
AIT-CHILE. FRENTE A LAS ALZAS ¡LAS 500 LUCAS NO ALCANZAN!
FRENTE A LAS ALZAS ¡LAS 500 LUCAS NO ALCANZAN!
El gobierno capitalista chileno, lacayo del imperialismo, con su lógica de poner las ganancias al frente sin importar la situación de las grandes mayorías laboriosas, alardea conquistar altos índices de crecimiento económico, un aumento miserable del sueldo mínimo y busca justificar de mil y un maneras el alza en el costo de la vida.
Bajo el capitalismo, el Estado, independientemente del tipo de gobierno, se entiende como un aparato represivo al servicio de las clases explotadoras para garantizar su dominación. Los impuestos hacen recaer el peso de los gastos estatales sobre los hombros de la clase trabajadora. La inflación, por otra parte, que cubre el presupuesto público, es un impuesto oculto que reduce constantemente el poder adquisitivo de las y los trabajadores y la reducción del poder adquisitivo de los salarios deteriora día a día el nivel de vida. El aparente crecimiento económico y desarrollo humano, al garantizar sólo lo mínimo necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo, se ha traducido directamente en alzas, endeudamiento, miseria y agravación de las condiciones de vida de nuestra clase y el pueblo.
En el último año el aumento real de los salarios es menor al del IPC, significa que, en lo concreto, las y los trabajadores han perdido poder adquisitivo. Por lo tanto, el aumento no es real.
La voracidad de la patronal y lealtad de sus lacayos en el gobierno, demuestra que no están dispuestos a comprometer sus ganancias para que las y los trabajadores puedan sobrellevar la crisis u obtengan un salario digno. Debemos entender y difundir entre los sindicatos que asistimos a una agudización de la lucha de clases, denunciar los esfuerzos demagógicos de los vende obreros de la CUT por conciliar, somos clases antagónicas con intereses irreconciliables.
La historia demuestra que los asalariados sólo pueden conquistar sus justas reivindicaciones mediante la lucha directa, empleando la huelga, el sabotaje y la protesta popular, con organización férrea y principios inclaudicables.
A levantar sindicatos para luchar