AIT-CHILE. PORQUE LAS 500 LUCAS NO ALCANZAN, A REBELARSE CONTRA LOS PATRONES

AIT-CHILE. PORQUE LAS 500 LUCAS NO ALCANZAN, A REBELARSE CONTRA LOS PATRONES

Este 1° de Mayo conmemoramos el día internacional de la clase trabajadora. Recordamos a nuestros y nuestras mártires, a quienes han dedicado su vida a la defensa de los intereses del proletariado. Intereses inmediatos, como mejoras de sueldos, tiempo de trabajo, condiciones laborales, participación en las decisiones; y también los intereses históricos de nuestra clase, como el fin a la explotación y a toda discriminación y opresión, y el poder para transformar la sociedad. Recordamos a los mártires de Chicago, a Recabarren y Teresa Flores, a los obreros del salitre y sus familias masacrados en la Escuela Santa María de Iquique, a Nelson Quichillao, Rodrigo Cisternas, Juan Pablo Jiménez, a Francisca Sandoval y a todas y todos quienes han derramado su sangre luchando y defendiendo a la clase trabajadora contra la codicia sin límites de la burguesía y las clases patronales. Saludamos fraternalmente también a los compañeros y compañeras trabajadoras, a las organizaciones sindicales, territoriales, culturales; a las y los dirigentes sindicales, a los obreros y obreras, a las y los estudiantes, pobladores, campesinos y mujeres de nuestra clase.

En la sociedad capitalista los bienes y servicios son producidos por las y los trabajadores, cualquiera sea su trabajo. Y es este modelo capitalista en su actual patrón de acumulación neoliberal, en cualquiera de sus “versiones” (la democrático-liberal, la autoritaria conservadora, la globalizada o la dictadura abierta), el que se reproduce y amplía en base a la explotación de la clase trabajadora y la precarización del empleo. Las clases dominantes y opresoras, la patronal y los gobiernos a su servicio, saben muy bien que la mantención de sus privilegios se juega en gran parte en las diferentes políticas y medidas que debilitan a la organización sindical autónoma y clasista, democrática en la base y con acción directa de la clase trabajadora. Para eso recurren a sus leyes, a la fragmentación de la organización sindical, al ataque mismo a la posibilidad de organización, y de manera muy importante, a la cooptación o compra de la dirigencia sindical. Es estratégico para la patronal, además de obstaculizar la creación de nuevos sindicatos, el contar con “sindicatos” burocráticos y colaboracionistas. Organizaciones vendidas a los intereses de los gobiernos de distinto signo colaborador. Este tipo de sindicalismo es funcional a la explotación, a la flexibilización, a la precarización, a la mantención de un sistema opresivo y explotador.

En esta opción política se inscribe el actual gobierno de Boric que ya termina. Surgido como una alternativa de los mismos de siempre para acabar con el ímpetu rebelde de octubre, nos impusieron un pacto de relegitimación del orden que parecía explosionar el año 2019, en el alzamiento popular. Este pacto se vistió de nueva constitución para desalojar de las calles a un movimiento popular y de masas que se organizaba y comenzaba a confiar en su propia fuerza, bien sabemos esto fue un fracaso y volvió a serlo en un segundo intento constitucional. Ellos y ellas se unieron para imponer un pacto constitucional en sus dos versiones fracasadas. El pantano electoral triste y fome no tiene nada que ver con las luchas y derechos de la clase trabajadora y el pueblo.

Más allá de las palabras, sus leyes y acciones apuntan a precarizar y mantener la explotación. Las legítimas, aunque insuficientes 40 horas, son transformadas por su consenso legislativo en flexibilidad laboral y precarización. La verdadera seguridad social y pensiones dignas, transformada en salvataje camuflado a las AFP y la capitalización individual con su “reforma previsional” trucha. El salvataje desvergonzado a las ISAPRES y sus suculentas ganancias mientras los hospitales y consultorios públicos colapsan a diario por falta de recursos financieros y personal de salud. La legítima organización y demandas de las y los trabajadores transformada en leyes que sirven como camisa de fuerza a los sindicatos y sus luchas. El salario vital para vivir dignamente transformado en un aumento miserable que solo se ajusta a la inflación, que asegura la ganancia desmesurada de la burguesía.

Hoy día, manipulando las vivencias de inseguridad y narco-violencia de los territorios populares, la exclusión educacional y la ausencia de futuro digno posible en los marcos de su modelo capitalista monopólico, nos responden con un reforzamiento y más garantías y recursos para la policía. Esta legislación represiva, que reconoce y “protege” a las fuerzas policiales, es para avanzar en la criminalización de la protesta, de la organización popular y sindical. La policía mejor pagada, reforzada y con defensa propia privilegiada, no es sino libertad para reprimir las huelgas y movilizaciones y hacer retroceder a punta de balas, gases y abusos las luchas populares y de la clase trabajadora. 

Frente al escenario de reflujo del campo popular y clasista que vivimos, es urgente redoblar esfuerzos y construir sindicatos en cada unidad productiva o de servicios, unificar estos sindicatos en Federaciones, Confederaciones y en una Central Sindical Clasista. Participando con unidad y lucha en las organizaciones sindicales donde trabajamos, para continuar conquistando nuestros derechos y mejores condiciones laborales. Por eso hoy nos convocamos en este 1° de mayo levantando el sindicalismo clasista y combativo. Un sindicalismo que pone al centro a la clase trabajadora y la lucha como herramienta fundamental en el logro de sus objetivos históricos. Un sindicalismo que recoge y recrea creativamente la tradición del sindicalismo, del protagonismo de las bases, de las luchas directas por mejores condiciones de vida, que porta y organiza un proyecto histórico de construcción de una sociedad sin explotación ni opresión. Llamamos a construir más y mejores sindicatos para luchar, a enfrentar a los gobiernos patronales, autoritarios y a sus políticas antipopulares, a desenmascarar y denunciar a las dirigencias burocráticas del movimiento sindical como la CUT, la ANEF y la Mesa del Sector Publico.

Como Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas -AIT, nos convocamos a la unidad y a la lucha organizada, contra el alza de precios de los alimentos, los combustibles y los servicios básicos, porque las 500 lucas no alcanzan y contra la precariedad laboral que avanza y avanza. También contra toda forma de explotación y opresión, contra la violencia patriarcal y la doble explotación de la mujer trabajadora; también contra la cesantía, contra la aniquilación de la naturaleza y contra las leyes que reprimen al pueblo que lucha por sus derechos históricamente negados por los dueños del poder y la riqueza. 

Frente a un gobierno títere de la patronal que agoniza en su intrascendencia y con el trabajo hecho de profundizar la precariedad y la explotación laboral al servicio del empresariado y el capital, alzamos la voz en este nuevo DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJADOR Y LA TRABAJADORA gritando con fuerza…

¡A REBELARSE CONTRA LOS PATRONES!

Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas -AIT

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