CHILE. GUACOLDAS: LA PRISIÓN POLÍTICA Y LOS DERECHOS HUMANOS

CHILE. GUACOLDAS: LA PRISIÓN POLÍTICA Y LOS DERECHOS HUMANOS

Comentario Previo

Para muchos todo hacía pensar que la situación de los derechos humanos, especialmente lo relativo al terrorismo policial y del Estado, iba a mejorar sustancialmente pero la realidad nos dice algo completamente diferente. 

El gobierno de Boric ha asumido tanto la lógica, el discurso y la estrategia represiva como todos los gobiernos progresistas que lo antecedieron incluyendo la del gobierno del empresario-fascista Sebastián Piñera quien cometió la última masacre de la historia de Chile contra el pueblo movilizado y desarmado (2019). 

También la ola represiva está recorriendo nuevamente América Latina como en el resto del mundo. Todo indica que la causa directa de esa represión es la profunda crisis del capitalismo internacional, del imperialismo y cómo esta repercute en los países neocolonizados. 

Es por esto que la presente entrevista cobra mayor importancia que las anteriores realizadas a Guacoldas. 

La entrevista

Guacoldas se construye como parte del movimiento de derechos humanos y de los pueblos. ¿Cómo evalúa la situación de los derechos humanos en Chile? Teniendo en cuenta lo sucedido durante el estallido social del 2019. ¿Cuáles serían las principales características?

Es una pregunta bastante amplia, se puede abordar desde diferentes tópicos y su respuesta va a depender desde el lente con el cual se mire el asunto, por ello vemos que antes de entrar a lo medular de vuestra pregunta es necesario precisar ciertos principios básicos con los cuales se desenvuelve la praxis de Guacoldas.

La noche mágica del 18 de octubre de 2019, donde el pueblo desbordó y se tomó por completo la escena, tuvo la gran cualidad de fijar un antes y un después en la historia de Chile. Se tenga la percepción o la reflexión que se tenga al respecto de lo ocurrido, nadie hoy está en capacidad de negar que Chile cambió, sea para bien o para mal, pero duda respecto a que el país comenzó a ser otro después de ese bullir desbordado de insolencia popular, no debiese haber. 

Un verdadero Corte Histórico, que tiene su momento de irrupción con fecha y hora determinada y que es latente hasta el día de hoy, la disputa es operante en el cotidiano, las posiciones son claras y las apuestas de los ricos y de los(a) populares son conocidas. Como todo momento inaugurado, el instante de la revuelta va haciendo florecer los nuevos requerimientos, va dibujando los nuevos escenarios y van brotando nuevas apuestas, hay un proceso de duelo entre lo antiguo y lo nuevo, que a nuestro parecer ya está siendo terminado, zanjado hacia la savia nueva. 

En todo ello, en este torbellino de aconteceres, con sentido histórico y de apuestas de futuro, el movimiento de Derechos humanos no es ajeno, fue trastocado en su esencia por su incapacidad de estar a la altura de lo que estaba ocurriendo, fue totalmente desbordado aquella concepción de quietud anclado fundamentalmente en una memoria estática, sin movimiento ni menos apropiación de lo nuevo ocurriendo. Se marcaron las diferencias de inmediato, en un abrir y cerrar de ojos, lo antiguo no fue capaz – en su concepción- de asumir el nuevo momento del país. Se quedó atrapado en la concepción “institucional” de la defensa de los DDHH, donde la lógica de defender la democracia pesó más claramente.

Con algunas excepciones dignas, lo que ocurrió fue que aquella realidad de violación de derechos humanos fue siendo ocupada como trampolín político, para marcar un contrapunto con el gobierno de Piñera, fue utilizado por varios para tratar de remediar la distancia abismal de la clase política con la cotidianidad popular, todo esto en formato de “operadores políticos” y en modo de campaña electoral. Resulta que Piñera se fue y parece que para este mundo, con él, se fueron las violaciones a los DDHH, la prisión política dejó de ser un espacio de redito político y los casos de violación de DDHH entraron a una maquinaria, que al igual que en toda la historia de esta democracia de más de treinta años, la vaina no se centra en la justicia si no que en la reparación acotada.

A partir de esta constatación que hacemos, nuestro planteamiento desde hace un tiempo, es que hay una necesidad de crear un nuevo Movimiento de Derechos Humanos, una cualificación al antiguo y con sentido de apropiación y pertinencia no sólo respecto a la historia sino que también en lo referido al aquí y ahora. Un movimiento de derechos humanos para la vida plena y feliz de los pueblos. Estamos en ese invento pero ya tenemos un principio fundante y que es fundamental para el cómo mirar la realidad, hay una búsqueda hacia la inversión de la lógica con lo ya existente y que dice que los Derechos Fundamentales de los pueblos no sólo deben ser defendidos cuando se trata de crímenes de lesa humanidad o vejaciones propiamente tal sino que es necesario que en la sociedad chilena impere una concepción de derechos para los(a) populares…en pocas palabras, si se tiene garantizada un lógica de construir una sociedad donde lo central sea el ser humano, los pueblos y sus vidas satisfechas, la defensa será muy puntual.

Esto provoca que la concepción de DDHH sea un asunto cotidiano y que, como tal, recorre los amplios ámbitos relacionados con la vida misma.

A partir de estos criterios, para nosotros(a) esenciales, es que respondemos la pregunta.

La democracia de las cosas, sigue en la misma concepción que se inauguró en los noventa, esta democracia por esencia conceptual vulnera cotidianamente los Derechos de la población. El tener a un país en penurias, sin techo resuelto, con una educación y salud de mierda, con espacios coartados para el disfrute, sin acceso a la cultura, sin la posibilidad del goce colectivo y armónico de la riqueza de la naturaleza (que por demás está siendo devastada), con una niñez y juventud que es abusada y asesinada en los boliches que Estado dispone para su protección, con una vejez que debe trabajar o mendigar de sol a sol para poder subsistir y un largo etcétera, atenta a la médula de las posibilidades objetivas para la realización plena de las vidas de millones, es decir, el modo de vida de esta democracia atenta contra la esencia del ser humano.

A partir del 2019, la violación de derechos humanos en su dimensión y comprensión individual fue siendo bajo la misma lógica de principios de los noventa, la diferencia y razón de porque causó más conmoción fue que estas fueron más masivas. No fue nueva sino que se hizo masiva, al 2019, la democracia ya tenía a su haber ejecuciones, desaparecidos, torturas y prisión política. 

El señorito Boric, más allá de su verborrea grandilocuente no cambia absolutamente nada, mantiene la lógica imperante durante tres décadas y abre un nuevo capítulo, que es la persecución política y la creación de la Prisión política del Gigante Estudiantil. 

Entonces podemos sostener que el estado actual de la violación de los derechos humanos sigue bajo el manto de la impunidad, la democracia y su clase política carecen por completo de cualquier sentido ético, se acrecientan las vulneraciones y lo del estallido no ha sido resuelto, no ha intención de hacerlo, ha sido desviado.

Durante el estallido, las organizaciones de los derechos humanos y los movimientos sociales denunciaron la violación sistemática de los derechos humanos bajo el gobierno de Sebastián Piñera. Desde ese entonces hasta hoy no ha habido justicia sino impunidad. ¿Creen ustedes que se abrirá un nuevo período largo de impunidad similar a aquello que ocurrió sobre los crímenes de lesa humanidad durante la dictadura de Pinochet?

Es lo que está ocurriendo, no tan solo con lo ocurrido en la dictadura sino que también en democracia, en todos sus gobiernos y con lo que sigue ocurriendo en este aquí y ahora. Para transformar la situación, hay que cambiar el enfoque y la lógica, por ello nuestra búsqueda de este invento de un nuevo Movimiento de Derechos Humanos. Jamás pensamos que Boric iba a cambiar por sí solo la situación, sin presión popular, los cambios y transformaciones simplemente no llegan.

La impunidad impuesta históricamente en cada una de las masacres o matanzas en la historia de Chile, ¿tiene que ver con algún pacto transversal entre las diferentes facciones burguesas? Si es así, ¿cómo operaría aquello sobre los crímenes cometidos durante el estallido por parte de agentes del Estado?

Independiente de los matices de los diversos sectores que componen el poder, al final del día siempre opera una máxima: el defender cueste lo que cueste su modo de vida de élite, que siempre esté garantizado y que no sea tocado en lo esencial. Esta máxima decanta en la concepción elemental de la democracia de las cosas, por lo tanto todos se cuadran en la hora de defender el fundo democrático, no por un asunto ideológico sino que esto garantiza sus propias vidas en alhajas.

El caso más claro al respecto de los últimos tiempos, es lo ocurrido el 15 de noviembre de 2019 con el acuerdo de paz, donde toda la clase política (el PC no de forma inmediata pero terminó en aquellos vericuetos) sostuvo al gobierno de Piñera, la República no podía caer de hacerlo se les venía el mundo abajo. Instante donde nace el invento de la Convención Constituyente, que siempre fue pensada para salvar la crisis de la democracia, sus amarres y propósitos así lo indican.

A su vez, la concepción democrática criolla es una copia de la concepción (valórica y de principios) de la emanada como verdad absoluta por parte de los Yankees. Esa concepción tiene supuestos, el famoso Estado de Derecho, reconocer que aquello fue trastocado por ejecución u omisión por los mismos demócratas genera una paradoja absoluta y difícilmente de revertir. Por eso hablan de casos “específicos”, que igual siguen en impunidad, pero jamás habrá un reconocimiento que hubo una violación sistemática de DDHH, una decisión política carente por completo de un sentido de lo justamente ético.

Entonces lo que está de fondo es el choque de los modos de vidas.

Durante la Convención Constitucional, en las primeras sesiones, la mayoría de la Convención acordó resoluciones y acuerdos tendientes a lograr la libertad de los presos políticos de la revuelta popular del 2019. Una vez instalado el gobierno de Boric, marzo del 2022, también el gobierno se comprometió en dejar libres a los presos políticos. Hasta el momento, no existe un reconocimiento explícito por parte del gobierno de Boric y de sus coaliciones política de gobierno sobre la existencia de presos políticos y los presos siguen sin obtener su libertad. ¿Qué opinión tienen a este respecto? ¿En qué quedó la Ley de Indulto o de Amnistía que se tramitaba en el parlamento?

El correlato que establece vuestra pregunta está en relación con lo que decíamos al principio. En periodo electoral, los derechos humanos así como el medio ambiente, el relato de gobierno feminista que intentan instalar y un conjunto de necesidades básicas de los(a) populares, por parte de la clase política, son comprendidas como redito político. Luego se esfuma, algo para nada nuevo.

Lo de la Convención fue un chiste, les duró una mañana esa onda que “no se sesionaba si no eran liberados los P.P”, entremedio el cuentero Vade. Discursos con los cuales hicieron campaña alternativa y que en 5 minutos se cae por completo para poder acceder a la membresía de la clase política. Esa convención fue de pie a cabezas una majamama chabacana y una farra para la democracia, allí se ubica un elemento central de la derrota histórica de la democracia decantada el pasado 4 de septiembre. 

Todos los sectores de la otrora oposición, reconocieron pública y privadamente la existencia de Prisioneros Políticos de la revuelta, las razones de su incongruencia política cuando ya fueron oficialista habrá que preguntárselos a ellos.

Lo del señorito Boric es paradojal, no tanto por él sino por la reacción que tuvo la política ciudadana. Antes de contarte nuestras opiniones al respecto, aprovechamos de contar una anécdota poco conocida, un paréntesis. Cuando estábamos en el momento de la creación de un proyecto de ley en su sentido de solución política integral para la libertad, el ex Diputado Boric (a través de sus asesores) nos llamó porque les interesaba patrocinar una iniciativa legal respecto a los Prisioneros Políticos. Lo discutimos y no nos tincó por su ambivalencia, olía a la legua oportunismo político y definimos que si no entraba la vaina por el Senado, seguimos hablando con Carmen Hertz, que nos parecía más seria. La historia nos dio la razón en su ambivalencia.

Volviendo a la pregunta. Cuando el Boric sorprendió a todos con el salir electo en las primarias, los derechos humanos y la exigencia de libertad fue pretendía ser borrada con el codo, desapareció todo el mundo, en lo referido a organizaciones de Derechos Humanos nos quedamos solos y no tuvimos problema alguno en echar el carro para adelante. El discurso que se instaló en noviembre del año pasado era no hacer tanto ruido para no entorpecer la lucha “antifascista” contra Kast. Ya electo el Señorito, el discurso promedio era que había que esperar que llegará a La Moneda a sabiendas de que él tenía la llave en el parlamento anterior donde tenía mayoría para sacar el Indulto…pero también había un extremo totalmente desencajado que sostenía que había que afirmarse porque le querían hacer un golpe de Estado al Boric, algo totalmente patético, quien le querría hacer un golpe a alguien tan servil. Ya siendo presidente vino la excusa del tiempo, que había que darle el espacio para que llegara. Pues en todo ese tramo nosotros(a) no nos dejamos de movilizar con la diversidad popular, resaltando la potente marcha que se realizó en “La Moneda Chica” que fue reprimida armadamente por la PDI y la jornada de protesta del 11 de marzo, día que asumió el cagón de Boric y que producto de la presión popular volcada a las calles en protesta, se logró que el paseíto en el descapotable junto a la Queen Siches en Stgo, fuese acortado en su trayecto.

El proyecto de indulto que luego fue de amnistía, que fuese cercenado en su espíritu inicial de solución política integral en la comisión de constitución del Senado, está en algún rincón del Senado, sin movimiento.

La excusa del oficialismo, es que no están los votos. La verdad de la milanesa es que en ellos no hay voluntad política para concretar una salida política, no se mueven por ética, sino que por cálculo político.

El proyecto de ley está en punto muerto tanto por la falta de voluntad política del poder y porque los(a) protagonistas, léase Prisioneros Políticos de la Revuelta, no se han movido ni un centímetro en la Batalla por la libertad, de su propia libertad. El optar por la solución política para lograr la libertad, al ser arrebatada en la cancha del poder, requiere de movilización de sus protagonistas… el patrimonio del Pueblo de Chile anterior a la realidad de la revuelta y la del pueblo Mapuche, así lo han demostrado históricamente. 

El gobierno de Boric ha hecho vista gorda sobre el avance en la aprobación del TPP 11. No tuvo el coraje político para retirar el proyecto del parlamento y así evitar su aprobación. Al final fue aprobado por el senado y ahora “negocia” las side letters. ¿Cómo afecta la aprobación, y entrada en funcionamiento del TPP 11, los derechos humanos, de los trabajadores y de los pueblos? ¿Cómo afecta este tratado el futuro de Chile y del Wallmapu?

El TPP 11 es un desastre para la vida de los Pueblos en sus ámbitos más esenciales, es promotor del modo de vida del capitalismo. Aquel tratado no está pensado para el bienestar de los pueblos, sino que para los bolsillos del gran empresariado, fomenta la sumisión al Imperialismo y a sus lógicas de devastación, no tiene ningún aspecto positivo a resaltar.

Boric no hizo vista gorda al respecto, lo avaló e inventó una puesta en escena para que con el tiempo se fuese dilatando la atención en el tratado, las Side letters – las cuales no tienen incidencia significativa- es eso, una ganada de tiempo para luego decir que lo intentaron. En la misma línea está el berrinche que hizo “Juanito Nacho Latorre”, el TPP 11 es de tal impacto, que alguien que de verdad estuviese en desacuerdo, simplemente se hubiese salido del gobierno. Pero no suceden ese tipo de cosas en la realidad política criolla, la calculadora política siempre está por delante de lo ético.

En su visita a la Araucanía, Boric fue escoltado por 100  efectivos policiales según algunos medios de prensa y según otros de 300 efectivos. ¿Era necesario tan enorme despliegue policial-militar?

Para nada. Aquello es expresión del miedo creciente que tienen con el contacto con los Pueblos, el poder sigue totalmente atemorizado y es parte de la puesta en escena, es parte del mensaje político que quisieron dar pero que para variar le salió el tiro por la culata.

Estéticamente se crean paradojas que, si bien van desapareciendo de la retina de la coyuntura, van quedando en el sentido común. El Señorito anda en bicicleta en La Moneda pero no por el Wallampu, hay allí una primera paradoja. La visita militarizada que realizó fue para dar la señal de poder y de que el estado de derecho funciona, pero al pelmazo se le fue que la zona está en estado de excepción acotado, debió haberse movido con el contingente que había en la zona sino crea el flanco que creó, su despliegue militar le da la razón a la derecha y saz, se le metieron por ahí y con el tema del terrorismo, otra tautología señorial.

En su visita a la Araucanía, Boric reconoció que había actos terroristas en la zona, vale decir, calificó al movimiento mapuche de terrorista y a la vez calificó dichas acciones de cobardes. En la misma gira anunció la instalación de una mesa de diálogo donde todos los actores de la Araucanía tuvieran un espacio. ¿Ayudan estas declaraciones y visiones sobre el conflicto entre el Pueblo-Nación Mapuche y el gran capital, transnacional? ¿Qué piensan?

Lo primero que es necesario señalar es que el señorito Boric, al ser esencialmente un cagón, no tiene la calidad moral de tratar a nadie de cobarde, es decir, aquellas palabras quedan en el aire, no tienen sentido y resonancia para nada más que vender un titular de prensa.

El viaje del señorito tuvo un propósito político muy claro, se lo estructuraron de tal manera, que es un viaje lleno de señales que dejan claro las definiciones que están tomando al respecto. Fue un viaje militarizado, de copamiento militar de imposición de la democracia sobre un pueblo, el Presidente no fue a dialogar con las comunidades, no fue en son de diálogo con el Pueblo Mapuche, fue a imponer una posición a la fuerza, esa fue una primera señal que va en un correlato cualificado de lo que venía haciendo Piñera. Hay una evidente continuidad 

Una segunda señal es que es un viaje para cuadrarse absolutamente con el gran capital, con el gran empresariado, en hacer resonar sus exigencias de seguridad. Boric se cuadra con lo dispuesto por el poder, le rinde pleitesía y lo exacerba en su puesta escénica. 

Una tercera señal es cuadrarse por completo con la vieja guardia concertacionista, que son quienes hoy están dirigiendo el gobierno, son los que sostienen el cadáver político de Boric y su gobierno señorial. La mesa de diálogo va en ese sentido, una vieja receta de montar un espectáculo que sólo les hace ganar tiempo (tiene su cierre en el 2025) pero que no incide en la realidad concreta.

Por supuesto que todas estas señales no contribuyen en nada al “conflicto”, no hay una intención de resolver sino que de acortar y delimitar con fronteras muy nítidas de lo ocurriendo. 

Ahora, una cosa son las señales que quieren dar y otra es que hace la contraparte. La subversión Mapuche estuvo notable, se desplegó en una zona militarizada y logró generar el contrapunto bajo la imagen que el cagón de Boric no era bienvenido en el Wallmapu. Lo logran con creces a la vez de una demostración de capacidad móvil, operan en lugares que antes no lo había hecho, rompen con esa lógica de querer restringir el “conflicto” a un cierto perímetro, lo extiende, lo traspasan. La subversión mapuche dejó sin sentido la visita presidencial, lo único que quizás les pudo haber faltado fueron expresiones de repudio masivas de las comunidades, onda marcha, mitting y todas esas vainas.

Entonces se puede concluir que el viaje presidencia fue una intención de imposición de la lógica y concepciones del capitalismo, el cual fue contrarrestado con creces por la insolencia indómita del Pueblo Mapuche. Raya para la suma, el viaje fue un sinsentido absoluto en lo que refiere a los propósitos que pretendieron instalar desde La Moneda. Y por cierto, por la estupidez característica del mismo Presidente, solito abrió flancos por donde se les metió la derecha con todo. Dicho en lenguaje pije: El presidente, con su viaje, le “hizo el juego a la derecha”

¿Por qué creen ustedes que Boric calificó de terroristas y de cobardes al movimiento revolucionario mapuche cosa que no hicieron los gobiernos anteriores por lo menos los progresistas? ¿Qué es lo que lo llevó a cambiar el discurso? Este cambio de discurso ¿se debe a que no tiene mayoría en el parlamento, por el fracaso en el plebiscito del 4 de septiembre, porque es la real esencia de este progresismo o todas las anteriores?

Todas las anteriores. La política gubernamental de ahorita, en su proceso de hacerse, se puede graficar de la siguiente manera. Desde la rogativa en La Moneda del Boric con su minita cuando asumió en marzo, a la visita del Señorito al Wallmapu. Hay allí un tránsito de 8 meses cuyo decante es por completo hacia la concepción del gran empresariado. Se demoró ocho meses en reconocer que la incursión de la Queen Siches fue una soberana estupidez, cuya decisión  no fue tomada como iniciativa propia, de seguro allí detrás de esa estupidez debe haber estado el comité político de entonces.

Boric y su gobierno señorial entró a la sala de reanimación en julio pasado, luego de la entrega oficial del texto constitucional el gobierno perdió cualquier sentido, por más que intentaron reanimarlo ya no tenía pulso y se informó oficialmente su fallecimiento el 4 de septiembre en la noche.  A nadie le sirve un gobierno muerto, para la democracia es un tremendo problema que la Republica quede en esa situación a menos de un año de iniciado un gobierno…salieron a su rescate, tuvieron que sostener el cadáver político y mantenerlo para la vista pero quienes gobiernan ya no los de marzo sino la vieja guardia concertacionista que son el ventrílocuo de Boric.

Existe un acuerdo entre los partidos fascistas y los progresistas que la actual Ley Anti Terrorista no es eficiente y por lo demás no goza de legitimidad, según el progresismo, por cuanto fue promulgada durante la dictadura de Pinochet. Pero el problema de fondo es su ineficiencia y ahora están llegando a acuerdo para redactar una nueva ley antiterrorista más eficiente. El progresismo señala que todo Estado tiene una legislación similar en el combate al terrorismo y este discurso, justificacion, se acentuó después de las Torres Gemelas (combate al terrorismo y las guerras preventivas). ¿Contra quienes va dirigida esta nueva política antiterrorista, esta nueva legislación? ¿Qué entiende el poder capitalista por “terrorista”? 

Lo primero que habría que decir al respecto, es que ese es uno de los flancos que dejó abierto el señorito en su visita al Wallmapu, uno verdadera estupidez para sus propios propósitos. Pudo haber mencionado cualquier ley, hasta la seguridad del Estado pero se metió con el terrorismo, lo cual no tiene pie ni cabezas, es una suerte de deja vu’ noventero, en el cual se terminarán pisando la cola.

Resulta que la noción de terrorismo tiene una acepción política que vende, que aquieta las aguas del gran empresariado pero que se encuentra con una aplicación jurídica muy compleja. El derecho internacional es bastante claro al respecto, en asociar al terrorismo a una capacidad casi de exclusividad del Estado, son ellos quienes tienen el control de las armas y la posibilidad de infundir terror en la población, es decir, una capacidad sistemática para ello. 

A finales de los noventa, uno de los papis del armaje del Estado policial de la transición, públicamente que se habían equivocado en perseguir, procesar y condenar por esta ley caraja a la subversión chilena de ese entonces. Francisco Cumplido reconoció este “error jurídico” argumentando que la subversión revolucionaria (el concepto lo usamos nosotros no él) no tiene el propósito ni la capacidad de infundir  terror en la población. A reglón seguido, sostuvo que en Chile no existía terrorismo.

La noción yankee es distinta a la chilena, su sistema jurídico y significancia mundial es totalmente distinta a la versión criolla, la bestia del norte tiene Guantánamo, que hace caso omiso a cualquier tratado internacional y tienen esa capacidad de mandar al carajo lo que se decrete desde los Derechos Humanos. Entonces a quien se le ocurra hacer una asimilación de ese tipo, está condenado al fracaso.

En el plano jurídico esa ley maldita, tiene que comprobar la intencionalidad de querer infundir terror, que como ya vimos hace unos años, el Chico mafioso del Peña, intento probar aquellos con postes y/o poleras en el caso bomba, saliendo totalmente trasquilado.

Si juntas este conjunto elementos, te das cuenta que el señorito abrió una caja de pandoras que no va a poder cerrar, se metió en un problema solito. Generó una contradicción.

Ahora bien, el trasfondo de lo mentado indica que el poder en su conjunto, está extremadamente preocupado y temeroso por completo con el levantamiento de los pueblos. Si o si vendrá una cualificación del Estado Policial, eso ya está ocurriendo y vemos que posiblemente se dé por el lado del crimen organizado, sobre todo con el tema de la asociación ilícita y esa ley que están pensando en endurecer las penas contra la quema de micros, acciones donde nadie sale dañado, sin ningún rasguño pero es un símbolo muy potente que irrita a los poderosos.

En la actual contingencia, se meten por el lado del Pueblo Mapuche pero la persecución está pensada para todo el país. No cabe duda que se va endurecer la mano represiva.

De esto último, ¿cómo percibe Guacolda la situación de los derechos humanos en esta lógica belicista-antiterrorista? ¿Qué debemos esperar de todo ello? Incluso se habla ahora de un Plan Nacional de Seguridad y de una inversión millonaria para la compra de mejores equipamientos militares y policiales. ¿Es la preparación de una guerra interna contra el enemigo interno? ¿Es una política contrainsurgente?

No cabe duda que el poder se está preparando con todo contra la posibilidad real y creciente de alzamientos populares y que lo del pueblo mapuche se cualifique. Como decíamos más arriba, la subversión mapuche comenzó a desplegarse en lugares que antes no lo había hecho, si ese correlato de búsqueda cualitativa prosigue, no ha de extrañarse que debiesen operar en Santiago, hay allí una apuesta que no sabemos como lo están viendo los(a) hermanos(a) mapuche.

El poder se va a defender con dientes y uñas, contra lo popular. La élite le tiene un odio parido a la subversión revolucionaria y a todo lo que huela a capacidad de definir sus propios destinos. Claramente que están creando las condiciones para endurecer la mano y sobre todo para estar afinaditos cuando se den estos escenarios de polarización mayor.

¿Cómo deberían los movimientos sociales y de derechos humanos enfrentar esta avalancha cavernaria?

Haciendo uso de la máxima presente en el patrimonio de los Pueblos. Cuando los pueblos se hacen Gigantes desbordados, que van por la transformación, no hay respuesta militar ni equipamiento bélico que pueda detener aquello. Los procesos han de ser de Pueblo, su diversidad ha de ser los protagonistas. Con ese principio en despliegue, todo lo demás se resuelve en el camino.

En el último tiempo, se ha producido una oleada represiva en varios países de América Latina contra luchadores sociales y revolucionarios. En Argentina y Chile contra el movimiento mapuche. En México contra militantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo. En Ecuador contra militantes del Movimiento Guevarista Tierra y Libertad. En Paraguay contra la compañera Carmen Villalba y la caída en combate del comandante del Ejército del Pueblo Paraguayo Osvaldo Villalba.  También en Turquía detuvieron a 16 periodistas kurdos. En Chile las manifestaciones han sido reprimidas brutalmente solamente en el tercer aniversario del estallido social, el gobierno de Boric sacó a las calles 25.000 efectivos policiales. ¿Por qué creen ustedes que se dan estas situaciones en diferentes partes del globo y de nuestro continente?

Es una pregunta que tiene muchas aristas posibles, diversos caminos por donde se puede meter. En un plano general, vemos que esto ocurriendo principalmente porque la época de los pueblos, abierta con el hito del chancacazo al imperio en el 2001, ha ido dando brincos importantes y significativos. Uno de ellos y que puede ser el principal en razón de tú pregunta, es que ha ido ocurriendo un alejamiento significativo y sostenido de los populares y campesinos con la concepción de democracia. La concepción de la democracia está viviendo un proceso de debacle gigantesco, sobre todo esa proveniente de la regencia del norte. Los Pueblo no vibran ni se sienten participes de la democracia, si bien sigue el rito de votación vigente, esta está siendo fluctuante, carece de apropiación ideológica ya que al final del día todos los políticos son parte de la clase política, un casta que comparte privilegios y que es parte de la elite, sea del color que sea. 

Al ir perdiendo sentido la democracia, también lo hace los relatos coactivos, no convencen, no son vividos como propios por los pueblos. Por lo tanto, es necesario que el poder fortalezca la parte coercitiva.

Palabras finales. 

¿Cuál es el llamado que hacen al movimiento de derechos humanos, sociales, etc?

En el Chile de hoy la garantía del cumplimiento de los DDHH se encuentra profundamente cuestionada, no solo por las violaciones sistemáticas que hemos presenciado a partir del 18 de octubre del 2019, con la prisión política de miles de jóvenes luchadores, con los centenares de ojos mutilados, los cuerpos calcinados en Kaiser o la cantidad de denuncias sobre tortura y violaciones sexuales en comisarias, sino que también en el cotidiano (ya hace muchos años) se violan sistemáticamente los DDHH: con la gente envenenada en las zonas de sacrificio, con la infancia asesinada y torturada en los centros del Estado (SENAME o Mejor Niñez), con las pensiones de migajas para nuestra tercera edad, con la gente que muere en las listas de espera de la salud pública, un larguísimo etcétera en el que entra también el derecho a educación, a la vivienda, los derechos sexuales y reproductivos. Todas estas formas de violación a los DDHH ocurren diariamente aquí y ahora, en Chile, en Latinoamérica, y en la mayoría de los países del mundo que se han adherido y/o ratificado la declaración de DDHH y muchas convenciones derivadas del tema.

Es por esto que a nosotros/as como Guacoldas, no nos queda ninguna duda de la necesidad urgente de un nuevo movimiento de DDHH, alejado de mañas de la clase política y de la institucionalización nociva que se apropió de una concepción que nos pertenece a todas y todos. Así es, pues los DDHH son parte de nuestro cotidiano, los ponemos en ejercicio todos los días (o deberíamos poder hacerlo), son aquellos derechos que nos dan seguridad, certezas, igualdad, libertad y justicia, en definitiva, es un conjunto de condiciones que nos deberían permitir una vida tranquila y feliz. 

Por tanto, nos urge alejar la comprensión de los DDHH solo desde la dimensión normativa o jurídica, recalcar que éstos no son una institución, ni son propiedad de ninguna entidad, con el fin de ir acercándola a una dimensión móvil, en tantos Derechos Humanos apropiados desde lo cotidiano y movilizados por los pueblos como una herramienta y repertorio de confrontación política y social; DDHH transformados en consignas de lucha, volcados a la calle, como un contrapunto para la Democracia de las Cosas que manoseado y capitalizado la esencia de éstos en declaraciones de buena crianza que no le sirven a nadie más que a ellos. Desde aquí nos paramos para afirmar que necesitamos una nueva praxis para un nuevo movimiento de DDHH… esa es nuestra provocación…

NOTA. Esta entrevista apareció en la sección América Rebelde de RPI, medio asociado con América Rebelde, 19 de noviembre, 2022 

https://rpidigital.info/chile-guacoldas-la-prision-politica-y-los-derechos-humanos/  

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