EN CHILE NO HAY DEMOCRACIA SINO DICTADURA BURGUESA

EN CHILE NO HAY DEMOCRACIA SINO DICTADURA BURGUESA

¡Qué peligroso y efectivo resulta para los fines de la clase dominante falsificar la historia, los conceptos y la realidad!

Al leer esta afirmación alguien con justa razón podría pensar que proviene de alguien paranoico o miembro de esos grupos neofascistas que se esconden detrás de las teorías conspiranoicos pero en este caso no es así es la realidad pura y dura. 

La tragedia del golpe burgués-militar de 1973 fue de tal magnitud, y su posterior dictadura de 17 años, que impuso la falsa idea que el pueblo de ahí en adelante debía enfrentarse a la lucha permanente entre dictadura versus democracia, es decir, impusieron la falacia que quienes apoyan la dictadura serían solamente los partidos tradicionales de la derecha oligárquica, de aquellos que en algún momento se consideraron la aristocracia y reservando a los partidos burgueses liberales y antiguos partidos obreros derivados al reformismo-revisionismo los fieles representantes de la democracia a pesar que los partidos burgueses liberales hayan sido también golpistas o golpistas arrepentidos. 

Esta tesis peligrosa y engañosa impone una falsedad histórica de proporciones. Significa que la dictadura sólo apareció en Chile desde 1973 hasta 1990 y que las violaciones a los derechos humanos, el terrorismo de estado, el genocidio, los crímenes de lesa humanidad y el crimen de lesa soberanía sólo se dieron en ese período acotado siendo toda la historia anterior a 1973 un paraíso democrático donde el espíritu republicano fue la norma, el respeto y desarrollo al espíritu cívico, el respeto a la separación de poderes, al imperio de la ley y donde un hombre-un voto ha sido respetado y donde el voto universal e individual tiene efectivamente la capacidad de cambiar el rumbo e incidir a favor de las mayorías triunfantes en cada elección. ¡Nada más falso!

La historia de Chile está plagada de genocidios, masacres, matanzas, usurpación de la soberanía, imposición del régimen oligárquico-burgués-capitalista-dictatorial donde una minoría ociosa y asesina se ha impuesto por más de 200 años sobre una mayoría social desprovista de poder y de toda capacidad de decisión sobre el futuro del país. Chile ha vivido en una prolongada y permanente dictadura y aquella personificada por Pinochet es un período más en esta como también los decenios posteriores a este conocido por transición a la democracia y que va desde 1990 en adelante. 

La clase dominante han hecho creer que desde 1990 el pueblo recuperó la democracia, pero a decir verdad no se puede recuperar algo que nunca se tuvo. Lo que se quiere decir con aquello de la recuperación democrática es que en 1990 se recuperó la capacidad de la clase dominante de llamar a la dictadura democracia. 

Uno de los triunfos más notorios, y presentados como una gran logro del movimiento de los derechos humanos, fue la moción aprobada en la Convención Constitucional, de mayoría progresista, que sancionaba el negacionismo en relación a los crímenes ocurridos bajo la dictadura 1973-1990 en el más claro intento de imponer la falsa idea e interpretación histórica que antes y después de ese período histórico no hubo violaciones de derechos humanos y lo que hubo fue el paraíso de la falsa democracia burguesa. Esa tesis fue impulsada por el progresismo desde el Partido Comunista de Mercado hasta el Frente Amplio y sectores de la ex Concertación. A ellos les tocaba cumplir con la falsificación histórica. 

Pero, para que la dictadura se afiance más, se valide y se prolongue en el tiempo se requiere de otro espectáculo, cuál es, el circo de una nueva constitución. Ellos, el poder, han realizado todos los esfuerzos por imponerle al pueblo y a los trabajadores que la solución a sus problemas derivados del capitalismo y de la sociedad de clases, se soluciona con la redacción de una nueva constitución que en una suerte de magia al abrirla se entrará directamente al paraíso terrenal. Al igual que lo hace el capitalismo y sus políticas de mercado, la clase dominante en su versión de clase política ha generado una necesidad que el pueblo no pensaba consumir pero que ahora se ve obligado en forma inconsciente, algunos, y en forma consciente, otros. El objeto de consumo, Nueva Constitución, se encuentra ahora en todas las bocas y mentes para prolongar el sometimiento y dictadura. 

Pero par que la dictadura no sea tan evidente se requiere imponer el circo de la participación, llamar al proceso de perfeccionamiento dictatorial como «proceso constituyente», «proceso democrático», «lucha por la democracia», «profundización democrática», etc. Para ello idearon la Convención Constituyente que estuvo amarrada por la Ley 21.2oo que limitó todos los posibles cambios estructurales que esa farsa de constituyente podía hacer. Se prohibió el cambio del modelo económico y de los aspectos esenciales del régimen dictatorial. El fracaso que ese proceso supuso, obligó a la clase dominante imponer la segunda farsa, el Consejo de Expertos y el Consejo Constitucional que se encuentra en marcha y que terminará este 7 de diciembre del 2023 donde el pueblo estará obligado por ley a votar «A favor» o «En contra» del texto constitucional que la misma dictadura habrá redactado entre cuatro paredes. Nuevamente, este proceso constitucional se encuentra amarrado previamente por la Ley 21.533 y por el pacto conocido como los 12 Bordes Constitucionales ambos textos establecen lo que no se puede cambiar y lo que se debe maquillar. El voto individual y la soberanía popular pesan menos que el algodón. 

Gandhi desde su pacifismo planteaba que «cuando la ley es injusta, lo correcto es desobedecer». Esto en la corriente de la Desobediencia Civil inaugurada por Henry David Thoreau, con influencia en León Tolstoy y encarnado también en Martin Luther King. Pero, si la desobediencia civil es justa, y constituye una forma inicial de rebeldía, para los revolucionarios esa sentencia cobra una dimensión mucho más profunda y radical al establecer que «la rebelión se justifica», o mejor  dicho la revolución, o también «todo tiempo es momento para la revolución». 

De los anterior, y asumiendo que hemos vivido más de 200 años de dictadura, dictadura del capital, la revolución social, el socialismo, aparece como el único movimiento histórico democrático en sí y encarna el único concepto democrático válido que se contrapone a la dictadura burguesa llamada democracia burguesa. Entonces, la gran disyuntiva para los pueblos y proletariado no es entre Dictadura Burguesa-Militar versus Democracia Burguesa, no es tarea de los trabajadores y pueblos perfeccionar o profundizar la longeva dictadura burguesa, la real disyuntiva es entre Dictadura Burguesa versus Revolución Social, vale decir, la toma del poder. 

Así, quienes desde la «izquierda» atacan, descalifican, acusan y delatan como subversivos, terroristas, utraizquierdistas, amigos del fascismo, infiltrados, etc a aquellos que han concurrido a votar nulo o a impulsar el abstencionismo en los últimos eventos electorales, sólo se ubican en el bando de la Dictadura Burguesa, han abrazo el proyecto y programa de dominación y explotación de los «amos y señores» de antaño y son ellos el mejor producto de la dictadura burguesa por cuanto encarnan al Esclavo Satisfecho, al esclavo que adora sus cadenas y grilletes, como a su amo que lo abusa y viola. Son el esclavo perfecto, el empleado del mes y que de seguro tendrán su foto en el hall principal del congreso, lo cual los llenará de orgullo, al ser considerados en la larga mesa de comensales donde solo recibirán migajas ya que por más esfuerzo que hagan la oligarquía siempre los despreciará por su origen de esclavos. 

Para seguir leyendo

Texto aparecido en el facebook de Paul Sortilegio Antillanka

Hay que leer la Ley 21.533 para entender este fraude constitucional.*

Primero. quien redacta la nueva constitución es una *»comisión de expertos»*, electa por el mismo senado que aprobó el TPP11, la ley de Gatillo Fácil y la jornada flexible junto a las 40 horas.-

Segundo. Los *»consejeros constitucionales»* solo pueden aprobar estas propuesta no rechazarlas y con un quorum de 3/5.

Tercero. Lo más increíble es el artículo 154 que es la nueva constitución en sí, porque señala el *carácter neoliberal del Estado con el principio de progresividad*, principio propio de las constituciones liberales de fines del siglo XIX y principio del siglo XX en Europa, no garantizando los derechos sociales, ya que establece con rango constitucional el principio de la responsabilidad fiscal y de la administración privada de los derechos sociales (afp, isapres, mutuales, seguridad privada, colegios particulares, etc..). Mantiene la añeja y obsoleta doctrina de la separación de los tres poderes y el carácter bicameral del senado. Mantiene la PDI y Carabineros tal como están, así como todos los Estados de Excepción constitucional para violar los DDHH y asegura la «autonomía» del Banco Central, Tricel, Contraloría, etc…

Reconoce los mismos derechos y libertades que la constitución de Pinochet, entre los cuales está la doctrina del «Dominio Público» que le entrega el Litio y el Cobre al capital extranjero.-

Cuarto. establece que contra este proceso no procede recurso o reclamo alguno, retrotrayendo el sistema jurídico chileno a la Monarquía Absoluta, donde no había recurso alguno ante las decisiones del Rey y alejándose de un Estado Democrático de Derecho.-

Quinto. Pero como estamos en zona de Monarquías, lo más insólito: hay un *»comité técnico de admisibilidad»* designado por el mismo senado de ultra derecha, que debe velar porque las nuevas normas, no se aparten del artículo 154 que es el que ya estableció los pilares fundamentales de la nueva constitución.-

Sexto. Este Fraude tiene todo muy bien pensado, el Plebiscito para aprobar la constitución redactada entre el actual senado en el artículo 154 y la comisión de expertos elegida por este senado. Será el 17 de diciembre de 2023 una semana antes de la navidad, donde imperará el «espíritu navideño», pero además, para que no se repita el voto rechazo, las opciones a votar serán «A favor» o «En contra». Esto es una semana antes de navidad, si eres bueno y positivo votarás a favor y si eres un criticón antisocial casca rabias, podrás votar en contra.

La ley obliga al Estado a entregar el financiamiento necesario a esta farsa.

Llamar a esta constitución que ya está redactada un proceso constituyente es un fraude porque la nueva constitución ya se redactó en el artículo 154, complementada con la propuesta de la comisión de expertos, el consejo constitucional es una entidad decorativa, pueden discutir y aprobar, pero no redactar propuestas constitucionales.-

¿Cuántos millones de dólares cuesta cada evento electoral arreglado?, mientras la mayoría del los chilenos viven las penurias económicas e inseguridad pública por falta de recursos que todos sabemos. Este gasto que es para perfeccionar y actualizar la constitución de Pinochet.

Para leer más. 

Ley 21.200

https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1140340

Ley 21.533

https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1187896

12 Bordes Constitucionales

https://cooperativa.cl/noticias/pais/politica/constitucion/cuales-son-las-12-bases-del-nuevo-proceso-constituyente/2022-12-21/201122.html

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