
MOVADEF. ALGO SOBRE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL. LA ECONOMÍA MUNDIAL EN APRIETOS
Comentario Previo
El monstruo se muestra mal herido, sufriente y quizás agonizante. La crisis económica, la disputa por la hegemonía mundial entre los diferentes polos imperialistas, las guerras de todo tipo asoman el mundo y el desastre medioambiental también.
Los pueblos hacen lo suyo. Construyen organización, avanzan en sus luchas por sus demandas y en defensa de la vida. Desde nuestras realidades los gobiernos reaccionarios, fascistas y progresistas, se presentan tal como son: represivos y asesinos. Lanzan contra los pueblos en lucha toda la fuerza que los estados poseen. Son los lacayos del imperialismo y de las oligarquías. Aquí presentamos la visión sobre el momento actual, internacional, de los compañeros de Movadef.
ALGO SOBRE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL. LA ECONOMÍA MUNDIAL EN APRIETOS
En la actualidad vemos un contexto mundial complejo, movido y de tensión. En lo económico: para este año se avizora una recesión global; y, como muchos economistas han remarcado y el mismo jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas dijo en octubre de 2022: “lo peor está por venir”.
Y eso se ha visto, donde EE.UU. este año crecería tan solo 1% y pugna por conjurar el problema de la recesión; y China, con su política de “covid cero” le pasó factura a su economía, donde además enfrenta la crisis del mercado inmobiliario y siendo motor del comercio internacional está en apuros con una menor demanda mundial por sus productos, y a pesar de eso, China pugna por crecer y ser el sostén y empuje del rumbo económico mundial.
Vemos también, el problema de la zona euro que crecería solo 0.5% este año, donde Alemania mayor economía de Europa se tambalea y técnicamente ya está en recesión. Donde los problemas económicos más acuciantes como hacer frente al escaso crecimiento, la inflación persistentemente alta y los niveles de deuda sin precedentes y la pobreza mundial pintan una perspectiva económica global nada optimista. Y el cambio climático que muestra cada vez más su impacto en las relaciones económicas internacionales.
EE.UU. Y CHINA: LUCHA POR LA HEGEMONÍA MUNDIAL.
En lo político, la contienda interimperialista se expresa, donde China es una amenaza para los EE.UU., y los imperios, encabezados por EE.UU. hacen sus planes bélicos para desencadenar el estallido de una IIIGM y dan pasos para la reconfiguración de un Nuevo Orden Mundial. Sin olvidar, que China es el mayor acreedor de EE.UU., y podría reclamar el vencimiento de la deuda lo que llevaría a EE.UU. a la quiebra, pues en la economía y finanzas de ambas partes, están muy entrelazadas y revertirla generaría gran daño económico con estragos fatales para la economía mundial.
Ya desde el 2018 inició la guerra comercial entre ambos. EE.UU. y sus aliados de Occidente han promulgado dentro de su política proteccionista varias leyes para limitar la inversión china en empresas estratégicas. Verbigracia, en julio de 2022 la Cámara baja estadounidense destinó casi 300mil millones de dólares para mejorar la posición estadounidense ante la competencia china, de esos fondos más de 50 mil millones servirán para erigir y ampliar fábricas de semiconductores; además, ha puesto en marcha una estrategia global para dificultar el acceso a China a la tecnología occidental. En diciembre de 2022, se añadió a 36 empresas chinas fabricantes de semiconductores a su lista negra comercial, atando así a las empresas chinas al permiso estadounidense. Igual, Biden ha acordado con los países bajos y Japón aplicar restricciones a la exportación de maquinaria avanzada para la fabricación de chips en China. Lo que demuestra los afanes de EE.UU. y sus aliados por mantener su hegemonía en Asia y frenar principalmente el avance de China.
La presión entre Washington y Pekín han continuado y ha llegado a elevar la tensión, de allí que hace 3 semanas el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, llegó a China con el fin de retomar “las líneas directivas” entre ambos países. Pero el gobierno chino ha respondido, con respecto a su ley de contraespionaje que por temas de “seguridad nacional” permite analizar registros y vigilar y monitorear la actividad que están realizando en concreto las multinacionales estadounidenses en China, como las compañías Intel, Tesla, Apple, BlackRock, etc. Y hace poco -manteniendo las sanciones de gran alcance contra la industria de fabricación de chips-, China le ha dado un duro golpe a EE.UU. que para muchos han señalado como la “guerra de los microchips”, donde ha limitado la venta de germanio, galio y otros minerales cruciales para la fabricación de chips. Pues, China representa el 98% de la producción mundial de galio y el 68% la producción de refinería de galio, y EE.UU. desde el 2021 consume más del 50% del galio y germanio de China. Lo que se muestra cómo se desenvuelve la guerra tecnológica en medio de esta IV Revolución industrial: EE.UU. hace grandes esfuerzos por restringir el acceso a la tecnología especializada como chips de computación de alto rendimiento, o semiconductores a China y pretende mantener su hegemonía en el desarrollo de la Inteligencia Artificial que es crucial en la innovación de la tecnología para enfrentar los desafíos del mundo y establecer así su política de acuerdo con sus intereses cardinales económicos, políticos y militares en la arena internacional. Por eso, esa “guerra de microchips” ha movido a la misma secretaria del Tesoro de EE.UU. Janet Yellen hasta China donde ha llamado a una “competencia sana” entre ambos países y condenó las “medidas punitivistas” contra las empresas estadounidenses.
Por otro lado, hemos visto al mismo Congreso, la administración de EE.UU. los dirigentes del Pentágono, el Departamento de Guerra norteamericano cómo han seguido “satanizando” a China. “Hoy estamos en la posición más fuerte en décadas para competir con China o con cualquier otro en el mundo, en cualquier parte en el mundo”, con esta demarcación, Biden señala claramente el avance de la contienda por la supremacía mundial con China y los desafíos que representará conforme pasen los años. EE.UU. se muestra decidido a defender su hegemonía mundial de superpotencia y extender sus esferas de influencia en el globo terráqueo de acuerdo con sus posiciones de fuerza; mientras China, hace todo lo posible, para desplazarlo, sobre todo en Asia y concretar sus ambiciones de dominación mundial.
EE.UU. ha empujado a los países miembros de la OTAN a emplazar a China para que condene a Rusia por la guerra en Ucrania y no lo ha conseguido a pesar de todos los ataques y amenazas que han desplegado de acusar a China que estaría suministrando armas a Rusia, apuntalando la economía rusa y afianzando sus actividades militares conjuntas en la región Indo Pacífico. EE.UU. ha llamado a los BRICS a condenar abiertamente a Rusia y tampoco lo ha logrado; pues, la mayoría de los miembros apoyan las demandas de Rusia de poner fin a la ampliación de la OTAN. Igual Biden, ha seguido amenazando a China por la cooperación que tiene con Rusia y “que tenga cuidado”. Esto muestra, bien claro, la bifurcación en dos bloques rivales, donde EE.UU. con occidente y países asiáticos con recelos con China, por un lado, y, por otro lado, China que muestra sus ambiciones expansionistas y de revertir el orden internacional con países como Rusia, Irán y entre otros más.
El sistema imperialista ha traído innumerables guerras en el mundo y dos conflagraciones mundiales que han ocasionado enormes sufrimientos a los pueblos del mundo. En esta confrontación actual en el mundo, la superpotencia de EE.UU. y demás potencias hacen sus preparativos bélicos y de agresión para desencadenar una IIIGM. EE.UU. históricamente ha llevado a cabo incesantes guerras agresivas e intervenciones armadas en varias partes del mundo, y viene haciendo los preparativos bélicos para una nueva guerra mundial. Los altos mandos militares estadounidenses están claros del peligro del avance chino y que la forma de solucionarlo es estallando un conflicto bélico de escala mayor. Verbigracia, el jefe del Mando de Movilidad Aérea de EE.UU., Mike Minihan, señaló sin descaro y demuestra que EE.UU. es enemigo principal de la paz mundial: “Espero equivocarme, pero mi instinto me dice que iremos al combate en 2025. El equipo de Xi, la razón y la oportunidad apuntan a 2025”. De igual forma, puede verse el frente de guerra europeo, cómo EE.UU. y la OTAN siguen atizando en la guerra de Ucrania, armándola militarmente para utilizarla como punta de lanza y cercar a Rusia que es la mayor potencia nuclear. Ya ha manifestado la OTAN farisaicamente y muestra su entraña de que en los dichos son partidarios de la paz, pero en los hechos sostienen guerras de agresión: «Las armas son el camino para la paz». Frente a esa amenaza antirusa, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev ha señalado que el conflicto se extenderá por décadas y “una de las formas de solucionarlo es empezar la tercera guerra mundial”. De igual forma, en el frente de guerra asiático EE.UU. acrecienta el foco de tensión contra China sobre el tema de Taiwán y que el mismo Xi ha señalado que sobre Taiwán se reservan el derecho de usar la fuerza y tomar las medidas necesarias.
EL INDOPACÍFICO SE REARMA MILITARMENTE:
En medio de estas contiendas, las potencias no pierden el tiempo se rearman militarmente hasta los dientes. China tiene menos de 350 ojivas nucleares y EE.UU. tiene más de 5,400 ojivas nucleares, y China a diferencia de EE.UU. tiene pocos misiles balísticos intercontinentales, pues ha centrado su producción en misiles de alcance medio, es decir, entre 5,000 a 5,500 kilómetros. China está pugnando en cambiar esa asimetría en la capacidad nuclear, y el Pentágono supone que China incrementará su arsenal de cabezas nucleares hasta cerca de 1,000 en el 2030. Aunque con eso aún estaría por debajo del nivel de EE.UU. pero China en la marcha que va, se igualará en las próximas décadas.
Para EE.UU. como para alianza guerrerista de la OTAN, la modernización en aguas del Indo Pacífico es de suma trascendencia, pues, es la región donde China tiene supremacía y es necesario agredir y controlar las zonas de influencia y entorpecer el avance chino. Ya el Exjefe del Comando de EE.UU. en el Indo Pacífico, Harry Harris señaló: “Nos corresponde modernizar nuestro arsenal nuclear también, para estar al día, no queremos crear una situación en la que China u otro país puedan concebir un ataque exitoso. Debemos estar listos para luchar tanto esta noche, como en 2025, 2027, 2030 o en cualquier fecha que se dé”.
Es así que la Cooperación en el Indo Pacífico se ha convertido en una de las principales estrategias de EE.UU. y la OTAN para contrarrestar el avance chino, y mueve a algunos Estado asiáticos que ven con recelo el auge de Pekín en la región, el desarrollo nuclear de Corea del Norte que acreciente las tensiones con Corea del Sur, Japón y hasta irradie tensiones en el mismo Taiwán. Por eso la OTAN que viene haciendo los preparativos para una IIIGM se rearma nuclearmente en la región y EE.UU. tiene una mayor presencia militar también en la zona como en la zona de Asia-Pacífico para contener el avance de China han ido extendiendo su cinturón de seguridad en el Indo Pacífico cercando militarmente a China.
Ya en febrero de 2023, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg y el secretario de defensa de EE.UU. Lloyd Austin, viajaron al Indo Pacífico para reforzar sus lazos en la zona frente al avance chino. Recorrieron Corea del Sur, en donde reforzaron un compromiso ya existente nominada “Disuasión extendida” ante las tensiones de Corea del Norte. Llegaron a Japón, donde renovaron el Tratado de Seguridad en medio de las crecientes tensiones con China. En enero de 2023, Japón y EE.UU. firmaron un acuerdo de cooperación militar, como reorganizar el duodécimo regimiento de marines de Okinawa para incorporarla el 2025 a un regimiento litoral de marines que contará con nuevos misiles antibuques; y, acordaron también reforzar la defensa ante posibles ataques desde o hacia el espacio exterior en donde con el Tratado de Seguridad obliga a EE.UU. a intervenir frente a cualquier agresión contra Japón. Filipinas con la salida de Duterte ha tomado partido por EE.UU. con un acuerdo que permite a tropas estadounidenses tener acceso a 4 más bases estratégicas que le dan acceso al sur y al norte que tiene a la isla de Luzón situada 320 kilómetros al sur de Taiwán. Siendo Filipinas un aliado militar clave de EE.UU. pues lo colocan como el aliado con territorio y más cercano a Taiwán, que es reclamada por China y tiene a la isla Spratly rica en recursos naturales y reclamadas también por China, pero EE.UU. frente a cualquier intervención también entraría a tallar allí. Las islas Salomón, en febrero de 2023 EE.UU. reabrió oficialmente su embajada en la capital Honiara después de 30 años de ausencia y a pesar de que China había firmado un pacto de seguridad con estas islas en el 2022.
NUEVAS CONFIGURACIONES Y AFIANZAMIENTO DE ALIANZAS:
En esta coyuntura, EE.UU. ha configurado nuevos aliados como ha afianzado antiguos lazos de colusión con otras potencias, reforzando su colusión sean en temas comerciales, militares o de inteligencia. Allí vemos a la OTAN que ad portas de su Cumbre ya integró a Finlandia, y está tratando de romper los escollos que pone Turquía para integrar a Suecia. La OTAN mantiene su fiel apoyo a Ucrania que lo ha dotado de ayuda militar, económica y de inteligencia, pero, hay dudas aún de integrarla a la OTAN. Contradicciones que también se ve dentro de sus miembros y cuidan sus intereses propios.
Lo otro, la organización FIVE EYES (que se creó después de la IIGM para interceptar, descifrar y compartir las comunicaciones del bloque del Este en plena guerra fría) que está integrada por cinco países, 3 miembros de la OTAN, Canadá, EE.UU. y Reino Unido; además, Australia y Nueva Zelanda que han salido a condenar a Rusia sobre Ucrania y a China sobre Taiwán. Y asimismo, han desencadenado una “guerra cibernética” contra China, Rusia e Irán o a Corea del Norte para acceder a información y hacer colapsar los sistemas de seguridad y estabilidad. Sin olvidar que EE.UU. es el centro del principal poder cibernético del mundo y es la única potencia cibernética de primer nivel en el mundo, según la capacidad de ataque, defensa e influencia, después viene China y Rusia…
La más reciente de las alianzas es AUKUS, alianza militar integrada por EE.UU., Reino Unido y Australia que en el 2021 pactaron proteger el Indo Pacífico del expansionismo chino y dotar a Australia de una flota de submarinos nucleares. Ya como el ministro Británico de Defensa, Ben Wallace manifestó: “Creo que en la próxima década el mundo será más inestable, más inquieto y más inseguro. Solo construyendo y reforzando nuestra coalición, ya sea la OTAN, ya sea AUKUS, ya sea multilateral, en función de los problemas, saldremos adelante”.
Otra asociación internacional más compleja del Indo Pacífico es el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral conocido como QUAD o conocida como “la OTAN asiática”, integrada por EE.UU., India, Japón y Australia, que resurgió en el 2017 después de estar desactivada, como una respuesta estratégica a las aspiraciones hegemónicas de China en la región. En medio de la guerra en Ucrania y las tensiones en Taiwán los miembros han afilado acuerdos, incluso la India. Ya que la India tiene problemas en el norte del Himalaya con China. Además, Rusia quien vendía armas y repuestos a la India ya no lo hace desde la guerra en Ucrania y Occidente era reticente a dotarle equipamiento militar, y eso ha hecho reconsiderar a occidente y estar cerca de la India. Ya Japón y la India, en enero de 2023, han lanzado sus primeros ejercicios militares aéreos a noroeste de Tokio en 11 días, con el fin de reforzar sus vínculos de seguridad y defensa.
La cumbre del G7 ha sido una cumbre eminentemente política donde las grandes potencias pretenden reformar la arquitectura internacional desde sus intereses imperialistas, abordando temas puntuales como: la guerra en Ucrania y el reproche a Rusia, sobre la amenaza de la influencia de China y el desarrollo de la Inteligencia artificial y el cambio climático