AMÉRICA LATINA: EL IMPERIO CONTRAATACA ¡CUBA RESISTE!
La prensa oficial del imperialismo, y de la reacción, a través de sus agencias internacionales de desinformación invaden los hogares del mundo con imágenes en algunas ciudades de nuestra querida Cuba de protestas. El gobierno revolucionario responde convocando a todos los revolucionarios a copar las calles y avenidas cubanas y desactivar esta nueva intentona del imperialismo. Si el imperialismo actúa de la mano de la contra revolución, la revolución responde poniendo a prueba y en acción el poder popular, la conciencia revolucionario que ha defendido su independencia con un heroísmo ejemplar por lo demás Cuba es el único país en América Latina que se puede llamar realmente INDEPENDIENTE Y LIBRE.
Viendo el vecindario, como suelen referirse los politólogos burgueses a nuestra amada América Latina, las protestas se vienen produciendo hace ya rato y más aún los levantamientos populares con el ejercicio de la violencia popular y con el subsecuente derrocamiento de gobiernos que en el caso de Perú les costó el puesto a más de un presidente mientras otros fueron encarcelados, otros se suicidó y otro arrancó a los brazos de su amo cual rata.
Más allá de Cuba, América Latina se vuelca contra el neoliberalismo y ya se habla de una «segunda ola progresista» que en el caso de Perú se representa en el triunfo del profesor de Perú Libre que hasta ahora no ha podido se reconocido como triunfador por el órgano electoral competente en lo constituye una variante a los golpes de estado porque este se estaría dando mucho antes que pudiera, Castillo, jurar como presidente de Perú. Así como Bush inauguró aquello de las «guerras preventivas» aquí tenemos un «golpe de estado preventivo». Toda América Latina se subvierte a la vez que el imperialismo como mano ajena asesina a uno de sus discipulos dejando a Haití algunas horas sin presidente y poniendo a otro administrador de confianza en el poder, o mejor dicho a la cabeza del gobierno porque está claro que el poder en Haití como en muchas otras pares, menos en Cuba, lo tienen los yankis.
EL FLACO FAVOR DEL PROGRESISMO.
El progresismo, aquello que da para todo y que se construye en la vereda opuesta de esa otra izquierda que se define como revolucionaria y que empuña lar armas para hacer la revolución, le ha hecho un flaco favor a la revolución latinoamericana. No sólo ha pensado que jugando limpiamente dentro de la democracia burguesa, y dentro del electoralismo, tanto la burguesía como el imperialismo iban a «entrar en razón» y nos les iba a quedar otra alternativa que reconocer y respetar los resultados favorables de esa izquierda popular y democrática. ¡Grave error! Era cosa de mirar para atrás ver lo que le pasó a Zelaya, Lugo, y a tantos otros contemporáneos o décadas más atrás y habrán visto que por más que se haya ganado limpiamente tanto la burguesía como el imperialismo carecen de razón, de buen juicio y de sentido común.
Pero el flaco favor del progresismo también en otro aspecto. Ese llamado a confiar en la «institucionalidad burguesa», en el «juego libre y democrático electoral» no sólo le quitó todo sentido revolucionario a esa izquierda sino que ayuda poderosamente a desarmar a las masas, confundirlas ideológicamente y también ayuda a retrasar poderosamente la revolución latinoamericana, como también retrasa la derrota definitiva del imperialismo, del neocolonialismo y del colonialismo en nuestra América o Abya Yala. Todo esto en medio de contar con todas las condiciones objetivas y las condiciones subjetivas en una gran proporción (las masas movilizadas) para impulsar una revolución revolucionaria, valga la redundancia.
Al mismo momento, es instante, que el progresismo llama a confiar en el juego demoburgués, limita y cercena el discurso histórico de los revolucionarios despojándolo de todo sentido revolucionario y reduciéndolo a una mera superación del neoliberalismo como si la lucha anti capitalista, anti fascista y anti imperialista no fueran necesarias o importantes. Pero es en ese preciso momento donde todas las fuerzas reaccionarias dirigidos por el imperialismo deciden contraaracar. Quienes pensaron que Biden iba a ser muy diferente a Trump se equivocó nuevamente.
Como se ha retrasado, debido a lo anterior esencialmente, la revolución cubana queda abandonada a su suerte y a su capacidad de resistencia y dignidad ante los ataques constantes del imperialismo que ya dura más de 60 años. Qué más se le puede pedir a Cuba, salvo su ejemplo, si no la revolución no ha triunfado en otro lugar de América Latina. ¿Acaso nos olvidamos de la continentalización de la lucha, de la revolución? ¿Acaso nos olvidamos que para que una revolución en un país pueda subsistir requiere de uno, dos tres y muchos Vietnam, y muhcas cubas, para que ese pueblo puede seguir siendo lo que ha sido para muchos: SU EJEMPLO.