PALESTINA. EL RÉGIMEN CARCELARIO DE EXTERMINIO QUE USA «ISRAEL»
Comentario Previo
La imagen a la izquierda pareciera que pertenece al CECOT, la cárcel «estrella» de Bukele en El Salvador pero no es así es la imagen de una cárcel del nazisionismo en Palestina. El fascismo en distintas partes del mundo adquiere distintas denominaciones y caretas sin embargo la esencia es la mismo como iguales son sus prácticas.
Si sacáramos otras imágenes de las cárceles de los nazisionistas en Palestina alguien se podría confundir y pensar que pertenece a un campo de concentración y exterminio de los alemanes nazis pero a poco andar el observador se daría cuenta que es una cárcel de quienes sufrieron el holocausto y genocidio de los alemanes y que ahora aplican no sólo los mismos métodos sino su misma ideología bajo el nombre de sionismo.
Al leer este artículo y el régimen de exterminio que aquí se relata recuerda a los testimonios dados por las presas políticas en Paraguay, Carmen y Laura Villalba, o por los presos políticos vascos, de la Grapo, de los compañeros guevaristas en Ecuador, o de otras partes del mundo donde el régimen carcelario se utiliza para la venganza y el aniquilamiento.
La situación cobra mayor dramatismo y bestialidad toda vez que este mismo régimen carcelario y el cual pudiera empeorar según las circunstancias y necesidades de los verdugos sionistas también se aplica contra los presos políticos niños que sufren estas atrocidades. Son miles los niños que padecen en estas cárceles. Su infancia habrá conocido el odio en carne propia, las políticas de exterminio y el aniquilamiento que no sólo se produce en la Palestina bombardeada sino dentro de las cárceles y al lado de cada uno de ellos.
Pero esta situación nada le importa a los gobiernos progresistas que en América Latina mantienen relaciones diplomáticas contra el asesino sionista y que están más preocupados por hacer buenos negocios. La izquierda de los negocios al final del día cerró filas con el sionismo como lo hiciera Gabriel Boric, presidente de Chile, que después de una breve pataleta contra «Israel» dio vuelta la página y la embajada «israelita» sigue ahí funcionando a toda máquina. A continuación el artículo completo.
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Duras condiciones y abusos sistemáticos de los presos en las cárceles de ocupación israelí… Clínica penitenciaria de Ramlah, prisión de Megiddo, prisión de Damon…
Durante más de 17 meses, las autoridades israelíes han continuado sus campañas de abuso contra prisioneros palestinos dentro de las cárceles y campos de detención, como parte de una política represiva sistemática en medio de la actual guerra genocida contra el pueblo palestino.
Desde el primer día de la agresión, las autoridades han lanzado una amplia campaña de detenciones contra decenas de miles de palestinos de diversas gobernaciones, aldeas y campos de refugiados en la Cisjordania ocupada, Jerusalén y la Franja de Gaza. Estas detenciones han sido acompañadas de una peligrosa escalada dentro de las cárceles, donde la administración penitenciaria ha impuesto amplias medidas represivas contra los presos, incluyendo políticas de hambre y sed, aislamiento total del mundo exterior, impedimento de visitas familiares y obstrucción de visitas de abogados. El IPS también confiscó todos los aparatos eléctricos en las secciones de la prisión y siguió una política de negligencia médica deliberada, además de cometer crímenes de tortura y malos tratos contra prisioneros y detenidos que llevaron al martirio de 62 prisioneros en el último período, cuyas identidades se conocen, además del martirio de varios prisioneros de Gaza en los campamentos y prisiones, en medio de la continua política de desapariciones forzadas contra ellos.
Las condiciones empeoraron aún más con la llegada del mes de Ramadán, ya que la administración de la prisión proporcionaba intencionalmente comidas pobres e insuficientes, sin ofrecer “suhoor” (comida antes del amanecer), obligando a los prisioneros a ahorrar parte de su comida para satisfacer sus necesidades básicas. Además, se redujeron los artículos de higiene personal y las cárceles se llenaron de presos, lo que provocó la propagación de la sarna en la mayoría de las cárceles, sin proporcionar la medicación necesaria ni la atención médica adecuada, lo que profundizó el sufrimiento de los presos hasta el día de hoy.
La Clínica Penitenciaria de Ramlah se considera uno de los ejemplos más destacados de la política deliberada de negligencia médica adoptada por las autoridades penitenciarias de ocupación israelíes contra los presos enfermos y heridos. La clínica carece de los servicios sanitarios más básicos y carece de personal médico cualificado capaz de manejar casos graves y críticos. A pesar del traslado de varios presos enfermos y heridos a la clínica, el sufrimiento continúa sin que se les brinde el tratamiento adecuado ni el seguimiento médico necesario. A menudo se deja a los presos allí para que sufran el empeoramiento de sus enfermedades y lesiones sin ninguna intervención real.
Actualmente, alrededor de 24 presos con enfermedades crónicas, lesiones graves o discapacidades permanentes se encuentran recluidos en la Clínica Penitenciaria de Ramlah, en medio de condiciones de salud extremadamente deficientes, falta de medicamentos y ausencia de controles médicos regulares. También existe una política de retrasar el traslado de casos críticos a hospitales civiles. Estas prácticas forman parte de una política sistemática encaminada a agotar mental y físicamente a los presos enfermos y a exponer sus vidas a un peligro directo.
Los niños en las cárceles de Damon y Megiddo: un sufrimiento continuo
Los niños palestinos detenidos en las cárceles de ocupación israelí han soportado un sufrimiento agravado durante años, que ha empeorado dramáticamente después de la reciente guerra genocida. Las autoridades han intensificado las campañas de detención contra niños, y estos niños, que se encuentran recluidos en las cárceles de Megiddo, Damon y Ofer, se enfrentan a condiciones de ocupación duras e inhumanas. Su sufrimiento comienza desde el momento del arresto violento, a menudo durante redadas nocturnas, y continúa durante duros períodos de interrogatorio en los que se les niegan sus derechos básicos. A esto se suma el hambre, la sed y otras formas de abuso. Tras la guerra genocida, las políticas punitivas contra ellos se han incrementado; Sufren aislamiento, negligencia médica, abuso físico y psicológico y privación de visitas familiares.
Aumento de las restricciones a las prisioneras palestinas
En la prisión de Damon, las prisioneras palestinas son sometidas a una opresión sistemática y las autoridades penitenciarias les imponen castigos colectivos. Estas incluyen repetidos allanamientos en sus habitaciones, confiscación de pertenencias personales, reducción del tiempo de recreación y no proporcionarles ropa y mantas adecuadas. Las autoridades también practican un aislamiento adicional limitando y obstruyendo las visitas de los abogados, cortando la comunicación con ellos durante largos períodos y privándolos del contacto con sus familias e hijos.
Las prisioneras también sufren negligencia médica y se les niega el tratamiento necesario, ya que hay demoras en abordar sus condiciones médicas y se niegan a transferirlas a la clínica de la prisión, que carece de instalaciones de tratamiento básicas, lo que pone en riesgo directo la vida de muchas prisioneras.
La continuación de estas graves violaciones contra prisioneros palestinos, tanto hombres como mujeres, constituye una flagrante violación del derecho internacional y humanitario y pone de relieve el enfoque retaliativo adoptado por las autoridades ocupantes para imponer aún más aislamiento y opresión a los prisioneros y detenidos palestinos.
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