir, junto a otras corrientes clasistas, una fuerza efectivamente clasista y combativa, que sea capaz de ir unificando al amplio movimiento de trabajadoras y trabajadores, potenciando la sindicalización y el agrupamiento en instancias sindicales mayores. Es urgente para el movimiento sindical, contar con una verdadera, grande y potente central clasista. Una de las labores de la fuerza clasista y combativa que convocamos a construir es la anteriormente dicha, luchar por una Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores que responda a las necesidades inmediatas y a los desafíos históricos de nuestra clase.
Esta fuerza clasista debe considerar el que el actual gobierno usará diversos métodos para debilitar el sindicalismo de combate. Fortalecerá su relación con las centrales colaboracionistas tales como la CUT, CAT, UNT y con otras instancias sindicales que han servido a los intereses de la patronal. Intentarán imponer la idea de que el bloque en el gobierno y en la convención constitucional representan los cambios y con ellos reforzarán la ofensiva para la colaboración, intentado convencer al movimiento popular que el hecho de impulsar la lucha directa y de masas, es “hacerle el juego a la derecha”. Por esto es indispensable politizar, desde nuestra concepción clasista y desde la lucha de clases revolucionaria, al movimiento sindical y luchar por la unificación de todas las luchas contra la explotación y el sistema de opresiones que representa el capitalismo.
Los estudiantes secundarios se tomaron los colegios en los años 2006 y 2011. El movimiento mapuche hace lo propio desde la óptica de la recuperación territorial. En ambos casos desde la perspectiva del control territorial, la autodeterminación.
¿Por qué el movimiento clasista de trabajadores no ha impulsado las tomas de empresas que han quebrado en la línea de las “empresas recuperadas por los trabajadores”? ¿Por qué no han impulsado formas de control obrero, o avanzado en la creación de consejos obreros en la línea de impulsar la independencia de clase, la autonomía del movimiento de trabajadores y el desarrollo tanto de la conciencia e identidad de clase?
Las formas y expresiones concretas que asume la lucha de clases y el combate sindical dependen de cada momento concreto y por supuesto de la correlación de fuerzas dada y en desarrollo. Como lo hemos afirmado más a arriba, reconocemos las condiciones de debilidad y fragmentación del movimiento sindical clasista y combativo. Así mismo la realidad de relativa, pero en ningún caso definitiva, hegemonía del sindicalismo colaboracionista y burocrático. Estas condiciones nos hacen afirmar que las tareas del momento están centradas en el desarrollo del sindicalismo de base y de la conciencia de clase, en la construcción de la fuerza sindical clasista, que hoy en día no existe con la capacidad de lucha y victorias. El fortalecimiento, al calor de la lucha por las reivindicaciones inmediatas y de manera muy destacada por el término del código laboral heredado de la dictadura y “perfeccionado” por los gobiernos posteriores.
Defendemos y promocionamos los métodos de lucha históricos de la clase, el fortalecimiento de capacidades integrales de la clase y la toma de conciencia que son las trabajadores y trabajadores quienes creamos la riqueza social y tenemos la tarea de organizar la producción. Desde allí pensamos en ir desarrollando desde las capacidades (o incapacidades) actuales, mayores capacidades de lucha y organización. Asumimos el desafío que la pregunta plantea y sin duda la generación de condiciones, organización y fuerza para desarrollar efectivamente la huelga general, de carácter político, como medio para ir logrando nuestros derechos y golpeando a los sucesivos administradores del orden de la dominación.
Hubo sectores de la izquierda revolucionaria que se incorporaron a la fiebre electoral (elección de constituyentes, diputados, envío de iniciativas populares de ley, etc) ¿Cómo enfrentó la AIT ese período? ¿Qué opinión tiene la AIT en cuanto al uso de la legalidad burguesa relacionada por las políticas parlamentaristas? ¿Cómo conciben la lucha política desde esta perspectiva o problema táctico-estrategico?
Indudablemente hay sectores que fueron parte del campo revolucionario que se emborracharon con el proceso de relegitimación del modelo iniciado con el “acuerdo por La Paz y nueva Constitución” sumándose política y organizacionalmente al plan del Bloque en el Poder. Este plan tiene como objetivo (las formas y concesiones concretas son funcionales a este objetivo) cerrar la profunda crisis política y social que se inicia por allá en el 2006. Estos sectores sirven, de manera objetiva a los intereses de la dominación y en la actualidad van a colaborar activamente con el boque en el Poder. Hay también algunos sectores del pueblo, organizados o no, que acudieron a la última elección presidencial afirmando que lo hacían con asco político y de manera obligada para más que apoyar a la coalición de Boric, Jackson, Vallejos para detener al fascismo. Entendemos que hay una franja importante de anticapitalistas que sucumbieron al chantaje ficticio, estos sectores deben retomar la lucha decidida y de masas, en las calles, centros de trabajo y de estudios, tal y como lo afirmaron. Será la practica concreta que nos indicará si solo cayeron ante el chantaje o se incorporan a la colaboración de clases.
La Ait y el movimiento sindical clasista entiende que el futuro está en la confianza y desarrollo de la organización y fuerza propia de la clase trabajadora, fuera y antagónicamente de la institucionalidad que pretende cada cierto periodo revalidar la dominación. Sabemos que la clase debe dotarse de manera autónoma (esta autonomía y antagonismo es en relación con la clase opresora, en ningún caso puede ser entendida como despolitización o cualquier forma de gremialismo) de todas las formas organizacionales necesarias para la construcción de poder popular, incluida por supuesto la organización política anticapitalista y los destacamentos de lucha necesarios para la defensa de nuestros intereses. Este es parte del camino, camino que nos debe conducir a la construcción de una alternativa revolucionaria que sea capaz de destruir (no mejorar ni “humanizar”) al estado capitalista y generar las condiciones de construcción de la nueva sociedad, socialista y revolucionaria.
Palabras finales
¿Cuál es el llamado de la AIT a los trabajadores ante el 1º de mayo?
Nuestro llamado es a reconstruirnos desde la convicción objetiva de que pertenecemos todas y todos a la misma clase, a la clase que vive de su fuerza de trabajo y sometida a la explotación capitalista. Debemos tener conciencia así mismo, que nuestra clase es internacional, que las fronteras impuestas por los intereses de la patronal, nos debilitan y enmascaran el carácter internacional de la explotación capitalista, el internacionalismo debe ser un pilar de construcción de nuestra fuerza. Nos convocamos a la lucha decidida, a fortalecer el sindicalismo clasista, a la unidad organizacional y política, a avanzar en la unificación de las luchas populares, a participar en la construcción de una alternativa integral y revolucionaria de carácter antagónico con el orden burgués. De la misma manera a participar activamente en la luchas inmediatas y reivindicativas, para recuperar derechos y para comprender al calor de esta lucha que la única solución es de carácter político y el camino es el combate contra toda las estructuras y dispositivos (materiales e ideológicos) de la dominación capitalista.
Aunar las fuerzas, construir alternativa, desarrollar poder popular.
Debemos confiar decididamente en nuestras fuerzas propias. Hermanándonos con todas nuestras hermanas y hermanos de clase en este país y en el mundo entero, porque tenemos todo un mundo por ganar.
NOTA. Esta entrevista apareció en la sección América Rebelde de RPI, medio asociado con América Rebelde, 17 de mayo, 2022
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