DESPUES DE LA PROTESTA CONTINENTAL ANTIIMPERIALISTA ¡EL ANTIIMPERIALISMO CONTINÚA!

DESPUES DE LA PROTESTA CONTINENTAL ANTIIMPERIALISTA ¡EL ANTIIMPERIALISMO CONTINÚA!

Como se había anunciado y convocado, este 4 de julio diversas organizaciones latinoamericanos realizaron la Protesta Continental Antiimperialista. La importancia de esta convocatoria es la recuperación de una parte sustancial del proyecto popular, libertario y revolucionario como es el antiimperialismo y la unidad continental. Es poner en el centro la necesidad de completar la lucha anticapitalista con la lucha del enemigo fundamental como es el imperialismo en todas sus formas y envoltorios. Ningún proyecto se puede definir como revolucionario si no tiene como objetivo barrer también con el imperialismo, el colonialismo y el neocolonialismo. 

Pero pasadas las protestas y la convocatoria, lo claro es que el antiimperialismo continúa y debe continuar e ir creciendo. Se debe desarrollar organización en cada país que mantenga la llama encendida y que una la lucha antiimperialista con las demandas concretas de los trabajadores y pueblos como también con los proyectos populares y revolucionarios en construcción. Ahora viene la etapa de la generación de organización antiimperialista unitaria local que permita profundizar la coordinación, la unidad y prolongar la coordinación continental. 

Pero el Imperialismo es más que una fuerza global. Este se representa también en políticas y estrategias concretas y en instituciones precisas. Fue la Conferencia de Bretton Woods (1 al 22 de julio, 1944) la que dio el punta pie para la construcción del entramado mundial imperialista, para el nacimiento de ese Nuevo Orden Imperialista de la pos guerra que aun nos domina y que lucha por su manutención por lo menos su conducción se encuentra en disputa no así, al parecer, la totalidad de sus organizaciones represivas y explotadora. Bajo este paraguas del poder, nacieron el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial como toda la institucionalidad comercial y cambiaria. Eran los tiempos de imponer una nueva repartija del mundo, redituar las zonas de influencia, los nuevos patios traseros, los equilibrios mundiales y las nuevas políticas para prolongar el saqueo de los pueblos pobres del mundo, de Asia, África y América Latina. Era la manutención de las políticas colonialistas ahora de nuevo tipo, de la profundización de la dependencia y del intercambio desigual.

Pero el imperialismo también requiere un marco político-jurídico, militar. No en vano de la Sociedad de Naciones se pasó a las Naciones Unidas a la conformación de su Consejo de Seguridad con un poder absoluto y tiránico donde las grandes potencias son las que al final le imponen al resto de las naciones y pueblos el devenir del mundo y las guerras a ejecutar como a los genocidios a dejar en la más completa impunidad demostrando su ineficacia para llevar a cabo su propia Carta Universal de los Derechos Humanos (1948) como también para que la justicia internacional haga lo propio. América Latina no se quedó atrás. El Ministerio de Colonias, la OEA, creada el 30 de abril de 1948 fue consolidación de las políticas yanquis en el continente plasmando para ellos el lema de «América para los Americanos» entiendo por por América el conjunto del continente y por Americanos los estadounidenses. Fue la consolidación de la Doctrina Monroe para esa época. De la OEA un conjunto de tratados de intercambio y «cooperación» militar, de adoctrinamiento de las fuerzas armadas mercenarias-burguesas-latinamericanas en la Escuela de las Américas, de Panamá. Fue el desembarco de la CIA, de las operaciones encubiertas, de las políticas contrainsurgentes, de la Carta Democrática y de cuanta otra táctica y estrategia para la prolongación del sometimiento de América Latina. 

De ahí el nacimiento de alianzas militares, de la generación de un poder militar, nuclear, de desarrollar carreras armamentistas para disputar las zonas de influencia del bando contrario, derrocar gobiernos populares, sembrar el mundo de bases militares y de dictaduras militares y/o gobiernos títeres y lacayos. Con todo ese poder imperial se sigue imponiendo y sigue mandando los destinos nefastos de los pueblos. 

Laura Richardson, Comandante del Comando Sur EE.UU. 

Curiosamente el nacimiento de ese Nuevo Orden Imperialista de la pos guerra vio también sucumbir el poder de los antiguos poderes imperiales ante un amplio movimiento descolonizado en África y Asia. Pero tan pronto que muchas de esos pueblos conquistaron su independencia cual espejismo apareció desde el Nuevo Orden Imperialismo las nuevas políticas de dominación en su formato de neocolonización y es ahí donde el FMI con sus políticas injerencista, anexionistas y saqueadoras impuso nuevas condiciones para los pueblos y frenar su desarrollo, minar su independencia y socavar su soberanía. Los ajustes económicos, el pago de la deuda externa, de la deuda ecológica ha sido la herramienta más potente para mantener las condiciones de miseria, explotación y de subdesarrollo de nuestros pueblos. 

En 1985 (La Habana, Cuba) se desarrolló la conferencia continental por el no pago de la deuda externa por cuanto es simplemente impagable. La bandera del No Pago de la Deuda Externa apuntaba precisamente al imperialismo, en su versión del FMI / BM. Fue el momento en que los pueblos tuvieron su mayor expresión antiimperialista de masas. Esa bandera se debe recuperar más aun en momentos en que el capitalismo imperialista se encuentra en crisis y la fuerzas imperialistas en una profunda contradicción por la hegemonía y conducción. Los pueblos pobres del mundo deben levantar la bandera del No Pago de la Deuda Externa. 

Pero no es suficiente con el No Pago de la Deuda Externa también se debe levantar la bandera contra las Bases Militares del Imperialismo en nuestros suelos, en nuestros continentes. Solamente Estados Unidos mantiene alrededor de 800 bases militares repartidas en el mundo de las cuales 80 se encuentran en América Latina. Lo propio hacen las potencias europeas, los antiguos imperios colonialistas y lo mismo están haciendo las nuevas potencias imperialistas emergentes. Militarismo y sometimiento económico son las dos herramientas predilectas del imperialismo y de sus fuerzas. El hambruna, la pobreza y extrema pobreza son los dos genocidios perpetrados históricamente por quienes tienen el poder. Es la mortandad planificada. 

1985. Discurso de Fidel Castro sobre la Deuda Externa. Conferencia Continental. 

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