CHILE: CUANDO EL MAL MENOR ESTORBA AL BIEN MAYOR
Nuevamente, el ilusionismo se hace carne en la política. La puesta en escena de consignas y campañas coloridas, donde la franja electoral mostraba “gente común y corriente”, donde los candidatos utilizan sus mejores tonos de voz e inflexiones siempre mirando al horizonte en una actitud mesiánico mientras por debajo de la mesa se desarrollan las negociaciones y los avances desde la democracia de los acuerdos y de la política en la medida de lo posible tan propia de los partidos burgueses y reformistas.
Los discursos plagados de lugares comunes, todos falsos, donde el chantaje emocional constituye el centro discursivo, todo después de dos años de represión y terrorismo policial y sanitaria, encubierto de la histeria progresista con un falso combate al fascismo, imponen la idea del “mal menor” nuevamente.
“La alegría ya viene”, se dijo al inicio de la transición pactada interburguesa y no llegó.
Luego Ricardo Lagos triunfa también con el chantaje de evitar que ganara la derecha pinochetista, Joaquín Lavín, con aquello de “crecer con igualdad” y la igualdad no llegó por el contrario los ricos terminaron siendo más ricos, los pobres más pobres y la concentración de la riqueza al alza.
Después apareció “la mami”, la madre de Chile emocionalmente cercana, utilizando lenguaje de seña, llevándose la mano al corazón, abrazando a las masas levantando la idea fuerza que una mujer hará un gobierno mejor con aquello de “estaré contigo”. Al poco tiempo no estuvo con nosotros, se reprimieron las marchas estudiantiles, se militarizó la Araucanía, se les aplicó la ley anti terrorista a las comunidades mapuche, se agredió a Cuba y Venezuela, se envió a 200 militares a la Escuela de Panamá y se compró nuevo equipamiento militar para la posible insurgencia urbana entre muchas otras cosas.
Ahora, aparece el nuevo mal menor, el estudiante rebelde pequeño-burgués, proveniente de la izquierda universitaria no proletaria, quien no duda abrazar a quienes antes que él, reprimieron al pueblo y que plagaron los territorios de zonas de sacrificio, de extractivismo, de explotación, miseria y dolor para miles. Aparece desde la cúspide de un árbol anunciando que “la esperanza le gane al miedo”, «para vivir mejor» nuevamente desde la emocionalidad y la histeria falsa anti fascista.
Siempre la burguesía y los partidos reformistas / progresistas hacen lo mismo: el chantaje. Imponen la idea del mal menor precisamente para ocultar la necesidad del bien mayor. Imponen el mal menor para revalidar un modelo de sociedad decadente y barbárico. Imponen el mal menor para que el bien mayor no avance desde el anti capitalismo ni menos desde la construcción revolucionaria teniendo como meta la confusión de las masas para continuar con su reinado.
Ya basta del mal menor. Es necesario abrir los ojos y comprender que “su fiesta” no es la nuestra. Que la independencia de clase es esencial y que la toma de conciencia de nuestras condiciones de vida es fundamental como también que la alegría, la igualdad y la conquista de la esperanza sólo es posible cuando los trabajadores y los pueblos confían solamente en los trabajadores y en los pueblos mismos y cuando se niegan a delegar en los burgueses sus luchas y demandas. No hay una tercera alternativa cuando la realidad de la lucha de clases nos muestra el antagonismo entre explotadores y explotados. No hay más alternativa que construir la alternativa propia de la clase cuando el mal menor claramente no está al lado de los explotados y cuando no nace desde ahí. Que el mal menor no nuble al bien mayor.
La «alegría» va de la mano de la «esperanza»