
OCR-CHILE. DECLARACIÓN 1º DE MAYO, 2025
TRABAJADORAS Y TRABAJADORAS A PODER CONTRA LA BARBARIE CAPITALISTA: COMUNISMO
Este primero de mayo día internacional de las y los trabajadores queremos partir salu- dando con profundo amor revolucionario al conjunto del proletariado y el pueblo que día tras día, y desde hace siglos lucha de forma diaria por sobrevivir ante las extremas condiciones de explotación y opresión capitalista y que hoy nos colocan en un tránsito histórico entre la barbarie a la cual la burguesía y los dueños de poder y la riqueza nos han llevado o la transformación radical de la sociedad de clases, la revolución, la edifica- ción del socialismo y la consecución del fin de las clases, el comunismo.
Saludamos de forma humilde desde esta trinchera, a las y los comunistas revolucionarios del mundo que enarbolan las banderas rojas de la emancipación y la libertad, que han hecho del Marxismo – Leninismo una guía para la acción practica y que hoy de forma decidida e integral, enfrentan a la burguesía, al imperialismo y sus lacayos, en especial a quienes en distintas latitudes del globo desarrollan la guerra popular contra los explota- dores y opresores de la clase, ejemplos de fuerza, coraje y dignidad proletaria, a ellos y ellas nuestro más profundo reconocimiento.
La crisis del capitalismo monopólico a escala global ha golpeado duramente a la clase trabajadora y a los pueblos en el mundo, la llamada crisis comercial – expresada en las cargas impositivas – entre las grandes potencias, el desate de la guerra entre países y pueblos, el genocidio en Palestina, la violencia por parte de la burguesía contra las ma- yorías populares ha ido agudizado las contradicciones entre el capital y el trabajo. Esto hoy tiene a un conjunto de pueblos y organizaciones del campo revolucionario, popular y clasista alzado contra sus opresores. La barbarie del capitalismo ha llevado a la huma- nidad y a la naturaleza a un estado de colapso generalizado, la precarización de la vida, la extrema explotación a la que esta sometido el proletariado y la devastación de la natu- raleza, no hacen más que acelerar y poner la necesidad urgente a la revolución y al desate de la lucha del proletariado y el pueblo a escala global por la sobrevivencia misma.
La situación nacional es el reflejo de la crisis internacional, y la sitacion de las y los tra- bajadores continúa empeorando. El desempleo, el aumento del empleo informal y el subempleo, la precarización del trabajo, la bajas remuneraciones, las alzas en los precios de los alimentos, combustibles y servicios básicos, la falta de viviendas y barrios dignos, la educación de y para el mercado, el aumento del crimen organizado y la violencia en las calles, las bajas pensiones que reciben nuestros adultos mayores, la violencia de géne- ro, y la falta de salud oportuna y de calidad, son solo algunas de las consecuencias de la crisis del capitalismo que impactan en nuestras vidas cotidianas como clase trabajadora.
En la otra cara de la misma moneda, la burguesía y el bloque en el poder, a través de su gobierno títere y lacayo del imperialismo dirigido Boric y sus secuaces y respaldado por el falso PC, el Frente Amplio y el Socialismo Democrático han buscado por todos los medios consolidar la restauración del orden democrático – burgués – republicano. Se encuentran ya en la carrera electoral, que nada tiene que ver con los problemas cotidia- nos y reales que vivimos los pobres del campo y la ciudad; en un acuerdo interburgues han desatado una ofensiva antipopular impulsando una batería legislativa que busca no solo contener el avance popular, sino que asegurar de forma estratégica la calma para los negocios de las y los ricos. El fortalecimiento del estado contrainsurgente no es otra cosa que la expresión político – legislativa del miedo que tienen las y los poderosos a un posible nuevo alzamiento popular y a la rabia acumulada en millones de trabajadores, estudiantes, mujeres y pobladores ante tanta injusticia, desigualdad y precarización.
Los sectores llamados de “izquierda extraparlamentaria”, que no son parte del gobier- no y su coalición, y que hoy por fuera del duopolio intentan como animales de carroña, apostar por los sillones institucionales del poder, no son más que instrumentos de la con- ciliación de clases y del colaboracionismo, y cumplen un rol de contención e institucio- nalización de la lucha de masas, a los cuales debemos combatir enérgicamente pues en ellos se anida el revisionismo, la traición y las falsas esperanzas de que a través de la ins- titucionalidad burguesa se harán los cambios que el proletariado y el pueblo requieren, no son más que pantomimas de revolucionarios. Para nosotros y nosotras las elecciones no son más que otro componente de la estrategia contrainsurgente, y no son, ni serán el camino para la victoria y la conquista del poder para el proletariado.
La situación del campo popular, clasista y revolucionario, lamentablemente continúa siendo de reflujo relativo y momentáneo, (pero no estratégico), esto si lo comparamos con las hermosas muestras de rebeldía y subversión en el alzamiento popular de octubre; pese a la actual condicion hoy pobladores y pobladoras de tomas de terreno y comités de vivienda, trabajadores portuarios, públicos y de empresas privadas, estudiantes de edu- cacion media y universitaria, el pueblo nación Mapuche, entre otros sectores en lucha, siguen dando la pelea impulsando sus demandas políticas y reivindicativas.
Reconocemos tambien a diversos destacamentos y organizaciones hermanas del campo revolucionario que desarrollan acciones combativas contra el estado y el capital, sin em- bargo, la fragmentación, la dispersión, el sectarismo, la falta de plan táctico – estratégico de los sectores en lucha, aun nos cala hondo y nos ha permitido dar un salto cualitativo y cuantitativo para este momento histórico de la lucha de clases y asumir con claridad las tareas que la táctica y el periodo nos demandan, con el objetivo de lograr victorias concretas y certeras para el proletariado y el pueblo.
En este escenario, de profunda crisis tanto económica, como política, institucional, medioambiental, etc., las y los revolucionarios y en particular las y los verdaderos co- munistas en nuestro país, tenemos un deber histórico: impulsar de forma audaz una línea política acertada para la actual coyuntura que permita modificar la correlación de fuerzas entre el proletariado y la patronal, y si bien las tareas son muchas y la urgencia aun mayores, sigue siendo tarea principal formar una columna de militantes que per- mita la construcción del partido comunista para la revolución, con la capacidad desde una perspectiva integral de conducir la disputa por el poder para el proletariado; para avanzar en dicha tarea debemos promover la lucha ideológica enarbolando el Marxismo – Leninismo como guía para la acción revolucionaria; esta militancia debe impulsar la construcción de fuerza social revolucionaria, desde la base desarrollando una línea de masas clasista y combativa, avanzando decididamente desde lo hondo y profundo, contri- buyendo a la articulación de los sectores en lucha con el horizonte puesto en la construcción del Bloque Popular Revolucionario. Este espacio de encuentro para la lucha de los sectores populares anticapitalistas y antiimperialistas, permite mantener viva la protesta popular, generando espacios de encuentro no solo para la reflexión política -que es necesaria – sino que para el desarrollo de un accionar subversivo, buscando irrumpir en el devenir la lucha de clases.
Vemos la urgencia de un Frente Político para la Revolución, que permita que los diversos destacamentos que hoy se encuentran en lucha de forma articulada podamos desarrollar un plan táctico para romper el aislamiento, la fragmentación y la invisibilizacion , logrando de forma conjunta irrumpir en el escenario político nacional para modificar la correlación de fuerzas a nuestro favor y buscar transformarnos así en alternativa política revoluciona- ria para el conjunto del pueblo y la clase trabajadora.
Son múltiples y en diversas dimensiones las tareas para el presente, pero la centralidad pasa por rearmar al campo popular, clasista y revolucionario de una táctica acertada para hacerle frente a la actual crisis del capitalismo, que en resumen significa para nosotros y nosotras como comunistas revolucionarios en forja, construir el partido comunista para la revolución, impulsar la lucha de masas de la clase trabajadora y combativa, desarrollar la lucha de ideas desde el Marxismo – Leninismo y articular a las y los anticapitalistas y anti- imperialistas para de forma conjunta realizar las tareas de la revolución.
Por último, desde esta columna de combatientes del pueblo, exigimos la libertad inmediata y sin condiciones de todas y todos los presos por luchar, tanto, anarquistas, subversivos, Mapuche y del alzamiento popular.
JUVENTUD…A COMBATIR
CONTRA LA BARBARIE CAPITALISTA, HAZTE COMUNISTA REVOLUCIONARIO
¡TRABAJADORES Y TRABAJADORAS AL PODER!
Chile, mayo 2025